Alexiis: MI VIDA CON AMOR III–Sigue el Viaje

Comentario

Sigo con el relato intentando expresar las visiones, los sueños y acontecimientos de la manera en que los vivimos, según cada momento y la acción de cada instante, dando mi punto de vista solo como orientación, sin más pretensión que compartir la experiencia.

Dedicatoria y gratitud

A todos los que seguís estando.

Gracias.

UNO

Desde bien temprano estábamos esperando a que sonara el timbre de la puerta, dándonos a entender que Ray ya estaba esperándonos. Cargamos la caravana lo más rápido que nos fue posible, con todo el equipaje necesario para el viaje. Nos prometíamos toda una aventura por Europa, en la que esta vez íbamos a participar los cuatro: Noki, mi hermano Ray, Jokim y una servidora. Siempre me ha gustado viajar, es como respirar nuevos aires de libertad disfrutando al máximo de los panoramas que ofrecen cada lugar y cada país.

Poco a poco iban desapareciendo las estrellas de la pantalla celeste, dejando paso a los primeros rayos del sol que nos acompañó todo el día. Cruzamos Francia en dirección a Suiza, deteniéndonos en Lausanne, donde nos quedamos en un camping junto al lago que se asemejaba al mar. Coincidimos con la fiesta del día nacional del uno de agosto, motivo por el que desde bien temprano fue viniendo gente a ocupar las zonas ajardinadas alrededor del lago. Los espacios se fueron llenando con mesas y sillas, no faltaban tampoco las barbacoas que pronto empezaron a quemar las primeras brasas como preparación del gran festín. Los niños correteaban alegres inmersos en sus juegos y bañándose, mientras los mayores aguardaban sentados en tumbonas y mecedoras la llegada de la noche, momento en que llegarían los fuegos artificiales. Parecía que estábamos en plena verbena de San Juan; no faltaban los payasos para los niños y algún grupo musical ofreciendo sus melodías e invitando a bailar.

Al día siguiente dimos un paseo para conocer un poco la ciudad. Me sorprendió ver tranvías, algo que, como pudimos comprobar, aún se conserva en la mayoría de las ciudades de Europa.

Emprendimos de nuevo la ruta en dirección a Munich. Tanto Jokim como yo, estábamos entusiasmados con la idea de volver a visitar esa mágica ciudad, quedándonos en un camping a las afueras. Esta vez, visitamos el estadio el cual, a pesar del tiempo transcurrido desde los Juegos Olímpicos, nos encantó de veras, aunque también nos recordó el trágico momento vivido por el boicot. Dimos un largo paseo hasta que decidimos regresar al centro. Aún era temprano y queríamos estar a las 12 del mediodía en Marian Place para escuchar las campanadas de su famoso y peculiar reloj. Después fuimos al Gran Museo de los Inventos, donde según pudimos comprobar, habían cambiado los aviones de ubicación. Lo pasamos muy bien viendo toda clase de vehículos de todas las épocas y un montón de curiosidades más, como mecanismos, satélites y algún que otro cohete; necesitas muchas horas para verlo todo. Como aún nos quedaban ganas, seguimos caminando hasta la Gran Plaza de la Fuente que a mí, particularmente, me recordaba la de Montjuich, aunque esta era más pequeña; ahora mismo no puedo recordar su nombre. Entramos en el gran paseo o galería abierta con innumerables tiendas y lugares de ocio, con múltiples opciones de locales donde comprar algo o tomarte una cerveza o refresco para calmar la sed.

Tras haber recorrido todos los lugares que nos parecían interesantes, nos retiramos a descansar y dormir ya que al día siguiente debíamos dirigirnos a la capital checa, Praga, ciudad con una arquitectura bellísima. Esta vez no compramos cristal sino cosas pequeñas que nos parecieron interesantes. La ciudad estaba cambiando, estaban remodelando los viejos edificios, dotándolos de nueva vida y color. El paseo por el puente Carlos era inevitable, sobre todo por la noche, cuando está todo iluminado. A los lados del puente había instalados muchos vendedores de recuerdos y postales intentando ganarse la vida. En las plazas, se multiplicaban los conciertos y los bailes regionales, y en la parte más antigua de la ciudad, la gente admiraba el famoso reloj mecánico, esperando que diera las doce, que es cuando aparecen sus pequeños personajes, de forma similar a lo que ocurre en la Marian Place de Munich, aunque estos tenían otras características.

Una de las cosas que más nos sorprendió fue el metro, con profundidades realmente espectaculares; las escaleras mecánicas parecían no terminar de llevarte al exterior.

Disfrutábamos de todo lo que visitamos mientras pasaban los días, hasta que llegó el momento de volver. Pasamos de nuevo por Pilsen, donde nos alojamos en el camping “Estribu” en el que ya habíamos hecho noche con anterioridad, sin prestar mucha atención al lugar. Esta vez decidimos quedarnos un par de días y disfrutar del fantástico lago, un regalo tan maravilloso de la naturaleza, que no pudimos resistir la tentación de darnos un buen chapuzón en sus espléndidas aguas.

Realmente nos llevamos un buen recuerdo de este peculiar lugar, sobre todo por la cantidad de arañas que había en todas partes. Se ve que la gente ya estaba acostumbrada a ellas; yo creo que hasta las veneraban. Todos pasaban olímpicamente viendo como se columpiaban rozando las cabezas de los empleados mientras atendían a los clientes.

Una vez instalada la caravana en el lugar que nos indicaron, fuimos al baño. Al ver el panorama, tuve ganas de coger una escoba y barrer todas las telarañas con sus “preciosas” habitantes que te saludaban desde cada esquina y cada hueco. Estaban por todas partes: paredes, suelos, latas, papeles. Todo inundado. Debías tener cuidado cada vez que ibas a sentarte en el inodoro, no fuera caso que terminaras aplastando un montón de aquellas bolas con patas. Lo digo en serio, aunque al final nos lo tomamos a broma, e incluso nos reíamos mucho porque íbamos siempre encogidos a la hora de visitar el W.C. y el aseo. Al día siguiente, Noki, después de darse un buen baño en el lago, quiso ducharse, y nos dio un buen susto al escucharle gritar. No había hecho más que entrar en la ducha, y cuando se disponía a abrir el grifo se encontró delante de los ojos una “maravillosa” araña, colgando feliz de su hilo. Le lanzó tal mirada, que la pobre subió de golpe desapareciendo, esfumándose. Cuando nos lo explicó, nos retorcíamos de la risa imaginándonos a las arañas todas en fila corriendo en otra dirección.

El lugar era perfecto, salvo por la limpieza y las condiciones higiénicas, como dando a entender que si lo querías más limpio, debías limpiarlo tú mismo. Nos lo tomamos a risa, ya que gracias a esas pequeñas cosas nos divertíamos mucho, a pesar de tener que ir siempre pendiente de encontrarte con alguna araña, o incluso de que se te colara en la caravana. A cada ruido que escuchábamos al andar, se nos encogía el cuerpo pensando que habíamos pisado alguna. Cuando decidías comer algún bocadillo de los que hacían allí, no podías evitar mirar el relleno; menos mal que aún contábamos con provisiones a las que recurrir.

Lo más curioso es que la gente estaba contenta y se lo pasaba muy bien con o sin sus “habitantes” por todas partes; estaban incluso en las farolas, estaban bien rellenas de ese tul blanquecino alrededor de las bombillas encendidas, les debía servir de calefacción. Me dio por pensar que cuando se fundiera una de esas bombillas, quien iba a ser el valiente que la cambiara. ¡Ay madre! Se me pone el vello de punta solo de pensarlo. Mejor lo olvido…

A Jokim le pasó algo gracioso al ir paseando al atardecer por los alrededores del camping: vimos un pequeño puesto donde servían refrescos y preguntamos si servían café. Dijeron que sí. Nos sentamos al lado de una de las mesas y esperamos; al rato le sirvieron a Jokim un buen vaso, lleno hasta los topes de café y una naranjada que había pedido yo. Esto nos hizo pensar: --“¡son espléndidos de verdad!”--. Lo dejó enfriar un poco, me dio a mí el azúcar porque siempre lo toma solo, y al dar el primer sorbo se quedó quieto de golpe, casi se atraganta. Los posos del café llegaban hasta la mitad del vaso. Una de dos: o es costumbre de allí tomarlo así, o simplemente es que no saben hacer café. Muy barato, pero muy malo… ¡¡ja, ja, ja!!

Tuvimos muchas anécdotas y el lugar era precioso, contaba con unas vistas naturales incomparables. ¡Lástima que estuviera tan mal cuidado!.

Decidimos por fin reemprender el camino de vuelta a casa, dando las gracias a todos los elementos, que nos acompañaron haciendo mejor y más grato nuestro viaje.

DOS

Durante el viaje de regreso, Noki sonriente, me dio recuerdos de parte Idartha que dice ser un viejo amigo al que seguro recordaré. Quedé algo intrigada mientras me advierte para que me prepare a recibir de manera adecuada a varias formas de energía, que por cierto, ya había empezado a sentir. Respiré hondo como señal de aceptación, advirtiendo la presencia y visión de Kuthumi, quien me hace beber de su radiante Copa diciéndome que la sostuviera; la cubrió con algo que no pude distinguir por su gran luminosidad, y después la volvió a destapar saliendo de Ella unos potentes y bellos Rayos en los que se convirtió.

Al instante se presentó Cha-Ara con un enorme Sol en sus manos depositándolo sobre mí, y me convertí en el.

Siguió Shananda con una Sagrada Hostia o Pan de Vida, en cuyo centro se distinguían perfectamente las iniciales: “S. H. C.” Bien a la vista para que no se me olvidara.

Luego apareció Saint Germain que me ofreció un Cofre indicándome que lo abriera; estaba vacío, entonces sin más, deposito dentro de él la Copa, el Sol y la Hostia simbolizando al Cristo y volviéndolo a cerrar. Entendí que en realidad el Cofre era mi Vehículo o Cuerpo, en el que habita todo lo demás.

Y vino Portia con un gran racimo de Uvas:

--“Te digo Maia, con cariño, que este racimo debe durarte tantos días como granos tiene. Puedes comer de él cuanto desees”.

Volvió Kuthumi entregándome tres nueces. Abrí una, y ante mi sorpresa ví salir de ella una impactante y potente Luz; cuando la comí sentí una intensa vibración que me estremeció durante un buen rato. Guardé las otras en mi corazón para cuando me hicieran falta, ya que eran una enorme fuente de energía en forma de Luz.

Al instante se presentó Saithrhu, que me hizo beber de su Copa, tras haber sido bañada por uno de los Manantiales de Luz Divina, adonde fuí llevada por Maiuka, la encargada del lugar. Cogí después uno de los granos del Racimo de uvas y me lo comí, estremeciéndome de nuevo y volviendo a beber del Cáliz. Regresó Saint Germain que cubrió mi cabeza con una bellísima Corona de Rosas violáceas y puso en mis manos una paloma blanca que llevaba unos aros dorados (sentí que era el compromiso). Luego Cha-Ara me puso una estrella de seis puntas en la frente, la tocó Sant Germain con su dedo y estalló una enorme luz blancoazulada. Al acabar todo este proceso, se unieron los cuatro Maestros en una enorme e inmensa luz y desaparecieron.

Acto seguido vuelve Portia, quien junto con Saint Germain, me entrega una balanza, y me dice:

--“Esta balanza la tenemos todos, pero siempre hay quien se encarga de ellas y esta vez es tu turno”.

Con este acto comprendí que, una vez tomamos conciencia de la Consciencia, somos nosotros mismos, quienes a través de la Súper Consciencia controlamos nuestros pros y nuestros contras, nuestro bien y nuestro mal.

Se presentó después Idartha, diciéndome:

--“Hoy vuelves al lugar en el que ya estuviste, presentándote delante de Los Señores del Karma, al tiempo que La Gran Jueza de la Vida te está esperando con alegría de manos de Sanat Kumara: Te digo con cariño, que hoy vas a recibir tu Paga o Atributos, para que puedas seguir tranquila cumpliendo con todo cuanto ya se te tiene dispuesto”.

Enseguida me ví frente a varios Seres, de entre los cuales se me acercó una Dama de la que no podía distinguir el rostro, pero que me entregó una Balanza como la que me habían hecho ver anteriormente. Me dice que son las mías, y que ya cumplí con mi tiempo o trabajo, con mi compromiso para esta Fase en la que estoy, aunque debo seguir en ella para terminar una tarea a la que me comprometí una vez llegada a este punto en el tiempo, para realizar un trabajo en conjunto con otros, con un mismo y único propósito para con la humanidad.

Al sentir en mí la Balanza, me recorrió una gran fuerza energética por todo el cuerpo, oprimiéndome como si se tratara de un gran y fuerte abrazo. Fue tan fuerte que casi me elevó.

Fuí consciente de entrar en un nuevo estado, en una nueva fase, distinta, me ví rodeada de muchos Seres de Luz, entre los que estaba aún la Bella Dama vestida de blanco, al estilo Helénico, con el pelo largo y dorado, adornado con Perlas; mi alegría aumentó al reconocer a Portia sonriente.

Comenzó a colocar algo en la Balanza, distribuído a partes iguales entre ambos platillos, y después me dio una hermosa Esfera de Cristal de tonos azulados, algo más pequeña que la que ya me entregó Hian-Chai en su día.

Puso alrededor de mi frente una ancha cinta azul sin llegar a taparme los ojos, dejando caer las tiras largas tras de mí. Después me dio a beber el contenido de una Gran Copa, cuyo contenido me hizo estremecer por completo. Ví con sorpresa a un Ser Maravilloso que siempre está entre los Seres de la Naturaleza y que tiene un gran parecido con Saint Germain. Este Ser me dijo:

--“Yo, El Gran Ser de le Naturaleza, te digo con todo mi Amor que puedes seguir viviendo en ése cuerpo. Te hago entrega en ésta Hermosa Bandeja (de un Dorado muy claro y brillante) llena de Preciosos Dones, contenidos en estos Tesoros y Brillantes; son tus Atributos que podrás utilizar en cualquier momento que los necesites”.

Volvió Saint Germain:

--“Te digo Maia, que El Gran Ser de la Naturaleza toma con frecuencia la apariencia de alguien muy querido, por eso lo viste tan semejante a mí. Acabas de entrar en una nueva Aula, en la que deberás compartir todo cuanto eres, por lo que te doy la bienvenida a este tu nuevo Hogar. Ahora, quiero presentarte a unos amiguitos que están locos de contentos por poder saludarte. Se presentarán ellos mismos”

--“Yo, Ran que a veces me ves como un Gnomo que tan gracioso te resulta, al igual que tú lo eres para nosotros, puesto que todos pertenecemos a la madre naturaleza de la que dependemos. Todo cuanto recibas de nuestras manos viene de Ella y de la Tierra, la cual siempre nos da todo lo necesario. Debemos recordar agradecerle continuamente todo ese Amor y entrega sin límites para con nosotros, ya que aún sin tener demasiado de donde coger, sigue buscando en sus entrañas las cosas que necesitamos. Nadie ha tenido la precaución, el cuidado y el amor suficientes como para devolverle todo cuanto Ella cedió de sí misma, por lo que pronto no tendrá nada para entregarnos por mucho que necesitemos. Yo, como Ser de Luz, te digo con cariño que todos los Seres Elementales somos también Hijos de Dios, pues de sus manos nacimos dándonos Él la forma que tenemos, con la que Él nos vió. Soy muy feliz por formar parte de mi especie, y aunque distintos, no dejamos de ser los mismos. Recibe un tierno abrazo de estos otros amiguitos, que mucho os aman aunque muchos nos ignoren aún”.

--“Yo Ramis, que te ama, te digo con cariño que soy uno de los más pequeños con mi forma de bolita saltarina, como tú me defines. Al ser tan gordito casi no se me ven los pies y tengo que ir dando esos saltos tan altos para poder llegar a donde quiero, para alcanzar tus mejillas y besarte o para tocarte la nariz. Esa es una de las cosas que más nos gusta hacer; es muy divertido puesto que la mayor parte de la gente aún no nos ve y creen que les pica y se rascan, sin llegar a imaginar que somos nosotros. Sin embargo, debo decir que no siempre somos nosotros quienes os tocan”.

--Yo Reno, te digo que soy de una raza distinta a la de Ran y Ramis y, a diferencia de ellos que tienen los ojitos redondos, los míos son rasgados, pero somos también Gnomos. Mi labor consiste en mantener el calor de la Tierra a su temperatura adecuada a través de las piedras. Soy uno de los que trabaja con Gemas y Rubíes entre otros Elementos combinados de la Tierra y el Agua”.

Hay también otros maravillosos amiguitos que no miden más de unos tres centímetros. Una noche cuando ya dormía, me dí la vuelta y abrí los ojos para ver que hora era, descubriendo a cuatro o cinco seres diminutos, de una luminosidad fluorescente cada uno de un color diferente, que flotaban ante mí como farolillos en amarillo, verde, rojo muy suave y brillante, azul, y otro violeta. Nunca hubiera creído que existieran esas criaturas maravillosas. Sus formas, más bien esbeltas, contenían unos rostros ligeramente planos y el poco pelo que se les alcanzaba a ver era rubio; sus cabezas estaban cubiertas por unos gorritos como los de los gnomos, pero algo más largos, llegándoles las puntas hasta la cintura. No son demasiado habladores, más bien son tímidos, retraídos y muy observadores. Uno de ellos se presentó en nombre de todos:

--“Yo Ia-nio, te hablo desde el lugar del que provengo, y en nombre de todos mis Hermanos te digo Maia, que ya estamos contigo. Yo, como Ser de Luz, te digo con cariño que solo puedo darte la parte que me corresponde, que es además de la parte física, la que no se ve, que al ser todo lo mismo comprobarás por ti misma los resultados”.

La verdad es que no se que pasó. Me quedé completamente dormida y al despertar se lo expliqué a Noki quien, sonriendo, aseguró que aún había más. Al momento me viene a la mente Mihosha y su hermana Satasha, como unos niños algo traviesos pero de gran corazón; también su padre Sasaki quien nos saluda:

--“Yo, Sasaki te agradezco en el alma que nos añadas a esta lista tan larga de tantos como venimos a ti; es para nosotros un gran honor que puedas dar fe de nuestra existencia. Es verdad que somos algo traviesillos, pues debemos aprender de todo cuanto probamos para podernos llevar la parte que más nos guste. Yo, como Ser de Luz, te digo que aunque nuestras formas sean similares, siempre hay algo en cada uno de nosotros que nos diferencia de los demás, se trata de esos pequeños cuernecitos, que si los tocas sentirás que son muy suaves al tacto, como de terciopelo. Como ves, también vamos evolucionando en nuestras distintas formas como todos los seres”.

TRES

Desde que regresamos del viaje no he parado de recibir y trabajar las energías en la forma en que han ido presentándose, en todos sus diferentes aspectos. Todo son lecciones y en la mayoría de los casos, encierran la necesidad de una gran reflexión, como en el caso de una entidad que me sorprendió por su elegante hermosura. Era un ser de ojos grandes y azules, muy sonriente, que vestía al estilo de los antiguos Samurais, en tonos arena o marrón claro. De cabello color castaño oscuro y largo, recogido en una cola espesa en lo alto y en medio de la cabeza; tenía un rostro muy joven, como de unos 18 años, y con su mirada amorosa me deleitaba contemplando su imagen que me hacía recordar a un Guerrero Atlante. Me dijo que era Arcthurus:

--“Hola Maia. He venido a darte una pequeña enseñanza que ya debes comenzar. Yo soy uno de los muchos Hermanos a los que represento como Profesor y Maestro, por la gran afición que tengo a querer enseñar todo cuanto aprendí. Estas lecciones deberás compartirlas con todas las otras, así que prepárate a invertir el tiempo que sea necesario para cada respuesta, trayendo contigo todo el amor del Mundo a fin de poder descifrar las incógnitas de esta lección de Amor, por muy sencillas que puedan parecer en un principio:

PREGUNTA: De una ciudad a otra hay un tren que llega siempre con retraso, pero llega”.

No me esperaba esta clase de preguntas. Tampoco tenia ni idea de cómo iba a ser, así que me lo tomé como una especie de examen y empecé a meditar profundamente la respuesta.

Mi respuesta: “--Es mejor ir despacio, sabiendo que tarde o temprano voy a llegar. No por mucho correr voy a llegar antes, así que la respuesta real es: PACIENCIA”.

En cuanto daba una respuesta, él formulaba una nueva pregunta. Esto duró un tiempo determinado, hasta que por lo visto, lo consideró suficiente. De entre todas ellas, escogí algunas para no hacerme demasiado pesada con esto. Realmente lo pasé muy bien mientras duró, reflexionando y meditando muy profundamente cada una de las respuestas:

PREGUNTA: “--El lunes tienes un examen que debes hacer y por culpa del despertador no llegaste a tiempo al instituto”.

Mi respuesta: “--Perdí esa ocasión, pero puedo optar a otra siempre que me haga el propósito de llegar. En este caso, se trataría de la PERSISTENCIA y la VOLUNTAD, de confiar más en mi misma”.

PREGUNTA: “--YO SOY UN HIJO DE LA LUZ”.

Mi respuesta: “-- Como hija de Luz, soy una realidad creada”.

PREGUNTA: “--YO, como PADRE; YO, como HIJO y YO, como ESPIRÍTU”.

Mi respuesta: “--YO como Padre: Creador de mi propio Mundo (mis familia mis ilusiones, fantasías…).

YO como Hijo: Ser Vivo de la Creación por el Padre Creador que sigo siendo (soy el fruto de mis padres, siendo una continuidad del padre).

YO como Espíritu: Es todo en conjunto recogido en ese Amor y experiencias del Padre e Hijo en el Espíritu que soy”.

PREGUNTA: “--YO no puedo darte lo que tú buscas.

Mi respuesta: “La respuesta Está en mí”.

Añadió Arcthurus: “--Como Hijo de Dios”.

PREGUNTA: “--YO tuve una aventura”.

Mi respuesta: “--Busqué independencia”.

Añadió Arcthurus: “--Yo Soy un Hijo de la Luz”.

PREGUNTA: “--Yo como Hijo, fui una vez al Mundo exterior.

Mi respuesta: “--Probé una nueva experiencia”.

Añadió Arcthurus: “--Yo, como Hijo Soy”.

PREGUNTA: “--Un día en el tiempo”.

Mi respuesta: “--Un día en el tiempo, tanto puede ser proyectado en pasado como en futuro a la vez que siempre es un presente. Porque en realidad cualquier manifestación se proyecta o presenta en un presente”.

Añadió Arcthurus: “--Yo, como Padre e Hijo”.

--“Arcthurus, ¿me permites una pregunta?”

--“Dime…”

--“¿Porqué a cada una de mis respuestas apostillas esas afirmaciones?”

--“Todo tiene un sentido. Averígualo por ti misma”.

--“Está bien, muchas gracias”.

Es tarde y tengo sueño. Recojo las cosas para retirarme a dormir, cuando noto una presencia agradable. Le pregunto lo que desea y me hace escribir:

--“¿Qué quieres de mí? ¿En qué puedo ayudarte?”

--“Yo soy uno de los muchos hermanos que quiero decirte con cariño que pertenezco a un grupo de alumnos que estamos aprendiendo igual que tu, aunque en otros Planos, a los que podrás acceder si ese es tu deseo”.

--“Muchas gracias, ¿puedo saber en qué planos o sistema estáis y qué clase de alumnos sóis?”

--“Yo, el que antes te habló, te digo que ya me ayudaste por el simple hecho de recibirme y dejarme hablar”.

--“¿Cuál es vuestro deseo?”

--“Yo, que te hablo en nombre de muchos, te digo que estamos aquí reunidos en mesa redonda para saber si deseas prestar tu luz para ayudar a aquellos que no la saben ver, recordando simplemente a esas almas necesitadas de amor”.

--“Os digo con cariño que podéis contar conmigo en cualquier instante que sea necesario, pues quien sabe si un día no pudiera estar mi alma entre esas otras tan necesitadas”.

--“Yo, el Divino Director, ha sido el que te ha hecho esta visita de amor, pues siendo tu Padre en este tu Dios, te digo Maia que todo llega en el momento adecuado. Te digo con cariño, que muchos son los que se ofrecen para orar o dar lo que buenamente pueden a los que nada ven”.

--“Yo, Saithru, conocido con varios Títulos, te digo que ostentamos todos esos títulos por habérnoslos ganado en el desempeño de nuestras tareas, en cada trabajo del que nos encargamos. Aunque se nos conozca por esos títulos, yo en mi Ser, soy Saithru, aunque sea tu Dios en el de otros muchos seres de esta Esfera o Mundo en el que te encuentras, soy en realidad el Director o Manu de este departamento. Mi puesto lo ha de ocupar otro que ya subió, siguiendo yo con otro empleo o Título que se me concedió, el cual daré a conocer en el momento apropiado para que sepas quien Soy en esa nueva representación u otra forma de amor. En realidad todos tenéis ya vuestras representaciones de formas variadas, y se os han concedido nombres, según vuestra preparación para asumir el nuevo empleo que, como trabajo, estáis realizando en diferentes Lugares del Universo. No sólo estáis aquí como mortales, también trabajáis en otros mundos con vuestras respectivas representaciones en cada uno de ellos. Así que, si en cualquier momento os viniera a la mente un nombre con el que os sintiérais identificados, será realmente una confirmación de identidad, aunque en ese momento no lleguéis a comprender su significado real”.

--“Si, lo entiendo, pero al presentaros con tantos nombres, ¿no crearéis confusión en aquellos que lean esto?”.

--“Lo importante es que lo entiendas tú. De hecho la aclaración se encuentra en el significado y la acción de cada uno de los nombres. No te preocupes: el proceso de entendimiento llegará para quienes estén dispuestos”.

Se despidió y me fui a dormir muy agradecida.

CUATRO

Es viernes. Pasan los días de una forma que apenas puedes ni paladearlos. Estoy contenta; viene Noki a quedarse unos días para hacerme compañía. A lo mejor salimos de paseo por el centro de la Ciudad y consigue para su colección unos cuantos libritos de cómics que tanto le gusta leer. Paseamos por las Ramblas hacía Colón, y de allí al centro comercial Maremágnum ojeando las tiendas. Nos sentamos en uno de los bares y tomamos un refresco; al ver los helados nos dejamos llevar por la tentación, ya que a pesar de estar en octubre aún hace algo de calor, aunque al atardecer ya refresca un poco.

Como siempre, hablamos de varios temas sin dejarnos el que más anhelo: quiero saber cuando decide venir Eli; así Noki también podrá descansar de nosotros tomando otros rumbos.

Cogemos el metro en dirección Horta para regresar a casa y nos alivia el encontrar asientos vacíos; el cuerpo lo agradece. Durante el trayecto me quedo mirando a una niña de unos 4 años que va acompañada de su madre y sonrío al pensar en Eli que a esa edad me contaba cosas que entonces no entendía. Ahora es cuando me doy cuenta de que no la entendí; siempre decía que en el colegio o en el parvulario, a la hora del patio, los niños no la dejaban jugar con ellos porque siempre quería curarlos. Pensé que imitaba con sus amiguitos lo que yo hacía con ella cuando se golpeaba o se arañaba: le acariciaba, le besaba la herida y le decía que eso la curaría; como por arte de magia volvía sonriente a sus juegos olvidándose del golpe. Recuerdo que una de las últimas veces que estuvo aquí (me refiero a cuando se va Noki y ella regresa), tocó precisamente ese tema; fue cuando me dí cuenta de que no había entendido nada, al menos no de la forma en que debí haberlo hecho. El suelo del patio del parvulario estaba cubierto de piedras pequeñas de río, donde la mayoría de los niños se caían cuando corrían, golpeándose las rodillas. Los pequeños siempre iban a ella para que los curara. Tomaba una de las hojas de uno de los limoneros que había en los alrededores del patio, escupía en ella y se la ponía al afectado o afectada en la parte dañada. La hoja se quedaba pegada hasta que se caía, y al hacerlo, la herida estaba curada. Un día, una de las chicas encargadas de vigilar el patio se fijó en lo que hacía Eli y se le acercó para preguntarle:

--“¿Qué haces?”

--“Curar”

--“¿Curar? ¿Cómo?”

Le señaló el árbol diciéndole que sólo valían las hojas brillantes, las que desprenden ese brillo: “--El árbol te las da si se las pides, escupes y la pones en la herida, cuando cae ya está curada”.

La muchacha le regañó diciendo que escupir y ponerla en la herida no está bien porque podía infectarse, pero Eli le contestó que solo lo hacía para que la hoja aguantara el tiempo necesario para llevarse el mal y que luego pudiera caer por si sola sin dejar rastro de la herida. De alguna manera, creo que eso debió asustar a la muchacha ya que siempre que se encontraba con Eli, se apartaba como si la temiera.

Por lo visto, esto solo ocurrió durante esa etapa escolar. No dejo de pensar que el haber cortado estos dones sin darles salida o trabajarlos adecuadamente, pudiera haber sido la razón desencadenante del trastorno que tuvo después a medida que fue creciendo. Deberíamos ser capaces de escuchar mejor a nuestros hijos. ¡Cuántas veces me pregunté qué hubiera podido hacer de haber sabido que tenía una hija sanadora! No lo sé, la verdad. Igual hubiera sido peor por la ignorancia de la gente. Quien sabe si no fue en última instancia su protección, hasta que yo pudiera llegar al punto de asumir la situación.

Llegamos a casa tarde y hambrientos, así que hice una cena rápida: unas pizzas y ensalada. Todos contentos.

Esa noche Noki empezó a dibujar ciertos personajes; normalmente, cuando no está con el ordenador lee, escribe o dibuja. Al tiempo que me enseñaba lo que acababa de dibujar, me dijo que siempre que estuviera necesitada de energía o en cualquier estado emocional bajo, pusiera las manos encima de aquel dibujo. Todos sus dibujos transmiten una enorme energía que te aporta beneficio y te recupera. Lo he comprobado yo, y también muchos otros.

Siempre dice que se recibe todo lo que se pide y se hace con consciencia, así que cedo este dibujo que realizó en su día, pensando en todo aquél con necesidad de fuerza y de recuperación. Está con todos los Corazones afligidos para sanarlos a través de su Divino Amor, en PORTIA.

Portia me recuerda a Cha-Ara, quien un día me presentó a un precioso y Mágico niño de unos 6 años, como recién salido de un cuento de hadas, diciendo era su hijo Giab-Bas. Realmente el parecido es asombroso.

Vestido al estilo principito de la época medieval, con camisa o blusón blanco de seda y pantalón azul de un tejido similar, y con zapatos de grandes hebillas. Pelo rubio y liso con la raya en medio, cubriéndole las orejas y una nariz respingona. De apariencia tierna aunque algo traviesillo, como todo niño de su edad.

Sentado al borde de un camino, mirando unas bolitas que lleva en sus manos. Unas son blancas y otras azules, de tamaño similares a las canicas con las que juegan los niños, aunque en realidad son bolitas de Energía; me invita a coger una de cada color, y al momento siento un gran estremecimiento en todo el cuerpo. Se despide de mí con un beso, frotando su nariz con la mía y provocándome unos gestos muy graciosos debido a las cosquillas. Me acuerdo que los gnomos también tienen esa costumbre.

Desde ese primer encuentro, viene a verme siempre que estoy falta de fuerzas y energías, dándome de su Mágica medicina.

Ya sabéis que hacer cuando estéis faltos de energías: pensad o llamad a Giab-Bas. ¡Seguro que aparece!

CINCO

Un día de esos en los que conectaba con el “otro lado”, se me ocurrió preguntar a Saint Germain si podía ayudarme a encontrar la música que yo andaba buscando, pues en mi interior sentía que existía una, aunque no acababa de saber identificarla, alguna que me hiciera vibrar desde lo más profundo de mi interior. Me sorprendí al sentir que accedía a ello, y le invité a que me acompañara a buscarla por las tiendas de discos y casettes, pidiéndole que me indicara en que tienda debía entrar para encontrarla. Como por arte de magia, me detuve frente al lugar que me indicó y ¡ahí estaba! Mis ojos se detuvieron en las cintas de ENYA, y mi corazón vibró tanto que no pude resistirme a comprar un par de ellas. Regresé feliz a casa, ansiosa de escuchar aquellas melodías; después supe que al Maestro le encanta ENYA.

Esa música me ayudó a identificarme con las cosas del ayer para trasladarlas a la actualidad. Hay una pieza en particular que parece estar sacada de una cajita de música, de esas en las que se ve a una bailarina con un tutú blanco y zapatillas de ballet siguiendo el movimiento al ritmo de la música. A partir de ahí, surgieron numerosos personajes desde el fondo de mi Ser.

A veces cuando me siento acompañada, les pregunto qué clase de música les gustaría escuchar de todo lo que tengo en casa, a lo que cortésmente responden que todas son bellas, que debo ser yo quien tiene que saber escuchar la que en ese momento me apetezca o me guste más, aunque en ocasiones les da por complacerme y me sugieren algunas que me ponen especialmente contenta. En cierta ocasión, me dijo Kuthumi:

--“Veo que aún recuerdas esos primeros momentos en los que quisiste compartir esa pequeña parte de tí. Como sabes, nosotros ya tenemos nuestra música en nosotros mismos, es por eso por lo que a veces cedemos, intentando complaceros. Yo, como Ser de Luz, te digo con cariño que hay mucho escrito, suficiente para que a cada uno le llegue aquello que necesite. Aunque la lectura real es la que queda en tu interior tras asimilar lo necesario. Son muchos los que trabajan desde diversos puntos del planeta, cada cual a su manera. Deberá entonces haber una para cada mentalidad, siempre según su nivel de entendimiento. Es por eso por lo que no tienes que preocuparte si van a comprender o no todo cuanto expongas aquí a tu manera. Piensa que con la sencillez se llega a todas partes, siempre y cuando lo que hagas sea realmente sincero y esté lleno de amor”.

Se presentó después Cha-Ara:

--“Yo, Cha-Ara te digo con cariño que en realidad todos somos ya viejos amigos de siempre, por eso muchos, cuando nos acercamos a ellos, no pueden evitar ese sentimiento de amor tan especial que siempre reconocen. En todo el Universo existen grupos de Seres y Maestros así como de Hermanos, que se reúnen de vez en cuando para hablar y discutir de las cosas que pasan en los distintos Mundos, y viendo donde puede ser más necesaria nuestra ayuda. En esos foros, se exponen todos los casos y se decide qué hacer. Una vez resuelto el problema, con la solución ya en la mano, cada Ser Voluntario o Maestro que se ofreció, debe intervenir ayudando a otros en caso de necesidad, tal como venimos haciéndolo con vosotros en la TIERRA. Por eso somos tantos los que queremos ayudar, llegando desde diferentes y variados lugares del Espacio Infinito. Al regresar a nuestro “cuartel general” damos cuenta de como se han desarrollado los acontecimientos, comentamos los resultados con aquellos de nosotros con los que acostumbramos a relacionarnos más, como es nuestro caso. Tú perteneces a éste Grupo, como los hay en otros. Cada Grupo tiene su quehacer, por eso queremos que nos vayas reconociendo poco a poco y abrazarnos de nuevo por estar juntos otra vez, aunque siempre hay alguien que por cualquier razón debe volver a marcharse”.

A continuación habló Shananda:

--Yo, Shananda te digo con cariño que todos somos de alguna manera portadores de la Luz. Las encarnaciones son en realidad el regreso al trabajo después de un corto o largo descanso. Según sean tus ánimos pides regresar. Los hay sin embargo que prefieren esperar, como por ejemplo esa “hija” que vino a verte y te sorprendió diciéndote que venía del pasado, tal como se dio a conocer y nombras en el primer libro. Es normal que, un Ser de Luz que aún no haya decidido volver a encarnar, esté en ese lugar llamado Espacio o Limbo, en el que existen varios niveles, permaneciendo allí el tiempo que necesiten. Muchos aún recuerdan con demasiada claridad su última estancia, y si las cosas fueron distintas a como ellos pensaban, puede que sientan cierto temor a volver. A estos Seres se les da una oportunidad: mientras se deciden, deben colaborar con servicios, cooperando en algún trabajo de ayuda a quienes ellos deseen. Por eso te dijo ella, que su trabajo era el de ayudar, aunque en esos momentos no supiste entenderla. Yo, como Ser de Luz, te digo Maia que Ruth decidió por fin volver para cumplir el tiempo que le quedaba. Encontró en vosotros la respuesta que estaba buscando, se dio cuenta de todo cuanto se había perdido y quiso recuperarlo”.

Cuanto debo agradecer a ese ser que un día quiso venir a verme. Vino a recuperar una parte sí misma. Le entregué lo que era suyo, el nombre de Ruth, que tanto sentía dentro de mí sin saber porqué. Le deseé todo lo mejor dentro de las circunstancias en las que se hallaba, y que encontrara por fin en la experiencia de la Vida lo que realmente vino a buscar.

Nuestra ignorancia hizo que todo eso fuera nuevo e incomprensible, no sabiendo entonces responder de mejor manera. Fue una gran experiencia, en la que aprendimos que existen esos otros lugares y otros mundos. Le dí las gracias por haber escogido el momento justo para venir a verme y poder aprender la lección de que siempre hemos estado yendo y viniendo, en todos los tiempos, aunque lleváramos distintas vestiduras y tuviéramos aspectos diferentes. Comprendí que nadie viene porque sí, sino que más bien vienes cuando decides seguir el camino empezado.

SEIS

Hay días en los que me embarga la tristeza sin saber como debo actuar para volver a un punto de referencia a partir del que pueda orientarme. Sabes dentro de ti, que todo está bien, pero son momentos que te hacen reflexionar.

Noki siempre está dispuesto a dar cuanto puede de sí mismo, a ayudarnos a ver la luz, a ayudarnos a dar cada paso para acceder al siguiente eslabón. También él deseaba regresar a su mundo, pero tenía que esperar.

De repente sentí dentro de mí una energía de amor y devoción a la vez que de agradecimiento, apareciendo ante mí un bello ser, en el que reconocí a Sassaki con una radiante bandeja llena de frutos y esferitas de energías de colores vivos. Le pregunté:

--“¿Dime?”

--“Yo Sassaki quien te ama, solo vine a saludarte a la vez que a responder a tu llamado de amor. Recuerda siempre LA FÓRMULA SAGRADA que todos llevamos dentro de nosotros mismos, y es en estar en contacto los unos con los otros porque todos somos parte del Uno y Único Dios. Cuando estés triste o en cualquier otro estado o situación, pide a esa Fuerza de ti en el Ser que eres, y ese ser viene ayudarte a través de su forma. Hay muchas formas, pero en esta la mía soy parte de ti también, aunque esté en una forma distinta pues pedí que Dios me creara a su placer y bendición. Saint Germain o cualquier otra entidad Sagrada que reconozcas, es también otra parte de ti, a tu servicio, pues hay una parte tuya también en él, como ocurre con todos. Pues entre todos formamos la Creación. Todos llevamos LA FÓRMULA SAGRADA (la cesta con los manjares energéticos), así es que nadie es poseedor único de Ella, somos todos ELLA. Sólo hay que saber ver y llegar a su realidad con la Fe de ti mismo en la de Dios. Insisto: sé tu misma y no te olvides de Ella; ya ves si es sencilla a la vez que Poderosa, es realmente AMOR”.

Esto me hizo recordar a Kuthumi quien un día, antes de ir a dormir, me entregó una caja bellamente decorada y envuelta con un hermoso lazo, diciéndome que no la abriera hasta la mañana siguiente.

Nada más despertar, me dispuse a abrir el paquete (desde la visión) con ansias de saber qué contenía. Para mi sorpresa me encontré con una hermosa tarta, decorada con una rosa, un corazón, una estrella de cuatro puntas y unas perlitas alrededor.

El pastel era de nata y crocanti, lo más delicioso, como se correspondía a su contenido en amor.

Pensé que antes de tomar un trozo del delicioso pastel, debía de encontrar el verdadero mensaje. Comprendí que en realidad el pastel era una clara referencia a la tentación.

A otros se les dió la famosa manzana, a mi se me dio un pastel. Ya sea pastel o manzana, el efecto es el mismo.

Todos en realidad hemos tomado algún día un trozo de ese pastel; dependerá de cada uno la forma en que sepamos digerirlo. La Rosa representa el perfumado amor al que se le dio Corazón (sentimiento), para controlar sus espinas sin dañar ni ser dañado, dirigiendo a la Mente con el poder de la Estrella en los Cuatro Estados de Amor (conciencia). De nuevo aparecieron las Cuatro Perlas que Cha-Ara me relató en su día; una bonita historia sobre la actuación en cada Estación del año.

Es por eso por lo que Kuthumi nos invita a cada uno a que terminemos nuestra parte del trabajo, pudiendo reír luego con él, agradecidos, uniéndonos en un enorme abrazo que ya solo no puede sostener.

Me dijo:

--“Yo, Kuthumi, te agradezco en el alma que por fin se empiece a acabar de consumir esa tarta tan grande, convirtiéndose en esta tan pequeña, pues en verdad ya no puedo sostener yo solo tanto abrazo, así que os necesito para poder repartirlo y ser consumido con mucho cuidado, al tratarse del último pedazo”.

Recordé entonces el encuentro con un pequeño grupo de amigos, reunidos relajadamente, cuando me vino una bella visión a través de la meditación:

“Vinieron unos hermosos ángeles a recogerme para llevarme ante la Presencia de San Martín de Porres, quien me recibió con toda su alegría de siempre, dándome la comunión con su propio Cáliz, provocándome un estremecimiento por todo el cuerpo. Me enseñó a sus animalitos a los que tanto amó, entre los que habían ratoncitos, gatos, perros, aves, con los que estuvimos jugando un buen rato sentados en el suelo. Al levantarnos me entregó su escoba con la que tantas veces barrió en su época, algo que me sorprendió puesto que no acababa de comprender con qué intención me la daba. Pensé que sería para ir barriendo mi camino, a fin de que quien viniera detrás lo encontrara ya limpio.

Pasamos a la enfermería donde cuidaba con tanto amor a sus enfermos y me enseñó como curarlos. Al que estaba con fiebre se la quitaba solo con tocar su frente. A otro con el brazo roto le pasó las manos por él, con lo que quedó sano y sin dolor. Igual hizo con el que tenía dolores intestinales o internos o de cualquier otro origen; con un simple masaje quedaron tranquilos.

Fue realmente una bella experiencia y un gran mensaje, dejándome bien claro que debo dedicarme a la sanación aunque ésta pueda ser a través de varias formas. Primero debo barrer de mí todo aquello que me impida llegar a ella.

SIETE

Sigo explicando mis ensueños, y ahora el recuerdo me lleva a uno de tantos momentos en el que te ves rodeada de tantas Energías que te sientes embriagada por un halo de amor, por el que te dejas llevar, teniendo delante a Saint Germain portando una flor de cuatro pétalos. Me la entrega, diciéndome que es un clavo en flor, con las siguientes palabras:

--“Te digo con cariño, que después de tanto tiempo estás liberada de este clavo en flor, del que te hago entrega al ser el último que te apresaba en esta Tierra de la que por fin, podrás partir cuando estés lista, para seguir cumpliendo tus nuevos compromisos. La piedra y el hierro salieron de la Tierra. De la Tierra nace también la flor sea esta de hierro, lodo o piedra, porque por fin se rindió ante su Amor, fundiéndose a sus pies para levantarse y rendirle Honor”.

Agradecí sus palabras, y le pregunté:

--“¿Porqué la mayoría de las veces surgen tantos obstáculos que nos hacen siempre dar multitud de rodeos antes de conseguir un entendimiento algo razonable de lo que buscamos o deseamos saber, cuando vosotros podéis perfectamente darnos la respuesta?”.

En ese momento se presentó Loira:

--“Yo Loira, te digo con cariño que es necesario que cada individuo estudie, investigue y averigüe las respuestas por sus propios medios. Si consentimos que déis rodeos, es porque no os acomodéis al camino fácil, obteniendo las respuestas a través de otros, aunque seamos nosotros. Eso no sería bueno, puesto que perderíais el interés de averiguar o investigar por vosotros mismos aquello que anduviérais buscando”.

“Es verdad, pero a veces perdemos la paciencia y los ánimos, cuando pedimos ayuda al cielo si no podemos conseguirlo por nosotros mismos. Recuerdo cuando estaba en el proceso de saber separar y unir a la vez: aquel rostro que veía por todos lados. Estaban enseñándome a saber seguir, y al mismo tiempo a saber parar cuando yo lo creyera necesario. Es decir, a ser yo misma dentro de lo posible y dentro de cada asunto de los que trataba.

Muchos vinieron a darme lecciones, tanto de un lado como del otro. Estoy hablando de las entidades. En algunos casos podía notar que eran Altas Vibraciones, así como en otros casos percibía que eran bajas. Sin embargo, en ocasiones eran tan parecidas que a veces no sabía distinguir a cual de esos grupos pertenecía lo que se me presentaba; aunque sabía que podía parar cuando lo considerara oportuno, y seguir al mismo tiempo recibiendo a todo aquél que quisiera ser recibido. Yo aún no acababa de comprender el significado de esas lecciones, pero un día me dieron tres opciones o ejemplos.

Me enseñaron tres caminos: uno era circular, otro cuadrado y el tercero consistía en una línea recta, como una carretera sin rincones donde descansar.

Podía elegir el camino recto, pero ví que era muy largo y no tenía apenas sitios donde poder parar; tampoco veía donde acababa.

Con la opción del circular, comprendí que por mucho que caminara siempre iba a estar en el mismo lugar, dando vueltas y sin avanzar.

Con el cuadrado, sentí que podría descansar en cada esquina, y seguir caminando cuando lo creyera oportuno. Pero tampoco me interesaba; la situación era igual que la del camino circular: no había salida. Así que opté por el camino recto, sabiendo que aunque pudiera ser más cansado, antes o después me llevaría a alguna parte, teniendo siempre la opción de darme un respiro cuando me faltasen las fuerzas, y poder seguir una vez las recuperase.

Se me preguntó entonces, porqué quería seguir adelante, a lo que respondí muy segura de mí misma, que para poder ver al fin al PADRE, y entregarle algo, aunque fuera solo un caramelo o una piedrecilla como recuerdo de donde estuve, para no llegar con las manos vacías.

La misma voz respondió:

--“Pero si DIOS no quiere nada. No es necesario traerle nada, ya lo tiene todo. ¿A qué tanto sacrificio para solo traerle algo?”

--“Solo sé que siento que le debo algo, y aunque solo sea para darle las gracias, creo que vale la pena llegar hasta Él para verle. Siempre me imaginé a DIOS PADRE como a alguien muy tierno al tiempo que poderoso. De niña me sentía muy feliz en su compañía y pudiendo compartir con él aunque fuera un simple caramelo”.

La voz me insistió:

--“DIOS no lo necesita, no come. Como ves, no es necesario que le traigas nada”.

Al oír de nuevo lo mismo, me sentí algo decepcionada. Siempre pensé que si yo hacía algo bueno para él, estaría contento de recibir el resultado de mi trabajo, e iba a valorar ese sacrificio. Medité mucho sobre lo que se me estaba intentando decir en realidad, hasta que al fin sonreí al comprender la realidad. Ambos teníamos razón: la voz y yo. Al principio estaba contemplando solo la parte material, mientras mi interlocutor ponía el énfasis en la parte inmaterial, en el sentimiento, en el amor. Y la verdad es que DIOS está siempre feliz cuando regresa uno de sus hijos, cuando vuelve de recoger las experiencias con las que se alimenta el PADRE. Este es el caramelo más dulce que podemos entregarle: nuestras experiencias.

Se me presentó a continuación Saithrhu:

--Yo Saithrhu, quien te ama, te digo con cariño que en verdad DIOS como tal, aunque no come, vive de toda experiencia que sus Hijos obtienen, al tiempo que todos nos alimentamos de ellas. Yo, como Ser de Luz, te digo Maia, que, aunque ese caramelo significa traer al Hijo hasta el PADRE, es el más bello regalo de Amor que un niño comparte con él. Aún siendo tan pequeño, ese simple dulce se ha convertido en un Gran Pastel, que Él festeja y disfruta dichoso con todos, dando a cada uno de sus hijos, para que puedan también compartir esa lección. Mira si es importante, cualquier cosa por muy insignificante que parezca, es siempre la más grande”.

Agradecí de corazón todo ese entrenamiento necesario para mi bien, y como era ya tarde me retiré a dormir y descansar, despidiéndome de todos ellos, quienes galantemente, como es habitual, también me desearon buenas noches; cuando son varios, acostumbra a despedirse uno de ellos en nombre de todos. Deseo ahora añadir el saludo de ese día por parte de Kuthumi:

--“Yo, Kuthumi, te digo que es ya hora de ir a descansar para que puedas reemprender mejor la tarea, así que con mi cariño de siempre, te deseo en nombre de todos que descanses feliz en tu lecho de Amor, y que recibas miles de flores para que las acojas en tu Corazón…”

Y sonriente y agradecida me retiré...

OCHO

Hoy me encuentro algo rara; decido dar un paseo después de dejar la casa recogida. Anoche tuvimos visita y como era tarde se quedaron a cenar.

Me alegra recibir a la gente; siempre trae cosas nuevas para compartir, y más estos días que estoy entregada por completo a las lecciones, impartiendo talleres de orientación acerca de como conocer mejor nuestro cuerpo, sensibilizando ciertos puntos y dejando paso a la circulación armónica de la energía.

Hablamos también de Internet. Al principio me costó mucho adaptarme, luego poco a poco me fuí aficionando. Es interesante sumergirte en ese montón de mundos distintos y programas informáticos; ahí está todo. He llegado a la conclusión de que, de alguna forma, es una copia de nuestro cerebro, de su funcionamiento, todo dentro de una cajita mágica.

¡Tremenda lección! Si tienes una información y no quieres perderla, simplemente la archivas y la guardas en la memoria, donde la tendrás disponible cuando la necesites, simplemente abriendo el archivo en que se encuentre. Nosotros somos parecidos, lo malo es que tenemos tanto archivado que hasta que nos llega la respuesta puede pasar mucho más tiempo del que se tarda en producir un simple click de ordenador. Aunque si practicamos, como ocurre con todo, seguro que el éxito es rotundo.

Me vino muy bien el paseo; disfruté de un sol precioso que me hizo sentir viva y espléndida. Volví a casa radiante y con muchas ganas de hacer cosas; después de comer hice algunas llamadas y atendí otras. Al rato sentí ganas de echarme en el sofá y relajarme. Debí de quedarme dormida sintiendo mucha paz y energías a mi entorno, sentía que seguía el proceso de enseñanza:

Onak me estiró de la ropa como para que le siguiera. Me hallé de pronto en una especie de aula, sentada y tomando notas de lo que iba dictando la presencia de Shananda:

--“Sí, soy Shananda: seguimos con las clases. Te digo con cariño que la Tierra fue posible gracias a hechos que nosotros, entonces inocentes niños en plena libertad, jugamos a crear, recreándonos en esas creaciones y sin pensar en sus consecuencias. En realidad, cuando nace un Ser, este nace en plena libertad y se va recreando en ella, creando a su antojo un sinfín de cosas maravillosas. En algunos momentos en los que nos vimos inmersos en el proceso de intentar dar vida a determinadas formas y seres, cometimos errores, y esos errores los hemos tenido que ir corrigiendo uno a uno, en cada una de las formas de vida creadas, y a medida que hemos ido llegando a la Tierra a fin de crecer con Ella en esta Santa Escuela. Debes saber que todos somos Dios en realidad, mira si no lo que hemos creado, unas cosas mejores que otras, pero por algún sitio había que empezar. Como somos niños, debemos hacer cosas de niños, creando cosas que nos hicieran gracia, de ahí las deformaciones. Conforme vamos creciendo las deformaciones también lo van haciendo, por eso tuvimos que responder por todo el dolor causado sin proponérnoslo. Ahora ya empiezas a comprender como funciona esto de la Creación, como se van sucediendo los distintos pasos hasta llegar a su total perfección. Te espera un enorme camino hasta llegar al final, un camino que parece no terminar nunca, ya que una vez que crees haber llegado a la meta, te está esperando un nuevo reto, otra etapa que afrontar, aunque de forma diferente. Al ir madurando, las etapas o caminos que siguen son ya algo que se adapta más a tí, aunque debes trabajarlas mediante un mayor conocimiento adquirido. A estos procesos se les llama RUEDAS EVOLUTIVAS o ESFERAS, de las que tanto has oído hablar en ocasiones. YO SOY UN HIJO DE LA LUZ AL IGUAL QUE TU, todos somos Luz, puesto que sin ella no veríamos nada. Por eso Dios dio tanta vida a la Luz, aunque seguimos ciegos y andamos perdidos por esos mundos, siempre buscando algo a lo que asirnos, sin pensar que lo tenemos todo dentro.

Y así, un día en el Tiempo vinimos como principiantes para representar una Gran Función en el Gran Escenario de un Teatro llamado Tierra, en el que cada uno tuvo que interpretar su papel. En cada acto, el papel a representar es distinto hasta haber pasado por todos los posibles papeles existentes, intercambiándonos los unos y los otros.

Hay a quienes les toca actuar como reyes y a la siguiente vez les puede tocar de soldados; al mismo tiempo, al que le tocó de soldado puede tocarle el papel de víctima, o de padre o madre, o hijo... De aquí se deriva tanta incomprensión por los numerosos crímenes y desastres, que contemplamos como niños inocentes. En realidad todos fuimos inocentes desde el momento en que nos vimos sumergidos dentro de este Gran Sueño, en el que tuvimos que defendernos de las garras del depredador de la mejor manera que supimos. Ese fue nuestro gran reto: volver para conseguir domar y trasformar a la Fiera o al Demonio que traíamos cada uno de nosotros en nuestras deformaciones”.

Cuando terminó Shananda con su lección y su mensaje, se me hizo recordar una pregunta que varias veces me habían hecho (ya hace de esto mucho tiempo, al inicio de mi despertar) y que me dejó tan sorprendida que no supe que contestar. Se me preguntó que era lo que pensaba yo al respecto de que Dios Padre tuviera o no compañera como casi todos la tienen. Al mismo tiempo se me hizo una advertencia: -"Todos los que contestaron así quedaron mudos."- Después de oír eso, la verdad es que no supe que decir, llegando a la conclusión de que ÉL como Dios y Padre, era perfectamente libre de tener a quien quisiera, simplemente por ser Dios. Nunca se me había ocurrido hacerme esa pregunta, ni había pensado en que Dios pudiera necesitar esposa.

Siempre había creído que al siendo Dios ya lo tenía todo, es decir, que no le faltaría de nada, y no podía entender la pregunta sobre su esposa. “Tiene muchas esposas”, pensé. Hay monjas por todo el mundo entregadas a ÉL. Y no pensé más en el tema.

A los pocos días se me volvió a insistir, y al no saber que responder, dije lo mismo que ya había dicho. Además, ¿para que se precisaba mi opinión?, ¿quién era yo para juzgar sus decisiones? ÉL sabe perfectamente lo que pienso y lo que no. ¿Que iba a cambiar lo que yo dijera? En realidad, ¿qué se yo de su vida? Llegado ese momento, me di cuenta de que en realidad, ¿quién conoce a Dios? ¿Que se yo en realidad de Dios? Me lo imaginé como a un padre normal, de este plano físico en el que estamos sumergidos. Siempre tuve el convencimiento de que un padre debe ser también amigo, consejero y hermano, contando siempre con su amparo y sus sabios consejos.

La verdad es que no fue fácil entenderse con el padre que me había tocado en suerte como hija, y aunque veíamos las cosas de maneras distintas, lo cierto es que nos amábamos: yo le amaba mucho a él, y el a mí también, aunque a su modo. Tuvimos una dura lección que compartir, intentando convivir respetando nuestras diferentes ideas, hasta que por fin me independicé, aunque reitero que nos amamos a pesar de nuestras diferencias.

Volviendo al tema intenté durante unos instantes concentrarme en ver a Dios Padre como uno de los de aquí, sentado a mi lado en la mesa, compartiendo una conversación mientras cenábamos y bebíamos un poco de vino. De repente se me vuelve a hacer la misma pregunta:

-“¿qué opinas de que yo tome mujer?”-

Me quedé como atónita y con los ojos muy abiertos, contesté:

--“¿Porqué me preguntas a mi?”

--“Porque necesito saber qué opinas tú, ¿no te importa lo que yo haga?”

--“La verdad es que no lo se; nunca se me había ocurrido preguntarme si tenías mujer o no. Pero, puedes hacer lo que creas oportuno que para eso eres Dios”.

--“Si hay un Padre tendrá que haber una Madre para concebir al Hijo, ¿no crees?”

--“Bueno, sí. Y, ¿quién es la Madre… bueno, tu esposa?”

--“Ahí quería llegar. Antes quisiera saber porqué ves tan natural que yo haga mi voluntad por ser Dios, y sin embargo cuando un padre hace a veces algo diferente a lo que se espera de él, se lo reprocháis. ¿Qué diferencia hay?”

--“Mucha, señor”.

--“¿Porqué?”

--“Porque tú eres Dios y mi padre no; solo fue mi padre terrenal, a quien amé y respeté en la medida que pude”.

--“¿Y te parece poco? Intentó con su esfuerzo construir su mundo, y por amor quiso esposa para que sus frutos dieran luz. ¿Qué diferencia hay?”

--“Bueno, yo creo que mucha señor; aquí somos torpes y tu eres perfecto”.

--“¿Tu crees?”

--“Si señor. Tu tienes Poder, lo sabes todo; es lo que siempre me enseñaron de pequeña a través de mis padres y la religión: a amarte y a tenerte respeto”.

--“¿Me amas?”

--“Si, señor. Siempre te he amado”.

--“¿Por lo que aprendiste o por ti misma? ¿Qué sientes por mí, me tienes miedo?”

--“No, señor, no te tengo miedo pero sí te respeto, tu me das paz y tranquilidad. Desde niña empecé a amarte y poco a poco al ir creciendo he ido aún creyendo más en ti. En un principio fue muy grande la influencia de mi entorno, entendiendo que todo es muy distinto a la vez que más sencillo, algo de lo que me alegro. Pero aquí somos muy complicados y eso es un fastidio porque nos hace torpes. A tu lado voy comprendiendo, voy sintiéndote muy cerca, es como algo que está en mí, a veces incluso me siento tu, es como si me abrazaras y me envolvieras en ti mismo, llevándome contigo a los confines del universo. Cuando estoy así no quisiera volver ni despertar, pero luego pienso que quizá fue un sueño; entonces suspiro y te pido perdón por mi elocuencia. Ahora empiezo a comprender donde querías llegar con tu pregunta: Todos debemos de aprender a vernos en ti, pues a pesar de ser unos simples mortales elegiste venir en nosotros”.

--“A eso vine hija, a ser uno más en cada mortal, ¿cómo crees que se tanto, si no me hubiera ganado el pan a través de mi esfuerzo? Yo soy cada Padre y cada Madre a la vez que cada Hijo. Entonces, si tanto me amáis, ¿porqué no os amáis como decís amarme? ¿Por qué os destrozáis destrozándome? Todo cuanto vive el hombre lo vive Dios, todo queda grabado en mi corazón porque yo me alimento de todos y vivo en cada uno de vosotros y en toda criatura y especie de la Madre naturaleza, mi amada Esposa quien quiso acompañarme en toda esta Eternidad por amor a todo aquello a lo que dimos vida. Por eso es que me acerco, y me intereso por lo que piensa el Hijo de las decisiones del padre, dándome cuenta de que aun me teméis. ¿Tanto miedo os doy? Eso es porque aún no me conocéis”.

Y me preguntó:

--“¿Quieres dar conmigo un paseo por la vida?”

--“¡Siiii!”-- contesté con alegría. Entonces me dí cuenta de que experimentar la vivencia de la vida como el Hijo, es darse un paseo con el Padre y con la Madre.

NUEVE

Era ya muy tarde, pero no tenía sueño, y como no me apetecía ver la tele me decidí por leer un poco para ver si conseguía dormir. Intenté concentrarme en la lectura sin conseguirlo; volví a sentir energías y emociones en mi cuerpo, de esas que me hacen estar abierta y en condiciones receptivas, por si alguien quisiera manifestarse. Sentía un gran bienestar del plexo solar hacia arriba, que fue expandiéndose por todo mi cuerpo, cuando de repente apareció ante mí un tierno SER de rasgos orientales, hablándome muy dulcemente, al tiempo que me invadía una gran alegría su sola presencia. Era de aspecto más bien mayor, vestido como los antiguos grandes emperadores chinos, con un atuendo de gran y hermosa majestuosidad. Llevaba en la cabeza unos adornos como peinetas alargadas de marfil, que destellaban con colores bellísimos y recogían su largo cabello negro en un gran moño. Me entregó una hermosa Esfera Cristalina llena de Luz, diciéndome con mucha ternura y muy suavemente, inclinando su cabeza al hablar:

--“Yo, El Gran Emperador Hian-Chai te digo Maia, que al hacerte entrega de esta Esfera de Cristal de Luz, has adquirido una nueva responsabilidad a tener en cuenta. Y, aunque me veas con aspecto de anciano, he de decirte que lo asumí para conservar la apariencia de un Padre amoroso para con sus Hijos. En realidad soy tan joven como todos ellos. También te digo que estoy al mando de una de las muchas naves, y que te acogeré en ella cuando duermas, para seguir trabajando en ti, en determinadas partes del recuerdo. No se debe despertar todo a la vez, pues supondría un gran peligro, correrías el riesgo de desequilibrar de nuevo tu cuerpo. Por eso, trabajamos despacio, poco a poco, hasta hacerte ascender al punto Alfa adecuado en el que puedas percibirnos y vernos. En ocasiones tendrás esas subidas en Alto Alfa que no es otra cosa que esa Energía de Amor, a la que muchos llaman Kundalini. Además de darte tanto de su Manjar, del que todos ansiamos volver a comer. Es por eso que se debe ir paso a paso para no retroceder. Yo te digo, que pronto nos verás a muchos de los de aquí, para hablar de estos lugares tal y como son, para que os vayáis familiarizando y reconociendo como es una nave de esas que muchos vieron y pocos tocaron. Así que engrasa tus riendas, que trabajo no va a faltarte”.

A continuación, se me indicó que escribiera, presentándose por ese medio otro ser que dijo llamarse Ahinsro:

--“Y después de mi presentación, te digo con cariño que yo también soy uno de los muchos tripulantes de las naves, aunque mi trabajo es algo especial, siendo para mi lo mas bello de este trabajo como tú en el tuyo. Dentro de las naves nodrizas hay otras más pequeñas que constituyen la mayoría de las que muchos han visitado, siendo a su vez visitados por nosotros, viéndonos cara a cara, aunque son muy pocos los que pueden recordar lo que vieron en realidad. Un día, tuviste un gran sueño que en realidad viviste. De vez en cuando actuamos así, hacemos pruebas en lo que tiene la apariencia de un sueño, aunque después siempre os queda la duda de si realmente fue un sueño, como te ocurrió también a ti al despertar. Así que, ahora te invito a que expliques tu sueño tal y como fue, sabiendo ya que tanto el primero que explicabas en tu primer libro como este otro, fueron reales”.

Lo que explico a continuación es de hace ya unos 26 años. Es uno de los sueños que más me impactaron por su contenido:

Dentro del sueño me veía envuelta en una especie de niebla que nos cubrió a todos, a mi marido a mis dos hijos y a mi misma, una niebla que nos trasladó hacía un lugar concreto de un bosque. Estuvimos andando hasta que la niebla fue desapareciendo, y entonces empecé a ver a varias personas delante de nosotros, que seguían la misma dirección.

Todos nos saludamos con una sonrisa acompañada de un silencio, lo que fue suficiente para entendernos. Habían seres o personas de todas las edades, razas y condición, niños pero no bebés, más mayores pero no ancianos. Es decir, personas que podían moverse por su propio pie. Fuimos adentrándonos en el bosque de manera muy relajada, hasta vernos de nuevo envueltos en la misma niebla, densa, blanquecina, que no nos permitía distinguir nada de cuanto nos rodeaba. Al ir disipándose, pudimos darnos cuenta de que estábamos delante de un gran edificio o nave de Luz muy blanca. Se apreciaban unos grandes ventanales de cristal muy transparente, y estaba esperándonos en la entrada una forma humanoide de color verde, del color de una planta viva pero sin forma aparente, una especie de masa vegetal con forma humana. No andaba, solo estaba. Aparecía y desaparecía de repente.

Accedimos al interior de una gran sala o comedor, donde había dispuesta una gran mesa, a punto para ser ocupada. La comida ya estaba servida; era una especie de alga, en la que cada uno podía ver en realidad su comida preferida, una ilusión. Yo era la única que veía lo que comíamos en realidad, y pensé: -“¡que tontos!, creen que comen lo que de verdad desean. No notan el sabor real de lo que comen, ni saben siquiera que están comiendo.”

En el interior de la sala no había ningún adorno, sus paredes eran blancas, limpias y estaban despejadas, reflejando la luz solar a través de los ventanales, aunque no se veía el sol. En cada esquina de esa sala, había un ser o forma de esa masa vegetal viva que no emitía sonido ni hacía movimiento alguno, solo nos entendíamos a través de la mente o el pensamiento.

Es curioso, pues a la vez que yo estaba viviendo todo aquello lo estaba viendo como espectadora en una especie de pantalla, desde donde daba mi parecer u opinión acerca de lo que estaba viendo.

Una vez terminada la comida, se nos presentó un Gran Ser del que no recuerdo muy bien su aspecto ni sus atuendos por mucho que lo intenté. Pude ver su rostro y todo su entorno, pero no puedo recordar nada más; es confuso. Era alto y de voz penetrante. Eso sí: daba paz y desprendía una gran ternura y se dirigía a nosotros telepáticamente. Nos dio la bienvenida y nos advirtió de que no debíamos temer nada, sino más bien al contrario: ellos eran los que nos estaban agradecidos por habernos prestado voluntariamente al experimento que estaba a punto de comenzar. Se nos dijo que habíamos sido llamados por ser un grupo de entre muchos, de los que se podía fabricar un doble de cada uno, pues hasta entonces no se había conseguido sin la necesidad de ese líquido tan preciado, que tenemos entre piel y piel y en cierta zona del cuerpo. Una vez realizado, podrían estudiar con más tranquilidad en el doble conseguido de esa masa viva que se ofreció en sacrificio para este trabajo, sin tener que hurgar en nosotros para no dañar nuestra sensibilidad.

Pasamos a una gran sala contigua a la que estábamos que daba la impresión de ser algo parecido a un hospital, en el que había numerosas camas y mesas con instrumentos quirúrgicos que daban la impresión de estar preparados para operar. Fuimos colocándonos en una especie de camas o lechos, habiendo dispuesto junto a cada uno de ellos uno de esos seres o materia viva, preparado para su transformación; de un punto determinado de ellos, que debía corresponderse con la boca, salía un tubito largo como los de los goteros de hospital. Nos colocaron bajo la piel uno de los extremos del tubo en la parte de la espalda, en la columna, concretamente en el punto correspondiente al 4º Chacra, succionando lentamente el preciado líquido de nuestras espaldas. No recuerdo si nos hicieron algo más, pero si sé que esos seres iban convirtiéndose exactamente en un doble perfecto. Después, sin experimentar dolor alguno, volvieron a reunirnos y nos dijeron que todo estaba concluido, y que nos devolverían a nuestros hogares sin que recordáramos nada de lo ocurrido. Si por casualidad viniera a nosotros algún recuerdo esporádico, sería mezclado con nuestros sueños, con el fin de mezclar realidad y fantasía. Así nadie sabría con exactitud si había sido real o simplemente un sueño.

Nos fuimos contentos, igual que habíamos llegado, con el convencimiento en que algún día nos volveríamos a encontrar en algún lugar, quedando en nosotros una sensación agradable, aunque al ir retomando la realidad, sentí un gran agobio, despertando sorprendida como asustada de todo aquél largo sueño que había vivido; siempre me quedó la duda de saber si había sido real o no.

Reflexioné mucho acerca de ese sueño o vivencia, tanto que aún hoy sigo pensando en ello a menudo, como algo reciente de lo que no puedes olvidar los detalles; en un sueño normal acabas por olvidar las cosas, sin embargo, este lo tengo como grabado en una especie de cinta que al recordar empieza a emitir sus secuencias.

Ahora empiezo a comprender muchas cosas, incluso cada vez veo un nuevo mensaje con el mismo contenido. He llegado a la comprensión de como el ser humano, un día en el Tiempo, fue “fabricado” a través de otro que se prestó para “confeccionar” un doble del auténtico. Por consiguiente, somos un doble de un ser que se ofreció voluntario en su día, siendo Ellos en nosotros, quienes somos el vehículo que utilizan para hacer el trabajo en el que estamos sumergidos, en el lodo, la tinta y el barro, investigando hasta el último rincón, para volver a ser llevados arriba después de la experiencia. Pero para volver, debemos saber llegar al final tal y como salimos en el Origen, y para eso, debemos saber limpiarnos de todo cuanto nos manchó en todas las formas posibles. Al final, deberemos devolver este “traje” para vestirnos con el verdadero, el que nos pertenece en realidad y que está guardado en el corazón de Dios. Debemos dar gracias a todos los elementos, a esas masas verdes, que forman parte de la Madre Naturaleza y que se sirvieron de ella.

Al parecer tuve mucha suerte, ya que no recuerdo haber tenido ningún maltrato como muchos aseguran haber tenido, llevados a lugares realmente aterradores trayendo de regreso todo ese espanto y miedo; algo que nunca me ocurrió a mí ni a ninguno de los que estaban conmigo. Fue más bien una gran sorpresa la que me llevé al despertar; de vez en cuando aún busco en la espalda de los míos, por ver si conservan esa pequeña marca que debió dejarnos el pinchazo de la aguja que llevaba el tubito, pero nada, aunque a veces me parece encontrarlo, al querer cerciorarme ya no hay forma de verlo.

DIEZ

Al parecer hoy nos toca una clase algo diferente: se nos presenta de nuevo el Maestro Arcthurus preparado para seguir con sus temas preferidos:

--“Yo, Arthurus, te digo Maia que debemos seguir con las clases que habíamos comenzado”.

--“Muy bien. Estoy preparada”.

PREGUNTA:

--“Un lugar donde nadie ha llegado aun...”

Respuesta:

--“Virgen”.