22 de junio de 2008

METAS A FIJAR PARA EL NUEVO AÑO DE VIDA

22 de junio, 2008
Son las cuatro de la madrugada. No hubo timbre ni teléfono que me hayan hecho levantar, sino solamente que mi mente va y viene con un constante parloteo. Entonces creo que lo mejor es poner un poco de orden en los pensamientos que tengo, y como para mí personalmente la mejor forma es escribiendo, lo hago sin saber todavía si esto lo voy a compartir o no.

Sé que mis escritos y también en parte mis canalizaciones quizás sean demasiado centradas en mi persona, pero honestamente si por ejemplo recibo una canalización que solamente trata de mis asuntos, sin contener enseñanzas para el resto de las personas, entonces incorporo la enseñanza pero no lo mando a la red ya que creo que solamente vale la pena enviar algo que pueda ser de ayuda para algún otro buscador espiritual.

Hablando de metas y analizando toda mi vida actual me doy cuenta que nunca he sido una persona que se haya fijado metas, en el sentido de pensar constantemente en que quiero lograr esto o aquello, o lo de más allá. Nunca, desde mis 14 años en que he comenzado a trabajar, he estado inactiva u ociosa. He estudiado, trabajado, y vivido mi vida en forma normal, pero viendo en retrospectiva me doy cuenta que siempre me he dedicado al día actual sin estar demasiado enfrascada en el futuro.

De acuerdo a lo que se lee o escucha, la mayoría de las personas – puedo equivocarme – se proponen lograr tales y tales cosas en el futuro, poniendo en ello todo su empeño, lográndolo o a veces no consiguiéndolo. Sin embargo esto es otra cuestión.

Estoy tratando de analizar cómo he vivido yo, ya que para mí actualmente soy el ser más importante que existe. Ojo, esta aceptación es relativamente nueva en mi vida ya que anteriormente yo iba a la cola de todos los demás, no me consideraba merecedora como para ponerme en primer plano.

Creo que no consigo plasmar bien lo que siento, ya que he tenido éxitos en mi vida, tanto como secretaria y traductora, luego como comerciante y por supuesto entremedio como esposa y madre. Aunque como madre no considero que haya sido un ejemplo a seguir ya que durante los primeros ocho años de mis hijas he estado dedicada más al trabajo que a la crianza de ellas, aunque es cierto que después de nacer la segunda dejé de trabajar con toda la intención de dedicarme a la crianza de mis nenas, pero por razones de salud de una de ellas, con los consiguientes gastos médicos, etc., me ví forzada a salir a trabajar de nuevo.

Hubo una serie de circunstancias que hicieron que fuésemos a vivir junto con mi madre, ya que mi padre había fallecido hace poco, y ella es la que se dedicó esos años a todo lo que era el hogar y las hijas.

Esto tampoco es el sentido de este escrito, pero de alguna forma tengo que aclarar lo que siento. A los dos años después de haber nacido la menor, ya el problema de salud de la mayor estaba solucionado, pero yo seguí trabajando afuera porque ya se trataba de mejorar la forma de vida, luego el colegio particular para que puedan estudiar idiomas, etc., etc.

Recién años más tarde al haber iniciado mi camino espiritual en el año 91, me dí cuenta que quizás hubiera sido mejor mandarlas a un colegio común y estar más con ellas. Pero tal como se dice, todos los que tenemos hijos no hemos recibido un manual para indicarnos cuál es la mejor forma para criarlos.

En general el ser humano no nace con instrucciones de como encarar y manejar su vida, aunque sería una gran cosa estar más conscientes de las cosas importantes de la vida. Todo esto lo he comenzado a comprender con el aprendizaje de la metafísica.

Sin embargo aún en aquel entonces, o sea el año 1991, no me fijaba metas de lo que quería lograr. Estudiaba con un hambre insaciable, leía todo lo que podía, buscaba enseñanza, por supuesto buscaba a maestros, aunque con esto siempre he tenido resultados bastante malos, ya que la mayoría de mi conocimiento es autodidacta.

Me doy cuenta que si alguien hoy en día me preguntase ¿cuál es mi meta para el futuro?, no sabría que responder, ya que fundamentalmente estoy feliz con lo que hago, no pretendo dar conferencias o talleres ante multitud de gente, prefiero más el trabajo individual, las traducciones, en fin todo lo que estoy haciendo.

Entonces, si no hay grandes logros que pretendo conseguir, ¿qué es lo que me tengo que proponer? Me doy cuenta de que las metas que tengo que fijar son cosas muy simples, pero que pueden tener una importancia enorme en toda mi vida. Aunque quizás resulte cómico para alguien, voy a tratar de enumerarlas:

· Tengo que proponerme caminar todos los días un poco, un poco más y más.
· Tomar más agua.
· Escuchar más música.
· Tratar de desarrollar el humor para ver el lado cómico de las cosas.
· Fundamentalmente no tener pensamientos negativos, sino saludar cada nuevo día con alegría y amor, dispuesta a disfrutarlo.
· Tomarme tiempo para mí, ya sea para meditar – por lo menos tratar de hacerlo – o para cualquier otra actividad que no tenga que ver con la computadora y el trabajo espiritual.
· Aprender y realizar la respiración pránica.
· Convencer a mi cuerpo que tiene toda la capacidad para equilibrarse de nuevo, ya sea bajando un poco de peso – por supuesto sin que afecte mi capacidad para canalizar – sino principalmente que me vuelva a permitir un mayor movimiento y agilidad.
· No pretendo cambiar mis patrones de sueño, ya que tengo la posibilidad de vivir mi vida de esa forma y no tengo intención de caer de nuevo en la dependencia de somníferos y calmantes, tal como los empleé durante 39 años de mi vida.
· Decididamente no juzgar a otros ya que sé que cada uno tiene su sendero de vida, que no tiene que concordar con el mío. Tal como no acepto ser juzgada, tampoco lo debo hacer a otros.

Tal como lo veo esta lista realmente no es algo impresionante, ya que todas las cosas son absolutamente factibles. Tengo una cinta para andar, así que simplemente tengo que utilizarla todos los días un poco más y más.

El tomar más agua me cuesta, especialmente haciendo frío, pero estoy consciente que le tengo que brindar más líquido a mi cuerpo.

Escuchar música, es todo un tema. Siempre he sido amante de la música, pero nunca de manera que yo sola ponía a escucharme, lo que se debe a que mi esposo se levantaba y ya prendía la radio o los discos, fundamentalmente música clásica, la cual me acompañaba durante todo el día y hasta acostarnos.

Esto suena raro pero durante muchos años mi esposo ha tenido su consultorio en casa, así que por ello la música siempre fue acompañamiento y he descubierto que después de fallecer él es como que me he cerrado a la misma. Esto recién lo descubrí hace poco y ya he averiguado que por ejemplo no puedo traducir si tengo música tocando. Así que aquí me tengo que proponer de encontrar una forma para escuchar.

El saludar a cada día bendiciendo el bien que nos brinda ya lo tengo por costumbre y así también lo de tratar de evitar los pensamientos negativos.

Lo de meditar es realmente un ‘gran problema’. Durante muchos años he tratado de hacerlo pero nunca he podido aquietar la mente hasta que un día mi amado Maestro Tobías me dijo que no hacía falta que yo me siente un tiempo tratando de meditar, lo que por supuesto es una actividad espiritual, si casi las 24 horas del día me dedicaba a la actividad espiritual. Qué gran alivio fue para mí, pero hoy en día las enseñanzas insisten tanto y tanto en la meditación, que también se revertió esto y tengo que tratar de aquietarme para hacerlo.

Lo de la respiración pránica es realmente un desafío que sí o sí tengo que lograr ya que debido a un problema pulmonar que tengo – una discapacidad de más del 50% que no se sabe si es de nacimiento o no – actualmente estoy con mucha agitación para respirar, aunque sé que no es asma ya que esto también lo he tenido pero superado, pero igualmente esa falta de aire es muy estresante y negativa en mi vida. Creo que esta es una de las metas fundamentales que me tengo que proponer.

Con respecto a lo de convencer a mi cuerpo para el auto-equilibrio y sanación, tengo que reforzar esto, aunque lo vengo haciendo desde hace años con resultados buenísimos por haber logrado sanar un problema cardíaco sin solución – según los médicos – el haber superado el asma, los picos de presión, etc., etc..

Finalmente lo del sueño no es problema así que lo único que queda es terminar de erradicar la crítica aplicada a mi misma y también a otros.

En general creo que ninguno de los puntos enumerados representa un problema mayor, y gracias a haberlo puesto en palabras se me ha aclarado la forma en la que tengo que proceder.

¡Así fue, así es y así será!

No hay comentarios: