7 de agosto de 2007

EL AMOR DE NUESTRAS MASCOTAS




Dedico este mensaje a mi fiel compañera y amiga “Piti”, la cual ya tiene 17 años.

30 de julio del 2007

Hace rato que siento que tengo que escribir acerca de lo que ella representa en mi vida y todo lo que siento y vivo con respecto a lo que son las así llamadas mascotas.
Para poder transmitir este mensaje, el cual no solamente contiene mis sentimientos personales, sino todo lo que he podido recopilar de información con respecto a ellas, he dudado bastante tiempo en hacerlo, pero ha sucedido algo que es lo que ahora me impulsa a no posponerlo más.
Tal como mencioné arriba Piti es una pequeña perrita negra, raza “perro”, la cual debido a su edad ya está sorda, casi no ve, tambalea a ratos al andar, tengo que idear formas especiales para darle de comer, a veces incluso ofreciéndole con una cucharita, pero sin embargo todo ello no ha disminuido el caudal de amor que me brinda.
Creo estar preparada para el momento en el que se decida a ir, y justo el sábado 21 de julio, el Día del Amigo, a la mañana no se quiso levantar, ni siquiera para sacarla a la calle, lo cual todavía le gusta, aunque sean unos pocos pasos, no quiso comer, ni tomar agua, aunque incluso traté de acercarle el dedo mojado en agua para que lo lamiera, por temor que se deshidrate, lo cual puede producir tremendos dolores, pero la única reacción que conseguí era que cuando la acariciaba abría un poco los ojos.
Supuse que se estaba despidiendo, y por ello me senté a su lado comenzando a hablarle diciéndole que se podía ir tranquila, que había brindado tanto amor que siempre seguiría viva en mi corazón, y llegué a invocar a los ángeles para que le ayuden en la transición. Estuve largo rato sentada a su lado, pero luego me levanté, ya que estando segura que no sufría, no quería presenciar el último suspiro. Le había dicho todo lo que sentía.
Para mí era como contraproducente que justo en el Día del Amigo se me iba esta amiga tan grande, tan incondicional, de puro amor, ya que durante toda su vida no ha destrozado cosas, desde el primer momento era limpia, cuando nosotros lo trajimos a casa, con casi 8 meses de edad, de un lugar que regala y cuida a animales que no tienen dueño.
Me fui a la computadora y repentinamente veo que salió al jardín para hacer su necesidad, por supuesto enseguida me levanté y al entrar de nuevo a la cocina pude darle algo de comer y tomar, y hasta el día de hoy sigue acompañándome.
Mi sentimiento es que al haberle hablado como lo hice, ella se convenció que a pesar de todo lo que le pasaba todavía era un compañía más que grata para mí y decidió no irse todavía y en cierta forma en honor a ella estoy escribiendo este mensaje.
¿Por qué son tan especiales para nosotros nuestras mascotas? ¿Qué hace que sean diferentes a un animal común?
Nuestras mascotas muchas veces son lo más querido que tenemos. Cuántos de nosotros andamos solos por la vida, sin embargo tenemos una mascota que nos acompaña. Todos sabemos que nunca estamos solos, pensándolo desde la parte espiritual, ya que siempre podemos contar con la compañía de los ángeles, los Seres de Luz, o los Maestros, si los invocamos. Sin embargo al gatito, o perrito lo podemos acariciar, lo podemos tener en la falda por lo menos hasta que por ahí, especialmente con los perros, se convierte en uno de eso grandes perros, los que sin embargo ya no cuadran tanto dentro de lo que yo considero una mascota.
Para mí realmente la mascota es el pequeño perro o gato con el que podemos jugar, compartir nuestros momentos alegres, como también los tristes, sin embargo también sé que hay muchas mascotas de otro tipo, algunos tienen hamsters, otros tienen canarios, en fin la variedad es grande y cada una de ellas tiene su importancia en la vida.
Muchas veces nos acompañan las mascotas durante varias vidas y debido a que ellas tienen una asombrosa habilidad para proyectar su energía a cualquier lado, pueden estar con nosotros cuando nos vamos de viaje y los dejamos al cuidado de otra persona, o también nos pueden acompañar si nosotros trascendemos y ellos se quedan en cuerpo físico en la tierra. Ellos tienen como un pasaporte energético para ir y venir.
Ellos se sienten sumamente honrados cuando perciben que uno se ocupa de ellos, que habla de ellos, que los menciona y así nos ayudamos a mejorar nuestra interrelación con ellos.
En cierto sentido nosotros, como creadores, hemos creado a las mascotas porque debido a una sensación de soledad que se fue manifestando a través de las eras, mucho más aún cuando comenzamos a vivir en las grandes ciudades, lejos del contacto cotidiano con la naturaleza, poco a poco comenzamos a crear nuestras mascotas, porque cuando nos fijamos en la vida de los pueblos que viven más todavía en concordancia con la naturaleza, ellos no tienen ciertos animales que son precisamente las mascotas, ya que ellos honran y veneran a todos los animales, grandes y chicos, tal como veneran a toda la naturaleza, a todos los reinos, y a todo lo que la Madre Tierra nos brinda.
A medida que nos hemos ido alejando de esa vida más relacionada con la naturaleza, comenzamos a sentir la necesidad de tener a algo en lo que volcar nuestra necesidad de cariño y de amor. Además, generalmente son compañeros a los que les podamos contar nuestros secretos más íntimos y tenemos la gran ‘suerte’ entre comillas que no comprendemos lo que ellos piensan o sienten con respecto a lo que les contamos. Hace mucho tiempo hemos perdido la habilidad de comunicarnos con ellos.
Somos conscientes que hay animales, especialmente entre los perros, que nos comprenden totalmente y solamente falta que nos respondan en palabras comprensibles para nosotros mismos.
En este sentido yo lo he vivido con mi perrita, la cual, en realidad había sido la compañera de mi marido en vida de él. Todas las noches salía a pasear con ella y al regresar acostumbraba a servirse algo de cereales con un poco de leche, antes de acostarse. Ella siempre estaba pidiendo que compartamos nuestra comida. Uno diría que no la hemos educado bien, y en cierto sentido tienen razón, ya que hasta el día de hoy quiere la comida mía en preferencia a la de ella.
Una noche, al regresar del paseo, mi marido en broma le dice “¿Por qué te voy a dar de mi comida si vos tampoco me das de la tuya?” Luego se fue al baño, yo ya estaba acostada, cuando Piti salta sobre la cama y pone algo delante de la almohada de mi marido. Por supuesto miré lo que era y me encontré con la gran sorpresa que era un pedazo de carne de ella. Luego mi marido me explicó lo que había pasado. Creo que es una muestra clara de que comprendía todo lo que decía. Durante los próximos tres días mi marido todas las mañanas encontraba un pedacito de carne en el sillón en el que se sentaba para trabajar. Creo que al final le tuvo que hablar y explicarle que había comprendido el mensaje.
La historia sobre las mascotas incluso se remonta hasta las épocas de la Atlántida ya que parece que, a pesar de seguir siendo animales, nosotros los hemos insuflado un aspecto nuestro que es lo que las hace tan especiales a estas amadas mascotas. Les hemos traspasado una parte de nuestra energía, no a todo el reino animal, sino a lo que se llaman las mascotas, dándoles parte de nuestro propio estado de ser.
Algo que con frecuencia nos preguntamos es que si ellos se hacen cargo de las enfermedades de sus dueños y se ha constatado que frecuentemente se hacen cargo de los patrones energéticos de ellos, pero no es solamente que se hacen cargo de las enfermedades sino que también comparten sus alegrías, e incluso hay casos en los que en su aspecto toman una cierta semejanza, y si por ahí nos acompañaron durante vidas anteriores, también pueden asumir atributos físicos nuestros.
Ellos en realidad se hacen cargo de patrones energéticos y ese es el tipo de servicio que les encanta brindarnos. Se hacen cargo de enfermedades, estados de ánimo, desequilibrios y todo ello porque energéticamente ellos son una parte nuestra que nos ama tanto como para querer estar aquí.
Hay casos demostrados en que una mascota se ha hecho cargo de una enfermedad como el cáncer, el cual absorben y quitan de nuestro cuerpo. Seguramente ustedes sabrán que por ejemplo los gatos tienen por costumbre apoyarse en esa parte de nuestro cuerpo que está fuera de equilibrio, ya que ellos absorben esa negatividad y nosotros nos libramos de ella.
También se ha demostrado que los gatos suelen acostarse en lugares en la casa donde hay cruces energéticos terrestres, mientras que los perros evitan esos puntos negativos.
Si estamos enfermos ellos nos ayudan con su amor incondicional y su energía para sanarnos y ellos están aquí en una condición de amor incondicional.
La diferencia entre una mascota y otros animales domesticados es que nosotros le hemos inspirado una energía totalmente distinta a la mascota, que es lo que las hace ser tan diferentes de los otros animales. Nosotros les transmitimos parte de nuestra energía divina a ellos pero con ello igualmente les brindamos su propio estado de ser.
Estos animalitos no son seres que fueron creados distintos por el Creador, sino que son seres que vienen de nuestro propio reino espiritual, a los que los hemos hecho nacer, pero que aún siguen siendo parte nuestra, pero les hemos dado independencia, les hemos dado vida y somos sus creadores.
A pesar de ello, ellos tienen su propio derecho a ser aunque estamos muy conectados con ellos y se ha llegado a constatar que no hay verdad detrás de la mención de que luego de ser mascotas por ejemplo, pueden pasar a una vida humana. Parece que en cierto momento la Creación le ha puesto un freno a esto, así que no será posible relacionarnos en una vida futura con nuestra mascota a nivel de humano con humano.
Es una de las características de la mascota que pueden estar relacionados no solamente con uno de los miembros de una familia, sino que varios y por consiguiente se forma una interrelación energética muy interesante.
Estas mascotas no son creadores en el sentido como lo somos nosotros, capaces de crear nuestra propia realidad, pero lo que eventualmente puede suceder es que ustedes al volver a reunir todos sus aspectos del ser vuelvan a integrar también los de su mascota y entonces su mascota es ustedes y ustedes su mascota y es así que ustedes los pueden llevar consigo en su evolución hacia su plena divinidad.
Ellos nos aman incondicionalmente pero también reflejan ciertas características que nos son propias, energías que son nuestras y nuestras propias formas, pero nos aman incondicionalmente.
En cuanto a la comunicación, ellos no conocen el lenguaje, aunque se les puede enseñar que respondan a una cierta cantidad de ellos, pero en realidad la comunicación psíquica es la mejor. Cuando nos queremos comunicar realmente lo mejor es sentarnos con ellos y conectarnos en forma psíquica aunque también aprecian cuando se les habla en voz alta.
Yo personalmente siempre tengo la costumbre de hablarle en voz alta y quiero aprovechar aquí para comentar que una de las características de mi perrita es que le gusta la enseñanza espiritual.
Desde hace años vengo dando clases de metafísica y al final de la misma siempre se hace una meditación que tengo grabada en casettes. Muchas veces me he asombrado que ella puede estar en otra parte de la casa, pero apenas, aun cuando comienzo a pensar en la meditación, ella venía y la tenía que levantar a mi falta y allí compartía la meditación.
Luego cuando comencé a tener los grupos en casa, ella siempre está presente, tanto durante las canalizaciones, las lecturas, meditaciones y todo lo que se relaciona, generalmente sentada o acostada entre dos personas, plenamente atenta, y también por supuesto, especialmente durante los últimos tiempos, ya nos marca con su comportamiento cuando ha llegado la hora para tomar un té y compartir alguna galleta o algo.
Creo que durante todos los años de mis actividades solamente me ha pasado una o dos veces que a una persona no le gustaban los animales, y es seguro que esa persona a las pocas clases dejó de venir.
Una de las mejores formas de comunicarse con ellos no es mediante palabras, sino mediante los sentimientos. Nos conviene sentarnos con ellos, y si estamos cansados, hacemos surgir el sentimiento de cansancio, lo mismo cuando estamos alegres, sentimos la alegría y ellos son absolutamente capaces de comprendernos de esta forma. Por supuesto ellos no nos van a responder en palabras, ya que por ejemplo incluso las comunicaciones del Dr. Doolittle no eran en forma hablada aunque había de parte de los animales una total comprensión de lo que él les decía y él conseguía interpretarlos a ellos.
Para la comunicación entre ellos y nosotros somos nosotros los que nos tenemos que acostumbrar a prestar atención, porque por ejemplo cuando necesitan salir afuera ellos nos transmiten ese sentimiento y nosotros a lo mejor lo percibimos como una presión la que nos hace dar cuenta que ellos a lo mejor necesitan salir. Ellos a su vez a lo mejor toman la costumbre de pararse delante de la puerta para señalarnos su necesidad, o por ahí nos dan golpecitos con la nariz, en fin, tal como nosotros, tienen distintas formas de comunicarse.
El entrenamiento que recibimos de parte de ellos en realidad nos hace ser más sensibles frente a todo lo que pasa en nuestro entorno y por consiguiente también llegamos a ser más conscientes frente a la vida vegetal, a Gaia misma, ya que aprendemos a percibir los sentimientos más sutiles que tenemos dormidos en nuestro interior.
Ahora, refiriéndonos a la conciencia de los animales, cada grupo tiene su propia conciencia, o sea una conciencia común de ese grupo y los atributos relacionados a esa conciencia. Tal es así que la conciencia de los gatos y los perros es distinta a la de los animales en general, ya que han incorporado parcialmente un aspecto de nuestra energía. Los perros en particular son fabulosos portadores de energías mientras que a los gatos no les gusta tener energías de múltiples espíritus, sino que solamente incorporan la nuestra y tal es así que tampoco incorporan las energías múltiples de una familia, sino que generalmente pertenecen a una persona sola. Por otra parte, por ejemplo los caballos generalmente responden bien a una sola persona y no son muy dados a ser de varios.
Con respecto al momento que nuestra mascota está lista para irse, nosotros, los humanos, intuitivamente sabemos que ha llegado el momento, pero tal como expliqué más arriba, esa intuición puede fallar ya que cuando yo creí que se iba, el 21 de julio, y después de despedirme de ella, evidentemente todo lo que le hablé le hizo cambiar de idea, y dado que ella no está enferma y sufriendo, sino solamente muy vieja, porque tengo entendido que la edad se calcula multiplicando por 7 entonces mi perrita tendría 119 años. Me resulta increíble el solo pensamiento de eso.
A mi me ha pasado con una perrita anterior la cual lamentablemente había tenido cáncer, tal es así que primero la operaron pero luego se extendió por todo el cuerpito. En ese momento yo no estaba consciente todavía del hecho que ellos muchas veces asumen nuestras enfermedades, pero hoy me preguntó si ella no me liberó a mí de un cáncer, ya que lamentablemente en mi familia tengo antecedentes.
En el caso de ella, que igualmente llegó hasta los 15 años, tuvimos que decidir poner fin a su sufrimiento, durmiéndola, ya que es una característica de los animalitos el seguir y seguir, a pesar de lo que les pasa, porque la vida de ellos es estar al servicio nuestro. En casos así, nos toca a nosotros tomar la difícil decisión de separarnos de ellos, poniendo fin a su sufrimiento, o por falso sentido de ética dejar que sigan y sigan.
Otra cosa que tenemos que tener en cuenta que lo mejor es hacer cremar a nuestras mascotas porque así el espíritu de ellas se libera de inmediato y no sigue atado a la tierra hasta que el cuerpo se haya desintegrado totalmente. Les da otro tipo de libertad. Es lo mismo que sucede con los humanos, en donde también la cremación es lo más adecuado, porque, por ejemplo cuando los Egipcios momificaban los cuerpos, con ese acto es como que ataban al espíritu a esa momia y no le permitían la libertad de seguir su camino.
Se ha descubierto de que a medida que nos abrimos más y más a las nuevas energías, nos hacemos más sensibles a sufrir alergias frente a cosas que anteriormente no nos habían producido alergias y tal es así que nuestras mascotas también se hacen más alérgicas. Tenemos una mayor alergia frente al polen, al polvo, al moho y todo lo otro que pueda producir alergias. No es que aumente nuestro grado de ‘enfermedad’ o problema de salud, sino que nos estamos haciendo más alérgicos frente a las energías estancadas y es ahí donde nuestras mascotas se hacen cargo y lo manifiestan a través de su piel con falta de brillo, su rascado, sus ojos acuosos, etc.
Una de las cosas que se recomiendan es que cuando nos hacemos más sensibles, simplemente hagamos inspiraciones profundas y si nos fijamos que lo que nuestras mascotas también hacen es respirar o jadear más de lo acostumbrado. Si queremos calmar a nuestro perrito, lo más conveniente es sentarnos con él y respirar con él, debiendo por supuesto observar su patrón de respiración, ya que no podemos forzarlos a respirar y traten de emparejar el patrón de respiración de ustedes con el de él.
Este es también un tiempo hermoso para comunicarse con ellos en los sentimientos y ayudarles así a comprender que pueden liberar algunas de las energías que están introduciendo para nosotros. Es importante que nos demos cuenta que no hace falta salir corriendo al veterinario cada vez que ellos tienen diarrea, sino que tenemos que estar conscientes que ellos están liberando energías por cuenta nuestra.
Quiero hacer un comentario aparte, repentinamente cuando estoy escribiendo esto siento un ruido raro de mi perrita, y resulta que está sentada a mi lado e incluso quiso que la levante un rato sobre mi falda, acariciándola, y demostrándome su amor total y su entrega total. No se mueve de mi lado, cosa que normalmente no suele hacer, así que eso me hace pensar que ella está percibiendo todos mis pensamientos y me está manifestando que ella los siente. Disculpen, pero esa es una vivencia actual y real con respecto al tema que estoy tratando.
Otra cosa que quiero mencionar, volviendo a una experiencia personal, tiene que ver con la libertad de los gatos. Una noche, al regresar del paseo mi esposo con Piti, ella permitió que un gatito chico, negrito, los acompañara hasta la casa, mientras que normalmente solía correr a los gatos. En este caso fue lo contrario, yo siempre pensé como ella era más la mascota de mi marido, ella a mí me trajo el gatito.
Por supuesto hicimos todo lo necesario, vacunas, etc. y cuando había llegado el momento nos decidimos a castrarlo, para evitar que ande merodeando por ahí, aunque sabíamos que eso era contra la naturaleza misma, pero considerábamos que era una forma de salvaguardar la vida de “Yoyo”, nombre que le puse a esa pelotita negra que enseguida se adueñó de mí. Hoy en día sé que si pensamos en semejante operación, tanto en un gatito como perrito, tenemos que sentarnos y hablarles y explicarles bien lo que vamos a hacer y ellos nos comprenderán. Es importante que nos demos cuenta que podemos hablar con ellos, o manifestarles nuestros sentimientos y ellos los captan y aceptan como aceptan todo con tal de estar al servicio nuestro, lo que es su misión al venir a estar aquí.
La convivencia entre nuestras dos mascotas era ejemplar. Ahora bien, nosotros tenemos un pequeño jardín y mi esposo hizo una abertura en la puerta de la cocina que da al jardín, para que los animales salgan a hacer sus necesidades. Funcionó fabulosamente.
Pero lamentablemente Yoyo salió a ser muy aventurero y una noche mi esposo lo encontró en la esquina de una calle de doble mano. Lo trajo de vuelta a casa, pero durante la noche volvió a salir y tuvo su triste fin al ser atropellado y matado por un coche.
Mucho me he cuestionado qué es lo que tenía que aprender de ello, hasta que me di cuenta que al salir el gato del entorno del hogar y de la persona que es la ‘dueña’, no es la palabra adecuada, pero no se me ocurre otra, el vuelve a estar totalmente dentro del reino de la energía gatuna y por supuesto no puede evaluar el peligro en el que se mete, el cual al final le cuesta la vida.
He tenido que liberar a mi gatito con todo mi amor, esperando siempre que de alguna forma vuelva a estar conmigo, pero hasta ahora no se ha presentado. Este gatito, a pesar de que he tenido otros anteriores, fue algo muy especial en mi vida, a lo mejor porque yo ya estaba en el sendero y a raíz de ello me pude conectar mejor.
Incluso cuando los animales o en este caso nuestras mascotas se ensartan en luchas entre ellos o con otros reinos animales, ellos no tienen ese temor a la muerte como lo tenemos la mayoría de los humanos y por consiguiente consideran a las luchas como algo normal en su vida.
Somos nosotros los que nos tenemos que preguntar si estamos listos para darles la libertad que ansían al abrirles la puerta y dejarlos salir, aún a riesgo de que no vuelvan.
Se comenta que en los tiempos primeros de los reinos en el planeta los animales no luchaban entre ellos para comer al otro, sino que se alimentaban todos de plantas. Recién cuando los hombres comenzaron a luchar entre ellos y luego a consumir carne, ese tipo de condicionamiento pasó al reino animal y ahí comenzaron a surgir los carnívoros.
Es casi un imposible querer erradicar esta programación del reino animal, sin embargo con las mascotas es distinto dado que ellas incorporan parte de nuestra energía y ahí se pueden producir cambios, uno se puede comunicar con ellos haciéndoles saber que ya no necesitan esos atributos de la lucha y que no hace falta pelear con los otros animales y se les puede hacer saber que no es necesario que protejan por medios agresivos o violentos. Ellos seguirán teniendo algunas de esas características en su interior, pero su espíritu podrá superar esas necesidades.
En lo que se refiere a los perros, o incluso los gatos, que repentinamente muerden o pegan un tarascón, eso generalmente se debe a que su dueño ha ido acumulando tanto estrés que llega un momento en el que siente que no puede más, y su mascota lo refleja mediante el tarascón. Se entiende que nos estamos refiriendo a las mascotas que tienen esa parte tan espiritual del espíritu en su interior.
A los animales les cuesta mucho menos el considerar volver con nosotros en otra encarnación, ya que no le temen, como nosotros, a lo que sería la muerte. Si ha muerto una mascota nuestra y luego de un cierto tiempo queremos tener otra, no hace falta que salgamos a recorrer las distintas veterinarias para encontrar un animalito que a lo mejor se asemeje al que hemos perdido. Podemos llevar a casa tanto un animalito joven, de algunos años o incluso uno más viejo que a lo mejor hemos rescatado de algún lado, y al hacer esto, le facilitamos a la energía de la mascota que se ha ido el volver a encarnar, ya que no necesariamente tiene que ser mediante el nacimiento, ellos se pueden incorporar a otro animal vivo, y nos encuentran.
Dado que nosotros le hemos transmitido una parte de nuestra energía siempre nuestras mascotas permanecen conectadas con nosotros, y una demostración clara de ello por ejemplo es cuando se pierde un perro a kilómetros de distancia de su hogar, pero sin embargo encuentra el regreso, porque como guía le sirve nuestra energía que lo va llevando de regreso al hogar.
Se dice que si una mascota nuestra ha muerto y deseamos realmente que ella vuelva, es seguro que va a encontrar la forma de volver. Yo muchas veces he pensado que quisiera que mi gatito vuelva, pero al mismo tiempo me doy cuenta que desde el fallecimiento de mi marido yo soy digamos la persona con la que está conectada mi perrita y siento que no puedo traer un animalito joven a la casa, ya sea un perrito o gatito, ya que por supuesto estaría inclinada a jugar con él, cosa que ya no puedo hacer con Piti y no quiero arriesgar que pase lo que le queda de vida sintiendo celos de otro animalito.
Por todo lo que sé de estos ejemplos de amor, seguramente ella lo comprendería, pero yo personalmente me sentiría tan culpable que nunca he pensado en traer un animalito, pero siempre esperando que repentinamente vuelva a aparecer por sorpresa como pasó la primer vez que Yoyo vino a mi casa, ya que se dice que ellos pueden encontrar la forma de volver. Así que lo dejo librado al azar.
Muchas veces nos cuestionamos cómo es posible que un humano tengo un animalito y luego por cualquier circunstancia simplemente lo deja en la calle y no se ocupa más de él. Todo eso es un reflejo de cómo funciona la conciencia humana, ya que alguien realmente consciente de lo que son estos fieles compañeros, nunca sería capaz de dejarlo abandonado en la calle.
Lo mismo pasa con los que dejan que los animales tengan crías y más crías, sin importar lo que pasa luego con ellos, esto también es un reflejo de muchas de las civilizaciones que tienen cantidades mayores de hijos sin tener realmente la posibilidad de cuidar adecuadamente de ellos.
Yo creo que voy a cerrar este mensaje con el recordatorio de todos para que, si se deciden a adoptar a una mascota, ya sea perro, gato o cualquier otro animal, tengan plena conciencia del compromiso que contraen, el cual significa no solamente el brindarles comida y un lugar para echarse a dormir, sino también el brindarles amor, comprensión y el darse cuenta que ellos están ahí porque quieren estar a nuestro servicio.
Por consiguiente tenemos que estar eternamente agradecidos si nos vemos honrados con semejante compañero fiel y amoroso y debemos brindarles lo mejor de nosotros mismos.

Solo me resta nuevamente dar las gracias por todo lo que nos brindan. ALEXIIS

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estaba buscando información acerca de como superar el duelo de una mascota y me encontré con tu nota. Mi querida perra, la que compartí 14 años de mi vida (de los 9 a los 23 años) falleció el lunes. Tenía cáncer y lamentablemente tuvimos que dormirla. Ella fue mi primer mascota, aunque yo la considero mi primer y único amor. La conexión que nos unía era increíble y la verdad que la extraño mucho. No paro de pensar en ella y llorarla. Estoy devastada. Pero leyendo lo que publicaste me dio ánimos. Me encantó saber que en ésta vida podríamos encontrarnos de nuevo, o quizás me esté esperando en algún lugar cuando muera. Sabes? Yo soy atea, pero con lo que me pasó con mi perrita me vino una necesidad enorme de creer, de tener esperanza y fe de que existe un Cielo. Aunque yo digo que para mi no hay lugar y seguramente no vaya, ansío con toda mi alma que mi Kochi (ese era su apodo) sea feliz en la eternidad y espere mi llegada.
Gracias por tu atención.