16 de enero, 2010
XII. MISIONES DE AYUDA: PROYECTO HUMANIDAD. ENCUENTROS CERCANOS.
PARTE 2
21/01/92. EL GRUPO ENTRARÁ EN UNA DINÁMICA MUY ACTIVA A PARTIR DEL VIAJE A TENERIFE. ES BUENO QUE EMPECÉIS A PERCIBIR LAS ENERGÍAS TELÚRICAS QUE SE MUEVEN EN ESTA ISLA Y EL MEJOR LUGAR ES EL QUE HABÉIS VISITADO.
DE TAL FORMA QUE ESE BARRANCO CONSTITUYE EL PUNTO DE ORIGEN EXTERIOR DE LA EMANACIÓN ENERGÉTICA CUYO EPICENTRO INTERNO SE HALLA SITUADO ALGUNOS CIENTOS DE METROS BAJO TIERRA.
MAÑANA DÍA 25 A LAS 00.30 HORAS OS SITUARÉIS LOS SEIS SOLOS EN EL MISMO SITIO DONDE OS SENTASTEIS AYER. HARÉIS UNA RELAJACIÓN Y OS PONDRÉIS EN SITUACIÓN DE PERCIBIR LAS ENERGÍAS Y ENTIDADES QUE ALLÍ SE ENCUENTRAN.
ESE LUGAR ES UN PUNTO DE ENERGÍAS INESTABLE, DE TAL FORMA QUE SE ESTÁN ABRIENDO Y CERRANDO CONSTANTEMENTE PUERTAS DE COMUNICACIÓN INTERDIMENSIONALES, QUE SOLO SE PUEDEN PERCIBIR EN ESTADO DE RELAJACIÓN O SI ESTÁ DESARROLLADO EL TERCER OJO, Y VOSOTROS AÚN NO LO TENÉIS MUY DESARROLLADO.
NO OBSTANTE CAPTARÉIS COSAS CON LOS OJOS FÍSICOS. NOSOTROS EN LOS DESPLAZAMIENTOS UTILIZAMOS PUERTAS DIMENSIONALES, ASÍ QUE SI ESTÁIS BIEN RELAJADOS NOS VERÉIS.
EL OTRO GRUPO SE REUNIRÁ APROXIMADAMENTE UNA HORA MÁS TARDE CON VOSOTROS.
¿Tendremos alguna experiencia con la base?
ES POSIBLE PERO SERÁ A NIVEL DE RELACIÓN INTERDIMENSIONAL
NADA MÁS POR EL MOMENTO, QUE TENGÁIS MUCHA SUERTE Y NO QUERÁIS VER CON LOS OJOS FÍSICOS ANTES QUE CON LOS INTERNOS.
DURANTE LA EXPERIENCIA PODRÉIS GENERAR ENERGÍA POSITIVA PARA EL PLANETA Y PARA TODOS LOS QUE LA NECESITEN. EMITID SEIS VECES OM PARA ARMONIZAROS Y LUEGO MANTENED AL MENOS 15 MINUTOS LA RELAJACIÓN PARA QUE LA ENERGÍA DESPRENDIDA POR EL GRUPO PUEDA SER PERCIBIDA Y LAS ENERGÍAS DE TODO TIPO Y CONDICIÓN, SIEMPRE POSITIVAS DESDE LUEGO, PUEDAN SER SENTIDAS POR VOSOTROS.
Seguimos todos los consejos e indicaciones de Acael preparándonos para el gran momento. El estado de nervios y de ansiedad se manifestó durante todo el día. Nadie podía apartar de su mente el momento que íbamos a vivir, cada uno se lo imaginaba a su modo. Habíamos cuidado la alimentación y los estados de ánimo durante los días inmediatamente anteriores. Nos considerábamos preparados física y energéticamente, sin embargo, la mente trotaba como un caballo desbocado haciendo que los otros cuerpos se vieran también afectados.
Íbamos bien pertrechados con linternas y ropa de abrigo. Hacía frío, aunque nosotros éramos incapaces de sentir otra cosa que nuestro propio corazón latir a toda máquina. La noche era clara y despejada, no había ni una sola nube en el cielo y la luna aún no había salido. Los faros de los “todo terreno” iluminaban el tortuoso camino bordeado de arbustos y rocas. La marcha era dura y dificultosa, imposible de hacer con otro tipo de vehículos. Escuchábamos música en silencio, atentos a los enrevesados vericuetos de la senda. No se veía nada alrededor, salvo el reducido espacio que iluminaban los faros.
Llegamos al lugar donde debían quedarse los amigos que nos acompañaban. Nos fuimos despidiendo de ellos uno a uno, fundiéndonos en un fuerte abrazo. Nos desearon suerte y nos animaron mientras bromeaban diciéndonos que esperaban que regresáramos. Al cabo de una hora subirían hasta el final del barranco para reunirse con nosotros. Fue muy emocionante sentir su apoyo y su respeto. Algunos nos habían acompañado incluso desde Madrid para compartir la experiencia en la medida que fuera posible. Nunca olvidaremos aquel gesto.
Cogimos las linternas y las mantas y, lentamente, emprendimos la subida de los últimos cien metros. Aunque ya habíamos recorrido el lugar para conocerlo, en aquellos momentos, en que el silencio se podía oír, todo parecía distinto. Las paredes que flanqueaban el barranco parecían mucho más altas, simulaban inmensos centinelas, la vegetación más cerrada, las rocas más imponentes.
Cuando llegamos al final vimos que habíamos llegado antes de la hora. Faltaban aún quince minutos para la cita y nos tendimos sobre las mantas para ver el increíble espectáculo que ofrecía el cielo estrellado. Nos pareció que la tierra bullía bajo nosotros, que se movía, como si algo vivo palpitase bajo la capa de arena. Todos percibimos claramente esa vibración y lo achacamos a las fortísimas energías telúricas que hay en la zona. De pronto, alguien reparó en una extraña nube, muy grande, de forma ovalada, que había aparecido de pronto a la entrada del barranco. Desprendía una luz azulada y lo más curioso es que estaba iluminada por detrás, a pesar de que la luna no había salido aún.
Mientras la observábamos, bromeando sobre si había venido el ovni disfrazado de nube, nos dimos cuenta de que sobre las paredes de piedra del fondo del barranco se estaban produciendo destellos. Rápidamente se impuso el consciente asociándolo a los flashes de las cámaras de fotos que, probablemente, estaban disparando nuestros amigos que habían quedado abajo. Nos sorprendía porque nos habían prometido que iban a hacer una relajación... Después sabríamos que ellos habían pensado lo mismo de nosotros: “Míralos, nos dicen que nos relajemos mientras tienen la experiencia y ellos se ponen a hacer fotos”.
La hora se acercaba. Nunca habíamos visto tantas estrellas. El cielo limpio de Enero, y especialmente en esa zona sin contaminación, proporcionaba una visión maravillosa del firmamento. Se veían nubes de polvo de estrellas lejos, muy lejos... y enormes luceros grandes, brillantes... y pequeñísimas lucecitas que guiñaban sin cesar ocultando quien sabe que extraña complicidad. La creación, tantos infinitos lugares, tantas posibilidades sólo alcanzables en los sueños. Ver aquel pedazo de lo creado nos trajo a la memoria nuestro planeta y, casi sin darnos cuenta, empezamos a generar pensamientos de paz, de armonía y amor hacia la Tierra y hacia toda manifestación de vida que albergaba.
Los flashes de luz se seguían produciendo como ráfagas que rasgaban la negrura de la noche. Empezamos a intrigarnos ¿cómo era posible que la luz de los flashes de las cámaras se estrellase contra las paredes del barranco?. Estaban demasiado lejos y no podrían tener jamás tanta potencia como para llegar con esa fuerza, además, nuestros amigos se habían quedado bastante abajo, ¿cómo podían iluminar tan arriba las rocas?. Por otro lado, la luz era muy extraña, no era un chispazo de un flash, sino un haz concentrado como un rayo láser que, al chocar contra la pared rebotaba...
Tras uno de esos potentes haces de luz, que pudimos ver incluso con los ojos cerrados, notamos dentro de la cabeza un pitido muy fuerte, como un zumbido que comienza muy alto y se va alejando. Parecía como si se fuera a perder la consciencia, dada la frecuencia del pitido.
En ese preciso instante, sentimos como nos elevábamos muy suavemente hacia la nube azul, pero esta vez no viajábamos en energía, era nuestro cuerpo el que se movía. Fuimos ascendiendo por un haz de luz sólida uno tras otro. Nos mirábamos para asegurarnos que íbamos todos, que aquello estaba ocurriendo y también, en lo más profundo, para darnos seguridad, la seguridad que proporciona la compañía cuando nos enfrentamos a algo desconocido.
Se abrió una compuerta y aparecimos en una amplia estancia circular. Los materiales, traslúcidos, recordaban a la gelatina pero, sin embargo, eran consistentes. Todo tenía luz propia, una luz distinta a la eléctrica, más tenue, menos agresiva. No había sombras, la luz emanaba de todas partes. El espacio no tenía bordes ni aristas.
En esa primera estancia había varias personas, hombres y mujeres vestidos con monos plateados de una sola pieza, cuello alto y cinturón. Llevaban todos el pelo largo, echado por detrás de las orejas y muy pegado a la cabeza y cuello. Eran muy parecidos a nosotros, sólo sus ojos eran un poco más grandes. Nos sorprendió la gran similitud de rasgos que había entre todos ellos, tanto la complexión como las facciones eran muy parecidas. Eran altos y delgados. Manipulaban mandos sobre paneles y monitores en el más absoluto de los silencios. No nos prestaron ninguna atención, pero tampoco percibimos en ellos rechazo. Simplemente parecían personas que se ocupaban de su trabajo sin alterar en absoluto su actividad por nuestra presencia. Después supimos que eran los encargados de mantener las constantes energéticas adecuadas para que la nave no fuera detectada y además controlar la energía mental de todas las personas que estábamos viviendo la experiencia (tanto el grupo, como los amigos que nos habían acompañado), de tal manera, que las emisiones telepáticas y energéticas que cada uno recibió (para activar ciertos centros y glándulas), no fue algo general sino selectivo, en función de sus necesidades y de su momento evolutivo.
Fuimos pasando uno a uno a la sala contigua a medida que nos llamaban. Todos tuvimos la misma sensación cuando estuvimos frente a la puerta: el deseo de salir corriendo, de escapar de allí. Había algo detrás de aquella puerta que iba a resultar doloroso, un sexto sentido nos avisaba. Mentalmente, cuando llegó el momento, llamamos a Acael, preguntándole por qué teníamos que entrar. En todos los casos la respuesta fue la misma, sentimos su presencia detrás de nosotros, empujándonos suavemente, animándonos a entrar. Entonces recordamos una frase que nos decía en los comienzos: “El alcohol escuece, pero cura”.
Era una sala un poco más pequeña que la otra. Había varios hombres que vestían hábitos blancos con capuchas. Apenas podíamos verles la cara, pero todos coincidimos en la sensación de que ellos no eran extraterrestres, que eran de aquí, como nosotros. Sentimos, o mejor presentimos, su vibración muy próxima. Uno de ellos se levantó y se acercó a nosotros. Todo estaba tan silencioso que pudimos oír hasta el roce de los pliegues de su hábito. Era un anciano de ojos claros, azules, brillantes y serenos que se movía con suavidad. Tenía barba blanca. Tocó el centro de nuestra frente y, en ese preciso momento, comenzó un alucinante viaje hacia nuestro pasado, hacia nuestra historia reciente.
Inmediatamente el consciente buscó una similitud a esa situación y la encontramos en la revisión que se hace cuando uno muere. Un estremecimiento de miedo nos sacudió durante un instante, ¿estaríamos muriéndonos?, ¿podríamos regresar?, la duda se mantuvo durante unos segundos y después desapareció tan veloz como había irrumpido, sin mediar ningún razonamiento. Pudimos ver en ese viaje hacia atrás los momentos más sobresalientes de nuestra vida. A toda velocidad fuimos testigos de lo que habíamos hecho y de lo que habíamos dejado de hacer en cada momento. Sentimos muy dentro el dolor, la decepción, el rechazo que produjimos con nuestros actos, aunque también sentimos el amor y los buenos sentimientos que habíamos inspirado a otros.
El darnos cuenta de lo irreversible de las cosas que habían sucedido, la imposibilidad material de cambiar algunas decisiones del pasado, nos hizo sumergirnos en una sensación de tristeza, de rabia reprimida, de impotencia y arrepentimiento en muchos casos. Por primera vez, éramos conscientes de las consecuencias que producen nuestros actos.
La sensación final era de fracaso, de no haber sido capaces de superar lo que nos habíamos propuesto. Al ver juntas la imagen de la foto que nos forjamos antes de nacer, junto a la foto actual, la que realmente plasmaba nuestra imagen, nuestro presente, nuestra realidad, fue como si un golpe seco, de algo que se resquebraja, resonara dentro de nuestro cerebro de una forma que jamás podríamos olvidar.
Ellos, en tan sólo unos minutos, nos hicieron enfrentarnos con nuestras propias contradicciones, con lo más oculto de nosotros mismos y esa es una experiencia, tan dolorosa, que deja una profunda huella, marcando un antes y un después de ese momento.
Nos pusieron delante de cada uno la primera imagen, la de pacto previo al nacimiento y como habíamos ido dando pasos, pasitos y tropezones hasta más o menos ponernos de pie. Fue duro, muy duro ser conscientes de lo que nos habíamos propuesto y del punto al que habíamos llegado.
Una voz proveniente de cuantos allí estaban resonó en nuestro interior:
Te ha traído aquí tu inconsciencia, pues sólo el inconsciente busca la consciencia. Tu vida no ha sido más que un cúmulo de experiencias, de las cuales sólo has aprovechado una pequeña parte.
El hecho de formar parte de un grupo de trabajo no es garantía de fortuna, sinceridad o evolución, sino garantía de que la consciencia se abrirá paso, tarde o temprano, en tu mente.
Estás aquí y te lo agradecemos, porque haces honor a los que un día prometiste.
Te esperan duras pruebas personales que incidirán directamente en aquellos aspectos de tu personalidad menos desarrollados o menos conscientes y que, por tanto, causan más daño a los demás. Y eso es así, porque sólo sufriendo en propia carne lo que se ha hecho sufrir a los demás, es como se puede asumir la frase “no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”.
Sabemos que será duro, sabemos que te sentirás solo, pero también sabemos que no lo estás y que nuestros Hermanos Mayores velan por vosotros lo mismo que por nosotros.
Cuando salgáis de aquí llevaréis impreso el sello de la consciencia que, como os he dicho, será difícilmente asumible en los próximos meses, pero gracias al cual podréis poneros en pie y mirar al frente.
Comenzad a trabajar que os apoyaremos desde aquí, pero no reneguéis de vuestra suerte, porque el dolor de las experiencias vividas sólo es comparable a la felicidad que da la seguridad de criterios.
Pensad que la vida nos pone a prueba constantemente y que de nada sirve buscar apoyo fuera, si ese apoyo no tiene donde afianzarse por encontrar una mente difusa y egoísta.
Sed un poco mejor cada día y no pretendáis que los demás os den la felicidad, pues eso es algo que se genera gracias a la seguridad.
El dinero, el afecto, la muerte, la soledad, el fracaso o la incomprensión son elementos que conviven con vosotros, así como la alegría, la fortuna, la confianza y el amor, sólo depende del testigo que pongáis en vuestra mente para que sintonice con cualquiera de ellos.
Id en paz y no olvidéis que el camino puede ser más claro o más oscuro dependiendo de la luz que emitáis.
Una vez terminado su mensaje fuimos más atrás aún en el tiempo. Nos visualizamos en energía, flotando en el espacio rodeados de otros muchos seres que habían acudido en respuesta a una llamada. En síntesis, era la invitación a participar de una forma activa en el tránsito de la humanidad de la Tierra a la Nueva Generación. Muchos miles de espíritus aceptaron la invitación y se comprometieron a poner su granito de arena en esa tarea.
Durante su encarnación tratarían de implicarse en aquellos proyectos, ideas o movimientos encaminados a aumentar su consciencia, para que el cambio de etapa se pudiera hacer en la medida de lo posible por comprensión en vez de por dolor.
Cuando recobramos la consciencia los hombres de hábitos blancos habían desaparecido; estábamos en la misma sala pero solos. Nos sentíamos aturdidos y con la sensación de llorar por dentro. Alguien acertó a balbucear: No les hemos gustado, no les hemos gustado nada.
Al mirarnos, descubrimos en los demás el mismo sentimiento de angustia que nos atenazaba la garganta. De forma irreal, como si hubiera sido un sueño, recordábamos algunas imágenes inconexas que no sabíamos dónde encajar. Sin embargo, si que había quedado impreso, en cada uno de nosotros, una profunda tristeza. Aquella especie de tribunal, de jueces, nos había dejado muy conturbados. No hacían falta las palabras, cuando se cruzaban nuestras miradas comprendíamos que estábamos atravesando el mismo proceso.
A los pocos minutos apareció Acael. Reconocimos también a Fedam, Ebaren y otros Maestros. Verles fue como un bálsamo tranquilizador. La energía que emitían era muy diferente y, rápidamente, nos fue envolviendo, aquietando nuestra psique. Nos dejamos llevar por su aureola de caridad y comprensión. Cerramos los ojos y sentimos nuevamente la recarga de energía que se producía a través del plexo solar y también notamos como un potente chorro de energía psíquica penetraba por la parte superior de nuestras cabezas. Íbamos a necesitar esa energía para elaborar los procesos mentales que nos permitieran asimilar aquella experiencia de regresión.
Lentamente fuimos descendiendo de la misma forma que habíamos subido. Sentimos como nuestro cuerpo volvía a caer blandamente sobre las mantas y nos quedamos tumbados en el suelo mirando fijamente al cielo, esperando no sabíamos muy bien que. Éramos incapaces de movernos. No les hemos gustado… y unas lágrimas que brotaban mansamente aliviaron la congoja que embargaba nuestro pecho.
Poco después llegaron los amigos que se habían quedado abajo. Hicimos una relajación y meditación conjunta que nos sirvió para recuperar parcialmente nuestro ánimo. Se sorprendieron al vernos tan extrañamente callados y tristes, pero respetaron nuestro momento.
Regresamos al hotel. Estábamos agotados y sólo deseábamos dormir, cerrar los ojos y esperar que el sueño trajese nuevas respuestas que nos hicieran entender lo que habíamos vivido.
Durante varias semanas después tendríamos que someternos a sesiones de regresión que nos permitirían ir entendiendo un poco más lo que nos había pasado.
28/01/92. ALLÍ ESTUVIMOS EN DOS NAVES VARIOS HERMANOS. NOS SITUAMOS EN UN ÁNGULO DE 45º FRENTE A LA PUERTA DE LA MINA Y A UNA ALTURA DE 3.800 METROS. LA DISTANCIA DESDE LA BOCA DE LA MINA ERA DE 6.800 METROS, ES DECIR, MÁS O MENOS SOBRE LA VERTICAL DE CHACONA.
LAS MANIFESTACIONES ACÚSTICAS Y VISUALES DEL TIPO ENERGÉTICO CORRESPONDEN A LA APERTURA INTERMITENTE DE LAS PUERTAS INTERDIMENSIONALES, DE TAL MODO QUE DOS DIMENSIONES DISTINTAS CONVIVEN EN EL MISMO LUGAR SIN INTERFERENCIAS MÚTUAS, SE PUEDEN PERCIBIR AMBAS, AUNQUE DE FORMA MUY SIMILAR, CON LA DIFERENCIA DE QUE ELLOS SI SABEN DE QUE VA Y VOSOTROS NO.
31/01/92. VIVÍSTEIS UNA EXPERIENCIA DENTRO DE NUESTRA NAVE Y OCURRIÓ APROXIMADAMENTE A LOS CINCO MINUTOS DE HABEROS TENDIDO A VER LAS ESTRELLAS, ENTRE DOS DESTELLOS DE LUZ.
¿por qué estamos tan tristes?
SE LLAMA A ESO MODIFICACIÓN DE ESQUEMAS MENTALES, IGUAL QUE UNO TIENE MORRIÑA AL COLEGIO QUE DEJA PARA IR AL INSTITUTO.
SE OS DIO UN MENSAJE GRUPAL Y ADEMÁS SE OS INFORMÓ DE LOS PLANES DE LA CONFEDERACIÓN PARA CONSEGUIR QUE LA TIERRA SE INTEGRE EN LA ORGANIZACIÓN Y EL PAPEL QUE VOSOTROS, Y OTROS COMO VOSOTROS, PODRÍAIS DESEMPEÑAR.
A medida que iba pasando el tiempo apenas lográbamos contrarrestar la tristeza que se nos había instalado dentro, el día veinticinco de Enero de mil novecientos noventa y dos. Acael iba dándonos algunas pinceladas, pero no quería confirmar las vivencias hasta que no hubiéramos terminado con los ejercicios de regresión. En aquellos días comprendimos que no hay cosa que produzca más dolor que la inconsciencia, el no saber por qué sume al hombre en la más profunda inseguridad y, como consecuencia de esa inseguridad, se llega a la infelicidad.
22/02/92. SE TRATÓ DE UNA LIMPIEZA DE ESQUEMAS MENTALES RESIDUALES QUE, EN BUENA LÓGICA, TIENEN QUE CAMBIAR PARA AFRONTAR RETOS DE LA NUEVA ERA.
En el mes de Marzo ya habíamos terminado la batería de regresiones. Habíamos logrado extraer cuantos recuerdos había almacenados en las partes más profundas de nuestra mente, y fue entonces cuando Acael confirmó por fin nuestra experiencia.
06/03/92. INDEPENDIENTEMENTE DE LA PARTE FÍSICA, QUE ES CURIOSAMENTE LA QUE MENOS SE RECUERDA, LO QUE ALLÍ OCURRIÓ FUE LO SIGUIENTE:
LA EXPERIENCIA TUVO LUGAR ENTRE DOS FLASHES DE LUZ, ERA UNA LUZ ESPECIAL, CUYO ESPECTRO VISIBLE ERA CORTO Y EL INVISIBLE ESTABA CARGADO DE ENERGÍAS PSÍQUICAS QUE OS HIZO PERDER LA CONSCIENCIA DURANTE 15 MINUTOS APROXIMADAMENTE, ¿POR QUÉ? PUES PORQUE SI NO HUBIERA HABIDO MIEDOS, TENSIONES, ETC.
UNA VEZ EN LA NAVE FUISTEIS RECIBIDOS INDIVIDUALMENTE POR HOMBRES 4.3 DE LA TIERRA QUE QUERÍAN CONOCEROS Y ANALIZAR COMO HABÍAIS SUPERADO LAS DIFICULTADES DEL PROGRAMA HASTA ESE MOMENTO.
OS SOMETIERON A UN PROCESO DE REGRESIÓN HIPNÓTICA BAJO NUESTRA SUPERVISIÓN PARA CONOCER ANTECEDENTES Y CAUSAS DE CONFLICTOS QUE NO ESTUVIERAN AÚN RESUELTOS, OS VIERON MUY BIEN A PESAR DE LO QUE PENSÁIS, PERO ES QUE SON MUY TERRESTRES Y A VECES DAN LA IMPRESIÓN DE SEVEROS, ES DECIR, QUE APROBÁSTEIS EL EXAMEN Y OS IRÁN DANDO PAUTAS A TRAVÉS DE NOSOTROS.
VUESTRA “DEPRESIÓN” FUE LA LÓGICA DE QUIEN ES CONSCIENTE A TODOS LOS NIVELES DE QUE AÚN LE QUEDAN COSAS POR DESARROLLAR, POR ESO HICÍSTEIS UNA REGRESIÓN MENTAL AL PASADO, BUSCANDO CLAVES DE CONEXIÓN CON EL PROGRAMA, ES DECIR, HITOS PERSONALES DONDE SE PATENTIZABA EL RECHAZO A LO QUE IBA EN CONTRA DEL PROGRAMA.
LUEGO VISTEIS LOS PACTOS ANTERIORES AL NACIMIENTO EN RELACIÓN CON LA NUEVA ERA Y POR ÚLTIMO OS REUNÍSTEIS PARA RECIBIR NUESTRA ENERGÍA.
ENTRE UN FLASH DE DESCONEXIÓN Y OTRO DE CONEXIÓN (DEL CONSCIENTE) VOSOTROS SOLO TENÉIS CONSCIENCIA DE UN PARPADEO. LA EXPERIENCIA FUE FÍSICA, PERO ESTÁ ARCHIVADA EN LUGARES PROFUNDOS DE LA MENTE PARA SEGURIDAD MENTAL, PORQUE A PESAR DE QUE AHORA PENSÉIS QUE NO HUBIERA HABIDO PROBLEMAS, LA REALIDAD ES QUE LOS PODÍAIS HABER TENIDO Y GRAVES.
¿POR QUÉ ENTONCES FÍSICAMENTE? PUES PORQUE LOS HOMBRES 4.3 NO ESTARÍAN EN ASTRAL Y QUERÍAN CONOCEROS.
ESTÁN ESTABLECIDOS EN LA BASE SUBMARINA Y EVENTUALMENTE SALEN AL EXTERIOR POR ZONAS COMUNICADAS CON LA BASE, TANTOA EN TENERIFE COMO LA PALMA Y LA GOMERA.
Poco a poco fue desapareciendo la tristeza, las piezas estaban encajando y decidimos tomar el pasado como referencia para vivir el presente y poder planificar mejor el futuro, tal y como habíamos aprendido durante años de comunicación con nuestros hermanos del espacio.
13/03/92. LA CONFEDERACIÓN TIENE EL PROPÓSITO DE INTEGRAR AL PLANETA TIERRA EN SU SENO, PARA ELLO HA TENIDO EN CUENTA EL PROMEDIO DE GENTE QUE DESEA UN CAMBIO EN LAS ESTRUCTURAS SOCIALES DEL PLANETA.
LOS ARTÍFICES DE ESE CAMBIO HAN SIDO LOS DIFERENTES MOVIMIENTOS TANTO PACIFISTAS COMO ECOLOGISTAS, FILOSÓFICOS E INCLUSO POLÍTICOS A PARTIR DE LOS AÑOS 60, QUE EMPEZARON A DEJARSE NOTAR.
TAMBIÉN ES IMPORTANTE EL HECHO DE QUE, CADA DÍA MÁS, LA GENTE ADMITA Y VEA NATURAL LA EXISTENCIA DE MUNDOS HABITADOS.
EL PLAN DE INTEGRACIÓN COMENZARÍA A PARTIR DE LA ENTRADA EN EL TERCER MILENIO.
LOS PLANES PREVEEN QUE HACE FALTA REVITALIZAR Y POTENCIAR LA IDEA PLANETARIA, SIN FRONTERAS, Y PASAR DE MINIGRUPOS A UN GRUPO O FARO GRUPAL PARA LAS NUEVAS CORRIENTES FILOSÓFICAS Y POR ENDE SOCIALES Y DESPUÉS, COMO CONSECUENCIA, POLÍTICAS. SE HA PENSADO EN EL PUNTO EMERGENTE DE DIFUSIÓN QUE ESTÁ UBICADO EN CANARIAS.
A partir de ese momento, nuestra vinculación afectiva con Canarias y sus gentes se ha ido incrementado. Hemos hecho viajes a menudo allí, viajes que para nosotros han representado una recarga de baterías para seguir trabajando. Hemos experimentado por nosotros mismos las energías tan potentes que se movilizan en aquel lugar y la fertilidad innata que existe para que fructifiquen proyectos de Nueva Era.
Apenas habíamos terminado de colocar las piezas que la experiencia de Tenerife nos había causado a nivel personal cuando, de pronto, nos vimos sorprendidos nuevamente por una inesperada noticia:
12/05/92. EL PRÓXIMO DÍA 21 DE JUNIO DESEAMOS TENER UN ENCUENTRO CON VOSOTROS. SERÁ EN LA PALMA, YA OS DIREMOS EL LUGAR.
En los meses siguientes se fue completando la información. Ante la posibilidad de un nuevo encuentro no nos cabía ninguna duda, hicimos los arreglos oportunos y nos marchamos unos días a Tenerife, aprovechando para participar en algunas conferencias y programas de radio.
Finalmente, el día fijado para la cita, el 21 de Junio, nos trasladamos en avión a La Palma. Después de la última experiencia, no dejaba de inquietarnos esta nueva cita. Aún recordábamos los casi tres meses que habíamos pasado en medio de una vorágine de sentimientos y pensamientos totalmente descolocados. Sin embargo, entendimos, una vez más, que habían sido dolores propios del crecimiento y, por lo tanto, necesarios.
A las diez de la noche abandonamos el hotel y nos dirigimos hacia el lugar señalado. Se trata de una extensa llanura de arena negra de lava en la que se levantan numerosos pinos. Durante el día resulta un lugar insólito por el contrate que representa el increíble color azul que tiene el cielo en esa isla, el verde intenso de los pinos y el negro mate de la arena. Por la noche la quietud y la calma son aún mayores, es uno de los lugares más solitarios que conocemos. No se oyen pájaros, ni insectos, ni hay ningún signo aparente de vida.
Nos acompañaban tres amigos de los Llanos que se habían brindado a llevarnos hasta aquel lugar. Respetuosamente se quedaron en el coche mientras nosotros nos alejábamos hacia el centro de la explanada. La negrura que nos envolvía era tan total que llegó un momento en que no sabíamos donde estábamos. Resultaba difícil orientarse, lo único que podíamos utilizar como referencia era el perfil de las montañas que quedaban a nuestra espalda, lo demás era todo negro. No llevábamos linterna y no podíamos ver dónde pisábamos aunque sentíamos los pies hundirse en la arena. El silencio era total, solo el ruido de nuestros pasos rompía la calma.
Cuando consideramos que nos habíamos alejando un centenar de metros, nos paramos. No se veía absolutamente nada alrededor, daba la impresión de que estábamos en e vacío. Casi no podíamos ver las facciones de los demás. Miramos al cielo respirando con fruición llenando nuestros pulmones del aire perfumado de la noche. Ya estábamos allí de nuevo, dispuestos a vivir una nueva experiencia insólita, increíble, que no podríamos contar a nadie porque nadie nos creería.
Nos colocamos como nos habían explicado y empezamos a hacer los ejercicios que nos habían dicho.
De pronto vimos como una enorme nube de energía, de forma lenticular, se situaba al N.O., por encima de una de las cumbres que quedaban a nuestra espalda, iluminando con una luz blanca azulada el entorno y que lentamente se fue desplazando hacia el S.O. Desde allí empezó a lanzar los flanes de luz que ya conocíamos. Algún tipo de energía especial debieron enviarnos porque estábamos extrañamente tranquilos, cosa bastante sorprendente en nosotros. Alguien verbalizó lo que todos estábamos pensando: ya están aquí.
Siguiendo las indicaciones de Acael formamos un círculo, emitimos cinco veces OM y después permanecimos con los ojos cerrados durante unos minutos en absoluto silencio.
Un ruido a nuestra espalda nos hizo volver la cabeza. Pudimos ver como la negrura de la noche se abría y aparecía, ante nuestros ojos atónitos, un túnel de algo más de tres metros de diámetro, como si se hubiese abierto una puerta en el aire.
Sin ningún temor entramos en él, aunque íbamos cogidos de la mano. Las paredes eran oscuras y parecían de plástico, nos recordaba a los tubos por donde se meten los cables para protegerlos de la humedad. Apenas habíamos dado unos pasos en el interior, cuando pudimos ver un agujero en el suelo bastante iluminado, nos asomamos pero no se veía el fondo. Sentimos que nos decían que nos colocásemos uno a uno sobre el agujero.
Continuará…
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