MIRANDO HACIA EL FUTURO
El fin del milenio fue un tiempo de cambios para Karen y para mí. Nos fuimos de la casa en la que llevábamos 10 años viviendo y nos trasladamos a un apartamento en la ciudad que nos ofrecía todo un mundo de comodidades en lugar de los retos de la vida campestre a la que estábamos acostumbrados. Muchas veces habíamos pensado en trasladarnos, pero seguíamos donde estábamos por uno de nuestros mejores amigos, nuestro perro Nupey. Y después de darnos amor incondicional durante 15 años, Nupey hizo su transición a la otra vida de sueños perrunos.
Los zoroastrianos consideran que los perros son espiritualmente iguales a los humanos, y no hay nada en mis observaciones que me haga estar en desacuerdo con ellos. Los budistas creen que la mente es la mente, y que en realidad no importa lo que el contenedor parezca ser. Una vez más, no veía razones para el desacuerdo. Sabíamos que echaríamos de menos a Nupey, pero que algún día estaría con nosotros en el Cielo, que era nuestra realidad.
Aquel otoño también habíamos hecho una visita muy deseada a Hawai, y consideramos nuestro traslado al apartamento como parte de un plan más amplio de mudarnos más adelante a Oahu o Maui. Entre tanto, yo tenía mucho en qué pensar mientras el mundo se preparaba para un importante rito de tránsito.
A lo largo de la década anterior, había oído constantes predicciones de cosas terribles que ocurrirían durante el cambio de siglo. Los escritores y conferenciantes de la Nueva Era no dejaban de predecir grandes cambios climáticos causados, entre otras cosas, por un cambio en los polos magnéticos de la Tierra que produciría grandes inundaciones, terremotos, mucho frío en lugares donde ahora hace calor y calor veraniego en sitios donde ahora reinan condiciones invernales. Terribles terremotos reformarían el mundo y sólo los espiritualmente avanzados serían guiados a lugar seguro. Estos pronósticos no parecían muy diferentes de las advertencias sobre el final de los tiempos hechas por los entusiastas del Apocalipsis. No obstante, este libro puede ser interpretado—y lo ha sido—de cualquier modo que el lector quiera verlo.
Era muy posible que la mayoría de estas interpretaciones tuvieran muy poco que ver con lo que el fervoroso escritor del libro tuviera en mente. Por ejemplo, en lugar de predecir la llegada de un anticristo, que de algún modo estaría conectada con el número 666, es muy posible que este número fuera una referencia al emperador Nerón, y no tuviera la finalidad de describir a nadie más que ese particular y muy odiado enemigo de la cristiandad. También era muy posible que el escritor del Apocalipsis, como muchos otros cristianos de su tiempo, creyera que el retorno de J en cuerpo físico se iba a producir en unos pocos años, con lo que se equivocó en como mínimo dos milenios.
No obstante, la naturaleza humana dicta que si un ministro de nuestros días desea tener éxito, una de las mejores técnicas es llamar a detenerlo todo y advertir vigorosamente a sus seguidores de que la terrible ira de Dios está a punto de manifestarse como <el final del mundo>. Esto es algo que ha funcionado con la gente que siente culpabilidad inconsciente durante 2000 años, y aún sigue funcionando en nuestros días no sólo con los cristianos, las mismas personas que los cristianos conservadores consideran herramientas del diablo.
A lo largo de la historia del mundo, siempre ha habido cambios en la Tierra y siempre los habrá, pero no a una hora establecida artificialmente por la gente. La hora de todos los acontecimientos quedó establecida en la mente inconsciente que la gente ha olvidado. Arten y Pursah tenían razón; al ego le encantan los despertares bruscos, y las tragedias terribles suelen ocurrir cuando la gente no las espera, no cuando están previstas. Las primeras décadas del nuevo milenio probablemente traerán consigo su cuota de tiempos maravillosamente buenos y horriblemente malos, pero no el final de los tiempos. El ego tiene un gran juego en marcha. ¿Por qué no dejar que siga adelante un poco más?
Arten y Pursah me dijeron al principio que no revelarían gran cosa del futuro. No obstante, yo era un especulador, y pensé que podría ser divertido tratar de conseguir alguna información de ellos respecto a lo que ocurriría en el nuevo milenio. Sabía que habían estado observándome, y que no estaba decepcionándolos con mi manera de realizar el trabajo de perdón. Aunque inicialmente desaprobaba buena parte de lo que veía en el mundo, seguía acordándome de perdonar a mis hermanos y hermanas. Después de todo, cuando perdonaba en lugar de mantener a los demás prisioneros de la culpa, ¿quién era el que estaba siendo perdonado en realidad? En nuestras conversaciones yo mismo había citado unas líneas del Curso que preguntaban:
¿Podrías tú a quien Dios exhorta: ¡Libera a mi hijo! caer en la tentación de no escuchar, una vez que te has dado cuenta de que es tu propia liberación la que Él pide?
Acababa de desempacar algunas cajas en nuestro nuevo apartamento cuando Arten y Pursah aparecieron de repente en el mismo sofá donde habían proyectado sus imágenes tantas otras veces.
Arten: Hola, hermano, como dicen en tus islas favoritas. ¿Te gustaron tus vacaciones en Hawai?
Gary: Fueron geniales, colega, gracias. Me encanta ese lugar. La gente es tan tranquila.....Suelen decir cosas como: <No es gran cosa, hermano> y las dicen en serio. ¿Qué podría ser mejor que eso? ¡Ha sido un viaje genial!
Pursah: Un viaje sin culpabilidad. Sí, nos alegra mucho que lo hayas pasado bien. Este piso que tenéis ahora también es muy agradable. Podrías acostumbrarte a vivir en un edificio de apartamentos.
Gary: Seguro que sí. Ya no tendré que cortar la hierba.
Pursah: ¿Fuisteis a dos grupos de estudio mientras estabas en Hawai?
Gary: Sí, lo hicimos. Es divertido comprobar lo diferente que lo ven todo los isleños. El primer grupo, en Oahu, comprendía la naturaleza no dualista del Curso, pero el grupo de Maui no la entendía. Podía notar claramente la diferencia cuando hablaban. Pero no dije nada.
Pursah: Bien por ti. Recuerda siempre que has de dejar que los demás tengan sus creencias. No es necesario conseguir que otra gente esté de acuerdo con lo que tú piensas, y tampoco es necesario que la gente, tanto si son estudiantes del Curso como si no, estén de acuerdo con las cosas que contarás en tu libro. Simplemente pon la verdad ahí fuera y deja que el Espíritu Santo haga el resto. Todo el mundo aprende y acepta exactamente lo que tienen que comprender, y exactamente cuando toca. Eso no lo podrías cambiar aunque quisieras, y no deberías quererlo. ¡Sólo es un sueño! Sí, di lo que piensas, pero no digas a los demás que se equivocan. No estés en desacuerdo don ellos; simplemente di la verdad tal como la conoces de una manera agradable. Y después retírate; nunca te confrontes. ¿Me oyes hermano?
Gary: Alto y claro. Entonces, dime, ¿habrá paz en el nuevo milenio?
Arten: Bueno, no. Para empezar, la paz no será posible hasta que la gente deje de identificarse con sus naciones particulares y empiecen a ver a todos sus hermanos y hermanas—y por tanto a sí mismos—como espíritu. Cuando eres ilimitado no tienes ninguna frontera que defender ni nada por lo que matar. Eso no implica que no puedas cantar himnos patrióticos en el parque; significa que, mientras pareces vivir tu vida normal, tú sabes en tu corazón a donde realmente perteneces, y que el camino al hogar no es el de defender unas ilusiones con otras ilusiones, sino el de perdonarlas.
Gary: Excelente. Dímelo directamente, ¿Vamos a entrar en el Apocalipsis en este cambio de siglo? Yo no lo creo, pero dímelo de todos modos.
Arten: La idea del Apocalipsis es más antigua que las montañas. En realidad es prejudía. Se remonta a Persia y a Zoroastro. Evidentemente, nosotros tuvimos nuestra propia versión con Daniel y los cristianos tiene la del Libro de las Revelaciones. La gente de la Nueva Era tiene sus <cambios terráqueos>. Todo ello viene del mismo miedo. ¿Sabes qué es lo mejor del Libro del Apocalipsis? Que, en última instancia, el mal no es vencido por la fuerza, sino por el amor. De ahí el símbolo del cordero. El Amor es más fuerte que el miedo, y eso es lo que indica la Biblia cuando dice que el bien siempre vencerá al mal.
Deja que te dé un breve ejemplo del amor superando al miedo y del Espíritu Santo operando en una situación de la que probablemente no tenías noticia, pero que estuvo a punto de matarte a ti y a todos tus conocidos.
En 1983, los soviéticos creyeron que Ronald Reagan se estaba preparando para atacarlos. Estados Unidos estaba llevando a cabo el mayor rearme conocido en tiempos de paz, y entonces pasó algo que nadie había previsto. El 25 de septiembre un fallo informático en Rusia hizo que sus ordenadores interpretaran que la luz del sol reflejado sobre las nubes eran misiles americanos que los estaban atacando. Los soviéticos estuvieron a 5 minutos de ordenar un ataque generalizado. Si lo hubieran ordenado, cien millones de perdonas habrían muerto inmediatamente de cada lado. Todas las grandes ciudades de Estados Unidos y de la Unión Soviética habrían sido destruidas completamente, y el mundo sería un infierno para los supervivientes, que envidiarían a los muertos.
Gary: Mierda, hombre. ¿Y qué los detuvo?
Arten: Un único hombre. Esto es un ejemplo de alguien que escucha el Espíritu Santo, aun sin saber que lo está haciendo. Su nombre era coronel Petrov, y valientemente fue en contra del protocolo establecido, insistió en que los ordenadores se equivocaban y abortó el ataque. Por sus nobles esfuerzos, finalmente sus superiores, que habrían ido adelante con el ataque en lugar de correr el riesgo de equivocarse, le obligaron a abandonar el ejército. El coronel Petrov escuchó al amor más que al miedo. Tú y tus seres queridos habéis podido vivir estas dos últimas décadas gracias a él.
Gary: ¡Vaya! El militarismo y el nacionalismo están haciendo del mundo un lugar mejor, ¿no es así?
Arten: Evidentemente. Ese coronel hizo una de las cosas más amorosas de la historia. Salvó a la mayor parte de la raza humana, y nadie sabe quién es.
Gary: Ya te llamaré cuando la vida sea justa.
Arten: Sólo la vida en el Cielo es justa, porque es perfecta. Eso es lo que se merece el Hijo de Dios. Aquí, en la Tierra, te diremos lo que puedes esperar en general este próximo siglo. Puedes esperar que todo sea más grande, vaya más rápido y dé más miedo. El siglo xx ha sido ridículo por su violencia, por su aparente aceleración del progreso científico y tecnológico y por sus terroríficos titulares. Este siglo puedes esperar más de lo mismo; sólo que ser más grande, más rápido y más pavoroso. Eso es lo que le gusta al ego.
No tendrás cambios terráqueos, pero tendrás un clima más violento y temperaturas más extremas, tanto en frío como en calor. La gente cree que se está produciendo un calentamiento global debido a la polución que se vierte a la atmósfera, y eso es cierto, pero también hará más frío. El jugar con la atmósfera está causando ambas cosas. Esto producirá estudios científicos contradictorios que confundirán a la gente y darán a las corporaciones una excusa suficiente para seguir haciendo lo que hacen. Después de todo, si la ciencia no extrae conclusiones definitivas, ¿por qué hacer algo a lo que no están obligados?
¿Qué más da que cada vez más niños sufran asma y que la lluvia ácida esté matando todos los lagos?
Estas mismas corporaciones, a través de la letra pequeña de los acuerdos comerciales, tratarán de reemplazar las leyes nacionales por las decisiones de consejos internacionales. Eso las pondrá en una posición en la que no tendrán que cumplir las leyes de muchos países, y no se verán obligados a pagar el costo de las demandas judiciales que pierdan ante los ciudadanos, lo que efectivamente las situará por encima de la ley.
En el siglo xx, en tu país, el dinero ha llegado a ser más importante que la gente. En el siglo xxi el dinero se hará más importante que las leyes aprobadas por vuestros representantes electos, que deben dinero por sus campañas, y por tanto deben su propia elección, a esas mismas corporaciones. Así, los grandes medios económicos se pondrán a sí mismos en una posición de autoridad total. El proceso de la democracia legislativa, que ya es un fiasco, se convertirá cada vez en una especie de combate de lucha libre donde todo es espectáculo y el resultado ya está decidido.
Gary: Pero, ¿no habrá cambios en la Tierra?
Pursah: Claro, habrá terremotos, tsunamis y huracanes que matarán a miles de personas y atemorizarán a todos. Pero, si te paras a pensar en ello, ¿no ha habido siempre terremotos, tsunamis y huracanes que han matado a cientos de personas y han aterrorizado a la gente?
En la década de los 60 hubo un terremoto en China que mató a medio millón de personas. Si eso ocurriera hoy en California, todo el mundo pensaría que era el fin del mundo. Pero no sería el fin del mundo. Desgraciadamente, sólo sería la continuación de los cataclismos que han ocurrido en las zonas propensas a los terremotos, sólo que a mayor escala y más mortíferos. Para poder tener una buena economía necesitáis ciudades al lado del mar con buenos puertos, y, por supuesto, muchas de ellas están en la costa del Pacífico. Incluso una ciudad como Saint Louis, al lado del río Mississippi, está en medio de una falla. La mayor parte de la gente no se da cuenta de que la ciudad de Nueva York también está construida sobre una falla tectónica. Es un escenario ideal para el tétrico guión del ego.
Arten: En lo tocante al clima, uno de los mayores problemas de este próximo siglo será la alternancia de inundaciones y sequías. Dentro de 30 años, los coches propulsados por hidrógeno y diversos híbridos empezarán a dominar, primero en Europa y después en América...pero sólo después de que las grandes compañías hayan extraído todo el dinero posible de los automóviles propulsados por los combustibles convencionales. Seguirá habiendo muchas compañías petrolíferas para crear otros productos, pero las células impulsadas por hidrógeno son la energía del futuro.
En cuanto a otras formas de viajar, ahora mismo se tarda 5 horas en ir de Nueva York a Los Ángeles; más adelante, en este mismo siglo, tendrás compañías que cubrirán el trayecto en 30 minutos.
Habrá cosas buenas y malas, como siempre debe haberlas en un mundo dual.
El mundo seguirá estando dividido entre los que tienen y los que no tienen. En cuanto a buenas nuevas, te indicaré que con la caída del comunismo el mundo está preparado para vivir la mayor expansión economía de la historia humana, y el índice Dow Jones estará en el nivel de los 100.000 puntos dentro de 50 años.
Gary: Hasta aquí hemos llegado con el fin del mundo.
Arten: Sí. Ahora déjame que te pregunte algo. En uno de tus viajes a Nueva York subiste al edificio del Empire State, ¿no es así?
Gary: ¡Sí! Eso estuvo genial.
Arten: ¿Por qué subiste allí?
Gary: Bueno, creo que significaba mucho para mí. Sabes....todas las películas y el hecho de que fuera el edificio más alto del mundo durante tanto tiempo.
Arten: Sí. ¿Y por qué dieron algunos pisos más al World Trade Center?
Gary: Para que fuera más alto.
Arten: Exactamente, pero tú subiste el Empire State porque significaba más para ti.
Gary: Sí, ¿y qué?
Arten: Un edificio significa más para ti, pero el otro significa más para otros. No todo el mundo tiene los mismos ídolos, pero todos tienen una cosa en común. ¿Qué es lo que los ídolos parecen dar a la gente, tomen la forma que tomen? Como explica el Curso:
...Tiene que ser más. No importa realmente de qué se trate: más belleza, más inteligencia, más riqueza o incluso más aflicción o dolor. Pero para eso es un ídolo, para darte más de algo. Y cuando uno falla, otro viene a ocupar su lugar, y tú esperas que te pueda conseguir más de otra cosa. No te dejes engañar por las formas en que esa <otra cosa> se manifiesta. Un ídolo es un medio para obtener más de algo. Y eso es lo que va en contra de la Voluntad de Dios.
Dios no tiene muchos hijos, sino sólo uno. ¿A cuál de ellos se le puede dar más y a cuál menos?
Gary: Sé que es verdad, pero eso no suele impedirme querer más. Es decir, hasta que me doy cuenta y perdono. Sabes, eso fue lo que hice cuando llegué a lo alto de la Cabeza de Diamante. Tiene una vista incomparable, que ofrecí a Dios. Me di cuenta de que estaba tratando de ocupar Su lugar estando en lo más alto, de modo que, en lugar de persistir en esa actitud, me uní a Él. Creo que hay variantes del perdón, dependiendo de la situación. Lo importante es perdonar, independientemente de cuál sea la forma adecuada. No estoy diciendo que la gente no tenga que ir a la cima de las montañas y pasárselo bien; sólo digo que antes o después llega el momento de perdonar.
Arten: Eso es todo lo que tienes que hacer, hermano mío. Te aseguro que el siglo xxl no te dejará sin oportunidades de hacerlo. Por ejemplo, esos terroristas de los que hemos hablado. ¿Qué les daría más?
Gary: Bien, imagino que tendrían que hacer algo más grande: algo que haga alucinar a la gente y que nunca se haya hecho antes. Supongo que tendrían que seguir superándose a sí mismos y superando a los demás.
Arten: Exactamente. Y después de eso tendría que ser algo aún mayor, por más tiempo que llevara. En el siglo xxi, en Occidente, la mayor amenaza contra la seguridad será el terrorismo nuclear y biológico. Los bombardeos convencionales continuarán, pero la necesidad de hacerlos más grandes quedará trágicamente patente.
Gary: ¿Conseguirán los terroristas hacer estallar una bomba nuclear en una gran ciudad el próximo siglo?
Arten: No es por darte miedo, pero, desgraciadamente, la respuesta a esa pregunta en sí. Después de eso, la vida en tu mundo no volverá a ser igual, pero continuará. La pregunta es: ¿para qué usará la gente esa situación? La respuesta es diferente para diferentes personas, pero para un estudiante del Curso sólo cabe una respuesta. Una situación así debe usarse para el perdón.
Gary: ¿Puedes decirme qué ciudad?
Arten: Creo que ya sabes que no puedo hacer eso. Si te dijera dónde ocurrirá, eso podría cambiar el comportamiento de algunas personas. Sin embargo, todos los que han venido a este mundo lo han hecho con un conocimiento inconsciente de lo que iba a suceder. Ellos eligieron su suerte, y tendrán la oportunidad de aprender sus lecciones, ocurra lo que ocurra. Podrías pensar que haríamos un favor a la gente ayudándola a evitar sus problemas, pero lo cierto es que tendrían que pasar por el mismo tipo de situaciones otra vez, porque la culpabilidad inconsciente seguirá expresándose hasta que sea perdonada. Aunque no siempre te parezca que es así, lo mejor es aprender a perdonar independientemente de lo que parezca ocurrir. Ésa es la única vía de salida de toda esta pesadilla y, aunque a algunos no les parezca una pesadilla, siempre acaba convirtiéndose en una.
En cuanto a la actitud de las masas, siendo los medios de comunicación lo que son, y con todo el mundo queriendo lo que ve en tv, la gente del mundo se hará todavía más materialista. Eso no significa que el capitalismo no sea mejor que el fascismo; por supuesto que lo es. La gente tiene libertad para buscar la verdad bajo el capitalismo, y quienes busquen la verdad sinceramente no podrán evitar encontrarla. Sin embargo, en general, más gente hará del dinero su nuevo dios, incluyendo aquellos que buscan la abundancia a través de lo que denominan medios espirituales. Como hemos dicho, no hay nada malo en el dinero, pero tampoco hay nada espiritual en él. Y quienes antes busquen a Dios antes lo encontrarán.
Llevará tiempo para que los principios de Un Curso de Milagros sean entendidos por la sociedad, y la gran mayoría de la gente seguirá creyendo lo que siempre ha creído. Seguirán viviendo en la negación. Tratarán de llevar a Dios al mundo y de espiritualizar el universo pensando que hay algún tipo de inteligencia compasiva detrás de lo que en realidad es un pensamiento asesino.
Verán la muerte como parte del < círculo de vida>, cuando en realidad sólo es un símbolo del gran error. De ese modo darán una apariencia falaz a las cosas. Nadie hablará del hecho de que la mitad de vuestros mendigos y de vuestros prisioneros deberían estar recibiendo tratamiento en sanatorios o de que son más los policías que se suicidan que los que mueren en actos de servicio.
En vuestra nación, a menuda inculta e incivilizada, donde sólo los congresistas—y no el pueblo—disfrutan del servicio nacional de salud, aproximadamente 8,000 ciudadanos serán asesinados este año por armas de fuego, mientras en el país vecino, Canadá, sólo unas cien personas fallecerán de la misma forma. Tu país tiene una tradición de violencia, y los problemas extremos requieren soluciones radicales. Sin embargo, tus compatriotas más fanáticos, que valoran más las armas que las personas, continuarán haciendo su voluntad en contra de la voluntad de la mayoría, y negarán que sus políticas, claramente insanas, cuesta la vida de miles de seres cada año. Entre tanto, el ego sonríe con deleite.
En el próximo siglo los humanos caminarán sobre el planeta Marte y finalmente descubrirán evidencia antropológica sorprendente de que allí ha existido vida inteligente. También se establecerá el primer contacto entre la humanidad y seres procedentes de otros planetas, pero esa forma de vida humanoide no vendrá de Marte. En medio de estos procesos, cuanto más cambien las cosas, más seguirán igual.
Ahora bien, hay algo en todas estas cosas de lo que tal vez no te hayas percatado: ¡todas ellas son lecciones de perdón! Todas ellas están de alguna manera conectadas a cuerpos, porque las relaciones toman parte en todas las situaciones eventualmente. Tu tarea no sólo consiste en perdonar lo que ves en tv o lees en Intenet, sino que es especialmente vital el que perdones los cuerpos que tus ojos ven a manera de relaciones cotidianas en tu vida. Esas personas están ahí por una razón. Como dice J :
La salvación no te pide que contemples el espíritu y no percibas el cuerpo. Simplemente te pide que esa sea tu elección. Pues puedes ver el cuerpo sin ayuda, pero no sabes cómo contemplar otro mundo aparte de él. Tu mundo es lo que la salvación habrá de deshacer, permitiéndote así ver otro que tus ojos jamás habrían podido encontrar.
O puedes seguir adorando a tus ídolos. Pero, ¿cómo de prudente sería hacer eso? Como el Curso te aconseja:
No busques fuera de ti mismo. Pues será en vano y llorarás cada vez que un ídolo se desmorone. El Cielo no se puede encontrar donde no está, ni es posible hallar paz en ningún otro lugar excepto en él.
Gary: No obstante, puedo seguir viviendo mi vida, logrando mis objetivos, y al mismo tiempo perdonar. Todo esto es sólo cuestión de renunciar al apego psicológico. Eso está muy bien.
Arten: Sí, y tal vez descubras que tus metas cambiarán como resultado de la inspiración y orientación que recibas a medida que practicas la verdadera oración y el perdón. Obviamente, has estado pasando por un proceso para convertirte en uno de los mensajeros de Dios. Ésta no es la primera vida en la que has sido un mensajero de Dios, de modo que esto no debería resultarte extraño. Siempre deberías recordar lo que el Curso dice al respecto:
Hay una diferencia fundamental en el papel que desempeñan los mensajeros del Cielo que los distingue de los mensajeros del mundo. Los mensajes que transmiten van dirigidos en primer lugar a ellos mismos. Y es únicamente en la medida en que los pueden aceptar para sí que se vuelven capaces de llevarlos aún más lejos, y de transmitirlos allí donde se dispuso que fueran recibidos. Al igual que los mensajeros del mundo, ellos no escribieron los mensajes de los que son portadores, pero se convierten, en rigor, en los primeros que los reciben, a fin de prepararse para dar.
Gary: Lo entiendo. Y lo estoy haciendo...parte del tiempo.
Arten: En realidad, gran parte del tiempo. Es simplemente que se toma un poco en algunas circunstancias, pero tu coherencia en perdonarlo todo a final de cuentas es impresionante. Cualquier retraso temporal que pudieras eliminar simplemente contribuiría a tu propia paz, y ¿no es éste el objetivo inmediato?
Todo el mundo tendrá sus propias lecciones particulares de perdón, y a medida que avancen y perdonen con el Espíritu Santo, y pongan todo lo que hacen cada vez más bajo Su control, ellos—como tú—alcanzarán el objetivo inmediato, y eventualmente el objetivo a largo plazo del Curso. Como J dice en el Manual:
...Seguir las directrices del Espíritu Santo es permitirte a ti mismo quedar absuelto de toda culpa.
Y añade en la misma sección:
...No pienses, entonces, que necesitas seguir la dirección del Espíritu Santo por razón de tus propias insuficiencias. Necesitas seguirla porque es la manera de escaparte del infierno.
Gary: Lo creo. Ahora estás predicando para el coro, amigo mío. Sé lo que estás haciendo. Siempre tienes que recordármelo; y de todos modos no es sólo a mí a quien hablas, ¿no?
Arten: Te diste cuenta, colega.
Pursah: Un Curso de Milagros es una presentación de la verdad absoluta, que, como hemos dicho, puede ser resumida en sólo dos palabras, pero únicamente puede ser aceptada por una mente preparada para hacerlo. Dentro de 2000 años, <Dios Es> seguirá siendo la verdad absoluta, y Dios seguirá siendo perfecto Amor. La verdad real no cambia. Sin embargo, para aceptarla, se necesita el tipo de entrenamiento mental que proporciona el Curso. Algunas personas elegirán no prepararse en este ciclo de vida. Quieren que el significado de Dios y del mundo coincida con sus propias ideas. Eso está bien si es lo que desean por el momento. Pero, como J te pregunta en su Curso:
¿Cómo iba a haber dejado Dios que el significado del mundo estuviese sujeto a tu interpretación?
Pursah: Te queremos, Gary. Y te perdonamos si te vas de fiestas como que es 1999.
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