LA DESAPARICIÓN DEL UNIVERSO
11 de septiembre de 2001: cuando Arten y Pursah se me aparecieron por primera vez nueve años antes, yo estaba en guerra. Ahora yo estaba en paz la mayor parte del tiempo y Estados Unidos estaba en guerra.
En este día, el World Trade Center, el Pentágono y 4 aviones de pasajeros se convirtieron en el blanco de los terroristas, que destruyeron todo excepto el Pentágono, que quedó seriamente dañado. Miles de civiles desarmados fueron asesinados, y el pueblo americano, a excepción de una pequeña parte, no estaba en un estado mental propicio a ningún tipo de perdón.
Era un nuevo tipo de guerra para un mundo más complejo. El guión del ego ya no pedía guerras contra un enemigo visible y claramente definido.
Sería mucho más pavoroso tener continuamente enemigos que apenas podían ser vistos o detectados, que no obedecieran ninguna de las <reglas> de la guerra y que creían fanáticamente que era deseo de Dios que mataran americanos. ¿Cómo podía <acabar> realmente una guerra de este tipo?
Aquel martes por la mañana, junto con millones de otros ciudadanos, miré envuelto en un silencio perplejo las imágenes televisivas que mostraron en directo el colapso de la segunda torre del World Trade Center. Las tomas combinadas del ataque produjeron algunas de las imágenes más terribles jamás vistas; imágenes que, aunque el público no se diera cuenta, simbolizaban la separación de Dios, la pérdida del Cielo y la caída del hombre.
A nivel de la forma, el loco sistema de pensamientos del ego estaba siendo arrastrado a un extremo ilógico. Los que habían sido verdugos en esta vida sin duda serían víctimas en otra.
Mientras veía la terrible catástrofe y sus resultados, casi lloré al visualizar la horrorosa pesadilla que sin duda estaban viendo quienes estaban en los edificios y alrededor de ellos. Entonces, en un milagro nacido del hábito, pedí ayuda a J. Casi instantáneamente vinieron a mi mente un par de pensamientos que había leído muchas veces al principio del Curso, pero que sólo me pareció apropiado aplicar en aquellos terribles momentos.
No hay grados de dificultad en los milagros. No hay ninguno que sea más <difícil> o más <grande> que otro.
Al unirme a J, casi me sentí avergonzado durante un minuto por sentirme mejor ante lo que parecía estar ocurriendo. ¿Podía ser verdaderamente así de simple? ¿Podía negar la capacidad de sentirme afectado por cualquier cosa que no fuera Dios? ¿Era cierto que no había una jerarquía de ilusiones, incluyendo cualquier tipo de muerte? ¿Podía dedicarme sinceramente a mantenerme vigilante únicamente hacia Dios y Su Reino?
¿Eran todas las imágenes del mundo tan sólo tentaciones diseñadas para persuadirme que yo era un cuerpo, de modo que juzgara a los demás y mantuviera intacta mi culpabilidad inconsciente, mi onírico ciclo de encarnación y mi ego? ¿Era realmente el perdón del Espíritu Santo la vía de salida que conducía a la paz de Dios, a mi retorno al Cielo y a la desaparición del universo?
Finalmente supe con seguridad que la respuesta a todas estas preguntas era sí. Aunque a veces me sentí mal a lo largo de los días siguientes, también sabía que mis sentimientos no eran nada en comparación con lo que hubieran sido de no haber tenido a J y su Curso. Eso no significaba que no sería conveniente actuar ante una crisis como ésta. No obstante, hasta donde yo podía determinar, el ego había preparado una situación en la que no habría ganador.
Si Estados Unidos no emprendía ninguna acción militar, eso no disuadiría a los psicópatas, y probablemente los animaría, como ocurrió en el caso de Hitler. Si Estados Unidos emprendía una acción militar, lo cual parecía inevitable, probablemente se producirían nuevos ataques terroristas y asesinatos, aunque la acción militar tuviera éxito. ¿Quién sabía cuándo podrían llegar estos ataques? Habían transcurrido 8 años entre los dos ataques. ¿Cuántos años más estarían los terroristas dispuestos a esperar para volver a golpear dentro de Estados Unidos? América podía responder y ser atacada, o no responder, y aún así , ser atacada, y podía ocurrir en cualquier momento, en el futuro distante o no tan distante. Éste era un dilema al que no le veía una salida fácil. Como era habitual en el guión del ego, la trama podía resumirse con la frase: <Mal si haces y mal si no haces>.
En cualquier caso, mi trabajo era perdonar, y decidí dejar las decisiones respecto a qué debía hacer el país en manos de los políticos. Ése era su trabajo porque así lo habían querido, y no es que ellos no pudieran practicar el perdón en cualquier situación si aprendieran cómo hacerlo. Yo daría dinero, donaría sangre y daría mi perdón. Era posible hacer esas cosas sin venganza en el corazón, sin ira, juicio ni culpa. Sin importar lo que pareciera ocurrir, siempre recordaría que los ataques contra América sólo probaban que este mundo no es el mundo de Dios, y que nadie en su sano juicio vendría aquí, excepto a enseñar la forma de marcharse. Por otra parte, aquí podía tener un sueño feliz de perdón; el sueño que me conduciría al mundo real.
También me sentía muy agradecido de que Arten y Pursah me hubieran prometido una visita más al final de año; quería comentar esta inesperada situación con ellos. Sin embargo, ¿no sabía ya lo que me dirían? Casi podía oír a Pursah: <Todos los milagros son iguales, Gary, quieras creerlo o no. Y si no perdonan los estudiantes del Curso, ¿quién lo hará?
A finales de octubre asistí a la décima conferencia anual de Un Curso de Milagros celebrada en Bethel, Maine, incluyendo a Jon Mundy, uno de los primeros maestros que fue introducido al Curso en 1975 por Helen Schucman, Bill Therford y Ken Wapnick en el apartamento de Ken en Nueva York. Me encantó la conferencia de Bethel y tomé conciencia por primera vez de que parte de mi timidez que tanto detestaba había desaparecido. Esto me llevó a pensar que, tal vez, empezaría a viajar más para conocer a otros estudiantes del Curso, siempre que el Espíritu Santo me guiara a hacerlo.
El 21 de diciembre, Arten y Pursah se presentaron para el último de los encuentros que teníamos acordados.
Pursah: Hola, mi querido hermano. Eso es lo que te llamé la primera vez que te vi, ¿recuerdas? Nos sentimos felices de verte, pero sabemos que ha sido una época dura en Estados Unidos. ¿Cómo estás?.
Gary: Teniendo en cuenta todo lo ocurrido, estoy muy bien. Siendo agente de cambio y bolsa, me identifiqué con algunas personas de las empresas de correduría del World Trade Center. Muchas de ellas no pudieron salir. Sé que todos elegimos el guión, pero no a este nivel.. Ha sido una experiencia terrible para muchas familias, y esto ha hecho que los americanos se sientan menos seguros, al menos temporalmente.
Como estoy seguro de que sabéis, aproximadamente una semana después de los ataques fui con mi hermano, que había venido de Florida, a ver a los Medias Rojas en el estadio de Fenway. Era nuestro modo de decir que los terroristas no iban a afectar a nuestras vidas. Una de las cosas que me hizo sentirme muy bien es que, durante la séptima entrada, cuando la mayoría de los aficionados nos levantábamos y abucheábamos a los yanquis, esta vez nos pusimos en pie y cantamos Nueva York, Nueva York; fue nuestro modo de dar nuestro apoyo a la gente de la Gran Manzana. Fue un gesto muy conmovedor para todos los que estuvimos allí.
Pursah: Sí. Un modo de unirse. Mucha gente en Nueva York pudo oírlo y apreciarlo. Debo decir que hiciste un buen trabajo de perdón el día de los ataques.
Gary: Estaba intentando poner en orden algunas partes de nuestro libro y no tenía la tv encendida. Cuando empecé a verla, tardaron un rato en poder explicar lo que estaba ocurriendo. Cuando dijeron que una de las torres gemelas había caído, yo no podía creerlo. Pensé que debía de haber un error. No podía haber caído una torre tan inmensa....Cuando cayó a la segunda, me sentí casi perdido.
Arten: Pero recordaste a J.
Gary: Sí; eso no falla nunca. En cuanto me acordé de él, la separación acabó; nunca había ocurrido. Sin embargo, en una situación así, puede parecer un poco inapropiado dejar de ser compasivo con las víctimas.
Arten: Por supuesto. Como sabes, no tenemos nada en contra de hacer lo apropiado. Aún puedes seguir identificándote con ellos como Cristo, no hay diferencia entre sentirse mal y sentirse culpable. Una leve incomodidad no es diferente de una rabia o de una pena extremas. Eres tú quien ha inventado la idea de los niveles. El recuerdo de la verdad puede aportarte paz, independientemente del suceso o de la persona que están siendo perdonados. Mientras recuerdes la verdad, estás haciendo tu trabajo.
A veces el sueño puede parecer agradable, pero de repente, sin previo aviso, se convierte en una pesadilla. Eso es una reescenificación de la separación de Dios. Sin embargo, ni el mal ni el bien que parecieron precederla son verdad. Tal como el Curso te recuerda:
Los cuentos de hadas pueden ser placenteros o atemorizantes, pero nadie cree que sean verdad. Tal vez los niños crean en ellos, y así, por algún tiempo, son verdad para ellos. Mas cuando la realidad alborea, las fantasías desaparecen. En el ínterin, no obstante, la realidad no había desaparecido.
Pursah: Asegúrate de seguir perdonando independientemente de lo que parezca ocurrir. Estás ante la tentación de considerarte un cuerpo; en primer lugar, reaccionando como una persona frente a las tragedias ocurridas el 11 de septiembre, y después, identificándote como americano y respondiendo como tal. Ningún buen americano va a quedarse cruzado de brazos ante algo así, ¿verdad? Entonces allí te quedas, en el mismo círculo vicioso de siempre.....a menos que perdones. Si algunas personas creen que sería equivocado perdonar algo así y mostrar amor en lugar de miedo, tal vez deberían recordar que los locos que cometieron esos actos no los habrían realizado si alguien se hubiera tomado el tiempo de enseñarles a perdonar.
En un caso de este tipo, la mayoría de los cristianos ni siquiera se molestarán en preguntarse que haría Jesús. Eso es porque la respuesta no estaría acorde con sus sentimientos. Como lo hemos indicado antes, la respuesta siempre sería la misma: el perdonaría. Eso no es discutible. Si él perdonó a la gente por matar su propio cuerpo, ¿piensas que ahora se vengaría? Por supuesto, estoy hablando del J histórico que no hacía concesiones, y no del icono religioso insustancial que puede ir en cualquier sentido. Digo esto para los cristianos que tengan oídos para oír. En lo tocante a los ataques sobre Estados Unidos, hablaremos enseguida del mejor modo de proceder en situaciones así.
Recuerda siempre que tu estado mental y el resultado que conseguirás a partir de él están en tus propias manos, porque sólo hay dos cosas que puedes hacer: juzgar como una expresión de miedo, o perdonar como una expresión de amor. Una percepción conduce a la paz de Dios y la otra percepción conduce a la guerra. Como enseña el Curso:
O bien ves la carne o bien reconoces el espíritu. En esto no hay términos medios. Si uno de ellos es real, el otro no puede ser sino falso, pues lo que es real niega su opuesto. La visión no ofrece otra visión que ésta.
y
Solamente se pueden aprender dos lecciones. Cada una de ellas da lugar a un mundo diferente. Y cada uno de esos mundos se deriva irremediablemente de su fuente. El mundo que ves es el resultado inevitable de la lección que enseña que el Hijo de Dios es culpable. Es un mundo de terror y desesperación.
Arten: Depende completamente de ti dónde quieras acumular tu tesoro. También depende de ti qué vía espiritual uses para ayudarte si eliges acumular tu tesoro en el Cielo. Si eliges este camino, como hicimos nosotros durante nuestras últimas vidas, entonces te pediremos que simplemente prestes atención a lo que verdaderamente dice ese Curso de estudio autodirigido; después úsalo sin intentar cambiarlo. Porque, como J explica:
El Espíritu Santo es el traductor de las leyes de Dios para aquellos que no las entienden. Tú no podrías hacer eso por tu cuenta porque una mente en conflicto no puede serle fiel a un solo significado, y, por lo tanto, altera el significado para conservar la forma.
Gary: De acuerdo. No quiero esperar, así que, por favor, decidme cuál es el mejor modo de proceder en situaciones como la tragedia del 11 de septiembre.
Pursah: Vuelve a pensar en nuestra conversación sobre la verdadera oración y en cómo recibir orientación. Así es como puedes ser inspirado y recibir soluciones creativas a tus problemas; y esto es aplicable a cualquier problema, sin excepción. Únete a Dios y experimenta Su Amor, y las respuestas a nivel de la forma vendrán a ti como una extensión natural.
No podría haber un ejemplo mejor que la forma inspirada de resolver los problemas que lo que hizo Gandhi para expulsar al Imperio Británico de la India sin siquiera disparar un solo tiro. Su no violencia muy bien organizada y pública finalmente hizo que la opinión del pueblo británico se orientara en contra de su propio ejército y a favor de la independencia india.
Gary: Eso es cierto, pero funcionó porque los propios británicos son muy civilizados. La no violencia no funcionará con alguien a quien no le importe un comino si la gente muere, ni con quien le entusiasme matar.
Pursah: Tienes razón, y esto pone sobre la mesa un punto importante. Las respuestas inspiradas son diferentes para distintas personas y situaciones. No hay una respuesta simple que se dé a todas las circunstancias. La verdadera inspiración es aplicable a lo que te está pasando a ti, ahora. Lo que hizo Gandhi funcionó en su momento y lugar. En tu caso, es posible que tengas otro tipo de problema que exija una solución aún más creativa. ¿Cómo se va a inspirar la gente si no aprenden qué es lo que produce la verdadera inspiración para luego practicarlo?
Hemos mencionado que, como la más poderosa fuerza en la historia del mundo, Estados Unidos tiene mucha más responsabilidad que ningún otro país cuando se trata de encontrar soluciones creativas a los problemas. La profesión que has elegido no es la política, pero deberías hacer uso de lo aprendido en tu propia vida y compartir tu experiencia con otros. Llegará un día en que surja un presidente que sepa unirse a Dios en verdadera oración y que halle inspiración genuina. El Espíritu Santo trabaja caso por caso con cada aparente individuo, y el enfoque de cada uno debería siempre estar en trabajar con Él.
Gary: Ya hemos hablado de liberar completamente a Estados Unidos de su adicción al petróleo, de modo que no tenga que verse implicado en Oriente Medio excepto para hacer el bien. Parece que ése sería un punto de partida lógico.
Pursah: Sí que lo sería, pero eso no va a ocurrir en el próximo futuro, y tú, individualmente, no puedes provocarlo. No obstante, puedes recibir inspiración respecto a qué hacer con tu propia vida. Conforme cada persona aprenda a hacer lo mismo, el mundo ilusorio no podrá evitar beneficiarse.
Arten: Elige entre la fuerza de Cristo y la debilidad del ego. El mundo está dormido. Ahorra tiempo en tu despertar y o podrás evitar ayudar a otros en el nivel de la mente. Generalmente no ves lo que logra tu perdón, pero yo te aseguro de que es vital, y que el plan del Espíritu Santo no puede estar completo sin ti.
El Curso dice:
Las leyes de la percepción tienen que ser invertidas, pues son una inversión de las leyes de la verdad.
Sé parte de esta reversión del pensamiento concentrándote en tus propias lecciones de perdón en lugar de las de los demás. Nos sentimos honrados de haber participado contigo en este proyecto para hacer que más gente sea consciente de la verdad. Eso no significa que tú debas tratar de guiar a otros. Ése es el trabajo del Espíritu Santo. Tu trabajo es seguirlo a Él y permitir que tu aparente percepción individual dé un vuelco. Si te enfocas en tus propias oportunidades de aprendizaje, ahorrarás muchísimo tiempo.
Te has acostumbrado tanto al imaginario mundo de cuerpos efímeros del ego que necesitarás más determinación y disciplina para liberarte. Confiamos absolutamente en tu éxito.
Pursah: En lugar de enjaular las figuras corpóreas y robóticas de tu sueño, libéralas a medida que actúen para ti. A veces querrás usar pensamientos como éste del Libro de Ejercicios para empezar tu día con el pie derecho:
Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas por mí, y que, en lugar de juzgarlas, le conceda a cada una un milagro de amor.
Arten: No olvides nunca el proceso mental de perdón que Pursah te dio. Así es como el Espíritu Santo quiere que pienses en este nivel para ayudarle a Él a llevarte a donde no existen niveles. De hecho, cuando el universo desaparezca y vuelvas a casa, ni siquiera recordarás el concepto de niveles. Como dice el Curso:
En el Cielo no recordarás cambios ni variaciones. Sólo aquí tienes necesidad de contrastes. Los contrastes y las diferencias son recursos de aprendizaje necesarios, pues gracias a ellos aprendes lo que debes evitar y lo que debes procurar. Cuando hayas aprendido eso, encontrarás la respuesta que elimina la necesidad de las diferencias.
Pursah: Conforme leas el Curso, irás viendo por ti mismo que las cosas que hemos dicho respecto a él son ciertas. La siguiente cita es muy representativa de las declaraciones que hace J sobre el sistema de pensamiento del ego, que es el sistema de pensamiento del mundo:
La culpabilidad clama castigo, y se le concede su petición. No en la realidad, sino en el mundo de ilusiones y sombras que se erige sobre el pecado.
Sin embargo, el Curso también enseña un sistema de pensamiento distinto que no puede mezclarse con el del ego, sino que ha venido a reemplazarlo. Lo estás aprendiendo bien. Perdonarás al mundo del modo que J te enseña, tal como él lo hizo.
...Y nos encontramos a salvo de toda la ira que le atribuíamos a Dios y que después descubrimos no era más que un sueño.
Gary: Os creo. Sabía que tenía que haber más respecto a J de lo que las iglesias me dijeron cuando estaba creciendo. De algún modo, todo esto me resulta familiar. Supongo que el sistema de pensamiento del amor fue exactamente lo que la actitud de J reflejó cuando estuvisteis con él hace 2000 años.
Pursah: ¡Absolutamente! En él no quedaba nada más que amor. Su perdón era perfecto.
Gary: Y vuestro estilo de enseñanza, que, a veces, deberíamos llamar, tan directo, ¿ha sido estrictamente para beneficio mío?
Pursah: Tuyo y de muchos otros. A veces tienes que ir un poco más allá de la raya para que alguien te preste atención. En este día y era, esto sería aplicable a muchos otros miembros de esta sociedad tan dura donde pareces vivir. Tú, querido hermano, ahora estás firmemente asentado en la dirección correcta. Estás aprendiendo perfecto perdón aquí, como han hecho todos los maestros ascendidos, y perfecto Amor será todo lo que conozcas en el Cielo. Recuerda: cuando despiertas e un sueño, el sueño desaparece. Se irá completamente. No echarás de menos a nadie, porque todas las personas que hayas conocido y amado estarán allí contigo, seréis uno. Es impresionante.
Gary: ¡Genial! Entonces, ¿tenéis alguna instrucción de última hora para el libro?
Arten: Debido a que vas a incluir las citas que hemos mencionado del Curso, hemos decidido establecer las cosas del tal modo que, cuando acabes de escribir nuestro libro, habrás usado exactamente 365 de ellas, una por cada día del año. Estas citas, si se leen por sí mismas, constituyen un recordatorio de lo que Un Curso de Milagros dice. Aunque algunas de ellas están parafraseadas, pueden ser leídas en el orden exacto yendo de una nota a otra, y son una representación de J con sus propias palabras. Sólo un par de ellas han sido usadas más de una vez, y pueden emplearse a lo largo de un año como pensamientos del día para mantener interesados a los lectores. De todos modos la gente puede escoger la forma de usar nuestro libro en el futuro.
Asimismo, como sugeriste hace mucho tiempo, es posible que quieras deshacerte de tus notas, y especialmente de esas cintas en cuanto termines de usarlas. No querrás que algún día se subasten en Internet. Aparte de eso, simplemente acaba el libro y haz con él lo que hemos hablado en privado. No sientas ninguna presión. Nuestro mensaje es intemporal.
Gary: Está bien. Ya sabéis que, de todos modos, algunas de esas cintas no salieron muy bien. Tuve que rellenar muchos espacios en blanco. Es bueno que haya tomado notas. Dijiste que el libro no tenía por qué ser una transcripción literal, ¿no es así?
Pursah: Correcto. Sabes, J también nos dijo a Tadeo y a mí hace unos 20 siglos que no deberíamos sentir ninguna presión. Él dijo que la salvación vendrá a cada mente cuando tenga que venir. Mientras estaba allí, en un cuerpo que supuestamente había muerto, él nos aconsejo que diéramos a la gente nuestro amor, nuestro perdón y nuestra experiencia, y que dejáramos que el Espíritu Santo se hiciera cargo del resto.
Gary: ¡Vaya! Eso debe de haber sido increíble. Sabes, ojalá te hubiera conocido cuando eras Santo Tomás; apuesto a que eras un tipo interesante.
Pursah: Aún no era un santo; eso fue una acción posterior de la iglesia, ¿recuerdas? En realidad, me conociste cuando era Tomás. De hecho, tú me conocías mejor que nadie. Es más, me conociste mejor que ningún otro.
Gary: ¿Qué quieres decir?
Pursah: Tú y yo estamos aún más cerca de lo que crees.
Gary: ¿A qué te refieres?
Pursah: Ves, Gary, tú eras Tomás.
Gary: ¿Qué quieres decir con que yo era Tomás?
Pursah: Tú fuiste Tomás hace 2000 años, y serás yo en tu próxima vida.
Gary: ¡¿Qué?!
Pursah: Todo esto es parte del guión, querido hermano, y tú debes representar tus papeles. Has tenido muchas vidas que fueron muy interesantes, y otras que no fueron tan buenas. Eso es cierto para todos.
Gary: ¿Estás diciéndome que te estás apareciendo a ti misma en tus vidas pasadas y que yo soy tú? ¿Qué yo estaba allí con Tadeo y J hace 2000 años y que era Tomás? ¿Yo escribí el Evangelio de Tomás? ¿Qué voy a ser tú, una mujer, en mi próxima encarnación? ¿Y que esa será mi última vida, la vida en la que alcanzaré la iluminación?
Pursah: Lo has entendido. Muy bien, Gary. Sabes que hace falta alguien con una formación espiritual para comprender todo eso. Procura entender que he venido a ayudarte, y a ayudar a otros a través de ti, y lo mismo ha hecho Arten. Todo forma parte del plan holográfico de perdón del Espíritu Santo.
Tú y Arten os habéis conocido a lo largo de muchas vidas, incluyendo aquella en la que fuisteis Tomás y Tadeo. También le conoces en esta vida, pero vamos a dejarte adivinar quién es. El hecho de que yo—tu futura imagen corporal de Pursah—aparezca ante ti y te ayude forma parte del plan, y refleja la ley del Cielo por la que yo acabo ayudándome a mí misma. Siempre es a ti mismo a quién ayudas. A propósito, estás viendo una versión del cuerpo de Pursah cuando tenía 32 años para ayudarte a prestar atención. Creo que ha funcionado estupendamente.
Una parte de ti conoce todo el pasado, el presente y el futuro. El Espíritu Santo, mirando atrás desde el final del tiempo, decidió que en algunos casos usaría el futuro para ayudar a sanar el pasado, del mismo modo que usa el presente para sanar el futuro. El mundo tiene que acostumbrarse a pensar más holográficamente en lugar del antiguo modo lineal.
Gary: ¿De modo que soy tu preencarnación?
Pursah: Sí, pero en realidad las dos encarnaciones ocurren a la vez. Nosotros ahora te visitamos desde fuera del tiempo.
Gary: No sé que decir.
Arten: Excelente. Una buena característica para un estudiante, ¿recuerdas? Sé que es algo asombroso. Vete acostumbrando. Hay muchas otras cosas fascinantes que te aguardan. Simplemente sigue haciendo tu trabajo de perdonar. Recuerda que tienes que perdonarlo todo, independientemente de lo que parezca ocurrir en el futuro. Sólo Dios es real.
Te pedimos disculpas por no revelarte esto antes, pero no habrías estado preparado para aceptarte a ti mismo como reencarnación de un santo famoso sin pensar que eso te hacía especial. Ahora podrás verlo como una lección más del aula. La mayoría de la gente asume que, por el simple hecho de que la iglesia nos llamara santos, aquellas vidas en las que fuimos dos de los primeros discípulos debían ser las últimas, las vidas en las que alcanzamos la maestría. La cosa no funciona así. En realidad nadie puede juzgar el nivel de desarrollo espiritual de otro ser. Sólo el Espíritu Santo tiene toda la información necesaria para hacerlo.
Supuestamente no tenías que empezar a recordar que habías sido Tomás hasta este momento temporal. La razón por la que siempre tenías ese anhelo de saber cómo fue la vida al lado de J hace 2000 años es que estuviste allí y fuiste estudiante suyo. Estabas tratando de recordar.
Gary: Puedo verlo. Es como intentar recordar un sueño que tuviste en la cama la otra noche, pero en realidad no puedes hacerlo con exactitud. Supongo que intentar recordar el Cielo más consistentemente es algo parecido. Va a tener que pasar algún tiempo para que me acostumbre a todo esto; no puedo creer que yo haya escrito el Evangelio de Tomás.
Pursah: Sí, pero tu vida como Tomás no fue la última, y posteriormente escribiste otro libro espiritual. A medida que transcurrió el tiempo, fue leído mucho más ampliamente y puso a mucha gente en la dirección correcta. El libro fue llamado—La desaparición del universo--,y vas a acabarlo dentro de unos pocos meses. De algún modo, también podrías llamarlo el segundo Evangelio de Tomás. Ponte en marcha, perezoso.
Gary: Esto es demasiado para asimilarlo todo de una vez. No sé si me gusta la idea de tener que estudiar el Curso durante más de una vida para iluminarme.
Pursah: Algunas personas estudiarán el Curso más de una vida. y otras se iluminarán en la primera vida que lo estudien. En cualquier caso, es un proceso. Has hecho grandes progresos y seguirás haciéndolos. Como casi toda la gente, tienes alguna culpabilidad profundamente enterrada de la que no eres consciente, y por eso aún tienes algún miedo. Hará falta todavía más perdón que vaya desmoronando la culpabilidad inconsciente para que puedas despertar completamente. Por eso seguimos insistiendo en el perdón; es lo que te despierta. ¡Ya estás en el proceso de despertar! Tus ojos se están abriendo, y acabar la tarea en dos únicas vidas finales es mucho mejor que tardar otras cien vidas en conseguirlo. Te aseguro que sin el Curso habrías necesitado otras cien.
Asimismo, sé por experiencia que cuando seas Pursah y estudies el Curso todo te vendrá con más facilidad porque ya te has familiarizado con él en esta vida.
Gary: ¿Recordaré todo esto durante mi próxima vida?
Pursah: Sigues planteando buenas preguntas, querido hermano. Curiosamente, recordarás lo suficiente y olvidarás lo suficiente para hacer posible tu última lección de perdón. Irás posponiendo la lectura del libro que escribiste en esta vida hasta mucho después de la lección de perdón de la universidad que ya te conté. Antes estudiarás otras cosas, incluyendo los materiales clásicos de Wapnick. Cuando llegues al punto en tu vida de leer—la desaparición del universo--, ensamblarás todas las piezas del rompecabezas y lo recordarás todo. Tu conciencia se habrá expandido hasta ser la de un maestro ascendido, y Arten ya llevará algún tiempo en tu vida, ayudándote. Juntos recordaréis muchas cosas.
Por supuesto, estoy hablando en tiempo pasado porque para nosotros ya ha ocurrido y, en un sentido más amplio, ya ha ocurrido todo. Vosotros dos fuisteis capaces de perdonarlo todo, y no albergasteis ningún resentimiento. No tuvisteis miedo porque no valorasteis equivocadamente, y elegisteis la fuerza de Cristo a cada oportunidad.
Finalmente, no estamos usando nuestros nombre reales en esas vidas porque, si lo hiciéramos, alguna gente del futuro podría estar atenta para ver si pueden descubrir quienes somos, y eso podría complicar las cosas. Es cierto que tuve un nombre procedente del sur de Asia, pero lo he cambiado para estas conversaciones.
Gary: Qué interesante es ver cómo encajan las cosas.
Pursah: Ésa es la naturaleza del holograma, pero, aún así, tienes que perdonarlo todo junto con el Espíritu Santo si quieres hallar el camino de salida. El desear encontrar el camino de salida sólo viene cuando reconoces la verdadera naturaleza de este universo ilusorio. No te dejes llevar por tu éxito; y tampoco esperes que los demás estén siempre de acuerdo con lo que dices. No tienes que esperar que todos en el universo despierten y huelan la realidad.
Eres muy afortunado de que, durante tus miles de vidas, fueras amigo tanto de J como de Gran Sol. Y si alguna vez sientes la tentación de pensar que eso te hace especial, recuerda esto: <Todo el mundo> durante al menos una de sus numerosas reencarnaciones, o encarcelaciones—ambos términos son precisos--, estaría contento de ser amigo y seguidor de un ser iluminado que aún parece estar en un cuerpo. A veces ese Ser iluminado es famoso, o al menos conocido, pero generalmente no es así.
Ya te hemos dicho que la mayoría de los seres iluminados no buscan un papel destacado, pero tienden a atraer a algunos amigos y seguidores, y a menudo es una importante experiencia de aprendizaje para esas personas. También te hemos dicho que durante sus vidas J no era tan famoso como Juan el Bautista. J se hizo mucho más famoso después de la crucifixión y de la resurrección, pero incluso antes de eso tenía sus amigos leales y seguidores, entre los que estábamos incluidos.
Actualmente, hay más afortunados que nunca que, o bien están iluminados, o se iluminarán en esta vida cuando el Espíritu Santo sane completamente su culpabilidad inconsciente. Su número a aumentado en las dos últimas décadas, principalmente porque hay muchas personas estudiando y practicando el Curso. Pensabas que iba a decir que esto se debe a que el mundo está más iluminado. Lo siento, pero la salvación no es algo que tenga que ver con una masa crítica.
Las personas no pueden iluminarse por los pensamientos de los demás, o simplemente estando en su presencia. Pero es posible señalarles la buena dirección.
En los anales de la historia espiritual no se escribirá sobre la mayoría de la gente que ahora está iluminada, o que pronto lo estará. Eso no tiene importancia. ¿Cómo podría importar si se trata de un sueño? Si verdaderamente saben que sólo es un sueño, ¿por qué pensarían que es relevante que otros los conozcan? ¿Significan algo realmente los detalles de sus vidas? No, pero aún así, sus amigos se beneficiarán enormemente de que compartan su experiencia.
Arten: Sabes de qué fuente estás destinado a seguir aprendiendo. La lectura del Texto del Curso y del Libro de Ejercicios no tiene sustituto posible, incluso después de haber hecho las lecciones. Usa tu mente para elegir entre el cuerpo y el verdadero espíritu, y al hacer eso perdona al mundo. Mediante el perdón, tu ego se irá deshaciendo. Como dice el Curso conmovedoramente:
La salvación es un deshacer. Si eliges ver el cuerpo, ves un mundo de separación, de cosas inconexas y de sucesos que no tienen ningún sentido. Alguien aparece y luego desaparece al morir: otro es condenado al sufrimiento y a la pérdida. Y nadie es exactamente como era un instante antes ni será el mismo un instante después. ¿Qué confianza se puede tener ahí donde se percibe tanto cambio? ¿Y qué valía puede tener quien no es más que polvo? La salvación es el proceso que deshace todo esto. Pues la constancia es lo que ven aquellos cuyos ojos la salvación ha liberado de tener que contemplar el costo que supone conservar la culpabilidad, ya que en lugar de ello eligieron abandonarla.
Pursah: J ha dejado claro lo importante que es la salvación para él. A medida que tu ego se va deshaciendo, te acercas más al principio, al momento en que cometiste ese primer error que después produjo todos los demás. Entonces podrás volver a elegir por última vez, lo que producirá tu retorno al Cielo y la Unicidad eterna con Dios. J estará contigo a cada paso del camino. Porque, como te dice en el Libro de Ejercicios:
...No me he olvidado de nadie. Ayúdame ahora a conducirte de regreso allí donde la jornada empezó para que puedas llevar a cabo otra elección conmigo.
No habría otro modo mejor de cerrar las citas de nuestro líder. Te queremos, J, y te damos gracias por tu luz eterna y certera guía. Somos tus discípulos hasta que el tiempo termine para todos.
Y te amamos a ti, Gary. Tenemos un mensaje para que lo difundas, pero oirás nuestras voces combinadas en una sola, porque en realidad son la Voz del Espíritu Santo, Que seguirá estando aquí contigo cuando parezca que nos hemos ido.
Gary: ¿Volveré a veros alguna vez?
Arten: Eso depende de ti y del Espíritu Santo, querido hermano. Debes hablar con Él al respecto, lo mismo que te todo lo demás.
Gary: No os vayáis todavía
Arten: Está bien. Verás. Todo va a estar bien.
Nota: Con esto, los cuerpos de Arten y Pursah comenzaron a fundirse es un hermoso espectáculo de gloriosa y prístina luz blanca que fue llenando lentamente la habitación hasta que todo lo que podía ver y sentir era el cálido y maravilloso resplandor de luz que me envolvía. Entones escuché la siguiente declaración de la Voz, después de lo cual la luz se expandió en un resplandor brillante y seguidamente desapareció, dejándome en la habitación pensando en todo lo que había ocurrido y en toda la ayuda que necesitaría en el camino que se extendía ante mí.
Arten y Pursah en Unidad: Os quiero, mis queridos hermanos y hermanas, que en realidad sois Yo, pero aún no lo sabéis del todo. Sentíos agradecidos por la oportunidad de perdonaros mutuamente y de esa forma perdonaros a vosotros mismos. Reemplazad vuestros resentimientos con amor.
Dejad que vuestras mentes sean guiadas hacia la paz de Dios, y la verdad que está dentro de vosotros surgirá a vuestra conciencia.
Es posible que recordéis que, hacia el comienzo de estas conversaciones, Arten describió a J como una luz que guía a los niños a su verdadero hogar en el Cielo.
Lo cierto es que finalmente todos los niños han encontrado su camino de vuelta a casa. Entonces, cuando todos reconocieron que son uno y se descubrieron inocentes, Dios volvió a acoger en el Reino de la Vida la parte de la Mente de Cristo que ya no parecía perdida ni separada para no volver a ser vista nunca más.
El falso universo desapareció, volviendo al vacío que nunca estuvo allí. La mente ilusoria fue liberada en el espíritu, para amar siguiendo la intención original.
Ahora Cristo es tan feliz que no puede contenerse en Sí mismo, e modo que Se extiende más allá del infinito. Y todas las absurdas ideas de un sueño infantil ya no existen para ser recordadas.
No hay bordes ni límites, sólo plenitud y totalidad. No hay pasado o futuro, sólo seguridad y alegría. Porque Cristo está en cualquier parte, porque Dios está por todas partes. Eternamente ilimitados, no hay distinción entre Ellos. Todo lo que permanece es Uno, y Dios Es.
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