26 de febrero de 2010

EXPERIENCIA ATEMORIZANTE – II PEDIDO URGENTE DE ENVÍO DE LUZ Y AMOR

Alexiis, 27 de febrero, 2010, 4,30 AM

Debido al mensaje que les envié anteriormente sobre el movimiento terrestre que he sentido, ahora siento la necesidad de informarles que una trabajadora de la luz de San Martín de los Andes me ha confirmado que ella allí lo sintió con más fuerza, ya que se movió la cama y en la casa de al lado cayeron cosas.

A raíz de ello he ido a Internet a dos lugares que informan sobre sismos y he visto que se ha producido en la costa central de Chile un sismo de 8.5 grados a las 6:34:17 y que hay un fuerte alerta de tsunami.

Considero que todos los trabajadores de la luz que recibimos este mensaje debemos mandar amor y luz a la Madre Tierra, especialmente a esa zona para que no se produzcan mayores eventos.

Esta es toda la información que he conseguido hasta ahora.

Me acaba de llegar otra información aunque no sé el lugar exacto de donde vive, pero me indican que siguen todavía las réplicas.

NUEVAMENTE LES PIDO QUE UNAMOS NUESTRAS ENERGÍAS PARA MANDAR LUZ Y AMOR A LA ZONA AFECTADA. SI ALGUIEN NO LO QUIERE MANDAR A LA ZONA, HÁGANLO AL ÉTER QUE EL CREADOR LO DISTRIBUIRÁ.

Espero que el próximo mensaje tenga mejores noticias. Con amor, Alexiis

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15 de febrero de 2010

CURSO DE RADIESTESIA

Alexiis, 15 de febrero, 2010

Queridos amigos:

Debido a que ahora dispongo de otro sistema para subir a mis blogs material con imágenes, tengo la alegría de informarles que ahora también estoy subiendo mi curso de radiestesia a mi blog:

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el cual mientras tanto ya abarca también el Curso de Ángeles.

Una vez que haya terminado el de Radiestesia, comenzaré a subir el material del Curso de Psicotrónica, ya que estos dos cursos hasta ahora solo han estado disponibles en El Manantial del Caduceo.

Por este medio quiero agradecer nuevamente la labor hecha por Christian Maruri que fue el que me pasó todo este material a computadora, junto con las imágines correspondientes, haciendo así posible el compartirlo con todos ustedes.

Espero que lo disfruten y como siempre estoy a su disposición para cualquier aclaración adicional.

Con amor, ALEXIIS

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10 de febrero de 2010

AYUDA CONTRA LOS ATAQUES

Alexiis, 11 de febrero, 2010, 3,20 am

Queridos amigos:

Esto no es una canalización sino que a raíz de la cantidad de mensajes que recibí en el día de ayer relatando distintos tipos de ataques de que han sido objeto los trabajadores de la luz, y especialmente también los que actuamos como canales, y habiendo transmitido todo lo que me ha llegado en este sentido, quiero aportar mi propio granito de arena.

Digo que no es canalización, porque no me ha pasado como otras veces que siento una energía que me impulsa a grabar, pero sin embargo hubo algo que no me dejó dormir esta noche y es por ello que ahora estoy consciente que tengo que compartir esto.

Yo también he tenido un inicio de ataque cuando estaba hablando por el Skype con un amigo, pero dado que no es la primera vez que pasa, enseguida comencé con una respiración bien profunda y consulté con el péndulo si era energía negativa, cosa que me confirmó.

A raíz de ello enseguida comencé con la recitación del KADOSH, KADOSH, KADOSH, ADONAI TZEBAOT, que en castellano significa SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR DE LOS EJÉRCITOS.

Esta recitación o también se lo podría llamar mantra si fuese de origen oriental, es lo más fuerte que hay como protección, para brindar energía cuando a uno le falta, en fin el uso es múltiple.

Para los que no tienen la información correspondiente, la mando al final del mensaje.

Quiero mencionar nomás que diariamente, antes de irme a dormir, lo digo tres veces y ante cualquier situación rara en mi vida lo empleo y les aseguro que me ha ayudado en muchísimas situaciones difíciles.

Es por ello que hoy nuevamente me he decidido compartirlo, aunque sé que muchos lo tendrán, pero seguramente otros no. Incluso este mensaje lo voy a subir a todos los blogs, para aquellos que no están en mi lista de envíos.

Creo que todos tenemos que estar conscientes que estamos atravesando tiempos difíciles y esto no quiero que sea para infundir miedo sino más bien despertar en cada uno la necesidad de emplear técnicas que a lo mejor hasta ahora no consideró.

Con todo amor, Alexiis

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KADOSH KADOSH KADOSH ADONAI TZEBAOT

(FONÉTICA CORRECTA)

72 NOMBRES SAGRADOS DE DIOS

por J.J. Hurtak

SIGNIFICA: SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR DE LOS EJÉRCITOS

Forma parte de los 72 nombres de un Dios “Viviente” y “Revelador”

El uso de los Nombres Sagrados de Dios, deben ir acompañados de Oración

Estudio de los libros Sagrados y las Sabias enseñanzas

Meditación (de preferencia diariamente)

Enseñanzas o estudio a través de la palabra hablada y la guía interna, y públicamente en comunión con otros hermanos.

Existen siete modos de usar Los Nombres y Expresiones:

1) Para iniciar un fuerte vínculo con el Padre Divino, para que nuestra identidad espiritual esté en el más alto de todos los niveles.

2) Para avance del alma, usándose en la oración y meditación personales para abrir los velos y puertas, implorando al Padre y sus Huestes para que ayuden en la interconexión de nuestro vehículo físico anímico con nuestro Sobre-ser Superior y con los Instructores de Luz.

3) Para aumentar la Comunión cantando juntos en oración o durante las meditaciones, para formar una red activada a través de la cual pueda operar la Luz.

4) Para la paz del planeta en tiempos de necesidad o crisis planetaria y ayudar a invocar más Luz y Amor a este planeta. Visualicen el área del mundo y vean que la Luz realiza un cambio positivo.

5) En sus oraciones para ayudar a sanar y ayudar a otros. Al proyectar su Luz y Amor visualicen la Luz y pronuncien los sonidos sagrados, afirmando su Fe en la Sabiduría de dios en todas Sus Obras, para que sus oraciones sean contestadas según su Voluntad.

6) Para la protección de sus mantos, tanto físico como espiritual, ya que ayudan a construir un muro de Luz, fortaleza y enfoque.

7) Para trabajar directamente con los mensajeros de la jerarquía y para discernimiento de jerarquías cuando ellos (los Maestros de Luz) hacen su aparición.

Estas expresiones son parte del uso de las lenguas de Enoch basadas en el libro “Las Claves de Enoch”.

Sus sonidos, visualización y combinaciones de niveles mental y espiritual, y aunque combinan sonidos, Hebreo-Araméico y Hebreo-Arábico, ellas no son exclusivas e incorporan variaciones sagradas derivadas de sonidos antiguos que vienen del Sánscrito, del Tibetano y el Chino, los que se encuentran en los otros textos de Enoch. Estas pronunciaciones variantes preservan una síntesis global y al mismo tiempo llevan consigo el poder contenido en la sabiduría de los profetas.

Significado, uso y poder

Esta es la Salutación Sagrada, la Qudushsha, que es usada por toda la Jerarquía y por los Hijos e Hijas de Luz para saludar a “El Padre” ante su Trono.

También es usada por la teofanía de la Jerarquía, así como para discernir las órdenes angelicales mediante su uso como Salutación, determinando a aquellos que sirven al Padre Eterno y aquellos que son sus verdaderos Mensajeros.

La expresión como una fórmula triple pone en movimiento un sello trinitizado y es la expresión más alta del trabajo en equipo en los cielos sobre la tierra.

Es empleada por los Elohim a través de Kaduma Kadmón para conectarse con otros sonidos para la Divinación de nuevos mundos, por lo cual “cada pronunciación de la Expresión Sagrada guía hacia la forma-simiente, la cual representa la compleja naturaleza de las energías básicas de las fuerzas de Vida (Claves de Enoch - Clave 305)

A través de su poder se conectan todas las formas creativas con la Ley Eterna Divina en Santidad y Santificación. Este sonido cósmico proporciona octavas de sonido adicionales más allá del alcance normal humano, a través de las cuales se activa toda partícula subatómica por su propia vibración cromática en particular.

En el nivel personal supremo, el poder Trinitario del “Kadosh, Kadosh, Kadosh” puede crear un hipervórtice o columna de energía Divina, a través de la cual puede cruzarse el Súper-Espacio y el Súper-Tiempo con este cuerpo físico, colocándonos en resonancia con otros niveles de inteligencia divina.

Esta fórmula puede usarse también para evocar la PROTECCIÓN DIVINA, ya que esta Santa Expresión es un Enlace entre todas las Jerarquías como una Salutación de la Hermandad con un Padre en común. Crea una COLUMNA DE PROTECCIÓN ENERGÉTICA que puede usarse en todas las situaciones prácticas para la resolución de problemas, curación y todo tipo de elevación de conciencia y donde quiera que se necesite proyectar energía para hacer el Trabajo del Reino.

Al usar esta Expresión Sagrada, tres veces para activar los Poderes Triples, cantamos y visualizamos la trinidad (la trikaya o el vehículo triple) sobre nuestro tercer ojo.

Ahora somos acompañados por un coro de lo Alto, cuando los Seres Lumínicos Íntegros hacen su aparición ante nosotros, y al continuar usando esta Salutación, somos saludados por las Hermandades y las Huestes del Oficio de la Shekina, el Cristo y el Padre Divino.

Oh! Padre Divino, que hagamos real nuestro vehículo corporal a través de la intención y la extensión, cantando eternamente ante el Trono con las palabras: Kadosh, Kadosh, Kadosh, Adonai Tzebaot. Que la Jerarquía cante con nosotros en la tierra como es en el cielo.

Que la santidad de nuestros hermanos y hermanas en los mundos superiores esté con nosotros en cada latido de corazón y en cada forma-pensamiento. Y oramos para que todas las letras en el lenguaje de Luz sean expresadas en esta santa oración y canto eterno.

7 de febrero de 2010

OTRO BLOG DE INTERÉS

 

Alexiis, 7 de febrero, 2010

En vista de que a lo largo del tiempo hago muchas traducciones para diversos Maestros que considero son de interés general, pero que no encuadran dentro de ninguno de mis blogs existentes, he decidido abrir otro blog más, cuyo link es el siguiente:

http://traduccionesdeinteres.blogspot.com/

Espero que como siempre disfruten de la lectura del mismo, y necesito la ayuda de alguien que me indique cómo hacer para ver los seguidores. Lamento estas cosas me superan.

Con amor, Alexiis

LA ORACIÓN SILENCIOSA

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La Oración Silenciosa es un reconocimiento de Todo Lo Que Es. En esta oración, yo sé que cada oración que he hecho alguna vez ha sido escuchada por el Espíritu y que el Espíritu me ha dado todo lo que alguna vez he pedido. Es un reconocimiento de que mi alma está completa en el amor y la gracia de Dios. Es un reconocimiento de mi total estado de perfección y de Ser. Todo lo que deseo , todo lo que deseo co-crear, ya se halla dentro de mi realidad. Llamo a esto la Oración Silenciosa porque sé que mi Ser ya ha sido completado. No hay necesidad de pedirle cosa alguna al Espíritu, porque ya ha sido otorgado.

En mi corazón, yo acepto mi Ser perfecto.

Yo acepto que la alegría que he anhelado ya se halla en mi vida

Yo acepto que el amor por el cual he orado ya se halla dentro mío.

Yo acepto que la paz que he pedido ya es mi realidad.

Yo acepto que la abundancia que he buscado ya llena mi vida.

En mi verdad, acepto mi Ser perfecto.

Yo asumo la responsabilidad por mis propias creaciones.

Y todas las cosas que se hallan dentro de mi vida..

Yo reconozco al poder del Espíritu que se halla dentro mío

Y sé que todas las cosas son como tienen que ser.

En mi sabiduría acepto a mi Ser perfecto.

Mis lecciones han sido elegidas cuidadosamente por mi propio Ser.

Y ahora camino a través de ellas en plena experiencia.

Mi sendero me lleva en un viaje sagrado con un propósito divino

Mis experiencias se convierten en parte de Todo Lo Que Es.

En mi conocimiento, acepto mi Ser perfecto

En este momento, estoy sentado en mi silla dorada

Y sé que soy un ángel de luz

Veo a una bandeja dorada - el regalo del Espíritu

Y sé que todos mis deseos ya han sido cumplidos.

En amor de mi Mismo, acepto a mi Ser perfecto.

No me cargo a mi Mismo con juicios o cargas.

Acepto que todo en mi pasado fue dado en amor.

Acepto que todo en este momento me llega del amor.

Acepto que todo en mi futuro resultará de un amor más grande.

En mi Ser, acepto mi perfección.

Y así es.

6 de febrero de 2010

¡¡¡B A S T A!!!

Alexiis, 6 de febrero, 2010, 5 am

Amados Maestros llegó el momento en el que digo BASTA, ya no puede ser que me despierten con el dichoso campanilleo a las 4,30 de la madrugada y luego no se presenta nadie.

No puede ser que yo sea el único canal del mundo en que usen semejante aparato para llamarme a canalizar. Sé que al Maestro Kryon y a otros les gusta jugar con él, pero yo no puedo seguir así.

Anteriormente ustedes incluso durante la noche me solían llamar de otra forma, tal como lo hacen con otros canales, pero no con ese aparato que aquí donde vivo en la tercera dimensión me hace crear una fama de ‘loca’, ya que no se activa solamente cuando no hay nadie, sino que ahora cualquier persona que me venga a ver y suena el famoso ‘campanilleo’.

No puedo seguir así, espero que ustedes lo comprendan ya que me han dicho incluso que los del otro lado, o sea los oscuros, también lo están activando. Si es así, cosa que creo ya que más de una vez no me responde nadie y no puedo dudar de que sea mi falta ya que me conecto con ustedes y recibo mensajes, entonces ha llegado la hora para desactivar este dichoso artilugio.

Yo, como desde hace años en esta vida estoy dedicada a mi trabajo con ustedes y por supuesto esto no cambia en nada, pero lo del aparatito tiene que acabar, todo esto va en detrimento de mi salud física, me sube la presión y así no puedo cumplir con mi servicio.

Encarecidamente pido la colaboración y comprensión de ustedes y seguiré cumpliendo con mi misión cada vez más. Con todo amor para ustedes, pero también amándome a mi misma, me despido, ALEXIIS

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4 de febrero de 2010

LOS MANUSCRITOS DE GEENOM (III) Parte 8 - Final

46. La responsabilidad de nuestros actos.

Aprendiendo de los niños.

6 de Abril de 1990

Las acciones que realizamos cada día son un ejemplo, una imagen, una referencia, para aquellos que nos rodean. Los hijos, los familiares cercanos, son los que con más fuerza, más intensamente, reciben esa imagen, ese ejemplo y esa referencia.

La responsabilidad que tienen nuestros actos es mayor cuando aquellos que los captan, por no tener criterio o ser aún menores, los perciben como pasos a seguir, de tal forma que si nuestros actos no son coherentes, estaremos siendo referencia incoherente para nuestros hijos porque ellos, que sin criterio se fijan en nosotros, la adoptarán.

Las pautas de comportamiento, a la hora de tomar decisiones, son fundamentales y deben siempre estar teñidas por la consciencia de la responsabilidad que entrañan con respecto a los que nos rodean.

No es válido decir "haz lo que digo, pero no lo que hago". No es válido porque si existe contradicción entre lo que hago y lo que digo, estaremos creando confusión a los que se miran en nosotros.

Trabajar por la evolución, haber adoptado una filosofía de vida, implica que nuestros actos deben estar teñidos de esa filosofía. Los que nos rodean nos patentizarán nuestras contradicciones e incongruencias, pero aquellos que, por su edad, no tienen aún criterio propio, vivirán la confusión entre lo que decimos y lo que hacemos.

Los niños son los principales beneficiarios o perjudicados por nuestros actos. Ellos reciben de nosotros un idioma, una filosofía, una educación, unos conceptos, unos criterios de funcionamiento ante las cosas que se van encontrando día a día, y el resultado de todo ello se manifestará en su vida más tarde o más temprano. Los ladrillos que vamos poniendo en su carácter, en su personalidad, los que ponemos con nuestro ejemplo, tienen una base sólida porque están adquiridos en momentos donde no hay posibilidad de elección, donde no existe criterio de selección. Ese criterio aparece más tarde.

En la pubertad, en la adolescencia, vemos a nuestros padres con otros ojos y les sometemos a unos filtros muy tupidos, descubriendo en ellos todos aquellos defectos que antes no veíamos. Sólo mucho más tarde, cuando reconocemos nuestros propios defectos, es cuando aprendemos a disculpar los de nuestros padres porque, posiblemente, muchos de los defectos que tenemos de adultos son los mismos defectos que tenían ellos, los mismos que adoptamos como pautas de comportamiento cuando éramos pequeños.

Así pues, la responsabilidad que adquirimos con respecto a nuestros hijos y a los niños que conviven cerca de nosotros es muy grande.

Trabajar por la evolución implicaría una educación libre basada en el respeto y en la coherencia. Todo aquello que vaya en contra de esos principios, estará poniendo ladrillos equivocados en la personalidad de esos niños. Es necesario que aquellos adultos que están a su cuidado estén perfectamente de acuerdo en los criterios a adoptar, para que los niños tengan una referencia fija, no dos puntos de vista, dos comportamientos o dos criterios distintos frente al mismo hecho, porque entonces el niño quedará en el vacío. Luchará entre el amor y el desconocimiento; se le obligará a tomar decisiones para las cuales no está preparado y se moverá por los sentimientos más que por la razón. Los adultos que guían sus acciones más en función de sus sentimientos, de sus emociones, que de sus parámetros racionales o aquellos que no sean capaces de conjugar sus emociones con sus razonamientos, provocarán un desconcierto en todo su entorno.

El hombre está situado a caballo entre su razón y sus sentimientos, pero no sabe conjugarlos. O se decanta a un lado, o se decanta a otro: el hemisferio derecho o el hemisferio izquierdo, el cerebro o el estómago, el estómago o el sexo, pero nunca conjuga los dos polos para obtener una energía positiva, una energía útil. No ha aprendido aún y entonces sufre.

"Es fácil encontrar la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio", decía el Maestro Jesús, y así es. Estamos siempre dispuestos averíos defectos en los demás y muy poco dispuestos a ver los propios.

Tenemos la obligación moral de ser espejo: hacia adentro y hacia afuera. Es ingenuo pensar que los demás no nos ven cómo somos. En el devenir diario, cientos de matices, de posturas, de palabras, dan la verdadera dimensión de cómo somos. Ayudarnos en ese sentido, conocernos un poco mejor, es labor de todos.

El inhibirse en los momentos importantes, en los hitos, es ir en contra de esa filosofía de hermandad, como también lo es el inhibirse en los momentos donde no hay hitos, catarsis o crisis, porque la relación humana es algo diario, cotidiano.

Es nuestro ejemplo, en todas las facetas de nuestra vida, nuestra imagen coherente, la que debe llegar a los demás. Si piensas blanco, haz blanco, pero no hagas otro color. Haz el esfuerzo de quitarte la careta para que los demás vean en ti aquello que eres, no lo que tú quieres que los demás vean.

Afortunadamente, tenemos una imagen moldeable que podemos ir puliendo día a día, perfeccionándola. No sirve de nada taparla; si se tapa no se corrige. Hay que sacarla, mostrarla, que los demás la vean para entre todos perfeccionarla, mejorarla. Es una labor ardua, lenta, pero eficaz en el tiempo. Sólo aquel que está convencido de estar en posesión de la verdad no cambia sus posturas, porque siempre espera que sean los demás los que las cambien.

Si nos fijásemos en nuestros hijos aprenderíamos mucho. Aprenderíamos cómo sus preguntas, basadas en su inocencia y en su ingenuidad, nos enseñarían a ser humildes, a preguntar lo que no sabemos. Seríamos capaces, entonces, con humildad, de fijarnos en los demás, en ver cómo los demás actúan, coger lo que sabemos positivamente que nos puede beneficiar. Eso es lo importante: tener la humildad para reconocer que no se es perfecto y tratar de dar siempre, a aquellos a los que podemos influir de una manera más directa, el ejemplo necesario para formar personas más limpias y con posibilidades de evolucionar con más fuerza.

47. La energía del amor.

Las experiencias no son transmisibles.

Sólo hay amor si se manifiesta.

11 de Mayo de 1990

Las experiencias, situaciones y circunstancias que cada ser humano vive desde que nace, son las que dan forma a la personalidad que manifiesta. Cada uno vive la historia desde un punto de vista personal, por tanto subjetivo. Las normas de conducta que dicta la sociedad, que dictan las religiones, que dictan las leyes, son reglas generales que, tratando de unir un sentimiento general, obligan al ser humano a renunciar, en muchas ocasiones, a sus propios conceptos, para acercarse a esa media grupal que conforma la sociedad en la que está inmerso.

No podemos pretender que nuestros procesos mentales, conformados por las experiencias vividas, sean traspasables a otras personas. Un síntoma de evolución es saber entender por qué el otro actúa de una manera y no de otra, más cercana quizás a nuestra forma de pensar.

La base de la comprensión es el amor. Si te guía el interés intentarás comprender; si te guía el amor no sólo intentarás comprender sino también aceptar. No siempre que se comprende se acepta, ni siempre que se acepta ha sido comprendiendo. Cuando ambos conceptos no están unidos es que falta amor.

Las sociedades y empresas en las que los hombres se empeñan tienen muchas veces, casi siempre, el objetivo económico, el objetivo de desarrollo profesional o el objetivo de ver cumplido un deseo que, a veces, es simplemente un deseo de mejorar la propia imagen de cara a los demás.

La relación de personas por amor lleva implícito el renunciar a aquello que te separa para acercarte a lo que te une y, en la medida que los dos intenten comprender y aceptar las cosas que les separan, se puede llegar a la unión total mediante el conocimiento, la comprensión y la aceptación. Son muchas las cosas que separan a las personas, pero también hay muchas cosas que les unen.

El elemento vital que mantiene la vida física es la sangre y ésta es posible trasvasarla de unos seres humanos a otros. Aún así, existen incompatibilidades que, a veces, no lo hacen posible. Quizás sea este elemento, el elemento vital, el que más fácilmente se puede trasvasar de un ser humano a otro. El resto de su organismo será rechazado y tendrá que ser forzado con elementos químicos para su aceptación, que en este caso es la imposición.

De la misma manera, si queremos que nos acepten nuestras ideas, imponiéndolas, tendremos que utilizar elementos ajenos, elementos no naturales para que esto ocurra y el rechazo puede surgir en cualquier momento. El rechazo, la separación y la muerte de la relación. Solamente tratando de comprender es como se puede llegar a un conocimiento de las razones por las que el otro se mueve.

A veces la forma en que hemos sido educados, las circunstancias que hemos vivido, las experiencias negativas o positivas o, simplemente, aquellas circunstancias que no hemos sabido asimilar, hace que nuestra respuesta a las demandas ajenas no sea completa, no sea real o no sea clara; pero si queremos saber lo que hay de verdad, no nos quedará más remedio que acercamos con amor, porque es la única energía que rompe las barreras, la que puede con todas las demás y la que, como energía superior, lleva incorporada en sí misma todo lo que es razonamiento del consciente, regulación vital del inconsciente y mente profunda del subconsciente.

Así pues, a veces puede parecer que cuando se ama no se razona y es que cuando se intenta poner el razonamiento por delante del amor, o al mismo nivel que éste, estamos reduciendo su energía.

Amor es aceptación, puesta en marcha de todos los mecanismos físicos, astrales y mentales conjuntamente, al unísono, para que todo sea un TODO, para que cada parte sea parte de ese todo y no se distinga del resto.

A veces no somos comprendidos. Los egoísmos y la soberbia hacen que se separen de nosotros aquellos a quienes queremos. Deberíamos entonces reflexionar sobre qué estamos haciendo nosotros para que ese amor que sentimos no se transmita fielmente a quien queremos. ¿Será quizás que pensamos que sólo sintiendo amor es ya suficiente?

El amor, el amor humano, el amor entre personas con circunstancias, personalidades y experiencias distintas, tiene que ser un amor adaptable, un amor que la mayor parte de las veces tiene que efectuar su entrega a través de procesos mentales complicados.

La energía que pongamos en ello nos llevará a ser aceptados y a aceptar. No nos limitemos a sentir, pongamos en práctica la aplicación del sentimiento a través de los mecanismos que el Cosmos nos ha dado: nuestra mente, nuestra energía astral y nuestro cuerpo físico, dejando paso a los elementos de mayor vibración cuando veamos que las de menor vibración no llegan, y al contrario. A veces, una caricia puede más que una mirada y una palabra más que una sonrisa, y a veces también es justo al contrario.

La habilidad, el deseo de sintonizar emocionalmente con los otros, nos hará estar muy pendientes, muy conscientes, de cuáles son las claves de acceso afectivo al otro y eso produce sintonía y un efecto recíproco, con lo cual la armonía se duplica, se completa, se cierra un círculo y se mantiene una energía, entre dos, capaz de generar energía de cuatro, de ocho y de más.

Dejemos fluir nuestras energías, armonicémonos para poder dirigir todo lo que está englobado en el amor hacia cuantos nos rodean y en especial hacia aquellos con los que estamos más vinculados, porque ellos están ahí no por casualidad, sino porque son, justamente, las personas que hemos elegido y que nos han elegido para la mutua evolución.

48. El miedo impide avanzar.

Claves para afrontar lo desconocido.

31 de Agosto de 1990

El futuro es una palabra o un concepto que carece de sentido si no se asumen responsabilidades. Hasta que el hombre no empieza a asumir responsabilidades, no se cuestiona el devenir, el futuro.

El miedo, que hace mella en todos los seres humanos cuando desconoce qué va a suceder, es más patente cuando, además, se carece de experiencia previa. Cuando el hombre adquiere sus primeras responsabilidades carece de la experiencia personal previa que le pueda dar referencias sobre qué puede ocurrir, porque, además, las experiencias ajenas no le son de utilidad.

Cuando el hombre alcanza la madurez y se enfrenta a retos en su vida, intenta echar mano de su bagaje de experiencias para perderle el miedo al futuro. Sin embargo, ese miedo sigue subyaciendo hasta que la luz empieza a entrar en su mente, la luz que viene dada por los primeros pasos que se dan en el camino del reto que tiene planteado.

El miedo lo queremos teñir, muchas veces, con la palabra prudencia. La prudencia es el conocimiento de lo que puede ocurrir, unido al desconocimiento de factores ajenos y unido, por último, a la paciencia. Prudencia, en todo caso, no significa estar parado sino andar con atención para corregir sobre la marcha, de forma natural, los errores que puedan ir cometiéndose.

Por el contrario, el miedo te impide andar, te impide avanzar. El miedo es la puerta de entrada a la paranoia. El que tiene miedo ve enemigos por todas partes, ve dificultades en todos los pasos. No avanza, se estanca, entierra la moneda y no la hace fructificar.

Dentro de nosotros tenemos las respuestas para hallar la salida a cualquier situación que se nos presente, pero para ello debemos tener la objetividad suficiente como para poder poner por delante la experiencia de lo que hayamos vivido anteriormente, uniéndola a la escala de valores que tengamos implantada en nuestra personalidad. La síntesis será el paso que demos a continuación. Si a la experiencia previa le unimos nuestra escala de valores, nuestra filosofía de la vida, el resultado tiene que ser algo positivo.

El temor, además, es contagioso, se transmite, crea inseguridad alrededor. Los que conviven con gente temerosa terminan por tener miedo, simplemente porque se han creado una serie de pilares de inseguridad tremendamente quebradizos.

No se trata de ir alocadamente hacia adelante, se trata de manejar la mayor cantidad posible de parámetros internos y externos, para que nuestra decisión sea la más adecuada a cada circunstancia. Cuando se tiene miedo, se ejerce presión sobre los demás, como buscando que sean ellos los que nos quiten nuestro temor, para que nos den seguridad. Nuestras inquietudes son sólo nuestras. Por mucho que queramos transmitirlas, los procesos internos son personales e intransferibles y, en todo caso, los demás sólo captarán la síntesis, el resultado; notarán la seguridad o la inseguridad de nuestros planteamientos.

Cuando estemos cerca de alguien con temor, con miedo, tratemos de encontrar el punto sobre el que se puede basar su seguridad. Busquemos en su historia, en sus referencias y a partir de ahí tratemos de que se apoye en esos puntos, porque sólo encontrando los pilares fuertes de su historia podrá encontrar la fuerza necesaria para seguir adelante.

El miedo se produce por desconocimiento, pero por desconocimiento de nuestras capacidades, de nuestras posibilidades. Esos son los pilares que tendremos que ir descubriendo.

En el ejercicio diario vamos poniendo a prueba cada una de esas capacidades. Reflexionemos, cada día, sobre las potencialidades que hemos puesto a prueba, con quién lo hemos hecho y qué resultado hemos obtenido. Hagámoslo cuando sintamos que pueden quedar reflejadas o archivadas en nuestro subconsciente, porque así nos servirán en próximas ocasiones.

No le demos la espalda a los problemas, porque los problemas son las claves para evolucionar. El miedo impide que afrontemos los problemas. El miedo, por tanto, nos impide evolucionar.

El valor, si no va unido a la inteligencia, es locura. El valor debe estar regido por la cordura, por la inteligencia, por el manejo de los parámetros positivos y negativos que se dan en cada acción, y aunque siempre existe el elemento riesgo, ese riesgo debemos asumirlo. Si el resultado final es positivo o negativo, asumámoslo también con absoluta naturalidad.

A veces, el hombre que no sabe encontrar dentro de sí las respuestas, va dando palos de ciego a su alrededor esperando que suene la clave para poder seguir por ese camino. Quizás así pueda encontrar la clave, pero habrá destrozado, posiblemente, muchas cosas a su alrededor, habrá dado muchos palos sin sentido.

La coherencia no está reñida con el amor, con la paciencia, con el valor, con la prudencia. La coherencia es el resultado de la unión de parámetros para tomar una decisión. Los procesos racionales nos tienen que servir para desenmarañar aquello que parece enmarañado. Si la información que se recibe parece confusa, enmarañada, sin sentido, parémonos y busquemos el hilo que deshaga el ovillo.

Así es la vida, una madeja revuelta pero con cabos que siempre están a nuestra disposición para desenmarañarla. Sólo el miedo nos hace desistir de ese reto.

Cuando nos encontremos frente a frente con una situación desconocida, tengamos la seguridad de que internamente tenemos las claves para afrontarla. No tengamos miedo a avanzar. Pongamos toda nuestra energía positiva en ello y aunque aparentemente recibamos sinsabores, en la balanza final seguro que encontramos un resultado altamente positivo.

Desenmarañemos la madeja sin miedo. Afrontemos lo que la vida nos viene dando, porque eso es lo que nos hará evolucionar. No queramos cambiar la vida al prójimo, no andemos por él. Seamos referencia pero no objetivo. El objetivo es uno mismo para uno mismo, no para el prójimo.

49. El Nombre Cósmico, referencia armónica.

Sensaciones y sentimientos. Relaciones grupales.

11 de Octubre de 1990

Decimos que el hombre posee un espíritu individualizado. Esa energía que llamamos espíritu individualizado es una semilla que, al ser generada en dirección a una entidad, produce un sonido inaudible para los oídos físicos y que siempre la acompaña dotándola de una vibración especial. Ese sonido o vibración especial de la semilla espiritual, es lo que conocemos como Nombre Cósmico de la entidad a la que va destinada. La función del Nombre Cósmico es la de servir de referencia armónica a la energía derivada de los actos que nuestro libre albedrío decide realizar, tanto por acción como por omisión. Si la decisión que adopta nuestro libre albedrío está en consonancia con lo que nos dicta la Voz de la Conciencia, estaremos armonizando dos corrientes energéticas.

La Voz de la Conciencia es el sonido de la semilla espiritual o Nombre Cósmico. Las decisiones que adoptemos constantemente harán que, por simpatía armónica, el espíritu que nos anima sea mejor percibido que si no actuamos de acuerdo a esa voz.

Cuando obramos bien nos sentimos bien generando, como consecuencia, una energía positiva, pareciendo que todo se ve de un color distinto. Estamos vibrando armónicamente con el espíritu, generando una energía altamente positiva. Por el contrario, cuando no obramos de acuerdo a la Voz de la Conciencia, se crean desarmonías entre ambas energías, nos sentimos mal, todo se vuelve sombrío, porque atraemos energías de signo negativo que están a nuestro alrededor.

Esto, que muchas veces no es percibido, si es una actitud mantenida, llega a provocar patologías físicas, desarmonías psíquicas, problemas de relación, y un largo etcétera que hace que el ser humano se sienta frustrado porque no está actuando de acuerdo a lo que le dicta la Voz de la Conciencia.

Si en lugar de hablar de un individuo hablamos de un colectivo, llámese seres humanos de la Tierra, continente, país, ciudad o grupo de trabajo, la resultante de las acciones del colectivo, si son positivas, sintonizarán con la energía positiva que anida dentro de cada uno de sus elementos y conseguirán que todo él, individual y colectivamente, avance mucho más deprisa que si sus acciones u omisiones no están de acuerdo con la filosofía que se han marcado.

Cada uno de los integrantes de un grupo o colectivo debe saber cuáles son las normas que le rigen, que le hacen moverse, adoptar posturas y tomar decisiones. No es fácil, en ocasiones, renunciar a las apetencias personales en función del bien común, del bien del colectivo, pero si es un colectivo armónico, siempre se encuentra una vía o un camino por el cual esas apetencias personales pueden encontrar satisfacción.

Las personas se mueven entre dos polaridades que podrían estar marcadas por las sensaciones y los sentimientos: las sensaciones que se percibirían a través de sus sentidos, como la parte más material, y los sentimientos, que serían generados por la parte más sutil, por la parte espiritual. Entre esas dos polaridades hay un campo en el cual el hombre se mueve y hacia el cual se inclinan sus decisiones, bien atendiendo a los sentimientos o bien atendiendo a sus percepciones físicas.

Un grupo o colectivo también se mueve por estos dos parámetros: sus apetencias físicas, sus miedos, sus necesidades de comunicación y, por otra parte, su sentimiento trascendente, su deseo de conocimiento, su deseo de comunicación y su deseo, en definitiva, de evolucionar.

A veces, las circunstancias personales hacen que las tendencias grupales se inclinen hacia la parte más física, hacia las percepciones, hacia las necesidades de tipo más egoísta o más personal y otras veces, por el contrario, sus inclinaciones le llevan a profundizar en la trascendencia.

Un grupo de trabajo debe saber manejar ambas polaridades y extraer una síntesis, porque ella marcará su momento de evolución grupal y personal.

A medida que se evoluciona, las necesidades físicas van pareciéndose, cada vez más, a las necesidades filosóficas, de tal manera que los colectivos más evolucionados se rigen por una sola ley o por una sola fuente de influencias que, aunque tenga también sus dos polaridades, están muy próximas y apenas se distinguen.

La comunicación entre los miembros de un grupo debe ser fluida, sin miedo, sin reservas, incorporando que todos los que lo integran poseen una intencionalidad positiva con respecto a los demás, un deseo de ayuda y comprensión. Siendo esto así, la comunicación grupal tiende a ser efectiva, creativa, instructiva y generadora de ideas y soluciones.

Un grupo vibrando al unísono genera una energía impresionante. Mal utilizada esa energía, hace que el grupo pueda llegar a convertirse en una secta, en una pseudo-religión, en un grupo que busca, al final, su satisfacción mediante el control y el poder, porque se convierte en endogámico. Sin embargo, un grupo que simplemente quiere ser testimonio de una filosofía, de un conocimiento, de una experiencia, busca simplemente que los que le rodean se beneficien de esa energía sin otro ánimo que el de compartirla.

Los grupos no son ampliables o reducibles en función de reglas fijas. Los grupos, como el corazón, se contraen y se expanden. A veces, hay que contraerse para recuperar energías, para hacer revisiones, para controlarnos, para saber dónde nos hemos desviado y para recuperar también un poco el camino del conocimiento y poder así ampliarlo a continuación. Después se expande para poder liberar la energía contenida durante el tiempo en que ha estado encerrado en sí mismo.

Si existe comunicación entre los miembros del grupo, esa expansión tiene que generar una energía altamente positiva, porque el objetivo que guía la expansión sería un objetivo positivo, no un objetivo con fines de control, de poder, de exaltación personal sino que, por el contrario, sería altruista sin buscar compensaciones y con la consciencia de que esas compensaciones llegarán si se obra de acuerdo a la Voz de la Conciencia, porque el espíritu y la energía que genera siempre producen beneficio.

Cuando un grupo tiene objetivos comunes es como la locomotora a la que se echa combustible en su caldera para que ande más deprisa. Sin darse cuenta, los objetivos grupales y la energía que cada uno le pone hacen que la máquina funcione a mayor velocidad.

Un grupo que esté saliendo de una contracción después de una fuerte revisión personal, empieza a expandirse de una forma cada vez más notoria. Eso significa que la energía retenida durante la contracción, siendo positiva, tiene que expandirse, y no se puede escudar ningún miembro del grupo en los miedos que supone enfrentarse a la filosofía que le anima.

Si existe una filosofía vital dejémosla fluir. La energía que genera un grupo, bien canalizada, es una energía vivificante, en el sentido de que transmite conceptos y vivencias. Sólo viviendo la experiencia es como se puede contar.

Desterrad el egoísmo, desterrad el miedo y desterraréis también la agresividad, la violencia y la cólera.

50. La intolerancia, síntoma de inseguridad.

Las fronteras.

Comunicación, palabra clave.

25 de Mayo de 1991

La intolerancia es una de las más altas barreras que los seres humanos ponen frente a otros seres humanos.

La intolerancia, el no aceptar las manifestaciones del otro, es un síntoma claro de inseguridad. La defensa de nuestros intereses, de nuestras ideas, de nuestras comodidades y nuestros criterios hacen que nos posicionemos frente a los criterios, las ideas y los intereses de los demás de una forma rígida, con un planteamiento de incomprensión, dando lugar a eso que se llama intolerancia.

La comunicación entre los seres humanos debe estar libre de ese tipo de posturas. Debemos aprender a escuchar, debemos apreciar el valor que tienen las manifestaciones de los demás, aunque a veces esas manifestaciones puedan dolemos, simplemente porque no van en la misma dirección que nuestras propias manifestaciones.

Para que una bombilla dé luz deben cumplirse varios requisitos: que en su interior se haya hecho el vacío, que su filamento esté completo y que tenga una conexión con la red de electricidad. Para que el ser humano dé luz, su interior, su mente, debe estar vacía de prejuicios, de intolerancias, de egoísmos y de soberbias, debe tener una mente preparada para recibir sin bloqueos, con un filamento que son sus neuronas dispuestas a conexionarse unas con otras al menor impulso. Por último, tiene que tener el deseo interno de conexionarse con la fuente de energía.

Cuando esos requisitos han sido cumplidos, el hombre da luz e ilumina a todo cuanto le rodea.

Hasta que llega a ser bombilla, el hombre debe pasar por diferentes estadios. Antes, seguramente, deber ser como una vela donde la materia que lo compone es la que arde, la que se consume en vez de crecer. El hombre, en ese estadio, se consume con la luz que proporciona, porque quizás no ha aprendido todavía que cuanto más recibes más puedes dar y viceversa.

A lo largo de su historia, el ser humano ha ido poniendo fronteras, barreras de intolerancia, barreras de oscuridad para protegerse, como si los demás fuesen a agredirle. Las fronteras son la muestra de la intolerancia, la muestra de la falta de fraternidad entre los seres humanos.

Por causa de las fronteras se han producido millones de muertes; por causa de unas líneas imaginarias los seres humanos se han matado, unos a otros, durante siglos. En lugar de decir: mi casa es tu casa; han dicho: tú en tu casa y yo en la mía. El sentimiento de propiedad absurdo también es otra de las causas de la falta de comunicación y entendimiento. En lugar de buscar un idioma común a todos los seres humanos, cada uno, dentro de sus fronteras, ha tratado de encontrar un lenguaje propio y particular que le diferenciase de los demás, para hacer así más difícil la comunicación. En lugar de buscar juntos la Fuente, el origen de su vida, de su existencia, el hombre ha ideado diferentes tipos de religión enarbolando la bandera de la exclusividad.

En lugar de ayudar al pobre, al necesitado, a aquellos países que pasan hambre y mueren, el ser humano ha acumulado riquezas y ha sido incapaz de dar sin esperar algo a cambio.

Son muchas las cosas que el ser humano de la Tierra ha puesto en el camino para romper la comunicación entre unos y otros. Aún dentro de las propias familias, los hermanos mayores han tenido más privilegios que los menores; el hombre más privilegios que la mujer, o la mujer más privilegios que el hombre, según las culturas.

El sentimiento de igualdad brilla por su ausencia en sociedades como las terrestres. Comunicación es la palabra clave para que los seres humanos puedan andar juntos en la misma dirección. Todos los intentos que se hagan por bloquear la comunicación, son intentos antievolutivos, así como todos los intentos que se hagan por facilitarla serán intentos dirigidos en el camino correcto. En lugar de pensar en uno mismo, pensemos en qué necesita el otro y seguro que, en ese momento, se estará empezando a iluminar un poco la bombilla que configura nuestro ser integral.

Ser intolerantes es estar bloqueado, es mirarse al propio ombligo y pensar que la razón está de nuestra parte, como si la razón o la verdad fuese patrimonio de uno en detrimento de los demás.

Nadie tiene la verdad absoluta, ni nadie está solo como para pensar que pueda conseguir evolucionar sin la ayuda de los demás. La bombilla sin la conexión con la red no brillaría , y una sola bombilla no puede iluminar un campo.

En la oscuridad de la noche sólo la luz que seamos capaces de generar nos ayudará a evitar los tropezones, las piedras y los hoyos. Hablemos con el de al lado, preguntémosle como es el camino que ha encontrado, cojámonos del brazo del de al lado y andemos y ayudémonos mutuamente cuando uno de los dos tropiece. Pero para eso es necesario eliminar todas las barreras mentales, físicas y energéticas que hemos ido poniendo a lo largo de cientos y miles de años entre unos seres humanos y otros.

Cada vez que sintamos en nuestro interior que estamos siendo intolerantes, que estamos poniendo un bloqueo en la comunicación con el prójimo, parémonos, recapacitemos sobre nuestros procesos mentales, teniendo presente que nuestro objetivo en esta vida es la evolución y que todo aquello que hagamos en contra de ella apagará un poco esa bombilla que el Cosmos nos ha proporcionado para iluminar un poco más el mundo en el que nos ha tocado vivir.

51. El final de un ciclo planetario.

20 de Septiembre de 1991

Los acontecimientos cotidianos que vive el hombre, que los vive como un devenir habitual y aparentemente sin conexión de unos con otros, son los elementos que le llevarán al final de una etapa, de sus etapas particulares, las que tiene que cumplir.

Cada uno tiene previsto realizar sus propias metas y el camino que realiza cada día es el caldo de cultivo necesario para que esa meta se pueda conseguir. El hombre generalmente es inconsciente de que está construyendo su propio camino, piensa que son las circunstancias ajenas a él las que marcan su trayectoria. Sin embargo, son sus pensamientos, sus gestos y sus actos los que constituyen cada ladrillo, cada piedra, el asfalto y los límites laterales.

En estos momentos el ser humano de la Tierra está llegando al final de un camino que le ha costado 25.000 años construir. Ha ido llenándolo de muchos hoyos, muchas trampas, muchas dificultades, pero sólo gracias a que internamente tenía marcada su meta, ha podido llegar casi a cumplir una nueva etapa.

Todas las personas de este planeta se van a ver en los próximos tiempos abocadas a cerrar una etapa, una etapa importante; van a cerrar 25.000 años de vida, de camino, para enfrentarse a un nuevo reto. La teoría, la información, lo que se ha asimilado, lo que aún falta por asimilar, deberá concretarse. Se pasará entonces a una nueva fase, al recibir energías que potenciarán zonas y áreas de su organismo que les permitirán afrontar ese nuevo reto en condiciones más favorables.

El hombre de la Tierra tiene ante sí la posibilidad de abrir sus canales a unas nuevas energías y a unas nuevas vías de conocimiento, pero para ello tendrá que hacer el esfuerzo previo de cerrar la etapa que está viviendo ahora, de cerrar definitivamente el círculo personal y social que se ha ido cerrando punto a punto, día a día y año a año en los últimos 25.000.

Es muy importante que los seres humanos que vibran en la misma frecuencia, vayan encontrándose y trasvasando sus experiencias, su forma de entender la filosofía de la vida, para de esta manera llegar unidos a un punto más lejano en el conocimiento del Cosmos, de sus manifestaciones y de la forma de acceder a planos más elevados de consciencia.

No dejéis de ser seres humanos con deseos de andar, es la única manera de llegar al final del camino.

52. Deber, querer y poder.

Los proyectos como combustible del cerebro.

27 de Agosto de 1992

La contradicción en la que vive el hombre de la Tierra es debido a tres factores fundamentales: el deber, el querer y el poder marcan la totalidad de su existencia.

Su conciencia le dice lo que debe hacer, su corazón le dice lo que quiere hacer y su consciente le dice lo que puede hacer.

Normalmente el consciente marca sus pautas de una manera muy conservadora, se baña pero guarda la ropa y siempre es superado por el corazón que al final es el que lleva los proyectos adelante. Durante todo el tiempo su conciencia le esta indicando cuál es su deber de acuerdo a la Ley Cósmica, al avance, a la evolución.

Cuando el hombre tiene un objetivo claro, un deseo en el que coinciden los tres elementos, todas las energías se unen y el proyecto se lleva a cabo satisfactoriamente, pero esto no es algo habitual. Normalmente es el consciente el que frena, y el corazón el que acelera, y en esa situación de «tira y afloja» la conciencia pasa a un tercer lugar. Sólo se la tiene en cuenta cuando del resultado de la pugna, de la tensión establecida, sale un proyecto errado. Entonces se recurre a la conciencia y se utilizan frases tópicas: «Tenía que haber escuchado», «Tenía que haberme dado cuenta», «Me he precipitado»...

Siempre es la conciencia, el deber, la que debería marcar el camino y tanto el consciente como el corazón adaptarse a lo que dicte la conciencia y aún más, el corazón debería estar en principio por encima del consciente porque al hablar de corazón hablamos de sentimientos internos, de sentimientos que vienen de lo profundo de la mente y con una carga energética mucho más potente que la que pueda proporcionar el consciente. Sin embargo, a veces, las cosas que se hacen con el corazón tampoco funcionan bien, incluso aunque estén de acuerdo a la conciencia y eso ocurre porque la frialdad del consciente también es necesaria. El nos va a dar la visión de las posibles dificultades, de los posibles inconvenientes con los que podremos encontrarnos y hay que tenerlos en cuenta.

La unión de esas tres fuerzas producen el éxito. No consiste en ir más deprisa o más despacio, consiste en ir equilibrado, sabiendo que cuentas con una intencionalidad positiva que marca la conciencia, sabiendo que cuentas con toda la energía que te da tu fuerza interna y sabiendo que tienes en cuenta los pros y los contras con que te puedes encontrar. Esa es la situación perfecta, pero pocas veces se alcanza.

El equilibrista que está sobre el alambre, cuando empieza, cuenta con su experiencia, con su dominio y también sabe que, en caso de caída, debe adoptar la postura adecuada para hacerse el menor daño posible. Si solamente fuera con su ímpetu y no tuviera en cuenta diversas circunstancias, como la tensión del alambre, la vibración, su propia estabilidad corporal y saliese corriendo sobre el alambre caería y quizás en no muy buena posición porque no lo tendría previsto.

Los proyectos son importantes, son la gasolina para un motor y para un cerebro. Es necesaria esa gasolina, la energía potencial, la energía vibracional que hace avanzar a los hombres. Proyectos viables a los que hay que ponerles la energía del corazón y la frialdad del consciente. Se trata de lograr un objetivo positivo, eso es lo importante. No se trata de ser aplaudidos durante el recorrido, ni tampoco de llegar exhaustos, se trata de hacer el recorrido de forma coherente, sabia, poniendo energía en cada movimiento e incluso guardando algunas de ellas para el siguiente proyecto.

Antes de irnos a dormir cada noche pensamos en las cosas que hemos hecho y en las que nos quedan por hacer y lo vemos de una manera determinada. Nuestro cerebro funciona entonces con las energías que tiene de reserva, que no suelen ser muchas, y entonces, normalmente, no se es muy objetivo.

Cuando nos levantamos por la mañana a esas cosas que habíamos visto por la noche le damos un enfoque muy diferente, parece como si la luz del sol quitase las cortinas, los velos, que nos hacían ver las cosas de una manera más pesimista y nos sentimos con fuerza para afrontar el reto nuevamente.

Así, cuando se inicia un proyecto, con toda la energía física y mental dispuesta a ponerse en marcha, tengamos en cuenta que por la noche, posiblemente, no estaremos muy satisfechos de lo que hayamos hecho durante el día.

Tengamos en cuenta, entonces, que estamos pensando, que estamos meditando, que estamos tratando de racionalizar con un porcentaje más bajo que el de por la mañana, en cuanto a capacidad de discernimiento lógico. Dice una frase que no hay que tomar decisiones en caliente, pero tampoco en frío, porque en una actúa el corazón y en la otra la mente, y ambas, en este caso, carecen de su perfecto complemento.

No hay que dejar pasar la energía que nos da el corazón y no hay que hacer caso al 100 % de lo que dice la mente, porque la mente cuenta con muy pocos parámetros, es muy limitada. Así pues los parámetros que faltan los va a dar el corazón aunque en principio no sean muy conscientes.

Aquellos que se os acerquen buscarán, en muchas ocasiones, energía para su proyecto de vida. Buscarán alguna referencia. Deberéis ser como bidones de gasolina, no como surtidores. Se da lo que se tiene en el bidón, pero no se crean dependencias. Se os acercarán y querrán estar unidos, formar parte de vosotros y de vuestros proyectos, pero el objetivo de la relación humana es que cada uno tenga, finalmente, su propio bidón de gasolina.

Los proyectos, las ideas, deben estar por tanto cargadas de energía y de coherencia, sólo así, con la realización de esos proyectos, podrá llenarse el bidón personal con las experiencias que luego se deberán compartir.

Los seres humanos de la Tierra debéis aportar lo que tenéis y no esconderse por comodidad o egoísmo. Habrá que asumir riesgos y habrá que asumir también los beneficios físicos, energéticos y mentales que se deriven de una acción conjunta de personas que saben lo que buscan.

Al lado de las personas que viven en armonía se mueven entidades muy cercanas, en cuanto a nivel de evolución, que están constantemente apoyando. Se mueven también otras entidades, que aunque más lejanas en el espacio, no lo están en el interior de cada uno. Hay una unión fraternal entre todos los hombres allí donde se encuentren, y esa unión fraternal se basa fundamentalmente en la ayuda para el crecimiento del ser humano en todas sus facetas.

53. EPÍLOGO

Los Manuscritos de Geenom no representan un punto y final en la información que nuestro grupo ha ido recibiendo y elaborando desde 1976. Por el contrario, nuestra vocación es la de divulgarla a través de todos los medios posibles, principalmente libros monográficos. En el momento que se está imprimiendo éste, estamos preparando nuevos trabajos sobre energías, psicología de grupos, medicina psicosomática, capacidades paranormales, pedagogía, etc., sin olvidar un libro de cuentos que nuestros Hermanos Mayores nos han ido narrando a lo largo de los años, antes de irnos a dormir.

Simultáneamente, seguiremos dando charlas y conferencias en aquellos lugares donde seamos requeridos, siempre apoyadas con la proyección de los diversos audiovisuales que hemos ido confeccionando sobre los más variados temas.

Además, sigue adelante el proyecto de edición de una revista bimensual, «Generación 4.4», que tratará de transmitir nuestro pensamiento y el de todos aquellos que quieran colaborar en ella. Un vehículo de comunicación interactivo, donde podamos compartir inquietudes, proyectos y utopías al más puro estilo de la Nueva Era.

Nos gusta ser considerados un grupo atípico, desmitificador y cercano. En ese empeño seguiremos, pero sabemos que no podemos hacerlo solos, y aunque haya muchos «cuerdos» que nos tilden de utópicos y visionarios, también sabemos que cada vez son más los que vibran con la idea de un mundo mejor, sin manipuladores políticos o religiosos, donde lo oculto deje paso alo evidente, donde los milagros dejen de serlo para dar paso a la comprensión de las leyes de la Naturaleza.

Esta obra y las que le seguirán, está dedicada a todos los «locos» del planeta, pequeñas células que están conformando, cada vez con más presencia, el tejido de una nueva sociedad, de un nuevo mundo, a pesar de que las viejas células no quieran reconocer que el nuevo hombre emergente goza ya de unas energías vivificador as distintas y más solidarias, lejos de esas otras que han mantenido, durante siglos, al ser humano de la Tierra anclado en la superstición, la dependencia del dinero y el miedo al futuro.

F I N

LOS MANUSCRITOS DE GEENOM (III) Parte 7

http://wayran.blogspot.com

4 de febrero, 2010

40. La estructura de la personalidad.

Los grupos sociales.

La armonización interna y externa.

23 de Septiembre de 1988

La vida es como un fluido que se adapta, se moldea, en función de un circuito, de unas paredes, que cada uno construye según sus propias experiencias. La estructura de este circuito, la parte externa, la imagen, es lo que comúnmente se conoce como personalidad del individuo. Las acciones de éste y todas las cosas que un hombre hace a lo largo de su vida, están marcadas por la estructura de ese circuito.

La imagen que captan los que se encuentran próximos tiene su lógica en la estructura externa de ese circuito, de esa personalidad, pero hay una parte interna en él: hay filtros, hay pequeñas barreras, desviaciones internas, que no aparecen en el exterior y que son la razón y el porqué de las cosas que se hacen, lo que los más próximos sólo, en todo caso, llegan a intuir.

Con un conocimiento profundo de esa persona se pueden llegar a descubrir algunos de los elementos internos, pero no todos; esos son los que uno mismo tiene que llegar a descubrir. Las experiencias que se viven, el modo como suceden las cosas, los resultados de nuestras acciones vistos con la perspectiva que da el tiempo, nos dicen dónde hemos acertado, dónde hemos fallado y la razón de ello.

La frase "mirar hacia adentro" viene a decir eso, viene a decir mira dentro del circuito y escudriña cada rincón para encontrar los obstáculos, las puertas, los filtros que has ido colocando y que son los que de forma sutil conforman la estructura de tu personalidad.

Las personas cambian con los años en función de experiencias que han colocado nuevos elementos dentro del circuito que han hecho que su imagen, su estructura vista desde fuera, varíe. Casi es igual aparentemente, pero todo lo que haga, sus acciones, tendrán ligeros matices diferentes al anterior y es que las razones, las ideas, los parámetros, recorren internamente un camino distinto. Solo aquel que no es capaz de observarse a sí mismo, creerá que siempre ha actuado igual, que es el de siempre, pero estará totalmente equivocado.

La forma de pensar de los 18 años no es la misma de los 25, ni ésta igual a los 40 y por supuesto a los 60, donde ya la estructura es mucho más compleja. Internamente se asemeja, pero no es igual a los 40.

No se puede ser rígido en las posturas que se mantienen con los demás, basadas en que uno tiene unos principios inamovibles, porque estaremos engañándonos a nosotros mismos y estaremos siendo injustos con los demás.

La propia valoración está en función de lo que seamos capaces de generar por nosotros mismos. Lo común es esperar que los demás hagan. Siempre estamos esperando que sean los demás los que hagan lo que deseamos. Siempre estamos dispuestos a criticar, a sentirnos defraudados cuando los demás no hacen lo que esperamos que hagan.

No somos todos iguales; somos parecidos pero no iguales. Vistos unos al lado de otros, parecerían estructuras de personalidad parecidas, de la misma manera que se pueden parecer dos seres de la misma especie, pero internamente tenemos un porcentaje que nos diferencia; porcentaje que por evolución se va reduciendo.

No pidamos a los demás lo que no seamos capaces de hacer nosotros mismos y, cuando lo pidamos, estemos dispuestos a admitir el error humano, las dificultades de comprensión del otro. Las capacidades de los demás pueden ser iguales, superiores o inferiores a las nuestras y no podemos exigir a nadie nada que no seamos capaces de hacer nosotros.

La humildad, la paciencia, la caridad, son tres pilares fundamentales en las relaciones humanas. Sin ellos las relaciones son tensas, desiguales, y tienden a la separación. Una palabra amable y se abren todas las puertas de las estructuras internas. Un gesto amistoso de acercamiento y comprensión derrumba las estructuras más rígidas.

Tratemos de identificar los recovecos de nuestra propia personalidad y nos sorprenderemos de lo tortuoso del circuito; entonces nos comprenderemos un poco mejor. Sabremos por qué hacemos las cosas que hacemos y entendiendo cuál es el circuito de nuestra personalidad, le sacaremos el mejor partido. Además, tendremos la predisposición favorable hacia los demás, porque entenderemos que no se conoce a nadie sino después de haberte puesto en su lugar, después de haberte puesto dentro de su circuito.

El hombre es un ser social. Forma grupos de apoyo mutuo para lograr objetivos. El Planeta está formado por grupos de seres vivos y los hombres forman esos grupos de una manera consciente para lograr objetivos comunes.

El primer grupo que forman es un grupo de dos, que se va ampliando y forma una estructura quasi cerrada, abierta por la unión realizada entre familias, que va ampliando ese círculo y va haciendo que los objetivos comunes sean más compartidos. Se llega así al concepto tribu, al de pueblo, al de nación, etc.. Además, la propia tendencia del hombre a formar grupos hace que, a partir de su círculo quasi cerrado de familia, sus miembros formen grupos de otras características a nivel de trabajo. Inicialmente fueron grupo de cazadores, que mantenían su fuerza gracias a la unión de sus miembros.

Cualquier elemento discordante dentro del grupo crea una reacción por parte del resto que, en razón a la supervivencia del propio grupo, termina por aislarle y a expulsarlo de su seno. Esa reacción del ser humano es compartida por muchas otras especies de seres vivos que mantienen así el nivel de estabilidad psicológico, físico y evolutivo dentro de su seno.

La amabilidad, el ser amable cuando se es sincero, implica varias cosas: el ser comprensivo, ser cariñoso (en el mejor sentido de la palabra), ser paciente, ser humilde, y también implica una apertura de nuestro circuito interno, de nuestra personalidad interna. Los conflictos entre grupos, naciones, familias, grupos de trabajo, etc., son conflictos de las estructuras externas. Vienen dados por la raza, la religión, el poder..., porque internamente no hay esas diferencias.

Sólo los que tienen descoordinada, mal relacionada, su estructura interna, su personalidad interna, con su estructura externa, son generadores de conflictos más allá de su propio grupo, y ejemplos de ellos ha habido en la historia de la Tierra con mucha frecuencia. Quizás el más conocido, por lo cercano, haya sido Hitler, que confundió un sentimiento de unión de grupos con un sentimiento de expulsión de otros grupos. Dos cosas incompatibles que, tarde o temprano, le llevarían a la locura y a la separación social.

Seamos conscientes de que el hombre necesita a los demás para sobrevivir, tanto en lo físico como en lo mental. Seamos conscientes de que el hombre necesita a los demás para evolucionar en lo espiritual. Sin los demás no tendríamos referencias o no sabríamos los límites del camino que tenemos que seguir. Los demás nos dan su imagen y nos devuelven reflejada la nuestra. Esa que a veces no nos gusta y que debería llevarnos a mirar hacia el interior y ver en qué punto nos hemos quedado anclados, en qué filtro nos hemos obstruido o qué barrera nos hemos podido saltar.

Es el reto de la vida: reconocer cuál es nuestro circuito interno; paso a paso, vida a vida, con la ayuda de los demás, con la humildad suficiente para reconocer nuestros errores. Ir dando, paso a paso, con el final de ese laberinto, que ya en la historia de la Tierra aparece en varias ocasiones como reflejo de ese otro laberinto interno, que nos llevará a la salida cuando hayamos sabido enseñar a los demás a recorrerlo.

41. El desarrollo humano.

El cerebro como herramienta de futuro.

10 de Enero de 1989

La primera escuela de aprendizaje con la que se cuenta es la familia. Los niños imitan a sus padres, sus hermanos, en sus actos, en sus palabras, en sus gestos, y los manifiestan fuera de ese ambiente, cuando se integran en los centros de enseñanza y llevan ya una enseñanza aprendida, que también ponen de manifiesto en la convivencia con sus compañeros, con sus maestros, y ahí, en esa escuela de enseñanza, aprende nuevas cosas.

Aprende a convivir fuera del ambiente familiar, a manifestar su personalidad, a ceder, a reivindicar sus derechos, a respetar y a ser respetado. También, con los años, aprende las ciencias humanas, lo que el hombre ha ido descubriendo poco a poco. Aprende cosas importantes que también complementan su personalidad: lo que es el amor, lo que es la amistad, el compañerismo, la generosidad o el egoísmo.

Sigue creciendo el hombre y entra en contacto con otras fuentes de información que le proporciona la propia sociedad: el trabajo. En el trabajo pone en práctica lo aprendido en su familia, lo aprendido en la escuela infantil y también lo aprendido en los estudios o escuelas medias, tanto a nivel técnico como humano. En el trabajo aprende a desarrollar sus facultades personales en áreas como la profesionalidad, el interés, la ambición, el sacrificio. Todo ello va complementando su personalidad y hace que se manifieste en todos los ambientes de una manera más completa.

Crea su propia familia y lo mismo que él imitó a sus padres, ahora será objeto de imitación por parte de sus hijos. El hombre es, por tanto, un ser que capta del entorno todo aquello que, de una forma u otra, le afecta, y se manifiesta como resultado de esa captación.

La religión, como un denominador común de prácticamente todos los hombres, tiene una información restringida pues se centra, fundamentalmente, sobre las enseñanzas de grandes maestros que son aplicables sólo en la filosofía a seguir que, a veces, es poco aplicable por los diferentes contextos sociales en los que se mueve el maestro y los alumnos.

El hombre, a través del aprendizaje en todas las áreas de la vida, se va sintiendo más integrado en ese mundo y comprendiéndolo un poco mejor. Sólo falta que eso lo aplique en otro sitio también. No puede ser un compartimiento estanco. De la misma manera que el aprendizaje familiar lo aplicó en la escuela y ésta en el trabajo, lo aprendido en la relación social debe aplicarlo en todo aquello que sea susceptible de hacerle evolucionar.

La filosofía de vida debe ponerse en práctica con el mundo que nos rodea, con el más cercano: nuestra familia, nuestros compañeros, nuestros amigos. El desarrollo lógico e intelectual debe servirnos para relacionarnos mejor con las personas y las cosas que nos rodean.

Todo tiene una explicación; todo tiene un proceso lógico. El no conocer las claves no significa que no existan. El no conocer cómo funciona un aparato no significa que no haya un proceso que lo haga funcionar.

El hombre tiene instrumentos en su mano para dar a conocer todo aquello que ha ido aprendiendo y hacerlo de la mejor manera, con un balance equilibrado entre lo racional y lo emocional, entre la filosofía y la práctica.

Si entendemos que los demás tienen un 50% común con nosotros y que el resto son formas, diferentes escuelas de aprendizaje, tendremos que encontrar la vía de comunicación con esas personas, romper el hielo y las barreras, comunicarnos al nivel que sea necesario y con humildad para adaptarse a la forma de comunicación que nos ofrezcan porque, si nos adaptamos, siempre podremos comunicar lo que deseamos; sino no habrá comunicación posible.

Solamente con el esfuerzo es como se rompen los moldes. Si el hombre 4.3 no utiliza más que el 10% de su capacidad cerebral, esforzándose por utilizar su cerebro más adecuadamente, equilibrando y compensando la parte inductiva, la parte emotiva con la parte racional, es como se conseguirá aumentar este porcentaje. Cuanto más esfuerzo se haga a nivel mental, más cerca estaremos de la 4.4.

Tenéis un instrumento que está por desarrollar, una herramienta que apenas ha comenzado su andadura, está aún en la primera escuela, unido a los conceptos primarios. Tiene miedo al desarrollo tecnológico porque piensa que la máquina va a suplantarle. Sólo desarrollando la gran máquina, el cerebro, es como se puede dominar a todas las demás máquinas.

El hombre está obligado a desarrollar sus potencialidades apoyándose unos en otros, sacando lo mejor de cada uno para que juntos formen una unidad potente. Los medios están en sus manos para transmitir su filosofía y su teoría, porque la práctica es cuando la comunicación se produce uno a uno, dos a dos, cuatro a cuatro.

Esa es la práctica. Se podrá estar acertado o equivocado en la manifestación, pero sólo practicando es como se consiguen resultados.

Sed críticos, porque siendo crítico con uno mismo, buscando lo mejor y reconociendo lo peor, es como se pueden solucionar muchas de las barreras y frenos que impiden avanzar.

Sois cada uno centros emisores de energía. Energía que tiene dos polaridades: emocional y racional, filosofía y práctica, intuición y racionalidad.

El ser humano puede ser un ente muy potente, muchísimo más de lo que es actualmente, pero es necesario que os ayudéis los unos a los otros.

42. La mente, gran reguladora del Cosmos.

El libre albedrío.

La energía astral especialista de vida.

14 de Marzo de 1989

La mente es el puente o nudo de comunicaciones entre la parte espiritual y la manifestación más física del ser humano. El grado de evolución del hombre está centrado, fundamentalmente, en la utilización que haga de su mente. El Cosmos ha provisto al hombre de una herramienta que ordena, dirige y controla, gracias a la cual, puede alcanzar niveles más elevados de evolución.

La mente, a su vez, utiliza otras herramientas como el cuerpo físico y, dentro de éste, el cerebro, como conexión. En función de los actos que realice con su físico, la parte más elevada, que es el espíritu, se verá o no beneficiada.

La mente es el gran regulador, pero entre la mente y el físico hay un vehículo sin el cual nuestro cuerpo no viviría: es la energía etérica. Todo ser vivo necesita una energía; no solamente de combustión, a través de los alimentos o del aire que respira, sino de vitalización para que todo ese proceso se pueda realizar. Un organismo muerto, aunque se le alimente, aunque se le insufle aire, no funcionará. Necesita una energía que haga que todo eso funcione, que todas las funciones del organismo se realicen coordinadamente.

Así pues, la energía que sirve de enlace entre la mente y el cuerpo, es una energía vivificante y organizadora. Es la fuerza de cohesión entre los átomos y, a su vez, entre los electrones y los protones. Está interpenetrando todos los tejidos, todas las células de los organismos vivos. Por tanto, cualquier alteración en esta energía se manifiesta como una alteración en su zona de influencia.

También el uso de nuestro libre albedrío puede hacer que nuestro cuerpo físico tenga problemas, independientemente de la energía que lo vivifica y lo regula, porque el libre albedrío es un componente mental que está situado en el consciente. Una mala alimentación, unos hábitos perniciosos, pueden hacer que nuestro cuerpo, independientemente de la energía que lleva en todas sus células, no funcione bien.

El hombre en 4.3 tiene muy poco respeto por su cuerpo físico, lo agrede constantemente y cuando está enfermo, se queja, pide ayuda y se sigue envenenando con medicamentos que, simplemente, corrigen los efectos pero no las causas, porque las causas están en nuestra mente. Para ello tendríamos que comprender mejor el papel que nuestro cuerpo desempeña en la evolución.

La energía etérica no evoluciona por sí misma, necesita de una ayuda que nosotros, con nuestro libre albedrío, podemos prestarle: la utilización correcta de nuestro organismo. La no agresión a nuestro organismo provoca que nuestro astral esté cada vez más potente, porque tiene un menor desgaste, y el Cosmos nos provee constantemente de la energía que está bien utilizada. La energía que mal-utilizamos, la que consumimos innecesariamente, porque maltratamos nuestro organismo, se repone más difícilmente por el Cosmos.

Hay una estrecha relación entre nuestro cuerpo físico, nuestra energía y nuestra mente, y como gran regulador de todo está el espíritu. Nuestro libre albedrío es la llave que utiliza el espíritu para evolucionar como ser humano: la tendencia hacia un lado o hacia el otro.

Si somos conscientes de que tenemos hábitos incorrectos que perjudican nuestro organismo, el no intentar corregirlos, el no darles importancia, significa que no consideramos que nuestro cuerpo físico sea de utilidad para nuestra evolución, le estaremos faltando el respeto que se merece la herramienta física del Cosmos.

En este sentido, y para un mejor aprovechamiento, la energía que lo vitaliza se especializa. El Cosmos, de esta manera, quiere cuidarnos aún más. Quiere que nuestro cuerpo esté en perfectas condiciones. Nos da una energía específica para cada parte de él.

El no querer reconocer todas estas cosas, nos lleva a cometer errores graves. Queremos realizar viajes astrales, curar con las manos, que nuestra energía llegue aquí o allá, tener un gran poder mental, pero somos incapaces de comer correctamente, de mantener nuestras vías respiratorias limpias, nuestro aparato digestivo en condiciones, acumulamos grasas innecesarias, etc. Así pues, todo lo que hagamos mal nos será reclamado, y si agredimos nuestro cuerpo físico, en la siguiente vida tendremos un cuerpo con muchos más problemas para aprender, de esa manera, lo importante que es la salud. Además, los adultos son el espejo donde se miran los niños. Nuestros hábitos, buenos o malos, son inmediatamente captados por los más pequeños e inmediatamente también, puestos en práctica, y todos sabemos que lo que se aprende de pequeño queda impreso, en gran medida, para toda la vida. Como, además, disculpamos nuestros propios errores, también disculpamos este tipo de actuación en nuestros hijos.

Nuestro cuerpo astral es, pues, una ayuda que nos da el Cosmos para que podamos tener un cuerpo en perfectas condiciones, para que pueda funcionar correctamente sin ataduras de tipo físico, sin dolencias, sin enfermedad.

El hombre de la Tierra podría vivir normalmente 150 ó 200 años si cuidase su cuerpo, su ambiente y la ecología del mundo en el que vive. En lugar de ello, su promedio de vida, en el mejor de los casos, se cifra en 75 años. Mientras los hombres de más evolución tienen un promedio de vida de 400 ó 500 años, y a veces más, el hombre de la Tierra sigue anclado en unos periodos de vida muy cortos y así le cuesta mucho más trabajo evolucionar, porque tiene que estar reencarnándose, perdiendo muchos años de su vida en cada encarnación, para aprender lo que ya sabe.

La mente, el astral y el físico, forman una unidad sólida, potente y perfectamente interrelacionada: perfecta en su manifestación tal y como la piensa el Cosmos, imperfecta en la utilización que hace el hombre de ella.

La evolución, en la etapa humana, consiste en interrelacionar estos tres aspectos de la vida, estos tres aspectos cósmicos, para que fluya la energía mental a través de la energía astral y ésta a través de la energía física, para que exista una perfecta interrelación entre todas ellas y así conseguir que el nivel de evolución del ser humano y su representación espiritual sea potente, brillante y rápida.

Uniendo las energías física, astral y mental en un círculo perfecto, llegará un día en que el hombre rompa su barrera física y su círculo sea una esfera de energía luminosa como lo son las energías de 5ª Dimensión.

Utilicemos nuestra mente y nuestro cuerpo físico correctamente y tendremos un astral brillante y potente. Un astral que influirá en las personas que nos rodean, en los animales y las plantas; en definitiva en el mundo en que vivamos.

Un astral potente, con un libre albedrío utilizado correctamente y un cuerpo físico en armonía, hará evolucionar al hombre a una velocidad que, hoy por hoy, el hombre de la Tierra desconoce.

43. Las puertas de la experiencia.

(Mensaje de los 4.4. recibido en UCANCA)

30 de Junio de 1989

La puerta de la experiencia es una puerta estrecha y no siempre iluminada. Acceder a las experiencias nuevas no es sencillo; hay que buscarlas, hay que prepararse y, en todo caso, hay que estar dispuesto a encontrarlas.

La experiencia es conocimiento y eso es algo a lo que se accede realizando un trabajo previo. La puerta de la experiencia da acceso a una habitación en forma de embudo. La parte estrecha es por donde se accede; cuesta moverse dentro de una experiencia nueva, no se comprende, no se conocen los límites, ni se conoce lo que se encuentra delante. Sin embargo, la parte que vamos dejando detrás de nosotros ya es una parte iluminada. Esa experiencia anterior que vamos dejando atrás, ilumina parcialmente la parte delantera. De esa manera te permite dar el siguiente paso, dentro de una situación de conocimiento nuevo, de experiencia nueva. A veces, esa experiencia no es agradable, es dolorosa, porque las paredes a veces son estrechas o tienen recodos con los que uno tropieza.

La experiencia, en definitiva, es una herramienta de aprendizaje que debe servirnos para no cometer errores en el futuro, pero hemos de entrar por ella, nada se nos va a regalar, tenemos que buscarla, tenemos que estar dispuestos a entrar en esa habitación. La mayor parte de las veces es oscura y estrecha, incómoda. Todo lo nuevo puede resultar incómodo por miedo, porque no entremos limpios, sin prejuicios.

La concentración de personas en las faldas del Teide fue una nueva experiencia para miles de personas. Para más del 95% de la gente allí reunida era una experiencia absolutamente nueva. Habían hecho el esfuerzo de estar en aquel lugar. Habían buscado esa nueva experiencia.

Muchos de los que allí estuvieron no encontraron la puerta de entrada y se quedaron fuera de ella. Se quedaron buscando la luz, el interruptor. Querían ver la luz sin entrar en ella, como meros espectadores. Otros quisieron vivir la experiencia para que transformase radicalmente su vida; y eso no es posible. Una experiencia es un paso adelante en el conocimiento, pero no es el último paso.

Esas personas, al final, no se han sentido defraudadas porque allí les llegó el deseo de conocimiento.

El mensaje que los hombres de Titán manifestaron en aquella reunión fue como sigue:

"LA TIERRA ESTÁ CAMBIANDO SU POLARIDAD. LA NEGATIVIDAD DE SUS DIRIGENTES HA DADO PASO, COMO REACCIÓN, A UNA CORRIENTE POSITIVA QUE HA SINTONIZADO INMEDIATAMENTE CON TODOS SUS HABITANTES. HA SINTONIZADO CON LA PARTE NOBLE Y PURA DEL SER HUMANO.

EL HOMBRE DESEA CAMBIAR Y SÓLO PIDE EL AMBIENTE ADECUADO PARA ELLO. DESEA SENTIRSE EN UN MUNDO SIN TENSIÓN, EN UN MUNDO DONDE LOS SENTIMIENTOS ABARQUEN TODAS LAS ÁREAS DE SU VIDA, DONDE APRENDA SIN MIEDO, POR ÉL MISMO, NO PARA SOBREVIVIR EN UN MUNDO HOSTIL, SINO POR COLABORAR Y MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DEL PLANETA.

DESEAMOS QUE ESA CORRIENTE POSITIVA FRUCTIFIQUE CON UNOS FRUTOS QUE SE MANIFIESTEN EN UNA MEJORA DE LA CALIDAD DE VIDA DE TODOS LOS HABITANTES DE LA TIERRA. QUE EL HOMBRE COMPRENDA, POR FIN, QUE SÓLO PRESERVANDO SU ECOLOGÍA PODRÁ SOBREVIVIR EN UN PLANETA BELLO. QUE SÓLO CUIDANDO DE SUS ANIMALES, DE SUS PLANTAS, DE SU AIRE, DE SU AGUA, PODRÁ TENER EL SOPORTE PARA PODER UTILIZAR MEJOR SU PARTE MÁS EVOLUCIONADA, LA PARTE QUE LE CONECTA CON EL RESTO DE LOS HERMANOS DEL COSMOS.

EL HOMBRE DE LA TIERRA DEBE SABER Y APRENDER QUE SI DESCUIDA A SU HERMANO, QUE SI PERMITE QUE EN CIERTAS ZONAS DE LA TIERRA MUERAN DE HAMBRE O DE SED, ESTARÁ DESTRUYÉNDOSE A SÍ MISMO PORQUE ESTARÁ DESTRUYENDO LOS VALORES MORALES QUE LE ANIMAN.

DEBE SABER QUE SÓLO MIRANDO AL CIELO PUEDE ENCONTRAR RESPUESTAS A SUS INQUIETUDES. MIRANDO AL CIELO, PORQUE MIRÁNDOLE LIBERA SU MENTE, NO PORQUE DEL CIELO VENGA LA RESPUESTA, SINO PORQUE CONTEMPLANDO LO INFINITO PUEDE DARSE CUENTA DEL PAPEL QUE JUEGA EN EL COSMOS, DE QUE ES UNA CONEXIÓN CON TODO ELLO.

TAMBIÉN SABE QUE EXISTEN OTRAS GALAXIAS Y NO PORQUE LAS HAYA VISTO CON SUS OJOS. SÓLO UNOS POCOS, A TRAVÉS DE APARATOS SOFISTICADOS, LAS HAN PODIDO VER, PERO LA INMENSA MAYORÍA NO LAS HAN VISTO, SIN EMBARGO, CREEN EN ELLAS.

TODOS VOSOTROS, AQUÍ REUNIDOS, ESTÁIS AQUÍ PORQUE CREÉIS QUE HAY VIDA INTELIGENTE EN OTROS MUNDOS; NOSOTROS SOMOS TESTIMONIO VIVO DE ELLO. ESTE MENSAJE ESTÁ SIENDO DIFUNDIDO PARA QUE REFLEXIONÉIS SOBRE VOSOTROS MISMOS, EL PAPEL QUE DESEMPEÑÁIS Y LO QUE PODÉIS HACER PARA QUE TODOS, VOSOTROS Y NOSOTROS, ANDEMOS JUNTOS.

ROMPED LA INERCIA DESTRUCTORA, ROMPED LA INERCIA DEL EGOÍSMO Y CAMINAREMOS JUNTOS. SE OS DARÁ TODO LO QUE NECESITÉIS PARA ELLO, PARA ROMPER EL CÍRCULO EN EL QUE ESTÁIS METIDOS, PERO ANTES DEBÉIS TRABAJAR, DEBÉIS HACER EL ESFUERZO DE ROMPERLO.

LOS QUE ESTÁIS AQUÍ REUNIDOS SOIS SEMILLA DEL CAMBIO. AQUELLOS QUE HAYAN BUSCADO LA PUERTA DE LA EXPERIENCIA, NO COMO CURIOSOS DEL FENÓMENO, SINO CON LA INTENCIÓN SANA DE ENCONTRAR LA LUZ EN EL CAMINO, FRUCTIFICARÁN Y JUNTOS ANDAREMOS EL CAMINO."

Así decía el mensaje que los hermanos de Titán transmitieron el día de la cita en el cráter.

El transmitir aquello que se va descubriendo no es generalmente una labor grata. Se pone en juego constantemente la propia credibilidad, la fe y la confianza. Es fácil desde fuera, enjuiciar, analizar, criticar, prejuzgar. Sólo el que entra por la puerta de la experiencia llega a comprender las razones, los actos, los sinsabores, que le han llevado hasta ella. El que queda fuera, el que no busca la puerta, el que solamente se limita a mirar a los demás, a enjuiciarlos, estará perdiendo la oportunidad de conocimiento y habrá trascurrido su vida con la moneda enterrada.

Buscad las puertas de la experiencia; las hay a cientos, a miles. Sólo el miedo, la comodidad o el egoísmo os pueden impedir buscar esas puertas. Y compartid. Decid dónde están las puertas a aquel que las está buscando. Ayudadle, pero no entréis por él. Las experiencias han de vivirse individual y personalmente.

44. El marco de referencias.

Los beneficios del pensamiento positivo.

Los canales por donde discurren nuestros actos.

15 de Septiembre de 1989

Cuando al ser humano se le desdibuja el marco de referencias en el cual se halla ubicado; cuando las cosas que han sido su punto de referencia (por las cuales tomaba decisiones y gracias a las cuales se sentía seguro) se desdibujan, entonces sobreviene la confusión.

La iniciativa, la voluntad, la capacidad de generar ilusión, afecto, emociones, se ve muy disminuida. Ya nada es como era antes, todo ha cambiado. Las cosas que antes servían para hacerme feliz han cambiado. ¿Dónde estoy? ¿Qué tengo que hacer? ¿Hacia dónde puedo ir? Preguntas lógicas en esa situación. Pero las situaciones son móviles, cambian con cada parámetro que se incorpora.

Cada día que pasa las circunstancias han variado. El hombre, en ese momento, debe optar por salirse mentalmente de ese marco de referencias, tratar de ver cuál es su verdadera realidad y no basar sus acciones en función de un marco de referencias que no distingue. Debe encontrar un punto de apoyo mediante el cual pueda observar mejor su entorno. A veces, el punto de apoyo son las reflexiones sobre los errores cometidos, sin caer en el desánimo y en la depresión por ello, sino al contrario, sacando la conclusión positiva que conlleva todo error que se comete.

Cuando uno ha perdido el marco de referencias y está sumergido en la confusión, se desobjetiva. Todo adquiere unos tintes grises, mediocres, que sirven para alimentar ese desánimo. Nos recreamos en nuestra propia desgracia. Buscamos, por sintonía, aquellas cosas que nos hacen infelices porque queremos llegar a tocar fondo. Buscamos tocar fondo, buscamos la sensación de que peor no se puede hacer para, a partir de ahí, renacer, elevarnos.

Esa desobjetivación nos impide ver los puntos de referencia nuevos, que incluso pueden ser los antiguos, vistos desde otra perspectiva. Las personas que por falta de perspicacia no han sabido comprender nuestras motivaciones, llega un momento en que la luz se hace para ellos y su actitud cambia, aportándonos energía para que la claridad vuelva a nuestra vida. Sin embargo, no podemos pedir que todo sea luminoso de la noche a la mañana. Nada ocurre de golpe, todo es evolución, paso a paso, minuto a minuto, vida tras vida.

Es importante saber sacar lo positivo de todo aquello que nos rodea y potenciarlo, fundamentalmente, de nosotros mismos. Hay que buscar, reconocer sin pudor nuestros propios valores para apoyarnos en ellos en los momentos de desánimo. El desánimo, además, es algo que se contagia con suma facilidad, lo impregna todo, el gris lo invade. En esos momentos, cuando un grupo de personas se siente desanimada, lo que desea es encontrar la luz que les haga despertar aquellas motivaciones, aquellas ilusiones, aquellas emociones que saben que existen y que provocan el trabajo de esos grupos.

No es labor de uno, pero a veces es necesario que sea uno el primero que se ponga a andar, no para seguir solo, no para actuar como líder, sino para ser una referencia que sirva a los demás para reencontrar el camino de funcionamiento vital y positivo.

Cuando estés hundido, no esperes que los demás se hundan también contigo para que entre todos compartáis las desgracias, sino más bien busca a aquel que esté de pie. Pídele que te ayude a levantar, con humildad, y también sabiendo que te asiste el derecho, como hermano, de pedir la ayuda que necesites.

La luz surge desde todos los puntos del Universo, lo invade todo. Querer ver solamente los espacios negros entre luz y luz es engañarse, porque tarde o temprano la luz llegará a cubrir la totalidad del Universo. Esta reflexión es la aplicación que debéis hacer en vuestra vida, de que a vuestro alrededor existen constantemente energías positivas, tanto en forma de cosas o situaciones, como de personas y, fundamentalmente, de éstas. A vuestro alrededor, visibles e invisibles, hay una gran cantidad de luces que están deseando ser observadas porque solamente conociéndolas, observándolas, es como adquieren utilidad. Hay que integrar la luz dentro de uno mismo. Dicho en otras palabras, hay que pensar positivo.

No se debería embalsar el agua. El agua tiene que fluir, tiene que llegar al mar, tiene que cumplir su ciclo. Todas las situaciones por las que pasa el ser humano son ciclos que tienen su origen en la personalidad del individuo y finalizan de una forma positiva o negativa en función del canal y de la utilidad que se le haya dado.

Si el agua no está bien canalizada, se desborda y arrasa cuanto encuentra a su paso. Si el agua la sabemos utilizar, canalizar, nos será de utilidad. Llegará tarde o temprano al mar, pero en su camino habrá sido útil. Esos son los ciclos que constantemente se están produciendo en nuestra vida y no uno tras otro, sino varios simultáneamente.

Nuestra vida tiene varios canales de actuación por los que discurre el agua de nuestra personalidad o de nuestro espíritu: el trabajo, la familia, los amigos, todas nuestras actividades, son canales por los cuales discurre nuestra energía, nuestro agua, nuestro espíritu. Si contaminamos el agua con pensamientos negativos, aunque la utilicemos aparentemente de forma correcta, allí donde llegue contaminará. Si queremos que el agua pueda regar un campo para que fructifiquen las plantas, si antes la hemos contaminado, las plantas morirán. Así pues, no pensemos nunca que lo que sucede es el final irremediable. Sólo depende de la actitud que adoptemos en cada caso.

Si el hombre quiere ser feliz, debe poner su energía, su mente y su cuerpo en disposición de ser feliz, de encontrar la felicidad. No debe adoptar actitudes de rechazo. No debe considerar a priori que la cosa no tiene solución. No debe, en definitiva, prejuzgar a nada ni a nadie. Sólo el conocimiento exhaustivo de las propias posibilidades y asumiendo la energía positiva que emana de los demás, es como se pueden conseguir las cosas.

Todos aquellos que de una forma u otra se han puesto en comunicación, directa o indirectamente con vosotros en vuestras vidas, TODOS, llevan impregnada una parte de vuestra personalidad, una visión de vuestra personalidad. De vosotros depende que esa impregnación sea positiva o negativa. También vosotros sois impregnados por todos aquellos que se os acercan. En función de vuestra disposición mental, esa impregnación será positiva o negativa.

* Si lo que os llega es negativo y vuestra disposición mental hacia ello también lo es, reforzará vuestra negatividad.

* Si lo que os llega es negativo y vuestra predisposición es positiva, no os afectará y además devolveréis positivo por negativo.

* Si lo que os llega es positivo y vuestra disposición mental es positiva, la felicidad os espera inmediatamente.

Nada de lo que os suceda es casual. Todos vamos labrando, día a día, las cosas que nos van a suceder en cada momento. Estructuremos los pensamientos de una forma ordenada en busca de la felicidad, porque la felicidad es la representación emocional de la evolución positiva. La infelicidad es, por consiguiente, la manifestación emocional del error, de la evolución estancada o en retroceso.

Y por último, perded el miedo. El miedo constriñe, cierra los canales, impide ver la realidad y hace difuminarse los marcos de referencia. Es el miedo el que nos hace cerrarnos a nosotros mismos y observar lo que nos rodea de una forma defensiva. No nos puede pasar nada que no hayamos provocado nosotros mismos de una forma u otra.

"El que busca, encuentra", dice el axioma. Si buscamos felicidad, hallaremos felicidad. Si buscamos infelicidad, también la hallaremos, porque habremos puesto nuestra mente en la dirección que nosotros hayamos deseado.

45. La unión produce felicidad.

Las cosas pequeñas forman el mosaico de nuestra vida.

13 de Octubre de 1989

La felicidad es el efecto producido al satisfacer un deseo positivo. Todo en la naturaleza evoluciona porque tiene como objetivo ser feliz y hay millones de formas para conseguir la felicidad.

El espermatozoide es feliz cuando, por fin, encuentra un óvulo, porque de ahí nace la vida. El protón es feliz cuando encuentra al electrón, porque juntos forman el átomo.

Cuando se desea algo positivo y se consigue, nos produce felicidad; cuando se desea algo negativo y se consigue, no se produce felicidad. La venganza es un ejemplo de un deseo negativo que, una vez conseguido, nos deja vacíos.

Pasado el primer momento en que los sentimientos afloran (sentimientos negativos), una vez pasados éstos, nos queda un gran vacío, desarmonía e infelicidad. La vida nos enseña que la unión produce felicidad; la desunión, infelicidad.

Desde pequeño, el hombre busca satisfacer deseos. Cuando el bebé busca el pecho de su madre, a ciegas, y lo encuentra, en todo su organismo se produce una reacción de felicidad porque no solamente busca el alimento sino la interrelación afectiva que tenía cuando estaba en el vientre de su madre.

Cuando somos adultos el encuentro con el conocimiento, el encuentro con la pareja, el encuentro con los hijos y el descubrimiento de los padres, nos hace identificarnos más claramente y nos hace sentirnos en paz y en armonía con nosotros mismos.

Las cosas pequeñas de la vida, aquellas a las que no damos importancia, son las piedrecitas del mosaico que componen la parte positiva de nuestra existencia, la que nos hace sentirnos felices, en actitud positiva, y provoca que demos lo mejor de nosotros mismos a los demás.

La unión, el permitir que los demás entren en nuestra vida, se unan con nosotros, nos produce ese sentimiento de amplitud y de felicidad. Todo en la naturaleza busca su complemento porque busca ser feliz como culminación de un proceso. Por tanto, será evolutivo y positivo aquello que nos haga felices y negativo aquello que nos hace sufrir.

Al detectar sufrimiento, debemos parar y reflexionar sobre toda la actuación que estamos desarrollando, porque en algún momento habremos incluido una polaridad negativa. La utilidad, el sentirnos útiles, el sentir que los esfuerzos que realizamos tienen una consecuencia positiva, nos produce armonía, felicidad; nos sentimos compensados.

Cada día tenemos la oportunidad de ser conscientes de muchos detalles a los cuales no damos importancia, pero que son las piedras del mosaico de nuestras experiencias felices: un trabajo bien hecho, una energía bien administrada, una palabra de afecto, un rasgo de generosidad... Son, al cabo del día, muchos detalles sobre los que deberíamos reflexionar para darnos cuenta que son ésos y no otros, los condicionantes que nos hacen ser felices.

Cuando dormimos placenteramente y nos levantamos de buen humor, es porque hemos conseguido establecer una relación amplia, agradable, dinámica, entre dos elementos aparentemente alejados: nuestro consciente y nuestro subconsciente. Cuando esa relación se establece de forma armónica, el descanso es total y nos levantamos felices. Por tanto, debemos siempre buscar la mejor disposición mental antes de retirarnos a descansar, porque al final de todo ese proceso nos espera la felicidad, el bienestar y la salud.

Hay miles de cosas al cabo del día por las que sentirse felices. También hay otras muchas por las que sentirnos desgraciados, pero todas ellas son las pruebas que nos ponemos y nos ha puesto el Cosmos para que, superándolas, cambiemos su polaridad.

En definitiva, el hombre tiende a ser feliz; busca la felicidad a lo largo de sus vidas. Para ello, a su alrededor, tiene los elementos indispensables: la pareja, la familia, el trabajo, los amigos y después nuestro propio organismo, nuestra propia mente, nuestra propia energía bien utilizada, nos van a proporcionar siempre tranquilidad de ánimo, equilibrio mental y físico.

Es fácil dejarse llevar por las pasiones. En ese proceso, el momento en que empecemos a sentir la propia infelicidad o la ajena, debemos parar y reflexionar para cambiar la polaridad.

Intentar mantener una actitud de infelicidad es teñir de colores opacos nuestro mosaico. En nuestras manos tenemos las herramientas necesarias para poder dar forma a esas piedrecitas. Con amor, con paciencia, con humildad, iremos dando forma armónica a nuestra propia imagen, que es la que estamos conformando en ese mosaico. Al final de nuestra vida, cuando veamos la imagen que hemos realizado, podremos ver una imagen armónica o totalmente distorsionada, sin forma, sin colores.

Día a día tenemos que construir ese mosaico y siempre con el objetivo claro de ser felices.

Continuará….