11 de junio, 2008
Como tantas veces es de noche y estoy en la computadora escribiendo, algo que no tiene nada que ver con ángeles, cuando repentinamente veo desde un costado de un ojo como una luz que pasa rápidamente. He aprendido que eso equivale a la presencia de un ángel y como estoy muy atenta, en el momento, a las ideas que me puedan llegar, para conseguir finalmente acceder a la información que tengo en mi interior, me vino como un flash la idea de escribir sobre la presencia de los ángeles en mi vida.
Hace muchos años atrás cuando comencé mi camino espiritual, el cual se inició con el estudio de metafísica, en una parte de esta enseñanza se habla de los ángeles, aunque solo en una forma muy superficial.
A la noche estando en cama siempre tengo la costumbre de leer algo todavía antes de dormir, y una noche leí un escrito que tenía que ver con el nombre de nuestro Ángel de la Guarda. Hace muy poco relativamente que había comenzado a prestarle atención a ese ser que nos acompaña en el sendero de la vida, pero “oh sorpresa”, en lugar de aparecérseme un ser grande, imponente, me apareció una hermosa Angelita la cual, por ejemplo cuando salía con el coche estaba sentada siempre en el asiento del acompañante.
Yo no tenía nombre para ella y tampoco se me dió la idea de buscarlo. Esa noche, después de haber leído ese escrito, al despertarme unas horas más tarde, repentinamente surgió un nombre en mi mente, pero tan distinto a todo lo que podía haber imaginado, que ni siquiera lo relacioné con ella. Simplemente lo descarté. A la mañana siguiente saliendo con el coche con mi Angelita sentada a mi lado, repentinamente se me ocurrió preguntarle si ese era su nombre, y para mi gran asombro lo era.
Realmente quedé impactada y de ahí en adelante empecé a prestarle más atención a todo lo relacionado a los ángeles, a las distintas formas en las que se los considera, de como en una forma u otra han acompañado a la humanidad a lo largo de los siglos, etc.
En aquel entonces yo tenía una alumna a cuya casa iba con el coche, ya que era lejos, para darle clases de metafísica. Un día con un sol radiante, yendo por una avenida, me salvé de un choque porque seguramente tuve la ayuda de mis compañeros angelicales, ya que de otra forma hubiera sido bastante grande el impacto. Después del susto, aunque aparentemente sola en el coche, dí las gracias en voz alta y escuché, si realmente ‘escuché’, “tienes que preparar un curso”. Pensé ¿un curso de qué? Y ahí cayó la ficha, había sido salvada por los ángeles y ahora me pedían que prepare una clase sobre ellos.
Cuando llegué a lo de mi alumna le comenté lo sucedido y su reacción inmediata fue, ya te dije que quería hacer un curso sobre ángeles. Bueno, durante cuatro meses me puse a estudiar a fondo el tema de los ángeles y luego comencé a dar mi curso, que dura casi un año.
Desde entonces mi relación con ellos es cotidiana, siempre los saludo, les pido protección en la casa y cuando salgo, los dejo al cuidado de la casa para que no pase nada, y sé que en situaciones de riesgo ellos siempre están listos para ayudar.
Una de las cosas que he aprendido es que los ángeles son “ayudantes divinos” y como tales están para ayudarnos, pero, nosotros tenemos que pedirlo. Generalmente ellos no intervienen si no lo podemos, porque son muy respetuosos de nuestro libre albedrío. Sin embargo hay una excepción, cuando nos vemos frente a un riesgo muy grande, los ángeles de la guarda pueden intervenir sin que lo pidamos, pero solamente ellos tienen esta capacidad y casi diría tarea, de cuidarnos a veces más allá de nuestra propia conciencia.
En toda la bibliografía angelical hay muchísimos casos demostrados en los cuales las intervenciones angelicales han sido demostradas. Ahora no esperemos que se nos aparezca un hermoso ser alado y nos rescate, no, ellos incluso pueden tomar la forma humana, estar en el instante de un accidente y cuando nos damos vuelta para agradecer desaparecieron en el aire, y nadie los ha visto.
A mi misma me ha pasado que en una esquina yo estaba parada en la calle para cruzar una avenida, fijándome en si venía un coche o no, cuando repentinamente fui jalada hacia atrás, porque una camioneta estacionada comenzó a dar marcha atrás y me hubiera atropellada. Ahora si me preguntan quién me jaló hacia la vereda, no lo sé, o sea no he visto a nadie, pero sí sé con mi corazón que ha sido una presencia angelical.
Yo sé que generalmente se los representa como hermosos seres con alas, pero eso es solo la imaginería humana, porque en realidad son energía y una vez que uno avanza en el estudio relacionado, se los puede percibir como chispas de luz, o rayitas o alguna pequeña forma de luz que aparece en un flash y se va de nuevo.
Siempre cuando eso me pasa, especialmente cuando de noche me acuesto, veo repentinamente por el costado del ojo una pequeña chispa, entonces sé que hay un ángel presente y lo saludo y le agradezco la presencia.
Son seres de luz, de muchos niveles evolutivos, que se mueven con armonía en torno a nosotros. Son admirables seres cuyas vidas inspiran y crean todo en la naturaleza.
Aparte de los 9 coros angelicales conocidos, también hay agrupaciones por color, y por ejemplo los ángeles de color rosa se destacan por ser custodios, o sea antes de irme de casa, veo un angelito rosa en cada ventana y en cada puerta de la casa y les encargo el cuidado de la misma. Pero además, ellos son grandes buscadores de las cosas perdidas y otra gran características es que son excelentes técnicos, si se nos rompe un aparato, pidiendo a los ángeles rosa la ayuda, el mismo se vuelve a componer. Yo tengo una demostración de ello ya que hace muchos años un aparato electrodoméstico, importado, dejó de funcionar, y si no hubiera tenido la asistencia de estos hermosos seres hubiera estado con un gran problema porque al ser importado, no conseguía servicio técnico.
Otras veces cuando surgían problemas con el coche, ellos eran nuestra gran y amorosa ayuda y solución.
Los ángeles son seres espirituales, y todos nosotros somos seres espirituales, pero espiritual no es sinónimo de religioso, aunque muchas religiones puedan ser muy espirituales. La espiritualidad es algo que todos llevamos dentro y de lo cual demasiado a menudo estamos desconectados. Lo espiritual en nosotros es lo que da sentido a la vida, haciéndonos conectar con nuestra esencia, con la chispa divina que mora en nuestro interior. Descubrir esta nuestra esencia, nos dicen los ángeles, es como volver a nacer.
Como seres de luz que son, ellos son manifestaciones de lo divino, a los que tenemos que acoger en la simplicidad y pureza del corazón, en los brazos del niño mágico que hay dentro de cada uno de nosotros. Ellos quieren que los abracemos, pues ellos nos abrazan constantemente y nosotros no nos damos cuenta.
Hemos llegado a un punto en nuestro viaje evolutivo en el cual muchos de los Maestros nos dicen que somos Ángeles Humanos y por consiguiente nuestra misión también es la de ayudar a nuestro hermano o hermana que todavía no están conscientes de este desarrollo.
Estoy segura que mientras estoy escribiendo todo ésto, estoy rodeada de ángeles, y que ellos me están ayudando a encontrar las palabras correctas y la información que conviene que transmita. Si en algo no resulta clara, desde ya no es una falla de ellos, sino que no he sabido interpretarlos correctamente. A lo largo de mi vida, o sea desde que comenzó mi despertar, estoy tratando de incrementar a diario mi contacto con estos hermosos Seres de Luz, agradeciéndoles y bendiciéndolos por toda la ayuda que me brindan.
Algo muy importante en nuestro contacto con los seres angelicales es que no demos las cosas por sentado, que les hablemos, si posible en voz alta, pero aún en silencio ya que captan nuestros pensamientos, explicando nuestros deseos, preocupaciones y anhelos. Lo fundamental es que luego de recibir lo pedido, o de aprender lo que queríamos aprender, les manifestemos nuestro agradecimiento y nuestras bendiciones por lo que hemos recibido.
Una enseñanza muy importante que he recibido es que, ya sea que hagamos un pedido a los ángeles, a Dios, o al Santo o Maestro con el que más nos sintamos afines, siempre – y repito siempre – hagamos el pedido por primera vez con lujo de detalles y luego agradezcamos como si ya lo hubiésemos recibido. Es importante recordar que, si un pedido lo hacemos día a día, le demostramos al universo que de entrada no hemos creído o tenido fe en que ese pedido se iba a cumplir.
Ahora como humanos que somos es completamente normal que no nos podemos olvidar de lo que con tanta ansia esperamos y de ahí nace el intento de repetir el pedido constantemente, sin embargo lo que tenemos que hacer es que después de formular el pedido al principio, cada vez que pensamos en ello demos las gracias. Podemos dar las gracias al Universo cuantas veces queramos, pero no debemos repetir el pedido.
Perdón, me he alejado un poco del tema de este mensaje, pero ya continúo comentando que hay ángeles cristianos, cabalísticos, devas, espíritus de la naturaleza, etc., todos lado a lado, con la perfecta armonía que les es característica, sin espíritu de competición, sin necesidad de confrontaciones entre sí.
El ángel es energía, es presencia, sea cual sea su nombre o la imagen con que la tradición humana le ha denominado. El ángel es REALIDAD. Que el hombre moderno lo crea o no, el ángel existe, nada podrá cambiar esto. No es importante que lo veamos o no; tampoco vemos la vida, la electricidad, el sonido de la música, ni el olor de un perfume, sin embargo, existen y percibimos sus efectos. Además, el que no lo veamos con nuestros ojos físicos no es lo más importante, sino que tenemos que aprender a ver con nuestros ojos internos, abrirnos a la percepción de nuestro espíritu.
Sin ir más lejos, todos los que estamos en este sendero evolutivo, estamos muy conscientes de Maestros como Tobías, que es un ser angelical perteneciente a la Orden del Arco, como el Arcángel Miguel, por todos conocido tanto por sus enseñanzas como por ser el Arcángel de mayor fortaleza y se dice que es el único capaz de bajar al ‘infierno’, por supuesto en forma figurativa ya que a esta altura de la evolución no creamos en un infierno con llamas eternas, pero el Arcángel Miguel es el que es capaz de cortar todo tipo de ataduras energéticas y es también al que invocamos para que ayude al ser humano que acaba de trascender, a cortar sus lazos con la 3D.
Está el Arcángel Rafael al que se le invoca con pedidos de sanación, pero no es mi intención comenzar a dar una clase de ángeles aquí.
Lo que pretendí con este escrito es simplemente relatar la gran influencia que han tenido en mi vida estos hermosos compañeros y como he aprendido hacer mías muchas características que les son naturales.
Expreso aquí nuevamente mi gran agradecimiento y bendición por todo lo que representan en todo instante de mi vida.
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Como tantas veces es de noche y estoy en la computadora escribiendo, algo que no tiene nada que ver con ángeles, cuando repentinamente veo desde un costado de un ojo como una luz que pasa rápidamente. He aprendido que eso equivale a la presencia de un ángel y como estoy muy atenta, en el momento, a las ideas que me puedan llegar, para conseguir finalmente acceder a la información que tengo en mi interior, me vino como un flash la idea de escribir sobre la presencia de los ángeles en mi vida.
Hace muchos años atrás cuando comencé mi camino espiritual, el cual se inició con el estudio de metafísica, en una parte de esta enseñanza se habla de los ángeles, aunque solo en una forma muy superficial.
A la noche estando en cama siempre tengo la costumbre de leer algo todavía antes de dormir, y una noche leí un escrito que tenía que ver con el nombre de nuestro Ángel de la Guarda. Hace muy poco relativamente que había comenzado a prestarle atención a ese ser que nos acompaña en el sendero de la vida, pero “oh sorpresa”, en lugar de aparecérseme un ser grande, imponente, me apareció una hermosa Angelita la cual, por ejemplo cuando salía con el coche estaba sentada siempre en el asiento del acompañante.
Yo no tenía nombre para ella y tampoco se me dió la idea de buscarlo. Esa noche, después de haber leído ese escrito, al despertarme unas horas más tarde, repentinamente surgió un nombre en mi mente, pero tan distinto a todo lo que podía haber imaginado, que ni siquiera lo relacioné con ella. Simplemente lo descarté. A la mañana siguiente saliendo con el coche con mi Angelita sentada a mi lado, repentinamente se me ocurrió preguntarle si ese era su nombre, y para mi gran asombro lo era.
Realmente quedé impactada y de ahí en adelante empecé a prestarle más atención a todo lo relacionado a los ángeles, a las distintas formas en las que se los considera, de como en una forma u otra han acompañado a la humanidad a lo largo de los siglos, etc.
En aquel entonces yo tenía una alumna a cuya casa iba con el coche, ya que era lejos, para darle clases de metafísica. Un día con un sol radiante, yendo por una avenida, me salvé de un choque porque seguramente tuve la ayuda de mis compañeros angelicales, ya que de otra forma hubiera sido bastante grande el impacto. Después del susto, aunque aparentemente sola en el coche, dí las gracias en voz alta y escuché, si realmente ‘escuché’, “tienes que preparar un curso”. Pensé ¿un curso de qué? Y ahí cayó la ficha, había sido salvada por los ángeles y ahora me pedían que prepare una clase sobre ellos.
Cuando llegué a lo de mi alumna le comenté lo sucedido y su reacción inmediata fue, ya te dije que quería hacer un curso sobre ángeles. Bueno, durante cuatro meses me puse a estudiar a fondo el tema de los ángeles y luego comencé a dar mi curso, que dura casi un año.
Desde entonces mi relación con ellos es cotidiana, siempre los saludo, les pido protección en la casa y cuando salgo, los dejo al cuidado de la casa para que no pase nada, y sé que en situaciones de riesgo ellos siempre están listos para ayudar.
Una de las cosas que he aprendido es que los ángeles son “ayudantes divinos” y como tales están para ayudarnos, pero, nosotros tenemos que pedirlo. Generalmente ellos no intervienen si no lo podemos, porque son muy respetuosos de nuestro libre albedrío. Sin embargo hay una excepción, cuando nos vemos frente a un riesgo muy grande, los ángeles de la guarda pueden intervenir sin que lo pidamos, pero solamente ellos tienen esta capacidad y casi diría tarea, de cuidarnos a veces más allá de nuestra propia conciencia.
En toda la bibliografía angelical hay muchísimos casos demostrados en los cuales las intervenciones angelicales han sido demostradas. Ahora no esperemos que se nos aparezca un hermoso ser alado y nos rescate, no, ellos incluso pueden tomar la forma humana, estar en el instante de un accidente y cuando nos damos vuelta para agradecer desaparecieron en el aire, y nadie los ha visto.
A mi misma me ha pasado que en una esquina yo estaba parada en la calle para cruzar una avenida, fijándome en si venía un coche o no, cuando repentinamente fui jalada hacia atrás, porque una camioneta estacionada comenzó a dar marcha atrás y me hubiera atropellada. Ahora si me preguntan quién me jaló hacia la vereda, no lo sé, o sea no he visto a nadie, pero sí sé con mi corazón que ha sido una presencia angelical.
Yo sé que generalmente se los representa como hermosos seres con alas, pero eso es solo la imaginería humana, porque en realidad son energía y una vez que uno avanza en el estudio relacionado, se los puede percibir como chispas de luz, o rayitas o alguna pequeña forma de luz que aparece en un flash y se va de nuevo.
Siempre cuando eso me pasa, especialmente cuando de noche me acuesto, veo repentinamente por el costado del ojo una pequeña chispa, entonces sé que hay un ángel presente y lo saludo y le agradezco la presencia.
Son seres de luz, de muchos niveles evolutivos, que se mueven con armonía en torno a nosotros. Son admirables seres cuyas vidas inspiran y crean todo en la naturaleza.
Aparte de los 9 coros angelicales conocidos, también hay agrupaciones por color, y por ejemplo los ángeles de color rosa se destacan por ser custodios, o sea antes de irme de casa, veo un angelito rosa en cada ventana y en cada puerta de la casa y les encargo el cuidado de la misma. Pero además, ellos son grandes buscadores de las cosas perdidas y otra gran características es que son excelentes técnicos, si se nos rompe un aparato, pidiendo a los ángeles rosa la ayuda, el mismo se vuelve a componer. Yo tengo una demostración de ello ya que hace muchos años un aparato electrodoméstico, importado, dejó de funcionar, y si no hubiera tenido la asistencia de estos hermosos seres hubiera estado con un gran problema porque al ser importado, no conseguía servicio técnico.
Otras veces cuando surgían problemas con el coche, ellos eran nuestra gran y amorosa ayuda y solución.
Los ángeles son seres espirituales, y todos nosotros somos seres espirituales, pero espiritual no es sinónimo de religioso, aunque muchas religiones puedan ser muy espirituales. La espiritualidad es algo que todos llevamos dentro y de lo cual demasiado a menudo estamos desconectados. Lo espiritual en nosotros es lo que da sentido a la vida, haciéndonos conectar con nuestra esencia, con la chispa divina que mora en nuestro interior. Descubrir esta nuestra esencia, nos dicen los ángeles, es como volver a nacer.
Como seres de luz que son, ellos son manifestaciones de lo divino, a los que tenemos que acoger en la simplicidad y pureza del corazón, en los brazos del niño mágico que hay dentro de cada uno de nosotros. Ellos quieren que los abracemos, pues ellos nos abrazan constantemente y nosotros no nos damos cuenta.
Hemos llegado a un punto en nuestro viaje evolutivo en el cual muchos de los Maestros nos dicen que somos Ángeles Humanos y por consiguiente nuestra misión también es la de ayudar a nuestro hermano o hermana que todavía no están conscientes de este desarrollo.
Estoy segura que mientras estoy escribiendo todo ésto, estoy rodeada de ángeles, y que ellos me están ayudando a encontrar las palabras correctas y la información que conviene que transmita. Si en algo no resulta clara, desde ya no es una falla de ellos, sino que no he sabido interpretarlos correctamente. A lo largo de mi vida, o sea desde que comenzó mi despertar, estoy tratando de incrementar a diario mi contacto con estos hermosos Seres de Luz, agradeciéndoles y bendiciéndolos por toda la ayuda que me brindan.
Algo muy importante en nuestro contacto con los seres angelicales es que no demos las cosas por sentado, que les hablemos, si posible en voz alta, pero aún en silencio ya que captan nuestros pensamientos, explicando nuestros deseos, preocupaciones y anhelos. Lo fundamental es que luego de recibir lo pedido, o de aprender lo que queríamos aprender, les manifestemos nuestro agradecimiento y nuestras bendiciones por lo que hemos recibido.
Una enseñanza muy importante que he recibido es que, ya sea que hagamos un pedido a los ángeles, a Dios, o al Santo o Maestro con el que más nos sintamos afines, siempre – y repito siempre – hagamos el pedido por primera vez con lujo de detalles y luego agradezcamos como si ya lo hubiésemos recibido. Es importante recordar que, si un pedido lo hacemos día a día, le demostramos al universo que de entrada no hemos creído o tenido fe en que ese pedido se iba a cumplir.
Ahora como humanos que somos es completamente normal que no nos podemos olvidar de lo que con tanta ansia esperamos y de ahí nace el intento de repetir el pedido constantemente, sin embargo lo que tenemos que hacer es que después de formular el pedido al principio, cada vez que pensamos en ello demos las gracias. Podemos dar las gracias al Universo cuantas veces queramos, pero no debemos repetir el pedido.
Perdón, me he alejado un poco del tema de este mensaje, pero ya continúo comentando que hay ángeles cristianos, cabalísticos, devas, espíritus de la naturaleza, etc., todos lado a lado, con la perfecta armonía que les es característica, sin espíritu de competición, sin necesidad de confrontaciones entre sí.
El ángel es energía, es presencia, sea cual sea su nombre o la imagen con que la tradición humana le ha denominado. El ángel es REALIDAD. Que el hombre moderno lo crea o no, el ángel existe, nada podrá cambiar esto. No es importante que lo veamos o no; tampoco vemos la vida, la electricidad, el sonido de la música, ni el olor de un perfume, sin embargo, existen y percibimos sus efectos. Además, el que no lo veamos con nuestros ojos físicos no es lo más importante, sino que tenemos que aprender a ver con nuestros ojos internos, abrirnos a la percepción de nuestro espíritu.
Sin ir más lejos, todos los que estamos en este sendero evolutivo, estamos muy conscientes de Maestros como Tobías, que es un ser angelical perteneciente a la Orden del Arco, como el Arcángel Miguel, por todos conocido tanto por sus enseñanzas como por ser el Arcángel de mayor fortaleza y se dice que es el único capaz de bajar al ‘infierno’, por supuesto en forma figurativa ya que a esta altura de la evolución no creamos en un infierno con llamas eternas, pero el Arcángel Miguel es el que es capaz de cortar todo tipo de ataduras energéticas y es también al que invocamos para que ayude al ser humano que acaba de trascender, a cortar sus lazos con la 3D.
Está el Arcángel Rafael al que se le invoca con pedidos de sanación, pero no es mi intención comenzar a dar una clase de ángeles aquí.
Lo que pretendí con este escrito es simplemente relatar la gran influencia que han tenido en mi vida estos hermosos compañeros y como he aprendido hacer mías muchas características que les son naturales.
Expreso aquí nuevamente mi gran agradecimiento y bendición por todo lo que representan en todo instante de mi vida.
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9 comentarios:
Kanami sang imo blog. Daw spaghetti.
To the author of this blog,I appreciate your effort in this topic.
Whoever owns this blog, I would like to say that he has a great idea of choosing a topic.
Damu pa kmu to?.. Nano ni klase blog man?
Nice blog. Thats all.
that's really cute..wish i had one too.
This is a nice blog. I like it!
Yugs, daw nabasahan ko naman ni sa iban nga blog?
Exelente es asi como tu decis . Doy gracias al cielo y a todos ellos por estar presente y ayudarme . Gracias los amo y quiero si me dejan poder verlos fusicanente. Gracias y un abrazo de mu parte.
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