LA ODISEA DEL MIEDO

Alexiis, 6 de marzo, 2009

Como ya es mi costumbre, comparto con todos ustedes mis eventos y experiencias de la vida, voy a continuar con mi informe del 25 de febrero, ya que considero que mis vivencias pueden a lo mejor servir a otros de enseñanzas.

Como saben, todo el asunto de mi mudanza a Bariloche se debe a que mis hijas no quieren que siga viviendo sola, lo cual finalmente comprendí y acepté, hasta bendecí porque me muestra el amor que me tienen.

Lo que en ningún momento pensé que esto sería como una carrera de obstáculos, con todo lo que hay que hacer legalmente, personalmente, etc. y un largo etcétera, lo cual por supuesto produjo que mi teléfono anda al rojo vivo hablando con una y otra de ellas y sinceramente con estas llamadas tan de ida y vuelta, todas ellas relacionadas no con hacernos mimos sino con tomar decisiones, nos llevaron al punto tal que anoche sentí la necesidad de escribirles para tratar de explicar un poco lo que realmente siento, ya que el teléfono no da lugar a ello.

Por supuesto solamente comunico las generalidades que pueden ser de enseñanza para alguien:

Hola mis Dos Grandes Amores, son las diez de la noche, quiero acostarme, ya no me da para estar en la computadora. Sin embargo sé por experiencia que si no manifiesto en el momento las ideas, los sentimientos, los pensamientos que tengo después se esfuman y me es muy difícil recuperarlos, por esto recurro a este medio raro de grabarlo y mañana lo escribo.
Les quiero comentar un poco ya que nuestras charlas telefónicas son tan cargadas con los problemas que estamos viviendo que no dan lugar a que exprese lo que realmente siento.

Cuando me propusieron para navidad, en nombre de ustedes dos, el mudarme de Buenos Aires, sea la casa a donde sea, yo en primer momento me negué totalmente, porque sentía que este es mi hogar, aquí tenía que estar, aquí me habían confirmado los Maestros, en los que yo creo – ustedes lo saben – y sentía también la relación con los pocos alumnos, etc. y fundamentalmente me he dado cuenta que uno de mis grandes - digámoslo MIEDOS – era el dejar mi entorno que me seguía relacionando con Pa, (forma en la que me refería a mi marido de tantos años)

Bueno, con el correr de los días he podido analizar y desechar cada una de las cosas. Yo no necesito los libros o cosas que haya tocado Pa, para que él esté conmigo, lo tengo en mi corazón. Yo no necesito a la gente que en mucho no aprecia lo que trato de brindar, porque sé que puedo conseguir otra y fundamentalmente tampoco, eso sí lo consulté, yo seguía atada a Buenos Aires por el pedido de los Maestros. Me dijeron claramente que había terminado mi época de actuación aquí en Buenos Aires, que tenía que cerrar el grupo, es decir que nadie me va a reemplazar, si en alguna forma el grupo se sigue reuniendo será de acuerdo al sentimiento de la personas que se ofrezca hacer cargo de ello, que lo más probable es que sea Traudel/Aleé. Mi grupo se cierra y que tengo que abrir otro más grande en Bariloche.

Hasta ahí había llegado, había dicho que estaba de acuerdo en hacerlo, pero en ningún momento pensé o consideré que todo esto se iba a producir a una velocidad – digamos - supersónica.

Saben como todo fue en Bariloche, los apuros, el descomponerme físicamente – si pienso que ni pudimos hacer el Circuito Chico, paseo obligatorio para mí ya que es de un paisaje hermosísimo – cada vez peor y todos los problemas que hubo.

Al darme cuenta que no podía dar ese paso sola, o sea la compra de la nueva casa, ya que la mía por ahora es capital estancado hasta haberla vendido, y mi capital disponible no alcanza ni por las nubes, y ahí me llevé la gratísima alegría que ustedes dos, me iban a ayudar en cualquier forma, tanto físicamente, efectivamente, incluso haciéndose cargo de los trámites por teléfono etc., e incluso ofreciéndose a venir a Buenos Aires con tal de que yo tenga mayor tranquilidad.

No se olviden hijas, yo estoy acá rodeada de gente de mi edad, que a su vez tiene otra gente amiga, etc., etc., y escucho todo lo que pasa y como son las relaciones con los hijos, etc., y realmente me cuestiono muchas veces a qué se debe que tengo tan buena suerte con ustedes y con mis yernos, que ambos realmente me quieren y las apoyan a ustedes y a mí en todo esto.

Quiero hacer el profundo énfasis en que lamentablemente mi salud estaba o está flaqueando, que en parte es debido a los nervios y emociones que todo esto involucra y también, tal como los Maestros me han dicho y que cada vez me doy más cuenta, se llama M I E D O, simplemente MIEDO y me doy cuenta que es por un lado por salirme del entorno que he conocido, hacia algo nuevo, aunque ese algo nuevo me gusta, me atrae, pero es una movida muy grande.

Hace mucho tiempo ustedes saben que vengo con los problemas físicos y lo que más quisiera es tener una temporada de tranquilidad, de poder volver a unir la parte espiritual que es sumamente activa, con la parte física que es la que está tecleando. Ese es uno de los “miedos”.

Entre ayer y hoy me he dado cuenta de otro gran “MIEDO” no manifestado. Repentinamente he empezado a tener miedo por el dinero. Se podría decir que casi nunca en mi vida lo tuve, siempre estaba segura de salir a flote, aún en las épocas más difíciles con Pa, porque sé que tengo suficiente para vivir, suficiente para darme algún gusto y he aprendido a no darle la importancia a lo material que otra gente tiene. Total he pasado hambre en mi infancia, entonces nada puede ser peor que eso.

Repentinamente he tenido una recaída, podría decirse así, porque me he empezado a comportar como los otros seres humanos de tercera dimensión, aferrándose a lo material. Me ha costado, me he alterado, me he puesto nerviosa, me he puesto, pienso que debo haber sido insoportable para ustedes. Les pido disculpas.

Esta tarde repentinamente al darme cuenta de que era MIEDO lo que tenía, he podido revertirlo, porque he podido hacer prevalecer todo mi aprendizaje, o sea ‘que no tengo por qué tener miedo’. Estoy protegida, estoy protegida por los Maestros y estoy protegida por dos hijas maravillosas, con sus compañeros, que no tengo razón para tener miedo y yo creo que ese es el motivo por el cual en este momento puedo hablar de corrido y parecería como si físicamente empiezo a sentirme mejor.

Yo siento la necesidad de explicarles todo esto a ustedes. Yo esto no se lo puedo decir por teléfono y el momento en el que nos abracemos nuevamente está demasiado lejano, y evidentemente me nace escribir, no pensaba grabarlo primero, pero como estaba muy cansada como para sentarme a la computadora, estoy sentada en la cama charlando con ustedes.

Hijas, realmente no sé qué he hecho para merecerlas, agradecida no es la palabra, las quiero, las amo, eso no va a cambiar nada, así que espero que de mañana en adelante – o mejor dicho a partir de ahora ya que son la 1,15 AM que estoy transcribiendo esto – las cosas vayan mejor.

Estoy contenta de haberme dado cuenta ahora de todo esto para que me ayude a recuperar mi salud y poder enfrentar tranquilas ese poco tiempo que queda hasta que se haga realidad la mudanza.

Me preguntaron si quería postergar las cosas, no, siento una necesidad cada día mayor de irme cuanto antes, es como si de repente acá ya no me siento, quiero estar allá, quiero estar allá y formar mi nueva vida, por lo menos junto con una de ustedes, con toda la familia correspondiente, con mi actividad que sí no la voy a dejar para nada. Pero es otra etapa, es otro desafío que me lanza la vida y todavía me siento capaz de hacerlo, así que para ser capaz tengo que superar este problema físico y lo voy a lograr, esténse seguras.

Las beso, las abrazo y muchos cariños a ambos muchachos, no sé si van a compartir esto o no, esto se lo dejo a ustedes. Los quiero mucho, mucho a todos ustedes, MA.

Creo que no hace falta agregar más, estoy luchando para superar estos miedos escondidos de los que no sabía y estoy segura que lo voy a lograr, sé que cuento con la ayuda de los Maestros y estaré agradecida eternamente por el sendero que me están enseñando.
Como siempre si alguien no le interesa, click y lo borra, por lo demás, con todo amor, Alexiis.
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