LA ENERGÍA, SOÑAR CON ÁNGELES Y LA LLAMA VIOLETA
CLASE 9 LA ENERGÍA
Podemos seguir comprendiendo otros puntos que generan nuestro universo no sólo a través de lo espiritual, sino también ayudados por la ciencia.
Tanto el planeta Tierra como nuestro cuerpo están formados por masa, materia. Se ha comprobado a través de la física cuántica que la célula tiene inteligencia propia y que puede asimismo autodirigirse y auto-modificarse.
Pero básicamente la energía, la vibración, no sólo se transforma a nivel de la materia física, sino también a través de otros planos de materia que vamos a seguir explicando más adelante.
Ya hace cincuenta años la ciencia conocía ochenta y tantas formas de materia física (en la actualidad se conocen muchos más) y sabíamos que la materia se componía de partículas increíblemente minúsculas con espacios intermedios. Pero ahora empezamos a saber que es tanto el espacio comprendido entre la materia que en cierto sentido puede decirse que nada es totalmente sólido, todo está compuesto de átomos, y el átomo, a su vez, contiene electrones, neutrones y protones que giran en órbitas o vibran con gran rapidez formando un conjunto de partículas, espacio y cargas eléctricas que a su vez forman la materia. Así como el cuerpo físico es materia más concentrada, existe el cuerpo emocional que sería el conjunto de emociones que sentimos.
El Cuerpo Mental es el conjunto de pensamientos que nosotros mismos irradiamos permanentemente, que también forman otro cuerpo. Todos los cuerpos integrados forman el cuerpo espiritual.
Hace cincuenta años se había empezado a comprobar que hasta las más insignificantes partículas no son cosas sino manojos de vibraciones.
Hay diversas formas de energía; se trasladan por el aire y el espacio sin perder sus formas características debido a su diversa frecuencia de vibración.
Es así que las vibraciones que abarcan desde una frecuencia de quince por segundo hasta quince mil por segundo, son perceptibles por el oído humano como sonidos.
Las vibraciones que sobrepasan la última cifra citada, dejan de ser percibidas por nuestro oído, pero al alcanzarse una frecuencia de un millón quinientas mil vibraciones aproximadamente, principia esa forma de energía llamada calor, que puede ser percibida por otro de nuestros sentidos.
Más arriba en la escala de las vibraciones viene la luz, a menudo combinada con el calor, la cual es percibida por nuestros ojos. Las vibraciones luminosas más bajas empiezan con el rojo oscuro y las más altas forman el violeta; a unos tres millones por segundo se encuentran las ultravioletas y otras más, invisibles al ojo pero detectables mediante instrumentos como la máquina Kirlian. También pueden ser percibidas por nuestros sentidos internos.
En un punto más elevado de la escala, todavía no puede decirse cuan algo, están las vibraciones del pensamiento, y éstas son esas vibraciones invisibles, inaudibles, que relampaguean de mente a mente.
Son numerosas las razones que pueden aducirse para justificar que el pensamiento y la fuerza vital pueden ser consideradas como la misma naturaleza que la electricidad.
Einstein demostró matemáticamente que en todo el universo existen grandes campos de fuerza. He aquí el gran concepto mental de Einstein, elaborado hace casi sesenta años: E = mc2. Esta fórmula expresa la conversión de la masa en energía.
Al utilizarse la energía atómica se demuestra de una vez por todas y para todo el mundo que la masa es energía. Como la energía es vibración, es indudable que todo es vibración. Ahora sabemos que somos vibración y de eso no cabe la menor duda.
Nosotros estamos inmersos dentro de untar energético vibracional, todo lo que pensamos y sentimos también va creando las realidades que todos vivimos.
Las vibraciones de nuestros sentimientos y pensamientos continúan formando cuerpos no materiales o no perceptibles a nuestros ojos, como se explicó antes.
Si nosotros enviamos un pensamiento, no es unidireccional, funciona como un boomerang, como se cree en el plano tridimensional. La energía vibra en planos muy elevados, más allá de lo que nuestra conciencia puede comprender: sólo nos aceramos a percibir cuando nos conectamos con nuestro interior que funciona de manera más sutil y perfecta de lo que nuestros sentidos externos puedan captar.
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TRANSFORMACIONES
Una de las principales causas de que la gente crea que los ángeles se nos dan a conocer con tanta frecuencia, es el deseo que los impulsa a enseñarnos a crecer y convertirnos en buenos administradores de este planeta.
Tal idea nos dice que los ángeles están junto a nosotros para ayudarnos a elevar nuestra conciencia, nuestro auto-reconocimiento espiritual como raza y no sólo como individuos. Casi podríamos decir que los Ángeles están con nosotros para proporcionarnos una dosis de vitaminas que debe administrarse en los momentos justos.
Esta teoría, que en general se apoya en el lenguaje propio de la New Age, argumenta que el mundo está al borde de una transformación tan gloriosa que ni siquiera encontramos palabras para describirla. Los Ángeles se hallan entre nosotros para servirnos de guías, para ayudarnos a penetrar en un nuevo nivel en cuanto a la conciencia que debemos tener de la tierra. Y cuando llegue el momento, a su debido tiempo, veremos a todos esos Ángeles que nos rodean en forma permanente y viviremos con ellos como nuestros amigos y salvadores.
Parece que, en un sentido limitado, este concepto de transformación es cierto. Creo que los ángeles se encuentran entre nosotros a fin de que se produzca un cambio profundo en el mundo. Pero no por eso supongo que ellos habrán de hacerse cargo del trabajo. Su presencia más obvia en nuestra vida es para despertarnos a la necesidad de empezar a modificar el mundo a fin de que sea tal como ellos y nosotros lo deseamos. Y cuando nos hayamos desarrollado los luciente como para sembrar amor, por haber cambiado nosotros y por haber transformado el mundo de nuestro alrededor, ya no necesitaremos ayuda para ver a nuestros ángeles y caminar con ellos. Sólo Dios sabe cuánto tiempo demandará esto.
En ocasiones parecer que la única frontera que hemos alcanzado es la frontera del desastre. Poseo la esperanza de que tengamos la sabiduría necesaria como para aprender, y sé que ella es parte del motivo de que los ángeles se hayan tornado visibles con tanta frecuencia en los últimos tiempos.
Nuestros Ángeles, desde luego, aspiran a que logremos nuestra transformación personal, no menos que la transformación de la tierra. Y así es como tendría que ser. No estamos en condiciones de cambiar el mundo para mejorarlo si no podemos siquiera cambiarnos a nosotros mismos y despojarnos de celos y envidia, perjuicios y codicia, y de todas las formas que puede revestir el mal. Y no podemos hacer nada de eso sin contar con la presencia de Dios en nuestra vida.
Los Ángeles que se encuentran entre nosotros son otras tantas señales de esperanza para indicarnos que nuestra transformación - y la del mundo entero - no es imposible. El cielo no dista una galaxia de nosotros, sino que está aquí, nos dicen; el reino de Dios está aquí, en nuestro medio… y aquí estamos nosotros para demostrarlo. Las barreras no son insuperables. Dios están tan cerca como los latidos del corazón.
Es de fundamental importancia tener en cuenta que debemos invocar a nuestros Ángeles, por la sencilla razón de que ni ellos podrán ayudarnos tanto como desean, si nosotros no lo invocamos. Todos nosotros, más de una vez nos hemos quedado cortos, sin alcanzar nuestro objetivo, por no pedirles ayuda. Los Ángeles están aquí para socorrernos en aquellas cosas que no podemos hacer solos. Y me refiero a las cosas sobrenaturales, no a las comunes.
Por ejemplo, hay mucha gente que suele decir: "Yo estoy tranquilo porque tengo apostado en la puerta de casa a mi ángel guardián, de modo que ni me preocupo por cerrar con llave cuando salgo". Sin embargo, no es esa la responsabilidad de los ángeles. Por el contrario, se supone que cada uno de nosotros debe preocuparse por la protección personal de sus bienes terrenales.
Por cierto que a los ángeles les agrada sobremanera poder ayudarnos. Es su misión, y cuanto más los dejamos hacerlo, más felices son. Les gusta realizar cosas que nos ayudan.
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LOS MENSAJEROS
Tanto en el Nuevo como en el Antiguo Testamento hallamos numerosas historias de Ángeles que se aparecen a los hombres y que traen mensajes. Estos mensajes casi siempre anunciaban acontecimientos de capital importancia, por ejemplo, el nacimiento del Mesías. Después de este hecho, no se conocen muchos casos de apariciones de Ángeles. Sin embargo, ellos nos siguen enviando mensajes. Dado que no siempre los vemos y oímos físicamente, hemos de intentar permanecer creativos y perceptivos, para así estar en condiciones de recibir sus mensajes.
Los Ángeles utilizan sistemas para difundir mensajes que ni siquiera imaginamos. ¿Te has encontrado alguna vez sentado durante horas, devanándote los sesos, intentando hallar la respuesta a una pregunta o problema? Precisamente en el instante en que decides dejar de meditar, aparece una paloma en la cornisa de tu ventana. Al reparar en ella sientes una sensación de calor y paz. Entonces, cuando te acercas a la ventana, ves pasar un camión que lleva escritas las palabras que te proporcionan las respuestas que tu cabeza no logró encontrar. Una vez acabada la lucha por hallar esa solución, te das cuenta de que el mensaje te ha llegado sin hacer tú el mínimo esfuerzo.
Presta atención a las sutilezas de la vida. Los Ángeles pueden llegar a nosotros de maneras distintas pero que a menudo se nos escapan. Es en nuestros sueños donde los mensajes se nos manifiestan con más frecuencia. Los Ángeles, al comunicarse con nosotros, demuestran ser creativos y de la misma forma deberíamos serlo nosotros al recibir sus mensajes.
Los mensajes del cielo son siempre para el bien supremo de la humanidad; nunca exigen el uso de la fuerza o de la autoridad. Algunos de nosotros identificamos a los ángeles con fuerzas espirituales que guían a nuestro Ser Superior infundiendo pensamientos nobles a nuestra conciencia. Independientemente del papel específico que juegan, todos los ángeles son de una forma u otra mensajeros.
Los que son heraldos de Dios traen las nuevas más vitales. Estos portadores de noticias no se irán hasta que recibas su mensaje. Por consiguiente, recuerda que debes relajarte y dejarte llevar por la intuición.
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EL ÁNGEL DE LA ARMONÍA
Imaginemos por un momento lo que pasaría si una persona perteneciente a la cuarta dimensión del mundo, viviera en nuestro plano físico, y como él o ella aparecería ante los ojos de los demás.
Esa persona representaría el perfecto equilibrio entre la cabeza y el corazón, la voluntad y el amor, el interior y el exterior, el trabajo, y el juego, la quietud, y la acción, la impresión y la expresión, el escuchar y el hablar, el recibir y el dar, la irradiación y la atracción. Esa persona imaginaria sabía seguramente cómo vivir. Tendría un flexible y relajado campo de energía y una conciencia del equilibrio total, lo cual es otra forma de la estabilidad, definida como regularidad, aplomo y seguridad en sí mismo.
Todas las cosas parecían encontrarse unidas, lo cual es el significado del vocablo griego "harmozein", del cual se deriva nuestra palabra armonía. Y como un subproducto de este orden, equilibrio y armonía, esa persona irradiaba una sensación de paz, de serenidad y de tranquilidad.
Qué maravilloso sería si todos expresáramos esa misma clase de energía, ese mismo estado de conciencia. Por cierto que la imagen que tendríamos de nosotros mismos sería diferente y que, sin temores ni culpas, podríamos incluso comenzar a vivir honestamente, como a todos nos gustaría hacerlo. Y eso sin decir que las demás personas se sentirían muy contentas de estar junto a nosotros. Pero nosotros no podemos fingir.
Pero si tratamos durante un tiempo de representar un rol de orden y armonía, desde el punto de vista de la personalidad humana, muy pronto nos convertiríamos en hermosos pero repugnantes robots, en dulces máquinas excesivamente controladas, emanando permanentemente un aire protector y condescendiente.
¿Has conocido a esas personas que presentan una perfección superficial, pero tan delgada que se puede ver a través de ella? Y, detrás de esa máscara de imperfecta superioridad, en todas ellas encontramos una revuelta masa de temor y de ira reprimidos.
Para ser realmente una manifestación de orden y armonía, debemos tomar la Energía del Alma que produce esas cualidades, y entonces llegamos a ser y ya no es necesario representar ningún papel. Te sorprenderás al saber que la energía que manifiesta todos estos atributos es la alegría. El orden y la armonía nacen de la alegría, y no al revés. El Ángel de la Armonía es la "alegría del Señor", la pura energía del regocijo, el júbilo y el éxtasis del Yo Superior, que se irradia como el sol del mediodía para disipar las sombras de la tristeza, la miseria y la desesperación. Y esto se logra estableciendo el equilibrio y la estabilidad en nuestras vidas.
La invocación de este Ángel nos restablece la armonía, libera tensiones, aplaca el estado agresivo. Permite ver la solución de los problemas con mayor claridad. Brinda paz espiritual. Genera un campo positivo que pone fin a la tristeza ocasionada por cualquier motivo. Brinda más alegría y ganas de vivir.
El Ángel de la Armonía ayuda a eliminar la ansiedad. Especialmente indicado para lograr una recuperación rápida, incluyendo problemas afectivos de pareja. Restablece el ánimo, da fuerza, temple y empuje para realizar cualquier tarea que se emprenda. aumenta la vitalidad y la energía. Actúa contra las fluctuaciones de ánimo, produciendo un campo mental y una actitud positivos.
Si queremos evolucionar espiritualmente hemos de crear constantemente armonía en nosotros mismos y alrededor nuestro.
Te propongo que:
Siéntate en un lugar cómodo y tranquilo.
Cierra los ojos y relájate. Visualiza una luz de un color a tu elección que te evoque armonía.
Si una vez visualizado no te sientes totalmente a gusto con ese color, cámbialo como cambiarías el canal del televisor hasta que encuentres el que te satisface visualmente.
Invoca al Ángel de la Armonía y pídele que la armonía entre a tu vida.
Antes de despedirte, y abrir los ojos, dale las gracias.
Finalidad:
En la vibración de la paz en la conciencia; nos ayuda a mantener el equilibrio y la imparcialidad ante todas las situaciones; nos inspira a vivir con integridad.
Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: disfrutar ante la idea de un conflicto, un adversario permanente, un Creador de desorden; una persona que experimenta mucha oposición en todos los ámbitos de su vida.
Su energía resulta bloqueada debido a: la ausencia de alegría y de inspiración; la creencia de que cualquier tipo de ataque está justificado por la autoprotección y de que la paz y la conciliación son signos de debilidad.
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PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 2
Abrirte a tu Ángel
Ten a mano tu libreta de anotaciones y tu birome. Al tope de una página en blanco, escribe: "Abrirme a mi Ángel", y la fecha
1) Siéntate en tu lugar sagrado, con los pies bien apoyados en el suelo y los ojos cerrados. Siente la presencia de tu Ángel, que se acerca cada vez más. Imagina que te envuelve suavemente con sus alas.
2) Mientras inhalas y exhalas lentamente, siente o percibe la presencia de tu Ángel, que te extiende los brazos. Respira esa proximidad y deja que dentro de ti surja una pregunta.
3) Concentra la atención en tu corazón. Pon en tu corazón la pregunta que deseas formular, visualizando las palabras escritas allí.
4) Cuando sientas las palabras en tu corazón, abre los ojos y anota la pregunta en tu cuaderno. Vuelve a cerrar los ojos.
5) Con las palabras de tu pregunta en el corazón y en la mente conéctate con tu profundo deseo de oír la voz de tu ángel. Escucha en tu corazón y en tu garganta. Pon atención a cualquier sentimiento que surja. Los ángeles llegan a nosotros a través de los sentimientos, de modo que esa pueda ser la primera forma de contacto. Permite esos sentimientos y permanece abierto a las palabras que se presenten.
6) Anota todo lo que recibas, sean palabras, imágenes o sensaciones.
7) Recuerda agradecer a tu ángel su mensaje.
8) Lee lo que has recibido.
Observa las sensaciones que te despierta el mensaje. Puede sorprenderte o quizás te conmueva. Si las palabras te llenan los ojos de lágrimas o si te sientes conmovida, sabrás que tu ángel ha hablado a través de ti.
Los ángeles se presentan a nosotros de modo que podamos recibirlos. Si no estás segura de haber recibido nada, vuelve a cerrar los ojos y repite el ejercicio desde el comienzo, estableciendo una conexión más potente con tu deseo de comunicarte con tu ángel. Acepta con gratitud lo que recibas. No deseches ni critiques lo que aparezca. porque eso cerrara tu corazón, bloqueando la comunicación. Cuando aceptas, te abres; cuando estás abierta, es mucho más probable que recibas.
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CLASE 10 SOÑAR CON ÁNGELES
Los sueños son una puerta al inconsciente, pero también una puerta a los reinos sutiles. Representan largas cartas de tu inconsciente, con frecuencia escritas en un lenguaje extraño y misterioso. Los sueños son también otro portal por el que puedes llegar a conocer a tus ángeles y disfrutar de tu relación. Conectarse de este modo con los Ángeles es fácil y natural; sucede aún cuando no tengamos conciencia de ello.
El estado de sueño es un punto de acceso que ofrece especiales ventajas para nuestros compañeros celestiales, pues cuando dormimos, la mente inconsciente está bien abierta. Desaparecen las resistencias y los bloqueos de la conciencia (el yo) levanta para mantener a raya a los Ángeles. La cualidad fluida y espontánea de los sueños se acerca más al comportamiento de los Ángeles que al estado reglamentado, muy organizado, en el que existimos los humanos en nuestras horas de vigilia.
Con frecuencia nuestros Ángeles se nos presentan en sueños, pero no siempre los recordamos o, si lo hacemos, no siempre los reconocemos. En el sueño pueden aparecer amigos íntimos, pero al despertar nos damos cuenta de que nunca los hemos visto. O pueden presentarse como figuras sabias, poderosas e importantes, no necesariamente con alas u otros símbolos estereotipados de su identidad, tales como arpas y halos.
A veces los Ángeles se presentan bajo formas animales u otras no hacen notar su presencia asumiendo forma alguna, sino que se puede presentar como una luz intensa, blanca o dorada.
Otras veces despertamos con una sensación de bienestar, de que todo está bien, de que estar vivos es una bendición. Tal vez no recordemos siquiera haber soñado, pero el buen humor impregna la rutina normal de la mañana, como la luz del sol al iluminar súbitamente un cielo gris y opaco. Cuando eso ocurre hay una buena posibilidad de que uno de nuestros ángeles haya hecho una presentación estelar mientras dormíamos. Pregunta a tu Ángel cómo puedes reconocer su presencia en sueños.
Todos nos hemos educado en la creencia de que existe una separación entre humanos y Ángeles, si acaso se nos enseñó a creer en los Ángeles. Pero esa separación es sólo un estado de la mente… ¡de nuestra mente, no de la angelical! En nuestros sueños es posible cambiar la mente y superar las barreras mentales que hemos erigido a fin de estar con nuestros Ángeles con toda naturalidad.
Recuerda que no sólo nuestros compañeros nos buscan en el sueño. El Arcángel Miguel es el guardián del tiempo de los sueños, así que puedes invocar su vigilante presencia. Y existe toda una categoría de Ángeles que trabajan con los sueños; su misión es proporcionarnos información mientras dormimos.
Estos Ángeles rara vez hacen notar directamente su presencia en nuestros sueños, como nuestros Ángeles acompañantes. Son primordialmente mensajeros; sólo podemos reconocerlos por los regalos que nos hacen en el sueño.
Los sueños son elusivos. El primer paso consiste en recordar tus sueños, lo que es todo un desafío. Es esencial tener una actitud mental positiva. Basta con comenzar a creer en tus sueños. Cuando creemos en algo, lo valoramos. Cuando valoramos algo, le infundimos energía, y aquello en lo que ponemos energía comienza a crecer.
Si te has pasado la mayor parte de la vida convencida de que no vale la pena recordar los sueños, no esperes despertar mañana con uno sobre la almohada. Inaugurar una nueva creencia requiere tiempo. Pero puedes programar de nuevo tu mente consciente para permitir que te llegue el recuerdo de los sueños. Lo bueno es que puedes esperar confiado. Los sueños pueden tornarse realidad. Y cuando eso ocurre, son manifestaciones del deseo más profundo de nuestro corazón. Ellos nos ponen en contacto con nuestras pasiones.
El deseo apasionado de conectarte con tus Ángeles es la motivación que te permitirá conocerlos en tus sueños. Luego viene la diligencia. Debes estar dispuesta a seguir adelante con el proceso y superar resistencias profundamente arraigadas. Si despiertas con un sueño en medio de la noche, no te muevas y trata de recobrarlo. Revívelo; puedes comenzar con cualquier fragmento que recuerdes y permitir que se expanda. Luego anótalo y ponle fecha antes de volver a dormir.
Cada vez que despiertes después de haber soñado sigue el mismo procedimiento. Si cambias el cuerpo de posición puedes perderlo mientras lo revives; por eso debes permanecer quieta y recordar del sueño todo lo que puedas. Luego anótalo con tantos detalles como recuerdes. Fecha tus sueños. Hasta puedes dar a cada uno un título que lo resuma. Eso te ayudará a recordarlo o hallarlo más adelante.
Existe una resistencia innata a hacer esto y es preciso superarla a conciencia. La resistencia se presenta también en el hecho de que despertemos ciertos sueños porque no tienen sentido o porque no recordamos todos los detalles. Pero a medida que los valores más, descubrirás que la resistencia desaparece.
Por separado te daré algunas maneras de utilizar al dormir y de estimular el recuerdo de los sueños.
Hay que tener en cuenta que, aún después de establecer el contacto del sueño, puedes tener que formular la misma pregunta durante varios días y hasta semanas enteras antes de recibir o comprender plenamente la respuesta. Y quizás no surja en una aparición directa de los ángeles. El sueño en sí puede ser la respuesta a tu Ángel. O quizás se presente en una sola palabra, una imagen o una canción que recordaste al despertar.
La respuesta también puede ser el don de un sueño en el que te encontraste volando, sin esfuerzo y sin alas. Y a veces no llega en un sueño, sino en un suceso o en un instante de súbita iluminación. Tal vez se presente bajo la forma de una llamada telefónica casual, hecha por un amigo, en una frase que leas en el periódico de la mañana, o un fragmento de conversación oído por casualidad en la calle. Lo principal es permanecer alerta y abierta.
La paciencia te permitirá perseverar, aunque no obtengas resultados de inmediato. Te ayudará a tener fe en tus Ángeles, confiando en que, a su debido tiempo, vendrá también de este modo. La fe te gana el cariño de tus invisibles defensores, además de crear un espacio para los milagros, que es donde pululan y prosperan. Los milagros no tienen por qué ser algo que sacuda la tierra. Bien pueden ser pequeños acontecimientos de tu vida diaria que te hagan sentir bien, reír o hasta llorar de felicidad.
Puedes registrar tus sueños en tu cuaderno de Ángeles o aparte, en un diario especial. Cualquiera que sea, ponlo justo a tu cama cuando te acuestes. Si eres de los que no pueden despertar y tomar nota sin tomar primero una taza de café, lavarse los dientes o abrirle la puerta al gato, sería mejor que tuvieras a mano un grabador. El más conveniente es que el que activa con la voz, para que puedas encenderlo sin cambiar de postura.
Los sueños son efímeros. Por eso es mejor anotar (o grabar) lo que recuerdes en cuanto despiertes. Cualquier actividad tal como levantarte o cambiar de posición, puede barrer toda una noche de sueños hacia la oscuridad del inconsciente.
Cuando anotes o grabes lo que ha ocurrido en tu sueño, será útil ponerlo todo el tiempo presente: "Camino por el bosque. Un búho ulula a poca distancia... "Ese búho, sabio ser alado, bien podría ser tu Ángel disfrazado.
A veces, durante el día salen a la superficie fragmentos del sueño; una escena, una sensación, el rostro de una persona. Es importante anotar cualquier cosa que recuerdes, aunque no le encuentres sentido o creas que no tiene importancia. Cada fragmento merece el respeto de u atención: cuando se la concedes, el mundo de los sueños se te revela más y más.
Llevar un diario no sirve sólo para conservar imágenes e información que normalmente olvidarías, sino también para aumentar tu memoria de los sueños. Al dedicarte a escribir lo que recuerdas, refuerzas tu intención en un plano físico. Tu intención se origina en el plano mental. El refuerzo de tu intención obra sobre el inconsciente, así como sobre la conciencia.
Otra ventaja de llevar un diario es que puedes releerlo de vez en cuando. Eso te brinda una idea de dónde has estado y a dónde vas. Puede revelarte sitios de estancamiento y ayudarte a aclarar sueños desconcertantes, que sólo con el tiempo comienzan a tener sentido. Un diario de sueños es una herramienta importante para el crecimiento interior.
El mero repaso de los títulos que diste a tus sueños puede servirte de clave para marcar temas recurrentes y bloqueos interiores de los que no tenías conciencia.
Puedes utilizar tu diario de sueños para desarrollar diálogos con personas, objetos y elementos que aparecen en los sueños. Este es uno de los mejores medios para decodificar la compleja simbología que caracteriza a los sueños. Al dialogar, hablas con aspectos de ti mismo que son inconscientes y aparecen bajo la apariencia de objetos o de otras personas. Los sueños están llenos de chistes y juegos de palabras: otra clave de la presencia angélica.
Da rienda libre a tu imaginación y permítete hablar francamente. Al escribir con libertad puedes descubrir tus sensaciones ocultas, tus miedos y deseos, además de comprender cosas que ocurren en tu vida.
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EL PERDÓN: EL CAMINO ANGELICAL HACIA LA SANACIÓN
La base de toda curación es el perdón: la eliminación por decisión propia, de la ira y la rabia provocadas por las heridas que nos han causado personas o sucesos y el daño que nos hemos hecho a nosotros mismos. Siempre que hay la necesidad de curar, existe la necesidad de perdonar. El perdón es el "camino angélico" que nos conduce a la sanación.
A lo largo de nuestras vidas en este mundo, todos padecemos el daño que nos causan otras personas y también hacemos daño a los demás. Muchas veces actuamos sin piedad y pronunciamos palabras que hieren a los demás, o lo que es lo mismo, dejamos de decir palabras cariñosas cuando deberíamos, o vemos que alguien nos necesitaba y le damos la espalda. No importa el nombre que le demos a estos sucesos (error, karma o pecado): todos causan heridas espirituales que pueden separarnos de los demás y de nuestra propia alma.
Es una situación terrible. Provenimos de Dios, que es Uno, que no sólo es omnipotente sino también inmanente, es la unidad que impregna toda la creación, que rebosa sabiduría y amor creativo, ¿y qué es lo primero que hacemos cuando somos conscientes de nosotros mismos? Creamos ruptura, alienación y separación. Y lo que todavía es peor: aceptamos esto como una forma de vida. Estamos tan acostumbrados a que nos hagan daño y a hacer daño a los demás y seguir como si no hubiera pasado nada, que ni siquiera nos damos cuenta de la importancia de la sanación que necesitamos. Nos sentimos demasiado heridos para preocuparnos por ello.
Nuestros Ángeles consideran que esta situación es intolerable. Ellos son mensajeros perfectos, perfectos transmisores del amor y la gracia de Dios. No pecan ni hieren a ninguna criatura; en su sociedad no existen las divisiones. Lo único que desean es que el amor, la armonía y la perfecta paz de Dios habiten en nosotros, porque estas cualidades forman parte de ellos. Odian vernos aislados de nosotros mismos y de los demás. Saben que es antinatural.
Por este motivo, los Ángeles están dispuestos a ayudarnos en cualquier momento para que seamos capaces de perdonar a los demás y comprender la necesidad de pedir perdón cuando hemos herido a otra persona. Siempre que perdonamos o pedimos perdón, los Ángeles están junto a nosotros y nos ofrecen su amor y su apoyo.
El perdón y la curación son inseparables. El perdón, tanto si lo damos como si lo recibimos, es lo que inicia el proceso que nos cura estas terribles heridas. Es la medicina más poderosa que existe, porque detiene la infección que las heridas pueden causar y prepara el terreno para que el amor las sustituya a través de la reconciliación.
El perdón no es una emoción, un sentimiento de benevolencia o compasión. Se puede describir como un acto voluntario mediante el cual decidimos eliminar una herida. Decidir perdonar algo que nos ha hecho daño no significa tolerarlo ni quitarle importancia. Significa que hemos decidido no retener la herida, no llevarla en nuestro corazón y no utilizarle en contra del individuo que la causó.
Ser capaz de tomar una decisión así ya es una forma de curarse, porque evita que una herida se infecte más. Y cuando el perdón abre las puertas a la paz de la reconciliación, entonces el amor también puede entrar y eliminar cualquier rencor, incluso el más antiguo e intenso. En la mayoría de los casos, nuestro problema es que nos sentimos tan heridos, que pensamos que podemos vivir con el rencor y no nos esforzamos por conseguir la reconciliación, que es lo único que aliviará nuestro dolor.
La manera más sencilla de perdonar es cuando alguien pide ser perdonado. Pero también somos capaces de perdonar aunque la persona que nos haya herido no quiera o no pueda pedirlo, porque el perdón depende de nuestra voluntad y proviene de la comprensión, el conocimiento y la conciencia.
El perdón no siempre es algo instantáneo, por supuesto. A veces se necesita mucho tiempo para perdonar. A veces se necesita toda una vida. Antes de tomar la decisión de perdonas conscientemente, tenemos que crecer en comprensión e iluminación, y a menudo tenemos que reafirmar varias veces nuestra decisión antes de que los sentimientos heridos aparezcan de nuevo.
A veces se necesita más que toda una vida para perdonar. Parecería que la noción católica de "purgatorio" es precisamente eso: una casa de sanación después de abandonar este mundo, una escuela para aprender lo que todavía tenemos que aprender y que deberíamos haber aprendido mientras estábamos en la tierra.
Si aceptamos el hecho de que somos hijos de Dios, debemos comprometernos totalmente a vivir una vida gobernada por el amor, que sea digna de nuestro Creador. No sólo tenemos que esforzarnos por estar en paz con nosotros mismos y con los demás, sino que también debemos trabajar para perdonar a todos aquellos que nos hayan herido u ofendido. No debemos hacer concesiones con las heridas mortales. No tenemos derecho a pensar que podemos vivir con una herida. Debemos esforzarnos para curarlas, porque fuimos creados para alcanzar la plenitud.
Esto significa que cuando el amor no está presente en nuestros actos, cuando hacemos algo que hiere a otras personas, debemos pedirles perdón. No importa cuál fuera nuestra intención; si hacemos daño a alguien, aunque sea involuntariamente, necesitamos pedirle perdón.
En una ocasión, San Pedro le preguntó a Jesús cuántas veces tenía que perdonar a alguien, y Jesús respondió que setenta veces siete. Con estas palabras quería explicar que no existen límites para el perdón.
El perdón no es simplemente una cuestión ente dos individuos; Dios también tiene mucho que ver con ello. Cuando hemos hecho daño a alguien, a nosotros mismos o incluso a nuestro entonces, también debemos pedir perdón a Dios. Dios creó un bello y perfecto orden en el mundo. Siempre que rompemos esta armonía creando división y separación, sin respetar el plan divino, debemos pedir a Dios que nos perdone, y no sólo eso, sino también que nos ilumine y nos conceda una mayor capacidad de comprensión para poder crecer y reparar el daño que hayamos causado.
Dios, cuya compasión es infinita, siempre se apiadará de nosotros y nos perdonará, y además nos concederá la sabiduría y la gracia que necesitamos para mejorar nuestras vidas.
Con frecuencia los Ángeles actúan como mediadores: nos hacen llegar estos dones que Dios nos concede e intentan ayudarnos para que los utilicemos correctamente. Los Ángeles viven de acuerdo con el amor y la luz de Dios de forma muy diferente a nosotros, al menos mientras estamos en este mundo. Todo lo que hacen está en armonía con el plan divino.
A veces el mayor obstáculo que nos impide alcanzar la curación es nuestra incapacidad de perdonar nuestras propias faltas, incluso cuando nuestra fe nos dice que Dios nos ha perdonado, y las demás personas implicadas también nos han ofrecido su perdón. Si no podemos perdonarnos a nosotros mismos, es por culpa de nuestro amor propio, ya sea por exceso o por defecto. A veces nos vemos tan despreciables que no somos capaces de convencernos de que merecemos ser perdonados por algún error que hemos cometido. No nos amamos ni nos consideramos dignos de ser amados.
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EL ÁNGEL DE LA FE
La FE no es la creencia irracional sino la secreta confianza, más allá de las apariencias y de las limitaciones del ego.
La falta de Fe es como una especie de ceguera para con el mundo espiritual; la Fe es la visión del alma. Al pertenecer a otro nivel de realidad que también engloba la nuestra, la FE todo lo puede.
La Fe descansa en la providencia, mientras que la duda se apoya en la ignorancia, en el temor.
Cuando invocamos al Ángel de la Fe, nos sentimos bien plantados, enfrentando las limitaciones que tenemos dentro de nosotros y alrededor nuestro, y una vez que hemos reestructurado nuestra Fe y nuestro idealismo, entonces podemos empezar a concretar nuestra espiritualidad, recién hallada, traduciéndola en acción.
Nos da capacidad de compartir lo que tenemos y seguir siendo lo que somos; puede llevarnos simultáneamente no sólo hacia la superior comunión que tal vez busquemos, sino también hacia la solidez y la estabilidad de las relaciones que son capaces de resistir y reconstruirse a pesar de las fluctuaciones internas y externas de nuestras vidas cotidianas.
Nos permite darnos tiempo de quietud para sintonizarnos con nuestro centro y despejar de nosotros los escombros de cada día; dejar que nuestros sentimientos sigan su propio curso.
El Ángel de la Fe declaró que: "Si quieres volar y no sabes cómo ni adonde o cómo puedes elevarte de la tierra, las alas las puedes desplegar muy velozmente con tu fe".
"Imagina que en tu espalda cada una de tus fibras se convierte en hilos de luz blancos y celestes que se van entretejiendo lentamente hasta que sientas que se convierten en alas.
"Elévate con ellas hasta el lugar más sagrado que imagines; podrás ir a una montaña, a un lago, a una inmensa llanura o a un lugar imaginario.
"Remóntate, vuela y logra el milagro mayor: te elevarás con tu corazón y sentirás la liviana sensación de amor que es la fe en tu libertad interior".
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ÁNGELES DE LA ENERGÍA
Se entiende como energía espiritual; es la carga de la fuerza, de entusiasmo, es el empujón con el que los seres humanos dan comienzo a sus proyectos, a sus actividades. Sin esto, la vida sería un escuálido trajín carente de alegría y de interés.
Estos Ángeles están presentes en cada ritual, en cada ceremonia religiosa, sobre la cual derraman la flamante fuerza de la que son portadores.
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PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 3
Apertura hacia el Ángel
Siéntate cómodamente en tu "espacio sagrado" con los pies bien apoyados contra el suelo y los ojos cerrados. Sentí la presencia de tu Ángel cada vez más cerca de ti. Imagínate que sus alas te envuelven dulcemente.
Inspira y expira suavemente y sentí la presencia de tu Ángel cada vez más cerca de ti. Inspira esta intimidad y deja que surja de tu interior una pregunta.
Concentra la atención en tu corazón. Presenta la pregunta que piensas hacer en tu corazón, visualizando en él las palabras escritas.
Cuando escuches las palabras en tu corazón, abre los ojos y escribí la pregunta en un papel. Vuelve a cerrar los ojos.
Con las palabras de tu pregunta en tu corazón y en tu mente, entra en contacto con tu profundo deseo de escuchar la voz de tu Ángel. Escucha en tu corazón y en tu garganta. Mantente consciente de cada sensación que emerge. Los Ángeles llegan a nosotros a través de los sentimientos, de modo que ésta puede ser la primera forma de contacto. Deja salir los sentimientos y ábrete a las palabras que llegan.
Escribí todo lo que recibas, ya sean palabras, imágenes o sensaciones.
Recuerda agradecer a tu Ángel el mensaje.
Relee lo que has recibido.
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CLASE 11 LA LLAMA VIOLETA
Tal como hemos visto en el estudio de metafísica, la Llama Violeta es la que actuará en esta Era de Acuario para liberarnos y purificarnos, y veamos ahora un poco el enfoque que se le da al color violeta dentro del estudio de los Ángeles.
Hasta hace pocos años era impensable la idea de proponer ropas, tejidos, cortinas, mantas, y objetos varios de color violeta.
El violeta ha sido considerado injustamente durante siglos como un color "desafortunado". Esta creencia ha sido alimentada por el hecho de que los ornamentos sacerdotales en la liturgia fúnebre o cuaresmal son, en efecto, violetas.
Desde el punto de vista esotérico, observando las cosas del lado oculto, reservado a pocos, se sabe por el contrario que el violeta es el color del equilibrio cósmico que presupone la iluminación.
Nace del cruce entre el rojo, color "horizontal" de las pasiones materiales terrones, y el azul, el Espíritu que trasciende la materia elevándose hacia el cielo.
De la "crucifixión" cósmica entre los dos colores, nace el equilibrado violeta, en el que el azulado espíritu modera la roja pasión, la sabiduría prevaleciendo sobre el impulso.
Nace así, en este "estado de gracia" en el cual cuerpo y espíritu, mente y materia, se encuentran en una situación privilegiada, la posibilidad de hacerse receptivos, abiertos a la energía de iluminación que libremente fluye de los planos superiores.
Pero más allá de las cosas ya conocidas hay muchas otras que todavía no han sido introducidas en los planos del conocimiento humano. Los maestros nos informan por medio de canales ocultos, que en los planos de la evolución está previsto que dentro de este siglo debemos hacernos receptivos al color violeta.
Para que esto ocurra es necesario que mentes humanas, particularmente sensibles, capten este tipo de información de los planos sutiles y la difundan al mundo físico.
Generalmente, las mentes predispuestas son seleccionadas y los individuos instruidos ocultamente durante las horas del sueño. Estas personas, provenientes de todo el mundo, de ninguna manera se imaginan que forman parte de los planos evolutivos de la humanidad,
Se trata, en su mayor parte, de individuos de mente elástica, con una buena base de conocimientos en su sector específico, predispuestos al estudio, a la creatividad, capaces de grandes avances innovadores, abiertos a la genialidad y a la intuición.
Sería del todo inútil inspirar una sinfonía maravillosa a un hombre que no conozca las leyes de la música; no estaría en condiciones de transcribirla y de hacer un don al resto de la humanidad. Los Maestros habrían echado a perder así sus propias energías.
¿Qué es en el fondo una obra de arte o un gran invento? Aparentemente es la creación concebida por la mente de un artista; ocultamente, por el contrario, es una idea sugerida y "piloteada" desde los planos superiores por entidades encargadas de este menester y que tienen como objetivo la evolución del hombre en todos los planos, puesto que la evolución espiritual va al paso con la tecnológica.
En tanto el hombre no sea liberado de las necesidades materiales más inmediatas, tendrá poco tiempo y espacio para mirarse interiormente. Un hombre desesperado y hambriento difícilmente buscará la trascendencia, dará la prioridad al alimento.
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EL ÁNGEL ES LEY
Hemos hablado hasta ahora de "inteligencia" que guía a cada una de las partículas de la materia. Ahora probemos a sustituir la palabra Inteligencia por la palabra "Ley".
Cada cosa creada responde a precisas leyes que establecen su movimiento y sus funciones.
En el universo, para mantener la vida, todo es movimiento; también los organismos que nos parecen inanimados, como los minerales, tienen un movimiento interno. Los átomos del cuarzo giran en torno a su eje central, exactamente como los átomos de las células humanas o los grandes planetas que giran alrededor de su sol. Cada cosa creada responde a una precisa ley de energía-movimiento-armonía y en cada uno de los reinos de la naturaleza existe el deseo de evolución hacia una meta superior, pues vida, inteligencia y concienciación penetran todas las cosas.
El reino mineral, que vive en los recovecos oscuros de la Tierra, desea efectuar el pasaje de la naturaleza inerte a la radiactiva en el que se expande hacia la materia circunstante, el primer paso hacia el gran sueño; la luz.
El reino vegetal ya vive y se expande por medio de la luz. Su deseo es la emanación del perfume pero sobre todo el movimiento. El vegetal sueña en la libertad del vínculo de las raíces.
El reino animal, en sus infinitas formas, tiene a la transformación hacia el reino superior; por la domesticidad y el sacrificio, el elemento iniciador del reino animal es el hombre, que debe conducir el alma animal hacia la liberación a través de sus características propias: domesticidad, afectuosidad, fidelidad.
Cada vez que un ciclo vital se cumple, una serie de animales atraviesa el pasaje de la evolución y entra a formar parte de la individualidad humana.
El reino humano, que ya ha realizado todos los deseos de los reinos inferiores, tiene al reino inmediatamente superior, aquel reino súper humano, el quinto reino en el que se mueven las entidades angélicas y los Maestros de Sabiduría. Esta es la meta del hombre, hacerse uno de ellos.
Existen también Seres, profundamente distintos del hombre, que se ocupan de la aplicación de estas leyes. Seres conscientes, carentes de libre albedrío, que no pueden ejecutar elección alguna sino la ejecución de su menester, pero sometidos a las leyes del karma.
Debemos entender, que los Ángeles que rigen la fuerza de la gravedad, no pueden ser puestos en la condición de elegir, no pueden decidir por propia iniciativa: "Esto cansado de este encargo tan aburrido, voy a ocuparme de los vuelos de los pájaros…"
Si esto pudiese ocurrir, todo el sistema planetario caería en la ruina. En una fracción de segundo, el trabajo evolutivo para el que han sido necesarios muchos millones de años sería destruido….
Dios no deja nada a la improvisación. En sus diseños de absoluta perfección, no hay lugar para las inteligencia rebeldes. El hombre es algo absolutamente especial, creado (esperemos) a Su Imagen y Semejanza.
También la rebelión primera de la que nacieron las Fuerzas Oscuras ha tenido indudablemente un papel en la creación, papel que Dios ha preestablecido y que no nos es dado conocer. El Ángel, por lo tanto, sigue rígidamente y sin posibilidad de apelación, antes al contrario, con gozosa consciencia, el deber que le ha sido confiado, por grande o pequeño que sea.
En el Universo, todo se mueve según una Ley de Armonía infinitamente grande y perfecta, que el hombre percibe con estupor, aunque no siempre se le adapte.
Los científicos son, entre los seres humanos, quienes con más frecuencia chocan contra esta incomparable ley y, sin embargo, entre ellos sólo algunas almas elegidas entreven la presencia de una Mano Divina….
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ÁNGELES SANADORES
La teoría que afirma que lo que fluye por nuestras mentes afecta profundamente lo que corre por nuestros cuerpos, es más que evidente. Para curar el cuerpo se puede empezar por curar la mente, proveyéndola de todo lo necesario para hacerla feliz. Eliminar ideas negativas que perjudican a la salud y sustituirlas por pensamientos positivos también te ayudará a sanar el cuerpo. Hoy en día las personas intentan curarse cambiando su forma de pensar y tomando nuevas actitudes ante la vida.
Los Ángeles sirven también de agentes sanadores. Nos ayudan enviando y canalizando sus rayos curadores. Colaboran a estabilizar los conflictos que aparecen en las relaciones humanas. También transmiten y divulgan mensajes de indulgencia y reconciliación a las personas que nos conciernan, si estamos predispuestos a perdonar y a olvidar. Los Ángeles también pueden llegar a estas personas en cuestión, incluso si están muertas.
Cuando la gente se pone tan enferma que ya no controla su energía curativa o cuando después de un accidente terrible se llega al coma profundo, Dios envía a los Ángeles curadores para que se responsabilicen de ello. Estos purifican la atmósfera que rodea a los enfermos y a los inconscientes creando una barrear que les distancia de las influencias nefastas y no deseadas. Dentro de esta barrera purgan la atmósfera de negatividad aportando a su vez energía pura y limpia. De esta forma los rayos sanadores de amor tienen acceso directo al enfermo o al que está sufriendo.
Bajo la guía de Rafael, su poderoso Arcángel, están llenos de amor hacia sus hermanos humanos. Están presentes en cada lugar en el que haya un enfermo. Ellos no pretenden competir ni tienen perjuicios en cuanto a hospitales y médicos. Cada hospital posee un Ángel de la Guarda. Es sabido que hay enfermeras que han visto a Ángeles curando a seres humanos de graves enfermedades.
Intervienen prontamente cada vez que les sea lanzada una invocación, una reclamación de ayuda. Sólo en esta condición pueden intervenir, y demasiadas veces se quedan inoperantes pues en el momento del dolor poquísimas personas se acuerdan de dirigir a lo alto su plegaria.
No conocen barreras de tiempo o espacio, ni de lengua, ni de fe, están disponibles par quien pida socorro a la Divinidad, a cualquier Divinidad, pues Dios Padre es uno, y ningún grito se queda desoído.
Una sola barrera les retiene y los deja inertes: la que está puesta por las mentes humanas que ignoran o reniegan de su presencia.
Si nos encontramos en peligro o estamos físicamente heridos, harán cualquier cosa para ayudarnos (siempre que no nos opongamos a ello). Los Ángeles a veces aparecen como unos seres humanos con todos sus atributos que acuden a rescatar al que está al borde de la muerte.
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COLABORACIÓN ENTRE ÁNGELES Y HOMBRES
Ya en la antigüedad la comunicación entre Ángeles y hombres fue estrecha y fueron Ellos los que colaboraron en la creación de las grandes civilizaciones, y se considera que la historia se va a repetir y que necesariamente esta comunicación y cooperación tendrán que restablecerse.
Quiero transcribir a continuación algunos párrafos de los libros escritos por Geoffrey Hodson, en los cuales los Ángeles nos hablan en primer persona dándonos las indicaciones para acercarnos sus Reinos.
Geoffrey Hodson puede que haya sido el más grande clarividente de nuestros tiempos. Médico, por tanto formado en una rígida escuela científica, estaba dotado de "segunda vista".
Veía las auras, las vibraciones y las energías multicolores que emanan de cada cosa, de los pensamientos de los humanos, y de los valles, de los árboles y de las flores. No se trataba de un fenómeno temporal ni de una forma de alucinación. Sus observaciones, precisas y circunstanciales, eran anotadas con todo detalle, comparadas con las de otros clarividentes, no son jamás inexactas ni imprecisas.
Relataba las observaciones sobre las "cosas" que veía con la misma tranquila precisión con la que preparaba las fichas clínicas de sus pacientes.
En cierto momento de su vida, fue "contactado" por una criatura angélica a quién él mismo dio el nombre de "Bethelda". Empezó desde aquel momento un verdadero trabajo de aprendizaje, como si todos aquellos años de clarividencia pura, de estudio y capacidad de observación hubieran sido sólo la preparación para este importante acontecimiento.
De ello han nacido muchos libros, en los que se ha hecho una crónica aguda de decenas de años de observaciones y en los que se han relatado las exactas palabras de sus instructores. En los textos de Hodson, sobre todo en la Fraternidad de los Ángeles y de los Hombres se cita muchas veces la necesidad de comprender y aceptar la existencia de los Ángeles y de iniciar con ellos un trabajo de colaboración. La especie humana puede ganar mucho con este intercambio, en tecnología, conocimiento científico y serenidad interior.
Por su parte, los Ángeles de algunas órdenes cumplen su evolución junto con nuestra raza. Nosotros somos su misión, el trámite para su crecimiento. Ellos son nuestra referencia, nuestro modelo, el ejemplo que debemos seguir para nuestra evolución espiritual, pero nosotros somos el camino que ellos deben recorrer para crecer.
A continuación cito algunos párrafos en los que nos hablan los Ángeles directamente:
"Los medios más fáciles de acercamiento se encuentran en al amor a la Naturaleza. Quien quiera llegar a conocerse deberá aprender a entrar en contacto con la Naturaleza, de modo más profundo del que actualmente es posible al hombre normal.
"Además de un más intenso aprecio por su belleza, debe existir gran reverencia hacia todas sus formas, reverencia que nace del reconocimiento de la presencia divina, de la cual estas formas, estas manifestaciones, estas bellezas no son sino la expresión exterior.
"Junto a esto, es necesario también alcanzar un vivificante sentido de unidad con la Naturaleza, identificándose con cada árbol, cada flor, cada hilo de hierba, cada nube de cielo, y dándonos cuenta de que las múltiples diversidades que componen un valle, un jardín o un vasto panorama de montañas, de mar o de cielo, no son otra cosa que el Ser Único que existe en vosotros, Dios, del que sois una parte, por medio del cual podéis penetrar más allá que el velo exterior de la belleza.
"Alcanzado tal resultado, estaréis en el umbral de nuestro mundo, habréis aprendido a ver con nuestros ojos, a conocer con nuestra mente y a sentir con nuestro corazón".
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ÁNGEL DE LA ENTREGA
Entregarnos es dejar de lado nuestro ego y, en total confianza, darnos a Dios o a los demás.
Se ha dicho que a Dios le basta cualquier cosa ofrecida con el corazón entero.
Esa es la verdadera entrega: hacerlo todo en la vida de un modo entero, total, involucrando en ello la totalidad de nuestro ser, hasta las últimas consecuencias.
Cuando uno se entrega a Dios o a sus Ángeles, debe estar dispuesto a todo, pues su vida comenzará a cambiar de un modo mágico e imprevisible.
Todo lo que hagamos desde una conciencia de totalidad, producirá resultados totales y nos colmará.
Todo lo que hagamos desde una conciencia parcial y limitada, no podrá producir más que resultados limitados y nos dejará vacíos.
Te propongo que:
Siéntate o tiéndete en un aposición que te resulte cómoda y agradable. Cierra los ojos y respira profundamente, e intenta mantener tu mente en blanco.
Imagina que estás sentada bajo una luz suave y cálida. Siente como todo tu ser absorbe esta luz y se funde con ella.
En el extremo de esta luz el Ángel de la Entrega y el demonio del Retener. familiarízate con estos dos visitantes angélicos e insiste en que el demonio del Retener desaparezca de tu vida y que el Ángel de la Entrega se manifiesta.
Invítale a compartir el calor y la luz contigo.
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PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 4
Hacer Realidad los Sueños
En este ejercicio usarás las técnicas de Cimentación, liberación y Alineación que ya has aprendido, junto con una visualización nueva.
Cuida de que no te molesten; ve a tu lugar sagrado e invita a tu Ángel a estar contigo. Puedes invocar a otros Ángeles específicos. Por ejemplo: si el tema es tu espacio vital, ya porque necesites una casas nueva o quieras redecorarla, invitarás también a un Ángel de Ambientes. Ten en cuenta cuáles pueden facilitarte mejor el fin que tienes pensado y recíbelos también.
1) Cierra los ojos. Ciméntate, céntrate y alíneate con tu Ángel (o tus Ángeles)
2) Libera cualquier impedimento, conocido o desconocido para ti, que pudiera estorbarte en el logro de tu objetivo. Pide a tu Ángel que te ayude a retirarlos, liberándolos por medio de tus raíces hacia la tierra.
3) Imagina tu meta y siéntete experimentándola. Imagina que se torna realidad y repara en lo que sientes, la ropa que llevas puesta y las reacciones de cualquiera que pueda estar presenciándolo. Haciendo participar cuanto menos a cuatro de tus sentidos, vivificas tu visualización y cifras el mensaje en tu cuerpo físico.
4) Pon esta imagen en tu corazón. Pide y recibe para ella la bendición de tu Ángel. Siente el calor y la satisfacción de haber logrado lo que deseas.
5) Agradece el haberlo recibido.
6) Irradia la imagen desde tu corazón hasta los brazos de tu Ángel y visualiza a tu guardián rodeándola con una burbuja de luz violácea.
7) Observa como asciende la burbuja, subiendo y subiendo rumbo al Universo.
8) Cuando ya no puedas ver la burbuja, abre los ojos
Desperézate, camina. Aparta la cuestión de tu mente, pero permanece abierta para recibir cualquier señal que te indique que comienza a materializarse.
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