EXPERIENCIA
Buen día amados Maestros, son las ocho y veinticinco, domingo a la mañana, afuera está lloviendo y quiero hacer una prueba.
Quiero ver si hablando encuentro una forma para poder conectarme con el Registro Cósmico. Tantas veces ustedes me lo han dicho, que tengo la capacidad y tengo que bajar mi propia información y en alguna forma no lo consigo, me siento trabada, sé que son trabas que yo misma me pongo y quiero ver si puedo tirar abajo esos muros, porque si puedo llegar a acceder a los Registros Akáshicos, ¿entonces por qué no puedo acceder a los Cósmicos?, pero me tengo que poner, ya lo sé.
Ya anoche me vino dando vuelta en la mente que lo voy a hacer en forma de grabarlo, porque evidentemente me resulta más fácil y más fluido hablar que escribirlo. Se me viene a la mente que muchas personas, especialmente jefes de empresas comerciales o incluso escritores, le dictan lo que luego serán cartas o incluso libros a sus secretarias; bastante tiempo he tomado el dictado de otros y ahora me encuentro que me es más fácil hablar que escribir. ¡Que broma del destino!
No voy a usar el ejercicio que nos dio el Maestro Kirael, sino que voy a intentar por mi propio medio, pidiéndole autorización y ayuda a mi Espíritu, a mi Alma, a mi Yo Superior, para que me lleven a donde tenga que ir para poder traer información que valga la pena. No pretendo traer de entrada grandes mensajes, grandes cosas que alteren a la humanidad o que alteren las enseñanzas que tenemos. ¿Y por qué no, otra vez eso de no sentirme merecedora o capaz?
Quiero bajar algo que valga la pena, así que me encomiendo a ustedes, como tantas veces para las canalizaciones, espero ahora de ser capaz de acceder yo sola, sin que sea canalización, a lo que tenga que ser. Veremos lo que pasa, tengo mucha esperanza, a ver si esto es una forma como para derribar finalmente esos muros que aparentemente yo misma me impongo. – Algo he avanzado por lo menos sé que yo misma me creo los problemas y no que son energías externas las que me traban -.
. . . . Trato de respirar profundamente a fin de elevar mi vibración. . . Ya antes me surgió en la mente la idea del fuego, pero no un fuego afuera, sobre la tierra, sino el fuego interno de la Madre Tierra y me he puesto a compararlo con la pasión, con el fuego de la pasión. Por ejemplo, la pasión que yo siento y que me tiene al trote, con la parte de las traducciones, el no poder parar ni para tomarme el tiempo para hacer este tipo de ejercicios. Es una pasión, un compromiso, algo que siento que es – casi diría – como un látigo en la espalda, “tengo que hacerlo, tengo que hacerlo, tengo tanta información disponible que sé, si yo no lo hago, los otros que no saben inglés, no lo van a poder aprovechar”.
Sé que ayudo mucho con eso pero evidentemente también, y es esto que ustedes amados Maestros me dicen, que tengo que dejar de traducir tanto material de otros y bajar lo mío. Eso es lo que estoy tratando de conseguir. Veremos. . . Digamos voy a emplear un poco el ejercicio del amado Maestro Kirael. . .
Me imagino que voy subiendo, subiendo, subiendo y ahí me encuentro delante del famoso portal, el portal detrás del cual está todo el enorme caudal del archivo cósmico, el archivo que tiene guardados todos los eventos de la humanidad, del cosmos, del universo, todo, no hay nada que ahí no esté, no hay nada a lo que no se pueda acceder, siempre y cuando se encuentre la llave para abrir la puerta y poder y poder interpretarlo, porque yo estoy parada en el portal.. .
Veo ese inmenso caudal de burbujas doradas que cada una representa un conocimiento, un evento, una historia. Las veo, incluso me puedo meter, debo estar flotando entre ellas, estoy rodeada, por todos lados, todo mi cuerpo está envuelto en esa sabiduría inmensa, porque no hay forma de medirla.
Pero mi pobre mente humana está haciendo las trabas de no abrirse lo suficiente como para captarlo. . . Sigo respirando. . . . . Trato como – quien diría – alguno de esos globos dorados. . . se me escurren. . . Trato de fijar mi tercer ojo en alguno de ellos, a ver si así logro abrirlos. . .
¿Cuál es la traba mía que me impide hacer esto? ¿Cuál es? ¿Qué es lo que hago mal? Hoy me he puesto, levantándome y viniendo acá para hacer este trabajo. No he desayunado, no he prendido la televisión, no he mirado el correo entrante, nada, directamente a esto y sin embargo hay algo que falla y no llego a descubrir lo que es. . .
Invoco a mis Maestros, no digo guías porque nunca he estado consciente de ellos, pero mis Maestros sí. Los invoco a ustedes, a ver si alguien, alguien me puede dar una mano para lograr esto, lograr esto que desde hace más de dos años tengo que estar haciendo y que no logro hacerlo. Si alguien de ustedes me puede brindar ayuda para solucionar esto, tal como me ayudaron para aprender a canalizar, voy a estar eternamente agradecida. . . .
Me aparece, no sé de quién, que tengo que aprender a vaciar más la mente, mi mente está tan atiborrada de cosas que no puedo captar lo otro. ¿Pero cómo hago eso, no lo sé?. . . . Escucho que me dicen, sigo sin saber con ciencia cierta quién es, pero que gradualmente tengo que aprender a dejar en blanco la mente. He dicho que nunca he podido meditar porque justamente no puedo dejar la mente en blanco, pero tampoco me nace estar sentada como ahora, con las manos, sí, entrecruzadas para que no se anden moviendo por ahí y hacer nade de lo que tendría que hacer.
Ese ‘tendría’ es una cosa que tengo que erradicar. No tiene valor, porque no es obligación, ya sé, yo no hago obligada lo que hago, lo hago con gusto. . .
Tengo que tomarme todos los días un rato, sentarme SIN HACER NADA, SIN NINGÚN PROPÓSITO, ni siquiera el propósito de conectarme con el Registro Cósmico.
Me está apareciendo como una luz ante el ojo de mi espíritu, muy tenue todavía, muy tenue, pero puedo distinguirla, se viene y se va, se viene y se va. . . .
Para conseguir hacer esto tengo que aquietarme – dicho sea de paso mientras escribo esto me agarró un sueño tremendo, consulté con el péndulo, no era algo externo, así que me acosté en media mañana a dormir. Me despertó el teléfono, y me volví a levantar ya que quiero terminar esto, pero de tanto hablar de aquietarme, ya me estoy durmiendo de nuevo, igual sigo para terminar.
Tengo que aquietarme, tengo que estar en profunda tranquilidad, el amor no hace falta que me lo digan, lo estoy, porque amo hacer todo esto, pero tengo que estar en profunda tranquilidad. . . No sirve ponerme un horario que en tanto tiempo tengo que hacer esto, no. Es como compararlo con un artista, un artista que se sienta a pintar un cuadro no sabe cuanto tiempo le va a llevar, puede que poco, puede que mucho.
Tengo que salir de ese factor del tiempo, que sé perfectamente que no es real, pero vivo tan supeditada a él. . . .
Recibo la indicación de que esto, lo de hoy, es un primer intento. Es una enseñanza que he recibido. Sé que si quiero la puedo compartir, pero no tengo obligación de hacerlo, no hay obligación y justamente ahí está el encontrar las cosas para compartir, si uno quiere, si uno se siente feliz haciéndolo. Desde que por pedido de los Maestros lo he comenzado a hacer, me nace, me nace, me nace compartir lo bueno, lo malo, lo que vivo, lo que soy.
Bueno, aparentemente hoy no hay más, aunque ya es mucho, tengo que pensarlo, evaluarlo y analizarlo.
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