3 de agosto de 2010

EN CASA CON DIOS – Parte 3

Una vida que Nunca termina

Un maravilloso mensaje de amor

En una íntima Conversación con Dios

Neale Donald Walsch

SEXTO RECUERDO

Tú y Dios son uno. No hay separación entre los dos. Aunque a algunos esto pueda parecerles un dato muy elemental, cuando aplicas este principio básico de la vida a la vida, creas un receptáculo dentro del cual puedes contener todos los Recuerdos anteriores que te has procurado aquí, así como los que van a venir.

Las implicaciones del Sexto Recuerdo son enormes. Si tienes claro que tú y Dios son uno y que no hay separación entre los dos, cambia el contexto dentro del que experimentas todo lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá en tu vida.

Para usar ejemplos obvios de lo que acabamos de decir aquí, una comprensión de tu unidad con lo Divino hace que te resulte mucho menos arduo recordar y aceptar la verdad de que tú eres, la causa de tu propia muerte, o de que no hay víctima ni villanos en el mundo.

Esto puede hacer tu camino hacia la Completud menos arduo, y tu muerte, más serena. Ahora, obviamente, el individuo que eres “tú” no representa la Totalidad de Dios. Sin embargo, tienes todas las características, todos los aspectos, todos los elementos de la Divinidad dentro de ti. Dios eres tú, con todas las letras. En verdad, Dios es todo. No hay nada que no sea Dios.

A menudo he oído la analogía de que yo soy, a Dios, lo que una ola es al océano. La misma cosa, exactamente. Sólo más pequeño en tamaño.

Esa analogía se ha usado en verdad muchas veces, y no es inadecuada. Así que, ahora, definamos este “océano”. Propongamos aquí que Dios es el Creador. Muy poca gente que mínimamente crea en Dios está en desacuerdo con esto.

Si es verdad que Dios es el Creador, esto significa que tú, también, eres un creador. Dios crea toda la vida, y tú creas toda tu vida. Es así simple. Si lo piensas de esta forma, lo puedes mantener en tu conciencia. Tú y Dios están creando todo el tiempo: tú a un nivel micro y Dios a un nivel macro. ¿Lo entiendes claro?

¡Sí, lo veo! No hay separación entre la ola y el océano. Ninguna. La ola es una parte del océano, actuando de cierta manera. La ola hace lo mismo que hace el océano, en menor medida.

Eso es exactamente correcto. Tú eres yo, actuando de la forma en que actúas. Te doy el poder de actuar como estás actuando. Tu poder viene de mí. Sin el océano, la ola no tiene el poder de ser una ola. Sin mí no tienes el poder de ser tú. Y sin ti, mi poder no se manifiesta. Tu gozo es hacer que yo me manifieste. El gozo de la humanidad está en manifestar a Dios.

¡Menuda declaración!

Aquí hay otra: La vida es Dios, hecho físico. Lo que es importante entender es que no hay una única forma en la que la vida hace físico a Dios. Algunas olas son pequeñas, apenas una pequeña onda, mientras que otras son enormes, atronadoras en su recorrido.

Sin embargo, ya sea minúscula o monstruosa, hay siempre una ola. No hay un momento donde no haya una ola en el , si bien cada ola es diferente océano. Y, ni una sola está dividida del océano en sí. Diferencia no significa división.

Esas palabras no son intercambiables. Eres diferente de Dios, pero no estás dividido de Dios. El hecho de que no estés dividido de Dios es la razón de que nunca puedas morir. La ola llega a la playa, pero no deja de existir.

Simplemente cambia de forma, al retirarse de nuevo hacia el océano. El océano no se vuelva más “pequeño” cada vez que una ola llega a la playa. En verdad, la ola que llega demuestra, y por lo tanto revela, la majestad del océano. Entonces, al retirarse de nuevo hacia el océano, restaura la gloria del océano. La presencia de la ola es la evidencia de la existencia del océano. Tu presencia es la evidencia de la existencia de Dios.

Debería anotar eso y pegarlo en mi nevera. Tu presencia es la evidencia de la existencia de Dios. ¡Qué calcomanía fabulosa para un parachoques! Esta explicación es tan simple y sin embargo tan elegante. Entonces, cuando decimos que “Dios y sólo Dios” elige la hora de nuestra muerte, estamos diciendo que los humanos son parte de este proceso, porque los humanos son parte de Dios.

Sí, eso es exactamente correcto.

Y cuando me muera, mi muerte estará sucediendo a través de mí, no a mí.

Correcto. Estás mirándolo ahora de forma diferente. Estás cambiando tu perspectiva. Esto cambiará tu percepción. La percepción crea experiencia.

Hay sólo una última cosa que no acabo de entender todavía. ¿Por qué demonios elegiría morirme alguna vez?

Oh, eso es simple. Porque acabaste. Has terminado. Estás completo. Están los que dicen que hay que ver para creer. Yo te estoy diciendo que hay que creer para ver.

Bueno, de acuerdo, en cierta manera hemos vuelto al principio otra vez. ¿Estoy entendiendo que dices que vine aquí con algo que tengo que hacer? ¿Y que, cuando haga lo que vine a hacer, habré terminado y estaré listo para marcharme?

No es algo que tengas que hacer, es algo que eliges experimentar. Si tú y Dios son Uno, no tienes que hacer nada. Cada decisión emerge del Libre Albedrío. Cada elección lo manifiesta.

Tienes que venir al cuerpo a experimentar un aspecto de ti mismo, como vimos antes. Puedes ser que este aspecto de ti sea experimentado a través de algo que hacer –es decir, a través de una actividad física- o a través de cierta forma en particular de ser o estar, incluso si en realidad no estás haciendo nada.

Necesito un ejemplo para que se me haga más real.

Bueno ya que estamos hablando mucho aquí sobre lo que tú llamas muerte y morir, digamos que estás sentado en silencio en un funeral. No estás haciendo nada, realmente, excepto estar ahí sentado.

Apenas te mueves. Pero eres o estás de alguna forma, ¿no? Quizás estés triste. O quizás estés alegre en tu interior. Podrías estar de una forma u otra. Mucho dependería de cómo vieras las cosas, en este caso, de cómo vieras la muerte.

Mi perspectiva creará mi percepción.

Sí, y ésa es la forma de crear cómo eres o estás. En resumen, si estás triste es por la forma en que miras las cosas. Y si estás alegre en tu interior en ese funeral, es exactamente por la misma razón.

Y cómo miras las cosas es una elección que haces. Es una elección del Libre Albedrío que define quién eres y cómo deseas experimentarte a ti mismo. Puedes cambiar tu perspectiva en cualquier situación si cambias tu idea de cómo quieres “mirarla”. Puedes decir qué quieres ver, y entonces, habiéndolo colocado ahí, lo encontrarás ahí.

Esta es una declaración muy fuerte.

Sí. Es una declaración que inviste de tremendo poder a lo que es… a menos que no lo sea. ¿Y sabes quién va a decidirlo?

Yo

Sí, tú. Correcto. Tú decidirás. Tú decidirás si es una declaración que inviste de tremendo poder por la forma en que la vez. Y, entonces, el efecto es circular. Lo que ves es lo que consigues, y lo que consigues es lo que ves. ¿Lo ves?

Lindo muy lindo.

Lo creas o no, hay mucho más que simplemente mi locuacidad.

Oh, lo sé. Tus locuacitudes siempre apuntan a una gigantesca verdad más allá de la superficie.

Me alegro de que te guste inventarte palabras. Nos va a ser muy útil más tarde.

Entonces, volviendo a nuestro ejemplo, una forma de estar feliz por dentro según me voy acercando al tiempo de mi propio funeral es que yo entienda que, cuando muera, será porque yo elija morir. Yo estoy causando, a cierto nivel, todo lo que me pasa, incluida mi propia muerte, y el momento de ella.

Lso es exactamente lo que estoy diciendo aquí, sí. Esto te traerá una gran paz en el momento de tu muerte. Saber que tú y Dios son uno y que está tomando esta decisión juntos te puede llevar a un lugar de dulce serenidad.

No obstante, esa idea requiere que la humanidad crea en un tipo de universo totalmente diferente. En nuestro universo, la mayoría de los que creen en Dios, consideran a Dios, no a sí mismos, como la Primera Causa. Y Dios es ciertamente la causa de su muerte. Mueren cuando Dios decide “llamarlos a Casa”

Mueren cuando ellos deciden ir a Casa.

Me estás pidiendo que crea en un universo en el que yo soy la causa de mi propia experiencia, absolutamente.

Ese es el universo en el que vives.

No se ve así.

Y no se verá así hasta que no cambies tu perspectiva. No aparecerá nada que no puedas ver.

Bueno, aquí hay un montón de sabiduría.

Más sabiduría de lo que crees. Están lo que dicen que hay que ver para creer. Yo te estoy diciendo que hay que creer para ver.

Me encanta esta nueva vuelta de tuerca a ese antiguo aforismo. Y esto, también, lo has dicho antes.

Y lo diré otra vez, hasta que lo captes.

De acuerdo, así que nadie se muere “antes de su hora”. Lo has dicho una y otra vez aquí, así que supongo que tengo que aceptar esto o rechazar toda la idea. Voy a aceptar que es verdad, aunque me cuesta hacerlo.

Dime por qué es tan difícil.

Supongo que estoy aferrado todavía a la idea… Mira, he oído todo lo que acabas de decir, pero… supongo que hay una parte de mí que se aferra todavía a la idea de que nos pasan cosas que no queremos que nos pasen, que “pasan cosas” que no creamos dentro de nosotros mismos. Pero entiendo ahora que nada pasa por casualidad y, por lo tanto, nadie se muere cuando no elige morir.

No hay cosa tal como “no elegir”. Todo se elige.

Sí, de acuerdo, ya veo. Y supongo que tienes que seguir insistiendo en este punto una y otra vez porque va contra todo lo que la humanidad se ha dicho a sí misma sobre este tema. Y tengo que decirte algo.

Justo cuando estoy escribiendo esto, justo cuando estamos metiéndonos en esta parte específica de lo que yo espero que sea una larga conversación, la Vida Misma está maquinando cómo hacer para que yo tenga más y más y más claro que lo que estás diciendo es verdad. Nada sucede por casualidad. Quiero decir, mi vida misma, mi vida cotidiana, me está convenciendo de esto, y lo está haciendo en este mismo momento.

Cuéntame sobre eso.

¿Es posible que sea “por casualidad” que, justo mientras estábamos hablando de aquello de lo que hablábamos ahora mismo, haya hecho un pequeño descanso en mi escritura y, para distraerme, haya decidido abrir el buzón, justo para encontrar una carta de una lectora? La autora de la carta, la llamaré Jackie Peterson (he cambiado su nombre para proteger la identidad de esta persona), me escribió diciendo que acababa de perder a su prometido hacía dos meses de un ataque fulminante al corazón.

Estaba desolada, especialmente porque su prometido siempre había gozado de buena salud: siempre pasaba sus chequeos médicos sin problemas. Ella mencionó los libros Conversaciones con Dios, en los que leyó que nosotros elegimos nuestras situaciones de la vida terrena. Así que se pregunta: ¿has elegido ella esta situación para sí misma o es parte del modelo de vida de su antiguo prometido?

¿Respondiste a esa carta?

Claro que sí. Después de quedarme completamente estupefacto porque apareció justo en este exacto momento, le respondí lo mejor que pude a esa persona. Basé mi respuesta precisamente en la conversación que estamos teniendo ahora mismo.

Bueno, veamos cómo te fue. Veamos qué escribiste.

Esta es mi contestación: Por favor, escúchame desde lo más profundo de tu alma cuando te digo lo mucho que siento que haya ocurrido esto en tu vida. No quiero darte aquí “respuestas fáciles” que hagan que todo suene muy simple y que te hagan pensar que en realidad nada de esto debería ser un problema…Jackie esto es un problema, una enorme tristeza, y tienes todo el derecho a sentirte cómo te sientes, que es enfadada y triste, y confusa y frustrada y en busca de respuestas.

Lo primero que quiera aconsejarte es que te permitas sentir todo lo que estás sintiendo, sin tratar a ningún nivel de controlar tus sentimientos o regularlos o limitarlos o restringirlos. Simplemente ten tus sentimientos y déjalos ser lo que son momento a momento.

Es extraordinario que me presentaras esa pregunta hoy, porque estoy precisamente ahora en medio de mi nuevo libro de Conversaciones con Dios, llamado En Casa con Dios, Una vida que nunca termina. Y en este libro estaba precisamente ahora explorando esta idea de que el alma elige cuándo va a dejar el cuerpo y volver a Casa.

Y, así, es verdad que en este último libro de Conversaciones con Dios, como en todos los demás, Dios nos está diciendo que nadie se muere en un momento o de una forma que no sea de su propia elección, elección consciente, sino que puede que haya sido elegido a un nivel de conciencia al que sólo el Alma tiene acceso.

Si éste es el caso, significaría que tu prometido no eligió a un nivel consciente morir cuando lo hizo. A ese nivel, su muerte puede que haya sido una sorpresa tan grande para él como lo ha sido para ti. Sospecho que lo fue.

No creo que tu prometido eligiera conscientemente dejarte. Es verdad en mi conciencia que a veces el Alma elige cosas a un nivel subconsciente o superconsciente que nunca elegiría a un nivel consciente, y que hace esto para cumplir con su Plan Mayor. Morir casi siempre dentro de esta categoría. Muy poca gente elige morir cuando y donde y como lo hace, conscientemente. Creo que Cristo lo hizo. Creo que Buda lo hizo.

Creo que otras almas lo han hecho, pero creo que esta circunstancia es muy rara. es muy rara. Intenta, por lo tanto, no estar enfadada con tu prometido, más bien, en cambio, permítele dirigir tu enfado hacia la circunstancia que lo separó de ti justo cuando estaban realmente empezando a disfrutar su vida juntos.

Entiendo profundamente y me doy cuanta de lo desolada que estás y, como dije, tienes derecho a estarlo. como dije, tienes derecho a estarlo. En cuanto a comprender todo lo que ha pasado, sin embargo, creo En cuanto a comprender todo lo que ha pasado, sin embargo, creo que es posible que uno de los objetivos del alma de tu prometido fuera experimentar a sí mismo en una Unión Perfecta y en una Relación Maravillosa, después de haberlo intentado muchas veces en esta vida, y haberlo intentado muchas veces también en vidas anteriores. Creo que tu prometido fue un regalo para ti; y que tú fuiste un regalo aún más extraordinario para él. Tú fuiste lo que él, también, había estado buscando.

Creo que entraste en su vida como parte de un “contrato” o “acuerdo”, permitiéndole que experimentara a sí mismo, por fin, como Quien Es El Realmente, en un gado superlativo. Creo que se sintió más “él mismo” contigo que con nadie más con quien hubiera estado antes. No sólo en esta vida, sino quizás en muchas, muchas vidas.

Esto puede que sea un poco difícil de aceptar, Jackie, a nivel humano, así que voy a pedirte a ver si puedes “saltar” a un nivel espiritual muy alto para entender lo que voy a decir a continuación: creo que es posible que tu prometido muriera de felicidad.

Tienes razón, Jackie, nunca estuvo seriamente enfermo ni un día de su vida. Estaba en buenas condiciones, iba a hacerse sus chequeos regularmente, etc., y no había ninguna razón terrenal para que se muriera de repente. Puede que haya habido, sin embargo, una razón espiritual.

Puede que, simplemente, hubiera completado su programa terrenal… con tu ayuda, con la ayuda de ti, el Alma Amistosa con la intención específica de proporcionarte esa última ayuda para que pudiera volver a Casa y después seguir adelante con su evolución.

Le mostraste a este hombre maravilloso, Jackie, precisamente lo maravillosa que podía ser una relación, y precisamente lo maravilloso que él podía ser dentro de una relación. Como dije antes, Jackie, creo que tu relación creó un contexto dentro del cual él pudo tener una experiencia de sí mismo como nunca la había tenido antes.

Iré más lejos. Me juego lo que quieras a que en realidad él te dijo esto. Estoy aquí sentado creyendo que en realidad él te dijo eso con estas palabras: que no se había sentido a sí mismo antes, de la forma en que se sintió a sí mismo contigo. Y entonces, Jackie, tu prometido dejó su cuerpo de repente, celebrando gloriosamente lo que había encontrado y lo que había experimentado finalmente de sí mismo: el sentido completo de Quién Es El.

Toda la gran tristeza que se te está pidiendo que soportes es parte del enorme, inenarrablemente maravilloso y espiritualmente generoso regalo de la Vida te ha invitado a dar a este “otro” muy especial (que realmente no es más que otra parte de ti) para que tú, también, puedas conocer Quién Eres Realmente. Porque tu prometido te dio un tesoro también a ti (Conversaciones con

Dios dice: “Todos los verdaderos beneficios son mutuos”), que es el conocimiento de que eres capaz de dar, recibir y experimentar un amor maravilloso en forma humana, algo de lo que tú habías empezado a dudar seriamente antes de que él apareciera. Su intención, entonces era, devolverte a ti misma. Y eso hizo.

Y, entonces el Propósito Divino de tu relación ha sido servido y fue completado en Divinas Formas y en Divino Tiempo. El principio de su relación, de esta forma, se dio en Divino Tiempo (como estoy seguro de que sabes, porque creo que los dos hablaron a menudo sobre esto) y al final de su relación, de esta forma, se dio igualmente en Divino Tiempo, aunque sé que es muy difícil ver o experimentar esto ahora mismo.

Creo que tal vez te estés preparando para servir en un plan aún más grande en los años que vienen, al usar esta experiencia para ayudar y curar a otros que se encuentren en diferentes situaciones de vida, siendo cada una de ellas un desafío para ellos a nivel espiritual. Creo que tal vez te estés preparando para avanzar en el goce de devolver a la gente a sí misma.

Algunas de estas otras personas con quienes te encuentres pueden ser gente que haya perdido su fe en el amor, que piense que la relación correcta y perfecta es simplemente imposible o que no es para ella, y que piense que sería mejor olvidarse de la idea por ser una gran trampa del universo. Tú serás capaz de decirles algo diferente y animarlos a permanecer abiertos, siempre, a la posibilidad.

Algunos pueden que se encuentren en medio de una aflicción repentina, que no entiendan ni puedan “ver la Perfección” en el momento que viven, sino sólo experimentar la pérdida y el dolor, y puede que incluso crean que simplemente no pueden continuar.

Tú serás capaz de decirles algo diferente, y animarlos a permanecer abiertos, siempre, al próximo regalo de la vida y al próximo momento extraordinario de conocer y de expresar su idea más alta de sí mismos, de Dios, del amor y de Quién Son Realmente.

Por supuesto todo esto es una conjetura de mi parte. Podría estar “inventándomelo todo”, Jackie y lo admito. Pero siempre veo un propósito más grande y un plan más amplio en juego en los acontecimientos de la vida… incluyendo los sucesos más trágicos de la vida, y lo más triste de la vida.

Creo que, al final de nuestras vidas en nuestra forma física presente, todo esto se volverá instantánea y felizmente claro para nosotros, y nos regocijaremos y estaremos contentos en la perfecta simetría de todo.

También creo, Jackie, que tu relación con tu prometido no puede terminar nunca y que él puede estar ahí contigo en cualquier momento en que desees invocar su amor y su energía espiritual para ayudarte mientras continúas tu viaje, incluso mientras él continúa el suyo.

Creo que sus viajes estarán siempre juntos, de la misma forma en que han estado juntos durantes eones pasados. No es la primera vez que ustedes dos han estado juntos en forma física –y esto, también, es algo que creo que los dos reconocieron y entendieron-. Ni será la última, mi querida Jackie. En verdad, su relación nunca acaba, nunca.

Sigue incluso ahora, incluso en este mismo momento, porque ¿quién te imaginas que te está trayendo estas palabras? ¿Crees que soy yo? ¿O podría ser que otra persona, hablando a través de mí, te trajera este mensaje? ¿Crees que tal cosa es posible, Jackie? Porque, mira, yo creo que sí.

No busques “no estar triste”, Jackie, durante este tiempo de pérdida. La tristeza es una de las formas que tiene el corazón e honrar al otro. Así mismo, también, lo es la felicidad. Honras el alma de tu amado, Jackie, al sentir tu tristeza plenamente ahora. Y honrarás el alma de tu amado, Jackie, al sentir tu felicidad plenamente, también, cuando llegue el día y la hora de eso, como seguro llegará.

Mientras esperamos ese día, mi deseo es que encuentres la paz para tu alma. Jackie. Que la Paz que da toda la comprensión sea contigo, y permanezca contigo, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Te envío mi amor en las alas de la oración. Neale.

La observación objetiva es imposible. Ninguna cosa observada Puede no ser afectada por el observador. Creo que has interiorizado profundamente lo que has recordado. Ahora entiendes claramente.

Gracias a ti, creo que sí. Finalmente he captado, y entendido realmente, la verdad.

Ten cuidado. Quieres decir tu verdad ¿no? La verdad no existe como una realidad objetiva. La perspectiva crea percepción, y la percepción crea experiencia. La experiencia que la percepción crea para ti es lo que llamas verdad. Tu verdad es lo que de hecho experimentas. Todo lo demás es lo que otro ha experimentado, y sobre lo que te ha hablado. Esto no tiene nada que ver contigo.

¿No hay tal cosa como realidad objetiva?

No. “Realidad objetiva” es un oxímoron.

¿Estás diciendo que nada es como parece?

Estoy diciendo justo lo contrario. Todo es como parece. Y las apariencias están basadas en las percepciones. Y las percepciones están basadas en las perspectivas, y las perspectivas no son objetivas. Son subjetivas. No son algo que experimentes, son algo que eliges.

Acabas de decir esto hace un momento. Me resultó difícil entonces y me resulta difícil ahora. ¿Escojo las perspectivas que tengo?

Si en verdad.

Ese es el proceso por el cual creas.

Me resulta muy difícil creer eso.

Entonces no lo creerás.

Con el resultado de que…

…no lo experimentarás.

Entonces, si no creo en que elijo tener cualquier perspectiva que desee, entonces no puedo tener ninguna perspectiva que desee.

Justamente.

Porque ésa es mi perspectiva.

Porque ésa es tu perspectiva. Y eso cambiará tu percepción, lo cual cambiará tu experiencia… y tu experiencia reforzará tu perspectiva.

Pero podría argüir que no elegí esa percepción. Es simplemente lo que observo, objetivamente.

Es lo que observas, dada tu perspectiva. No observaras nada“objetivamente”. La observación objetiva es imposible.

Otro oxímoron. Observación objetiva es un axímonon.

Sí. Ninguna cosa observada puede ser afectada por el observador.

Estoy seguro de que a mucha gente eso le suena mucho como el blablabla espiritual de la Nueva Era.

Eso es interesante, porque es pura ciencia.

¿Ciencia?

Es física cuántica elemental. Lee cualquier libro sobre mecánica cuántica. que lo miro?

Entonces, ¿estás diciendo que afecto lo que veo por el modo mismo en

O si no lo miras en absoluto. Eso es exactamente lo que estoy diciendo. Ese es el caso precisamente.

Bueno, ciertamente nos hemos desviado del tema. ¡Nos hemos metido en un terreno pantanoso de teoría de la percepción y física cuántica!

Se trata de conducirte de regreso a tu verdad. No puedes redescubrir tu verdad, no puedes recordar tu verdad, no puedes vivir en tu verdad, hasta que recuerdes cómo llegar allí. Estamos hablando aquí sobre cómo llegar allí. Este diálogo te está llevando a donde siempre has querido ir: A Casa. Si puedes llegar allí antes de morir, nunca te preocuparás otra vez sobre la muerte. Nunca tendrás miedo de morir. ¿No es eso lo que deseas conseguir con esta conversación? ¿Para ti y para todos los demás?

Sí.

Entonces nuestra discusión de la teoría de la percepción y la física cuántica no ha sido una desviación de absoluto… y ahora quizás, comprendas por qué estamos abordando la vida, y la vida después de la “muerte”, desde este ángulo.

¡Ah! ¡Entonces estás confirmando ahora que hay “vida después de la muerte”!

No.

¿No?

No, No hay vida después de la muerte.

¿No hay vida después de la muerte?

No. De hecho, no hay en absoluto cosa tal como la “muerte”. Y ése es el…

SEPTIMO RECUERDO

La muerte no existe. Pero sé que tú crees que sí existe, y entonces, para ti, sí existe, absolutamente. De eso es de lo que estamos hablando aquí. Estamos hablando sobre las percepciones, y las perspectivas de donde surgen.

Mmmmmm. Así que hemos hecho un círculo completo.

Toda esta conversación es circular: Si no lo has notado todavía, lo harás. No es un diálogo en línea recta. Nos estamos moviendo en remolimos aquí, volviendo en espiral muchas veces a muchos puntos importantes.

No sólo dos, sino quizás tres o cuatro veces. Esto te resultará evidente a medida que continúe nuestra conversación. Y esto no será accidental. Será una redundancia totalmente intencionada.

Lo que se está discutiendo aquí no es nada menos que la cosmología del cosmos. Los secretos de la vida en su totalidad. Las expediciones del alma después de la muerte. La naturaleza del tiempo y del espacio.

Y por lo menos dos ideas que sacudirán los cimientos de la cosmología. Y a veces tienes que oír las cosas más de una vez para ser realmente capaz de absorberlas. Así que sigamos. Tenemos mucho que cubrir. ¿Listo?

Listo.

Entonces déjame repetir aquí, simplemente para que quede claro, que tu perspectiva –es decir, cómo miras algo- crea tu realidad tanto durante el tiempo de esta vida como después de ella.

Entonces, si no creo que haya una vida después de la muerte, ¿no la

habrá?

Oh, la habrá, seguro. No puedes cambiar la Realidad Última, pero puedes cambiar tu experiencia de ella. Es por eso por lo que he dicho: Es imposible vivir o morir sin Dios, pero no es imposible pensar que lo estás haciendo.

Si piensas que estás viviendo o muriendo sin Dios, experimentarás que lo estás haciendo. Puedes tener esta experiencia todo el tiempo que quieras. Puedes terminar esta experiencia cuando quiera que elijas terminarla. Todo lo cual nos lleva al…

Continuará….

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