5 de agosto de 2010

EN CASA CON DIOS - Parte 8

DÉCIMO QUINTO Y DÉCIMO SEXTO RECUERDO

Neale Donald Walsch

DÉCIMO QUINTO RECUERDO

El final de la evolución no existe.

Ya te he descrito el ciclo de la vida eterna. Porque buscas recrearte a ti mismo de nuevo, como hace toda la Vida, entrarás en el reino espiritual, en el que llegarás a conocer y comprender más de Quien Eres y quien eliges ser, después regresarás al Centro de tu Ser y otra vez fuera para meterte en el mundo físico, viajando por el mismo Pasillo del Tiempo de forma diferente, o por un Pasillo diferente completamente, para que puedas Saber en tu Experiencia en qué consiste ser lo que has elegido ser.

Pero ¿cómo llegaré a saber quién quiero ser? No entiendo eso. ¿Cuándo elijo eso? Elegirás eso cuando respondas a la Pregunta Santa. Ah, finalmente. Casi todas las personas que se están muriendo no se están muriendo por primera vez.

He estado esperando y esperando. Así que dime, antes de que se me agote la paciencia: ¿Cuál es la Pregunta Santa? Al final de tu vida, en lo que hemos descrito como la etapa tres de la muerte, se te hará una extraordinaria pregunta.

Esta será la pregunta más importante que jamás se te haya preguntado, y tu respuesta será la declaración más importante que jamás hayas hecho y el mayor Momento de Elección Libre que jamás te hayas imaginado.

Es tan importante que todos los ángeles del cielo se pararán para escuchar lo que estás diciendo. Es tan importante que todos tus seres queridos se congregarán a tu alrededor para escuchar. Es tan importante que Dios Mismo estará presente cuando se formule la pregunta. En realidad él será el que haga la pregunta.

¿Cuál es la pregunta? “¿Quieres quedarte?”. Perdón? ¿Se me va a preguntar si quiero “quedarme”? ¿Quedarme ¿ dónde? O sea, ¿quedarme muerto? Sí. En términos humanos, en tu lenguaje, sí. Esa será la pregunta. ¿Quieres decir que podré elegir sobre eso?

Puedes elegir sobre cualquier cosa. Eso es lo que he tratado de hacerte entender desde el principio de nuestra conversación. Estamos ahora al final de un diálogo de diez años y todavía estás haciendo la misma pregunta.

Bueno, sé que puedo elegir sobre cualquier cosa en mi vida, lo que no sabía es que podía elegir sobre mi muerte. ¿Me estás diciendo que, si no quiero quedarme muerto, no tengo que hacerlo? Eso es exactamente lo que te estoy diciendo.

Eso… eso no es posible. Eso no… eso va en contra de todo lo que he oído. No entiendo. ¿Se nos da a elegir a la hora de nuestra muerte entre “seguir o regresar”? Así es. Esa es exactamente la elección que se te da. Y entonces aquí está el…

DÉCIMO SEXTO RECUERDO

La muerte es reversible.

Me siento aquí como si estuviera en una montaña rusa. Lo único que puedo hacer es agarrarme bien. ¿Qué me estás intentando decir ahora? Todo el que “muere” puede tomar una decisión en cuanto a cómo desea seguir viviendo y dónde. Qué forma tan interesante de expresarlo. Es la única forma de expresarlo, porque así es exactamente como es. Recuerda, el Séptimo Recuerdo es que “La muerte no existe”. No existe.

Cuando una persona hace eso que llamas morir, a esa persona siempre se le da a elegir: ¿Quieres experimentar que la vida que acabas de dejar continúa? ¿O quieres experimentar una realidad en que tú continúas adelante, en dirección al reino espiritual?

¿Quieres decir que cualquier persona que muera tiene una oportunidad de “regresar a la vida”? Sí. El alma puede, en su experiencia, “deshacer” la “muerte” por la que acaba de pasar. ¿Cómo? ¿Cómo demonios hace eso?

Simplemente le indica a Dios diciendo/pensando/sintiendo: “No quiero morir ahora. Quiero regresar”. A cada alma se le hace la pregunta: “¿Estás lista? ¿Deseas continuar?”. Esa es la pregunta más delicada. Se les pregunta a todas las almas que “cruzan” desde el mundo físico.

Si el pensamiento/sentimiento/respuesta es “Sí”, el alma sigue con su viaje al reino espiritual. Si el alma pide “volver”, el alma es “devuelta” al mundo físico al instante…llevando un nanosegundo antes de “morir”.

Eso es desconcertante. Es incluso un poco perturbador. Si esto es verdad, ¿Por qué alguien que verdaderamente amara a su familia no querría regresar? Quiero decir, por muy maravilloso que sea el cielo, y seguro que lo es –y todavía no me has descrito eso, todavía no me has dicho qué pasa en “el otro lado” -, estará siempre ahí, esperándonos.

¿No medio egoísta quedarse ahí cuando sabes que puedes volver y que tus es seres queridos están terriblemente desconsolados porque tú te has ido? No sé si puedo creer esto. Esto me deja sintiéndome… no sé… vacío. ¿Preferirías que no nos adentráramos en esto?

Bueno, ya lo dijiste. Hay un elefante en el medio de la habitación. ¿Esperas que pueda ignorarlo? La intención no era perturbarte. Estoy seguro de que no, pero…entonces dime: ¿En qué consiste todo esto?

Es simplemente como he dicho: después de morir a cada alma se le da la oportunidad de permanecer en el Más Allá o de volver a la vida física de la que acaba de venir. Sí, entiendo eso. Pero, por favor, dame más detalles. ¿Cuándo ocurre esto?

Ocurre después de que te disuelves en la Luz. Después del Momento de Fusión. Bueno, eso no es muy justo. ¿Quién en la faz de la tierra puede competir con eso? ¿Por qué alguien querría volver a la vida física después de fusionarse con la Unidad? En serio.

En realidad, muchas, muchas, muchas almas lo hacen. ¿Qué? ¿Por qué? ¿Me estás diciendo que muchas almas preferirían volver a la tierra en vez de quedarse en el cielo? Eso no dice nada bueno del cielo.

Dice que el cielo es exactamente lo que imaginas que es: un lugar donde puedes tener todo lo que desees. Después de fusionarse con la Esencia, el alma entiende muchas cosas. Entiende que no hay cosas como el juicio y la condena.

Entiende que es imposible que ocurra nada negativo en el Más Allá. Entiende Quién y Qué es el alma. Entiende el propósito de la Vida y el Proceso de la Vida. Entiende plena y completamente la naturaleza de la Realidad Última.

Y entiende que el Más Allá estará siempre ahí, esperando, esperando, por toda la eternidad. O, como alguien lo expresó una vez en el título de una película El cielo puede esperar. Exactamente. Después de fusionarse con la Esencia, el alma entiende, esencialmente, todo lo que he estado diciéndote aquí.

Pero ahora entiende estas cosas experimentalmente, no intelectualmente. Y entonces muchas almas sí eligen regresar a la vida física. De hecho, la mayoría de las almas lo hace, por lo menos una vez.

¿La mayoría de las almas lo hace? Casi todas las personas que se están muriendo no se están muriendo por primera vez. Si eligen “quedarse muertas” esta vez, es porque se sienten realmente completas con lo que vinieron a hacer aquí.

Por lo tanto, no les obstaculices su avance, no te enfades porque no hayan vuelto. Ya han vuelto a ti antes muchas veces para acompañarte. Muchas veces. Estoy perdido aquí. Estoy perdido. Esta conversación me ha llevado a muchos lugares y yo he intentado seguirla hasta quedarme sin aliento.

Creo que he hecho un buen trabajo, pero esto último se me escapa. Esto último está tan por encima de mi entendimiento que no creo que jamás pueda llegar a entenderlo. Inténtalo. No sé por dónde empezar.

Hazme una pregunta. De acuerdo. ¿Qué quieres decir con que mis seres queridos han vuelto a mí muchas veces? Quiero decir justamente eso. Quiero decir que tus seres queridos murieron y después volvieron a ti más de una vez, motivados por su deseo de estar completos contigo y con el resto de lo que eligieron llevar a cabo en su vida.

Mi madre murió y se fue. Nunca volvió. Mi padre murió y ahí quedó todo. Mi hermano se derrumbó sobre el volante de su coche mientras estaba conduciendo, y mi cuñada se las arregló como pudo para agarrar el volante y tirarse a la banquina y poner el pie sobre el freno para parar el coche.

¡Y mientras lo hacía la mitad de su cuerpo no funcionaba como debía, a consecuencia de un ataque cerebral que había sufrido! Ahora, odio ponerme mundano sobre esto, pero si un alma puede regresar después del momento de su muerte, si tiene esa posibilidad, entonces lo menos que pudo haber hecho mi hermano fue regresar a su cuerpo el tiempo suficiente para maniobrar el coche hasta la banquina, antes de que alguien más muriera.

Esto es muy importante para ti, ¿Verdad? Supongo que sí. ¿Estás ahí, como si nada, diciéndome que todos lo que han muerto pueden volver a la vida si quieren? ¿Me estás diciendo que mi madre y mi padre y mi hermano mayor, a quien yo adoraba, tuvieron la oportunidad de volver a nosotros, y todos la rechazaron? ¿Y supones que “esto no es muy importante para mí”?

Eso es definitivamente el mayor abandono de todos los tiempos. El Padre de Todos los Abandonos. Ya veo. Entonces es por ti, no por ellos. ¿Qué? ¿Qué? Alguien a quien amas muere, y tu preocupación es por ti, no por esa persona.

Oh, vamos, eso no es justo. Me acabas de decir algo muy difícil de aceptar sobre todo esto. Me acabas de decir que las personas que yo tenía más cerca en mi corazón tuvieron la oportunidad de regresar a sus desconsolados seres queridos y que todas dijeron que no.

Pero también dije que dijeron que sí más de una vez. Cuando se van y se quedan es porque realmente “terminaron” esta vez. Su partida final fue simplemente eso. Fue su Última Partida. Todas las otras veces regresaron.

¿Qué otras veces? Yo no recuerdo que nadie “volviera”. Ninguno de aquellos de los que estoy hablando fue resucitado en el quirófano ni experimentó un retroceso repentino de su enfermedad ni nada parecido. Cuando se fueron, “se fueron”. Bum. Se fueron. Fin de la historia.

Tu madre “se fue” cuatro veces. ¿Qué? Lo que tú llamas la muerte de tu madre es lo que ella llama su última muerte. No estás contando las otras muertes que tuvo antes. ¿Mi madre tuvo varias muertes antes? ¿Y volvió? Déjame preguntarte algo. ¿Sabes si tu madre tuvo alguna “casi muerte”?

¿Alguna “casi muerte”? Ocasiones en las que casi murió, pero se salvó por un instante. Oh, ¿Quieres decir si estuvo “a un milímetro de la muerte”? Exactamente, sí. ¿Sabes si tuvo alguna experiencia así? No, no sé. Si la tuvo nunca me lo contó. ¿Por qué?

Te voy a decir ahora que tuvo cuatro. De esas cuatro, dos fueron después de que tú nacieras. ¿Me estás tomando el pelo? ¿Esto es real? Muy real. Y deberías saber que no fueron ocasiones en las que “casi” murió. Fueron ocasiones en las que murió… y en todas esas ocasiones decidió regresar.

No lo puedo creer. ¿Qué me estás diciendo? ¿Por qué volvería? No había acabado. No se sentía completa. ¿Sabías que casi se murió cuando tú naciste? No, ¡nadie me dijo nunca nada! Es verdad. En tu realidad presente, casi se murió como resultado de traerte a este mundo. En otra realidad, lo hizo.

Entonces decidió volver. Decidió que quería criarte, no dejarte a merced del mundo. Así que regresó. En tu realidad se dijo que “casi murió”. Del mismo modo, hubo otras veces en que murió, fue al Más Allá, recordó lo que necesitaba recordar y eligió volver.

Después, cuando incluso el más joven de sus hijos (que eres tú) se hubo convertido en un adulto y estuvo bien encaminado en la creación de su propia vida, se murió “para siempre”. Aun así, entonces era joven, sólo un año mayor de lo que eres tú ahora, más o menos. Pero había acabado, verdaderamente, estaba completa.

No tenía ninguna otra razón para volver. Era hora de descansar y de disfrutar su próxima experiencia, lo cual era, en una frase, la oportunidad de avanzar al próximo nivel en su propia evolución. Ya ha hecho eso.

Ahora es lo que podría llamarse ángel. Está ayudando a los demás, como hizo siempre. No me sorprende ver ni siquiera un poco. ¿Y qué paso con mi padre? ¿Dónde está? No creo que sea aconsejable, ni siquiera beneficioso, meterse en el viaje y estatus de cada una de las almas que han poblado tu vida.

El alma y la esencia de lo que tú has llamado tu padre encontró la felicidad total y la paz completa tras su muerte, de eso puedes estar seguro. Todas las almas lo hacen. No hay ninguna que no lo haga.

Un segundo. Una cosa que dijiste sobre mi madre me hizo pensar en algo ¿Volverá alguna vez a la forma física? Pensé que habías dicho que el proceso de pasar del reino espiritual al mundo físico y de vuelta al reino espiritual era eterno y duraba para siempre. Lo dije. Y así es. No dije que tu madre no haya vuelto a la forma física. Dije que es un ángel. ¿Los ángeles son físicos?

Si quieren ser Los ángeles son cualquier cosa que quieran ser. físicos, pueden ser físicos. Si quieren ser puro espíritu, pueden ser puro espíritu. Los ángeles viajan entre dos mundos. Hay ángeles todo a tu alrededor. Algunos de ellos en forma física, alguno de ellos en forma espiritual.

¿Podría alguno de ellos ser mi madre? ¿Tú que crees? Creo que sí. A menudo la he sentido a mi lado. Pensé que me lo estaba imaginando. Pensé que no era real. Piensa otra vez. ¿Y mi padre? El te ayudó a escribir este libro.

¿Piensas que es pura coincidencia que hayas llegado a darte cuenta de esto el día de su cumpleaños? ¡Oh, Dios mío, es su cumpleaños! He estado pensando en él todo el día, y estoy escribiendo esto el 29 de Junio, el día de su cumpleaños…¿Es posible semejante coincidencia? Tu padre dice: “La respuesta es obvia”.

Está bien, está bien, suficiente. Me está dando escalofrío, porque eso es exactamente lo que él diría. Entonces, ¿Qué te parece si seguimos avanzando aquí? Dime, ¿Cómo llega uno a ser un ángel? ¿Cómo se consigue un ascenso?

No eres “ascendido”. No se trata de avanzar por el escalafón. No se trata de que unas almas sean de alguna forma “mejores” que otras. Bueno, podrían estar más avanzadas en el camino. ¿Quién está “más avanzado” en un círculo? Pero pensé que habías dicho…

Escúchame. Te estás moviendo a través de un ciclo sin fin. No hay principio ni hay final. No eres “mejor” ni “peor” que cualquier otra alma en el cielo. El ciclo entero es santo y tú simplemente estás donde estás.

Una de las dificultades que han creado los humanos en la tierra es que muchos tienen esta idea de “mejor”. Es “mejor” ser musulmán o es “mejor” ser mormón o es “mejor” ser judío o bahaí o cristiano, o es “mejor” ser hombre o mujer, o conservador o liberal, o francés o italiano, o negro o asiático o blanco, o miembro de los Crips o miembro de los Bloods (dos pandillas de los Angeles), o lo que sea.

Lo han diseñado para que uno de ustedes sea mejor que el otro, y simplemente no es así. Pero tengo una pregunta razonable, entonces. Si no tiene que ver con ser “ascendido”, si no tiene que ver con “avanzar”, ¿Cómo consigues ser un “ángel”?

Eliges ser un ángel. ¿Pueden los ángeles elegir dejar de ser ángeles? Por supuesto que pueden, y lo han hecho. Puedes ser un ángel por un tiempo y después no ser un ángel. Después puedes decidir ser un ángel otra vez.

Puedes ir por ahí en ciclos, puedes ir por ahí dando curvas, puedes viajar en espiral, te puedes mover en línea recta, puedes “estar en el cielo” durante eones, puedes volver a la tierra al segundo siguiente, puedes hacer lo que quieras.

¿Tienes alguna idea de Quién Eres? Me lo estás tratando de decir ahora, y veo que me estoy resistiendo. Tú eres Dios. Yo soy tú, simplemente haciendo que me recuerdes. Robert Heinlein expresó eso en un libro hace cuarenta y cinco años. Otro de mis mensajeros.

¿Y yo, también, he “vuelto a la vida”? Bueno, déjame preguntarte esto: ¿Has tenido ocasiones en las que parecía como si hubieras “estirado la pata”? Claro que sí. Creo que sé a qué tipo de cosas te refieres y sé que he tenido ocasiones como ésas. Por supuesto que las has tenido. ¿Te gustaría que te las describiera?

No, no sé de cuáles estás hablando… Hay una de la que puede que no sepas. Una que quizás no recuerdes. Fue nada más nacer. Eras prematuro. No pesabas ni dos kilos. Nadie esperaba que vivieras.

Pero lo hice. La segunda vez, sí. ¿Disculpa? La segunda vez, viviste. La primera vez, no. Hombre, ya nos estamos saliendo del mapa otra vez. Nos hemos salido del mapa. Después de morir la primera vez, indicaste que no te sentías completo con lo que te habías ido a experimentar al mundo físico.

¿Y qué era eso? Dar a los demás. Querías experimentar dar a los demás. Querías experimentar amar. Lo hiciste lo mejor que pudiste, al morir, pero al final sentiste que no era suficiente. Querías experimentar más.

Espera un momento. ¿Me morí al nacer para dar a los demás? Contribuiste completamente al plan de tu madre y al de tu padre. En ese momento diste la única cosa que podías dar, la vida misma, para contribuir completamente a los planes de tus padres.

¿Cuáles eran sus planes? Te lo revelarán ellos mismos cuando sea el momento. Y ese momento llegará. Yo te puedo hablar sobre tu propio plan, sin embargo, en cualquier momento. Tu plan en esta vida es experimentar cómo amar. Sin egoísmo.

Completamente. Hiciste eso en el primer momento de tu vida. Diste tu vida por otro. Pero, como ya dije, tu experiencia de dar no te pareció completa. Querías dar más. Querías seguir dando. Así que saltaste de realidad.

¿Perdón? ¿Recuerdas cuando hablábamos antes sobre la posibilidad de alternas realidades? Cuando “mueres” y cuando “regresas”, lo que haces en realidad es simplemente mover tu ser consciente a una realidad alternativa.

En esa realidad experimentas el momento de tú “muerte” otra vez, pero esta vez no mueres, vives. En algunos casos, a lo que se parece eso es a una “casi muerte”. En otros casos podrías ser una recuperación sorprendente o una remisión repentina de una enfermedad.

Es como ser insertado en la Línea del Tiempo en los momentos o semanas previos a tu “muerte” y entonces colocar una aguja que desvía el tren, mandándolo por otra vía. Esto es lo que hiciste las otras veces también.

Las veces que sabes, las veces que recuerdas. En cada uno de esos momentos - ¿los recuerdas?- tú pensaste que te ibas. Sí, eso pensé. Y tenías razón. Te ibas. Quiero decir, te fuiste. Te marchaste.

¿Estuve muerto? Todas las veces. Esto me está desconcertando realmente. ¿He estado muerto? Completamente muerto. Y sin embargo aquí estoy, aquí mismo, ahora mismo. ¿Qué?, ¿Piensas que los gatos son los únicos que tienen siete vidas?

Sí, estuviste lo que llamas muerto todas esas veces. Pasaste por todas las etapas. Por aquella época de tu ida habías oído el “infierno” y tú mismo te creaste tu propio “infierno” y pasaste por esa experiencia. Después llegaste a un lugar de recordar.

Entonces recordaste que el “infierno” no existe. Entonces creaste algo más, algo mucho más agradable, pero no estabas satisfecho. Después te encontraste conmigo, en el momento de la Inmersión Total.

Entonces tuviste tu Recuerdo de la Vida. Y después yo hice la Pregunta Santa y tú decidiste volver. Dijiste que no te sentías “completo”. Ahora entiendo mucho mejor una nota que alguien me mandó hace unos meses. Uau, ahora esto sí que tiene sentido. Completamente.

Lee esto: Querido Neale: Por si sirve de algo, querría contarte una pequeña historia que me ocurrió justo antes de Navidad. Por motivos de trabajo tuve que separarme de mi esposo durante seis semanas antes de Navidad.

En la mitad de este trabajo tenía una semana libre para conducir las cinco horas desde Grand Junction hasta Loveland, Colorado, y estar en casa para pasar las fiestas. El 22 de diciembre a las 11 de la noche empecé el viaje, con la esperanza de librarme del mal tiempo que se avecinaba al día siguiente.

La noche estaba llena de estrellas hasta que crucé el túnel Eisenhower en Loveland Pass. Salí del túnel y me encontré en medio de una tormenta de nieve y más tarde apenas había visibilidad. Era para ponerte los pelos de punta, y yo le pedí a Dios que me mantuviera segura.

Cuando llegué a Denver, se podía conducir mejor. Yendo por la I-25, la carretera estaba más o menos seca y sólo había alguna ligera precipitación de nieve. Iba a 75 km por hora en una recta cuando de pronto el coche patinó en un trozo de la carretera que tenía hielo, giró bruscamente y quedó atravesado en la carretera. Eran las 4 de la madrugada.

Me había dado de frente con la barrera de la izquierda y sentí un dolor repentino e intenso en la parte inferior de mi cara. No sabía si estaba muy herida y me entró el pánico cuando en la distancia vi venir las luces de un camión.

Mi motor se había apagado y estaba parada en el medio de la autopista. Sabía que chocaría conmigo antes de que el conductor pudiera verme y frenar en esa carretera helada. No podía pensar con claridad suficiente como para salir del coche, y en lo único en que podía pensar era en encender las luces de emergencia. Tocaba el tablero a ciegas pero no podía encontrar el botón para encenderlas. Entonces pasó un milagro.

Mi coche empezó a resbalar hacia atrás sin ningún motivo aparente. Resbaló hasta la banquina de la derecha, hasta que se dio con la barrera de la derecha, donde se quedó parado, justo cuando el camión pasó zumbando al costado.

El resto de la historia no es relevante aquí. Contaba brevemente, pude arrancar y conducir otros 20 km hasta mi casa. Fui al dentista más tarde ese día y no encontró ninguna fractura, y mis dientes, un poco flojos, probablemente volverán a estar firme en su sitio en un par de meses.

No sufrí gran daño y me considero verdaderamente bienaventurada por haber tenido esta experiencia. Algunos piensan que tuve mala suerte. Otros piensan que simplemente tuve una suerte extraordinaria. Pero yo sé más, y unos cuantos también lo saben. Con amor. Inga Graus.

Entonces las “casi muertes” son realmente “reposiciones” o “reestrenos” con un nuevo final. Qué idea. Una segunda oportunidad. Una oportunidad para terminar, para llegar a la completud, para hacer lo que vinimos a hacer aquí. Sí. ¿Y he estado muerto tres veces anteriormente?

Cuatro veces. No te olvides de tu muerte al nacer. ¿Y volví incluso cuando era un adulto? ¿Después de todo ese vivir? Dijiste que había mucho que querías hacer, mucho que todavía querías experimentar. Dijiste que querías ser mejor con tus hijos.

Dijiste que querías experimentar amar a las mujeres que te amaban, en vez de maltratarlas. Dijiste, sobre todo, que querías cambiar las ideas que tiene el mundo sobre Dios y sobre la vida. ¿Qué tiene que ver la última parte con recordar cómo amar?

Dijiste que te habías dado cuenta de que, una vez que el mundo recordase quién y qué es Dios y cómo funciona la vida realmente, no le costaría nada a la gente recordar cómo amar y que todo el mundo amaría a todo el mundo, sin condiciones.

Después de que recordaste qué había en “el otro lado”, después de que pasaste algún tiempo en el Más Allá, después de que te diste cuenta de que el “infierno” era una invención de tu imaginación (y que todo lo era) y, fundamentalmente, después de que me conociste, dijiste que querías ayudar al mundo a comprender algunas cosas. Pero primero, dijiste, tú necesitabas entender algunas cosas experimentalmente.

¿Cómo qué? Te quedaste sin techo a los cuarenta y nueve, en la mitad de tu vida. Creaste más compañeras de vida… y las dejaste, igual que hiciste con las anteriores. A través de estos mecanismos aprendiste más sobre la traición, sobre tu propia capacidad para traicionar a otros, sobre qué se siente cuando otros te traicionan.

Aprendiste un poco sobre el amor. Aprendiste mucho sobre el abandono. El abandono por parte de la Vida Misma. Estuviste ahí fuera, en la calle, viviendo a la intemperie, con una tienda de campaña por hogar, durante casi un año.

Aprendiste lo que era estar en la ruina. Tan en la ruina que un dólar te parecía mucho dinero y dos dólares una fortuna. Un día le diste a alguien dinero que no pensabas que podías permitirte dar. Te corazón se fue hacia alguien y simplemente le diste el poco cambio que tenías. Ese día aprendiste sobre la verdadera generosidad.

También aprendiste que había “más, allí de donde venía eso”. Y esto fue un gran recordad. Descubriste de nuevo las provisiones interminables del universo. Muy pronto eras rico. Más rico de lo que jamás te hubieras imaginado.

Y empezaste a cambiar la mente del mundo sobre Dios. Y sobre la vida. Y sobre cada uno. Ahora tienes una relación mejor con tus hijos. Ahora estás incluso aprendiendo –de la forma difícil, todavía hiriendo a los otros, pero por lo menos estás aprendiendo- los primeros pasos de una nueva forma de amar.

Ahora escribes libros y los vendes por millones. Ahora viajas por el mundo, hablando a miles de personas. Ahora estás en la radio y en la televisión, e incluso en las películas. ¿Crees que todo esto ha ocurrido por casualidad? ¿Crees que todo esto ha ocurrido por casualidad? Yo…Yo… Te lo digo, tú elegiste todo esto.

Y, por supuesto, no has aprendido nada. El término aprendido es sólo una forma de hablar. Lo uso porque tú lo usas. Uso el mismo lenguaje que tú. Los dos sabemos que no has “aprendido” nada. Simplemente has recordado. Recordaste algo sobre el abandono, recordaste algo sobre la generosidad, estás intentando duramente recordar algo sobre el amor.

Has traído a tu mente consciente todo lo que puedes recordar sobre eso que siempre has sabido en relación a Dios, en relación a la Vida, en relación a los otros. ¿De dónde piensas que viene todo esto? ¿De dónde pienso que viene todo el qué? Todo lo que estás escribiendo aquí. Supongo que pensé que venía de ti. Pensé que venía de Dios.

Viene de mí. Viene de Dios. Pero, ¿piensas que soy algo separado de ti, que te dice algo nuevo? Escúchame. Yo soy tú, simplemente haciendo que me recuerdes. Tus conversaciones con Dios han creado un espacio, han abierto una puerta, dejándote recordar lo que siempre has sabido.

Ahora la pregunta final no es si continuarás recordando, sino si continuarás actuando como si no recordaras. ¡Ay! Bueno, ésa es la cuestión, ¿no? Para entender realmente la Realidad Última Tienes que perder el juicio.

No puedo creer lo que estamos discutiendo aquí. Y no puedo creer que esto deba hacerse público. ¿Tengo que poner todo esto en el libro? Tú dijiste –no lo dije yo, tú lo dijiste- que te comprometías a hacer una transcripción completa y exacta de nuestra conversación, sin dejar nada fuera.

Yo fui el que dijo que quizás te iba a dar la tentación de editarla. Tú fuiste el que dijo: “De ninguna manera, eso no va a pasar”. Así que ahora estás recordando otra cosa. Ahora estás recordando algo sobre mantener tu palabra. Hacer lo que dices. Que se pueda contar contigo. ¿Esto es Quién Eres? Es tu elección.

Siempre es tu elección. Caray. Me lo pones difícil. Mira, puedes parar aquí mismo. Fin del libro. Ha sido un libro interesante. Ni sigas. Has dicho suficiente. Probablemente más que suficiente. Para algunos quizás incluso demasiado. Simplemente apaga tu ordenador y ya está.

No, estamos justo aquí un gran Avance. Esto es un gran avance, y no sólo para mí. Es un gran Avance para todos los que estén leyendo esto. Incluso para los que no saben que es un gran Avance, lo es. Puedo sentirlo.

Entonces ¿adónde quieres ir? Quiero explorar ese último intercambio con un poco más de profundidad. Después creo que podemos ir llevando nuestra conversación hacia un final. Tengo una cosa más que decirte. Una gran revelación más. Después podemos terminar.

Trato hecho. Entonces déjame ver si entiendo nuestro último intercambio. Estás diciendo que a cada alma, después del momento de la muerte, se le da una oportunidad de revertir el proceso de la muerte misma. Entiendo eso.

Es un pensamiento anonadante, y lo entiendo. Es algo propio de ti. Tiene perfecto sentido, dado lo mucho que nos amas. Me alegro de que puedas ver eso. Confiar en el amor de Dios es algo que te servirá todos los días de tu vida, y el día de tu muerte también.

Te amo. Los amo a todos, muchísimo. Entonces, dime: ¿Cómo sucede todo esto? Y, si realmente “regresamos”, ¿Cómo ocurre eso? No todo el mundo se muere en una forma tan conveniente que pueda ser “devuelto a la vida” fácilmente. Quiero decir, algunos mueren en el campo de batalla o en accidentes, y están en trozos por el suelo.

Discúlpame por ser tan gráfico, pero es así como están. No todo el mundo se muere cómodamente en la cama, para poder simplemente despertarse y que el doctor diga: ¡Es un milagro! Retrocedamos sólo un poquito.

Después de “morir”, pasas por las dos primeras etapas de la muerte, así como lo he descrito. Te das cuenta, primero, de que no eres tu cuerpo. Después experimentas cualquier cosa que esperes experimentar a continuación sobre la base en qué crees.

Puedes tener esa experiencia tanto tiempo como desees, tanto tiempo como te agrade. Después pasas a la tercera etapa de la muerte. Esta es la etapa final, cuando experimentas la Inmersión Total con la Esencia, emerges de esa experiencia para pasar al recuento de la vida física que acabas de terminar y después decides “seguir adelante o regresar”, como tú lo expresaste.

Tomo esta decisión basándome en lo que he visto en el recuento de mi vida. Esencialmente, sí. Basándote en lo que has visto y en si todavía hay algo que deseas Conocer y Experimentar como un alma que lleva la identidad particular que identificas como “Tú”.

En otras palabras, basándote en si te sientes completo o no. Pero yo creía…mira, realmente he estado escuchándote muy atentamente aquí, y yo creía que habías dicho anteriormente que nadie se muere nunca sintiéndose incompleto.

Tú dijiste, de forma muy directa, que nadie se muere sin haber experimentado todo lo que vino a experimentar al mundo físico. No existe lo de estar “incompleto”. Y dijiste que esto es lo que significa el Undécimo Recuerdo: “El tiempo y las circunstancias de la muerte son siempre perfectos” Todo lo que se dijo es lo que es.

Pero ahora estás diciendo que después de que una persona se muere puede sentirse “incompleta” con respecto a algo o a alguien, y entonces puede “regresar a la vida”, por decirlo de algún modo, y revivir el momento de su muerte en una manera diferente que…que… Que… ¿Qué? Que elimine el hecho de que se murieron.

Exactamente lo que significa que no murieron. Lo que significa que “el tiempo y las circunstancias de la muerte son siempre perfectos”. Lo que significa que nadie se muere sin haber experimentado todo lo que vino a experimentar al mundo físico.

Sí, pero sí murieron y se dieron cuenta de que estaban incompletos, y entonces regresaron. Pero esto prueba que pueden morir estando incompletos. Veo cómo llegas a ese pensamiento, así que te voy a dar un dato más.

El proceso de lo que tú llamas muerte no está completo hasta que el alma “cruza” al “otro lado”. Es en “el otro lado” de la Manzaranja, es en el reino espiritual, donde el alma hace el gozoso trabajo de establecer su identidad y recrearla de nuevo.

Y, por lo tanto, nadie “muere” hasta que “cruza” este umbral. Dicho en otras palabras, tu muerte no es definitiva hasta que tú no dices que sea definitiva. Si tú indicas, en el momento de la Pregunta Santa, que no te sientes completo y que deseas regresar a la vida física de la que acabas de emerger, puedes hacerlo, y lo harás instantáneamente.

Sí, pero haces esto, según dijiste tú, “saltando de una realidad a otra”. Tú dijiste que el alma saltaba a una realidad alternativa. En ese caso, el alma en esta realidad sí murió incompleta. Vas a seguir dándole vueltas a esto a muerte, ¿te dás cuenta?

Interesante manera de expresarlo. Ten cuidado de no pensar demasiado. Recuerda, para entender la Realidad Última tienes que perder el juicio. Pero no nos desviemos de tu pregunta. No. Me preguntaste una vez si el alma podía estar en dos lugares al mismo tiempo.

Sí, lo hice. Y tú dijiste que podía estar en muchos más que dos lugares al mismo tiempo. Bien. Recordaste eso. Entonces, ahora sígueme aquí. Si el alma se siente incompleta y salta a otra realidad en la que no muere, entonces esa alma no muere sintiéndose incompleta. ¿De acuerdo?

De acuerdo. Pero el alma al quedarse en otra realidad……espera un momento, ya llego a eso. El alma “que se queda atrás”, por así decirlo, en la primera realidad no es ajena a lo que ha pasado. Sabe que a una parte de Sí Misma se le ha permitido saltar a una realidad alternativa y completar lo que desea completar.

También sabe que el Tiempo no existe. Así que sabe que la otra parte de Sí Misma ya ha completado lo que “volvió” a completar. Entonces el alma en el Único Momento Que Existe, el Momento del Ahora, entra en el reino espiritual sintiéndose absolutamente completa.

Uau. No hay cosa que se resista a tus explicaciones. Di lo que te parezca. Pero quiero sugerirte que no sirve de mucho buscarle la quinta pata al gato metafísico. Creo que te sería más beneficioso enfocarte en los principios básicos y en los mensajes principales de este diálogo.

Mucha gente en la tierra se queda enredada en menudencias. Quieren que se les explique todo, hasta el último detalle. Puedes darle la vuelta a un bordado y mirar cómo se cruzaron por debajo los hilos, siguiendo meticulosamente cada color hasta saber con toda exactitud el itinerario de cada hilo, pero nunca disfrutarás de la imagen que crearon.

Mira las cosas de otra forma. Cambia tu perspectiva de “tengo que tener todas las respuestas”. Date la oportunidad de ver el cuadro completo. Te va a encantar. No tienes que ser “ordenado” para ser un ministro en el mundo. Dios te ha ordenado por el hecho de que estás vivo.

De acuerdo, entonces “entiendo” que todas las almas están “completas” cuando finalmente llegan “al otro lado”. Bueno, ésta es la última pieza del rompecabezas para mí. ¿Qué pasa cuando llegamos allí? ¿Qué es este trabajo que hacemos? ¿Y cómo lo hacemos?

Cuando el alma dice que está completa, cuando contesta a la Pregunta Santa y dice: “sigamos”, entra inmediatamente en el reino espiritual, donde empieza a adquirir el Conocimientos de sí misma que experimentó cuando se fusionó con la Luz.

Es decir, empieza a tener la conciencia de sí misma como Ser Divino. Esto se vuelve claro muy rápido, porque en el reino espiritual todo lo que el alma desea se produce inmediatamente. No hay un “lapso”, un “espacio de tiempo”, entre la conceptualización de algo y el Conocerlo como el Ser.

Esto sucede porque en el reino espiritual el alma crea en los Tres Niveles de Creación simultáneamente. En el mundo físico raramente lo hace. Entonces, cuando me “muero”, ¿empiezo de golpe a crear en los niveles subconsciente, consciente y superconsciente al mismo tiempo?

Así lo haces cuando entras en el reino espiritual. Es decir, siguiendo con la metáfora, cuando pasas a través del corazón de la Manzaranja y sigues hasta “el otro lado”. Todos los niveles de conciencia se vuelven Uno cuando ocurre la Fusión con la luz, y con esta conciencia única dejas la “cámara” –el centro de tu Ser- y entras en el reino espiritual.

Del mismo modo, todos los aspectos de ser –cuerpo, mente, espíritu- se han vuelto Uno. También, las tres herramientas de creación -pensamientos, palabra y acción- se han vuelto Una. Y finalmente, todas las experiencias de lo que has llamado tiempo -pasado, presente y futuro- se han vuelto Una.

Todo se integra. De hecho, la “muerte” es una reintegración. Lejos de ser desintegración, la “muerte” es reintegración. Cada realidad tripartita se vuelve singular. Lo que algunos han descrito como la Santa Trinidad se vuelve Uno.

Como ahora estás creando con todas las herramientas de creación a todos los niveles de conciencia al mismo tiempo, tus creaciones son instantáneas. ¡Creo a nivel supraconsciente en el mundo del espíritu!

Sí, y todo lo que deseas se hace manifiesto instantáneamente en tu conocimiento. Los maestros crean desde este nivel en el mundo físico también. Sus resultados son llamados MILAGROS. Entonces en el otro lado estoy verdaderamente en el “cielo” donde puedo hacer manifestar cualquier cosa que desee.

Sí. Y lo que deseas es llegar a un Conocimiento Completo de Quién Eres y después re-crearte a ti mismo de nuevo en la siguiente versión más magnífica. Este es el deseo de toda vida. Se llama crecimiento. Se denomina evolución.

Querrás saber todo lo que hay que saber sobre estar vivo, sobre ser tú, sobre ser Divino. Por lo tanto, este tiempo en el “cielo” o reino espiritual es puro goce. La vida en el mundo físico puede ser puro goce también, sólo que la mayoría de las almas no saben esto.

Se han olvidado de Quiénes Son Realmente. Es difícil describir la actividad de tu alma en el reino espiritual con mucho más detalle debido a la limitación de tu nivel de conciencia actual. Puedo decirte que es un tiempo de gran Conocimiento. Sin embargo, llegará un momento en que el Conocimiento no será suficiente.

El alma buscará experimentar lo que Conoce de Sí Misma en su nueva idea sobre Sí Misma. Esto, el alma lo entiende, sólo puede ocurrir en el mundo físico. Entonces el alma vuelve a la forma física.

Sí. Feliz y alegremente. Tu alma regresa al Centro de tu Ser y, una vez más, en el viaje de regreso, responde a la Pregunta Santa: ¿Conoces lo que deseas Conocer? ¿Eliges ahora regresar a la forma física?

Cuando la respuesta/pensamiento/sentimiento es Sí, tu alma hace otra elección: volver a la forma física en la misma vida o como un ser físico diferente. ¿Está el alma limitada a la Tierra como punto de destino? ¿O puede el alma regresar a la forma física en alguna otra manera, en algún otro planeta o en alguna otra ubicación en el universo?

Como discutimos antes en esta conversación, hay muchas rutas a través del Continuo Espacio-Tiempo. En Forasteros en tierra extraña Robert Heinlein dijo que hay muchos “cuando/donde”… Sí. Lo expresó perfectamente. Y puedes elegir el que quieras.

Habiendo hecho eso, entras una vez más en la Inmersión Total, la cual atenúa la energía de tu vida para que puedas entrar en la experiencia que tú llamas nacimiento. Gracias. Gracias por esta descripción y por toda esta conversación.

Sé que ha contenido muchas “descripciones de procesos” –explicaciones a través de metáforas, ciencia y metafísica- , pero también me ha dado una maravillosa clarividencia espiritual y un entendimiento más profundo y una conciencia que me han confortado y que espero que les haya traído consuelo a muchos otros, especialmente a la gente que tiene que enfrentar la muerte de un ser querido o a los que, ellos mismos, se están acercando a la muerte. Es la oportunidad de todo verdadero ministro de Dios (y todos son eso exactamente: ordenados o no) confortar a los que se están muriendo.

Sí. Y, habiendo dicho eso, a veces es difícil encontrar las palabras que decirles a los que están en duelo por la pérdida de un ser querido. Una mujer llamada Sheila me escribió esto hace unos años: Querido Neale: Mi hermano Chuck se murió hace varios años, cuando tenía sólo veintisiete años, y yo no puedo dejar de lamentar su pérdida.

Cada día pienso en él, todo lo que veo me recuerda a él. Nada parece importarme más. Estoy crónicamente deprimida. ¿Puedes ayudarme? Sheila, Wisconsin ¿Qué le puede decir la persona de la calle a alguien así? Esa es la cuestión.

Después de todo, no todos estamos entrenados como ministros. No tenemos un título como consejeros. No nos hemos pasado años en las profesiones asistenciales. Bueno, ¿Qué dijiste tú?

Le respondí lo mejor que pude, basado en lo que mi conversación con Dios me ha dado. Le dije: Querida Sheila: Lamento tu pérdida y entiendo tu pesar. Hay algunas cosas que me gustaría decirte, sin embargo, que te pueden ayudar a repintar este recuerdo en el lienzo de tu mente, para que, cuando lo mires, no estés siempre triste.

Primero, debes saber que Chuck no ha muerto; que la muerte es una ficción y una mentira, y nunca jamás tiene lugar. Esto es lo primero, y esto es algo que debes aceptar dentro de tu Ser como una verdad del más alto orden para que todo lo que diré a continuación tenga sentido.

Segundo, si aceptamos que Chuck no está lo que tú llamas muerto, sino que de hecho está bien vivo, entonces debemos preguntarnos: ¿Dónde está? ¿Qué está haciendo? Y, por supuesto, ¿es feliz? Contestaremos a la última pregunta primero.

Chuck nunca estuvo más feliz ni más contento que en el momento de su transición desde esta vida terrenal. Porque en ese momento él conoció otra vez la libertad más grande, el goce más grande, la verdad más maravillosa: la verdad de su propio ser y de ser uno con Todo Lo que Es.

La separación terminó para Chuck en ese momento, y su reunificación con el Todo de Todas la Cosas fue un momento glorioso en los cielos y en la tierra. Fue un tiempo, en verdad, de celebración, no de duelo, aunque el duelo es comprensible, dada nuestra limitada conciencia de lo que está pasando verdaderamente, así como la magnitud de nuestra propia pérdida personal, que naturalmente estamos experimentando.

Después de un período de natural aflicción, la cual con toda justicia debemos concedernos, pasa a ser entonces nuestra decisión estar en ese lugar de devastación y aflicción absolutas o movernos hacia una conciencia más amplia y una verdad más grande, la cual nos permite sonreír…, si incluso ante el pensamiento de su partida, aunque se diera demasiado pronto, aunque fuera abrupta, porque nada se da “demasiado pronto” o es “abrupto” en la agencia de Dios, sino que todo está perfectamente sincronizado.

Si elegimos avanzar hacia esta conciencia más amplia, estamos libres entonces para celebrar en su totalidad la vida de Chuck, el regalo que concedió a aquellos a quienes él tocó, y la maravilla de su ser y su amor incluso ahora.

La mejor forma de hacer esto es permitiendo que Chuck mismo sea completamente libre. Lo cual nos lleva a la primera pregunta del trío formulado más arriba: ¿Dónde está Chuck ahora? En Conversaciones con Dios, libro 3, me fue revelado que, en el mundo de lo absoluto en el que habita Dios, estamos en todas partes. Es decir, en términos humanos, es posible decir que podemos estar en más de un lugar al mismo tiempo.

Podemos estar en dos lugares o en tres lugares o en cualquier lugar en el que deseemos estar, teniendo cualquier experiencia que deseemos tener. Porque ésta es la naturaleza de Dios y de todas las criaturas de Dios.

¿Y qué experiencia elegimos tener, entre otras? La experiencia de unidad y empatía hacia aquellos a quienes amamos, lo mismo que cuando estábamos en el cuerpo. Lo que significa que Chuck te ama incluso ahora, no es un sentido teórico, sino en un sentido muy real, con un amor vivo que nunca morirá.

Y ese amor eterno y para siempre hace que Chuck (parte de la esencia que es Chuck) venga hasta ti, esté contigo, con tu solo pensamiento acerca de él. Porque el pensamiento que le consagramos a la persona que nos ama ejerce una atracción y una influencia que la esencia de un ser no puede negar y no negará, y nunca ignorará. Chuck está contigo incluso ahora, cuando lees esto, porque lo tienes en tus pensamientos y una parte de él está realmente ahí contigo. Si estás en calma y muy sensible al momento, serás incluso capaz de percibirlo, de sentirlo…quizás incluso de “oírlo”.

Esto es verdad para toda la gente en todas partes y explica los miles y miles de informes que se registran cada año acerca de “visitas” que seres queridos que se marcharon hacen a los que quedaron, informes que psiquiatras, ministros, doctores y sanadores de todo tipo están ya acostumbrados a oír y no cuestionan en absoluto.

A menudo lo que pasa es que la esencia del ser que voló hasta nosotros cuando pensábamos en él llega a nuestro espacio llena de amor y compasión y completa apertura hacia nosotros. Esa apertura permitirá a la esencia de nuestro ser querido conocer y comprender completamente lo que estamos sintiendo y experimentado.

Si pensamos en esa persona con tristeza, pesar y dolor, la tristeza que experimentamos le será conocida a esa esencia. Y, dado que la esencia es ahora puro amor, amorosamente buscará curar nuestra tristeza, porque le resultará imposible no querer hacer eso.

Si, por otro lado, pensamos en esa persona con alegría y espíritu celebrante, nuestra alegría le será conocida a la esencia de la persona que hemos amado tan profundamente, y esa esencia entonces se sentirá libre para ir hacia su próxima gran aventura, sabiendo que todo está bien con nosotros. Volverá, eso seguro. Volverá cada vez que se piense en ella.

Sin embargo, sus visitas serán alegres bailes en nuestra mente; maravillosas conexiones bien claras; breves, pero brillantes momentos; sonrisas plenas. Entonces la esencia desaparecerá una vez más, contenta por el pensamiento de tu amor y de tu celebración por su vida, sintiéndose completa en su interacción contigo, interacción que de ningún modo se acaba aquí.

Ahora, en el proceso de ayudarnos a curar nuestro dolor y tristeza, la esencia de nuestro ser amado no se parará ante nada, usando cualquier herramienta, tomando prestado cualquier mecanismo, empleando cualquier método a su disposición (inclusive quizás una carta como ésta, de un completo extraño) para traernos el mensaje de su continuo goce en el lugar de su actual residencia, y la verdad de la perfección del proceso de la vida y la transición.

Cuando podemos celebrar la perfección, dejamos que la esencia y el alma de nuestro ser querido la celebre también, liberándola para las inenarrables maravillas de su realidad más amplia, honrando su presencia en nuestras vidas, en su antigua forma física, en este momento y para siempre.

¡Celebra, celebra, celebra! No más tristeza, no más duelo, porque realmente no ha habido ninguna tragedia para nadie. Pero sí un recuerdo especial con sonrisas y lágrimas, sí, pero lágrimas de alegría por la maravilla de Quienes Somos, de Quien Es Chuck y del inenarrable amor de un Dios que pudo haber creado todo esto para nosotros.

Celebra, Sheila. Date a ti misma y a Chuck, y a todos aquellos cuyas vidas son tocadas por ustedes dos, el regalo de tu vida: el regalo de la alegría que reemplaza a la pena, del contento que supera al dolor de la pérdida, de la gratitud genuina y de la paz, por fin.

Las bendiciones de Dios –entre las cuales la vida de Chuck y la presencia de Chuck contigo incluso ahora, no son las menores- están a tu alrededor. Sal ahora y sé Quién Eres Realmente. Y sonríe. Chuck no lo hubiera querido de otra forma. Bendiciones.

Neale Esa fue una respuesta maravillosa. Estoy seguro de que Sheila se quedó muy, muy reconfortada. Sí, pero ¿era verdad? ¿O simplemente me lo estoy inventando todo? Sí. ¿Sí qué? Sí a las dos preguntas. Es verdad porque te lo estás inventando todo. Puedes decirlo de cualquier forma que quieras.

Tú sigues diciéndome eso y yo sigo queriendo que sea de cierta forma porque así es como es realmente. Pero así es como es realmente. Así es como “es realmente” porque sigues creándolo de esa forma. Si deseas crearlo de otra forma, será de otra forma.

Esto puede decirse, por cierto, sobre toda tu vida, en la tierra como en el cielo. Bueno, si realmente estoy creando mi vida y la vida de los que me rodean de la forma que elijo, entonces elijo para todos nosotros que abracemos verdaderamente la llamada a nuestro propio ministerio en el mundo.

Hay gente que me inspira profundamente, como Joan Beck (cuyo nombre he cambiado para proteger su identidad), alguien en enero de 2003 me hizo el regalo de compartir conmigo cómo la muerte de su hijo cambió su vida.

Jason, su primogénito, tenía dieciocho años y estaba en el último año de la escuela secundaria. Trágicamente se ahogó el primer día de clase de natación. Su muerte dejó desolada Joan, a su familia y a su comunidad.

Joan explicó que hasta entonces no se había dado cuenta de lo física que podía ser la sanación de su pena. Dos cortos días después de la muerte de Jason, sintió a Jason consigo. Dice que no habría podido superar la devastadora experiencia si él no hubiera estado ahí.

La experiencia de Joan de conectarse con su hijo espiritualmente instigó su viaje hacia la comprensión del significado oculto de la muerte de Jason. Como hija de un ministro de la Iglesia Metodista Unida, ella creía que Dios estaba presente, pero que esperaba que ella se hiciera cargo de su propia vida.

Pero lo que no podía entender era por qué su amado hijo había tenido que morir. Después de todo, Joan siempre había sido una buena madre, que enseñó a sus hijos la diferencia entre lo bueno y lo malo.

Después de que Jason se marchó físicamente, Joan me explicó que su hijo se quedó como un compañero en su búsqueda de respuesta. El la guiaba, incluso cuando ella se resistía a la verdad. La capacidad de Jason para perdonar al profesor del gimnasio es un ejemplo de la forma en que Jason siguió jugando un papel en su vida.

Joan nunca había tenido mucho contacto con el profesor del gimnasio, pero después de la muerte de Jason no hacía más que toparse con él. Jason ayudó a Joan a darse cuenta de que perdonar al profesor del gimnasio era la acción adecuada.

Ahora se siente liberada de sus sentimientos de animosidad y de furia. Aunque le preocupa que algunos puedan pensar que está loca, se regocija en el hecho de que ha encontrado una nueva forma de vida.

Cuando Joan compartió su historia conmigo, a mí me conmovió su experiencia y le agradecí por compartirla. Después le dije: Joan, sé lo desesperada que te has debido sentir cuando Jason murió y estoy muy feliz de que él encontrara la forma de estar conectada contigo para que tú pudieras contar con su ayuda para lidiar con todo esto, y para conducirte a verdades cada vez más grandes.

Tengo claro ahora que el propósito de Jason desde el principio. Cada uno llega a la vida de los otros por una razón y con un propósito. Casi siempre tiene que ver con algún nivel de crecimiento espiritual. Tú también has llegado a la vida de este profesor del gimnasio por la misma razón.

Por muy terrible que tú te hayas sentido sobre lo que pasó, puedo imaginarme lo que él debió sentir también. Incluso aunque no lo demuestre, estoy seguro de que él está destrozado por dentro. Esto pasó cuando él estaba a cargo. Jamás podrá atenuar esa circunstancia, jamás podrá hacer nada para cambiarla. Llorará en su interior por las noches, durante muchos, muchos años, estoy seguro.

Espero que no sólo lo hayas perdonado en tu corazón, sino que también hayas hablado con él en persona y compartido tu amor humano con él, para hacerle saber que entiendes lo terrible que se debe sentir (aunque no lo demuestre, repito) y que quieres que sepa no que lo “perdonas” (lo cual suena como si él hubiera hecho algo “malo” de lo que fuese “culpable”, pero tú lo estuvieras dejando “salirse con la suya”), sino que no tienes necesidad de perdonarlo porque tienes claro que es un buen hombre, que no hizo nada a propósito ni con mala intención y que lo que pasó fue una tragedia que simplemente pasó. Simplemente pasó.

Estas cosas ocurren en la vida. Estas cosas pasan. Y nadie tiene la “culpa” en cosas como ésta. Dile que entiendes esto y que esperas que él pueda seguir adelante con su vida igual que tú ahora estás siguiendo adelante con la tuya, todavía preparada y capaz para traer alegría y amor y risa y felicidad a las vidas de los demás.

Sí, y dile que Jason quiere que recuerde siempre los muchos cientos de jóvenes en cuyas vidas él fue una influencia positiva e importante y que sus días en esa tarea están lejos de haberse acabado. Y que saber vivir con una equivocación es transformar la tragedia en una bendición, en sanación de toda la humanidad, porque todos hemos cometido equivocaciones en la vida y todos somos humanos, y todos somos capaces de dar y traer mucho amor al mundo y todos nosotros lo haremos si nos permitimos hacerlo.

Dile cosas así, porque este hombre necesita que su herida se sane, y tú eres una de las personas con más poder para ayudarlo a hacer eso. ¿Sí? Amor y Abrazos… Neale Así es como Joan puede ser una verdadera ministra. No tienes que ser “ordenado” para ser un ministro en el mundo. Dios te ha ordenado por el hecho de que estás vivo. Tú puedes ser –y eres- un ministro ahora mismo.

Cada día, si la buscas, encontrarás una oportunidad de llevar tu ministerio de sanación y amor a alguien nuevo. ¿Qué puedo decir a los que se están muriendo? Hasta ahora esto siempre ha sido muy difícil para mí. Para la mayoría de nosotros, me imagino. ¿Qué consuelo puedo ofrecerles?

Si te encuentras con personas que creen que el perdón es lo que necesitan para hacerse “merecedoras del cielo”, ofréceles perdón y diles que Dios también lo hace. Si te encuentras con personas que creen que caminarán directamente hacia los brazos abiertos de Dios y de sus seres queridos al morir, ofréceles confirmación y diles que Dios también lo hace.

Si te encuentras con personas que creen que no hay vida de ningún tipo después de la muerte, ofréceles una idea alternativa y diles que Dios también lo hace. Dios lo hace a través de muchos acontecimientos de la vida, con miles de voces diferentes durante cientos de momentos diferente, oídas por aquellos que escuchan realmente.

Esta conversación, ofrecidas a ti y a toda la humanidad, es uno de esos acontecimientos. Y así te invito aquí a ofrecer esta oración a aquellos que se están muriendo. El Dios que tú te imaginas está contigo ahora, incluso a esta hora, en este preciso momento.

Si no tienes ningún entendimiento de Dios, no importa. Dios está aquí igual, en este lugar, contigo en este momento, susurrándole a tu alma: “Eres bienvenido, cuando quiera que estés listo para venir a Casa” No se te rechazará, por ninguna causa o razón.

Si hubiera alguna causa o razón que tú creyeses que es válida, Dios, si tú quieres, en este momento la invalida. Dios, si tú quieres, en este momento la borra. Dios, si tú quieres, en este momento abre todos los caminos, los allana, diciendo: “Abran paso a mis seres amados, lo que quieren estar en Casa con Dios”.

Esta oración te es ofrecida, maravilloso hijo del Universo, al embarcarte en el viaje más gozoso que hayas hecho alguna vez, lleno de maravillosas sorpresas. Una viaje que se adentra en la mayor felicidad que jamás hayas conocido y en la experiencia más grande que jamás hayas tenido.

Sueña ahora con cosas gloriosas. Sueña con cada fantasía hecha realidad. Sueña con que todo color desaparece, con que todo lo que te ha robado el tiempo ahora se te devuelve. Sueña con ver a tus seres queridos una vez más, a los que se han ido antes y aquellos que seguirán.

Sabe con certeza que, cuando te vayas de aquí, estarás de nuevo con todos lo que han tenido un lugar en tu corazón y que se han ido antes. Y no te preocupes por aquellos a los que dejas detrás, porque los verás también, una y otra vez, y los amarás también, una y otra vez, a través de toda la eternidad, e incluso en el momento presente.

Porque no puede haber separación donde hay amor, ni espera donde sólo hay Ahora. Sonríe, entonces, ante la gozosa anticipación de lo que te aguarda. Estos regalos son para ti y Dios sólo ha estado esperando que volvieras a Casa para recibirlos. Paz, alegría y amor eres tú, y son tuyos, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Tus antepasados caminan contigo. Tus descendientes están a tu lado, viendo las decisiones que tomas por ellos.

Gracias, querido Dios, por esa maravillosas, maravillosas, oraciones. Espero que la gente en todas partes, en todo el mundo, la use si siente que sirve para traer paz y consuelo, esperanza y entendimiento, a los que se están muriendo. Pero espera, por favor. Hay algo todavía que yo mismo necesito entender. ¿Te oí bien? ¿Qué quisiste decir con que veremos a nuestros seres queridos que nos siguen en la muerte “incluso en el momento presente”?

¿Recuerdas cuando, antes en esta conversación, hablaste sobre la mujer de Andrew Parker y me hiciste una pregunta sobre ella? . Te pregunté si quería contraer cáncer en esa etapa temprana de su vida. Pregunté si realmente eligió, como una cuestión de libre elección, marcharse tan pronto, morir tan joven. Dije que algo así sería muy difícil de aceptar para su marido, sus hijos y el resto de su familia. Preguntarían, con profunda pena, estoy seguro: ¿Por qué Pip querría dejarnos así? ¿Y recuerdas qué dije yo?

Sí, tú dijiste: “Tengo una respuesta que puede conmocionarte”. He dejado dos Recuerdos para el final de nuestra conversación. Estos son los Recuerdos más gozosos, los más maravillosos de todos. El primero es el…

CONTINUARA…

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