3 de septiembre de 2010

LA DESAPARICIÓN DEL UNIVERSO Gary R. Renard Capítulo 3º - Parte I

EL MILAGRO

A la mañana siguiente desperté sintiéndome un poco abrumado por mi larga conversación con Arten y Pursah, pero agradecido por el reparador sueño que había conseguido gracias a su alteración del tiempo. Sentí que esto era lo más importante que me había ocurrido, y sin embargo también sentía una cierta incomodidad porque no sabía donde me llevaría. Entonces detuve mis pensamientos y me pregunté ¿He sabido alguna vez dónde me llevaría todo?

El viernes por la tarde de aquella semana fui al cine, como acostumbraba a hacer, para aprovechar que el precio de la entrada estaba rebajado. De camino a casa recordé una pequeña librería, llama Libros y Tesoros Holísticos, en la que no había pensado durante varios meses. Me sentí impulsado a girar en esa dirección y visitarla. Al cruzar la puerta, me di cuenta que estaba teniendo otra experiencia de luz resplandeciente en ciertas áreas de mi campo visual, y recordé que había querido preguntar a Arten y Pursah por el significado de estos sucesos.

Entonces me dirigí a una hilera de libros y vi Un Curso de Milagros. A mí ya se me había ocurrido que posiblemente fuera esta la razón por la cual había sido guiado hasta allí aquel día en particular. Después de tomarlo y leer algunas de sus páginas, advertí que en realidad eran tres libros en uno, y todos procedían de la misma Fuente: un Texto, un Libro de Ejercicios para los estudiantes y un Manual para el Maestro.

También me sentí atraído, sin razón aparente, por otro libro que estaba cerca el Curso llamado Viaje sin Distancia escrito por un tal Robert Skutch. Pronto averigüé que este libro era una breve historia del origen de Un Curso de Milagros. Pregunté al Espíritu Santo qué debía de hacer y escuché el pensamiento < No te va a morder >.

Más tarde aquella misma noche, leí algo del Texto del Curso, y vi por mi mismo que la <Voz> que había dictado el material, hablando en primera persona, no se excusaba por ser el Jesús histórico, llegando incluso a clarificar y corregir la Biblia. Sobre esto, tenía sentimientos contradictorios. Por una parte, era aún escéptico respecto a que verdaderamente hubiera sido escrito por J, de quien siempre había pensado que volvería en un cuerpo y no simplemente como una Voz.

Y, por otra parte, había algo sobre la naturaleza inspiradora de esa calma y segura Voz que me resultaba convincente, aunque no podía entender exactamente por qué Aquella Tarde, sin preguntar al Espíritu Santo, decidí que haría una de dos cosas. Si mi experiencia futura me decía que este material era verdaderamente de J, entonces usaría plenamente las enseñanzas.

Pero si mi experiencia futura me decía que simplemente las cosas no cuadraban, entonces, a pesar de las apariciones de Arten Y Pursah, seguiría haciendo todo lo posible por denunciar que El Curso de Milagros era un fraude.

Durante esas tres semanas hice una especie de curso acelerado, aprendiendo todo lo que pudiera sobre los libros para poder plantear algunas preguntas a Arten y Pursah. Leí todo el Texto del curso tan rápidamente como pude y logré una idea general de lo que la Voz estaba diciendo. También aprendí que leerlo tan rápido no era un buen modo de asimilar los principios del Curso. Sin embargo, el final del texto, titulado <elige de nuevo> me dejó temblando ante la imponente dimensión de lo que significa elegir la fortaleza de Cristo. No podía recordar haber leído nada en toda mi vida que me llegara de forma real y auténtica como este profundo resumen de lo que J estaba pidiendo---y ofreciendo---a sus estudiantes.

También leí  Viaje sin Distancia, y me familiaricé con parte de la historia de los orígenes el Curso y quiénes fueron los principales protagonistas tanto en su escritura como en su difusión. Cuanto más leía, más tenía la sensación de que dedicaría mi futuro a ser un estudiante el Curso más que su crítico. A partir de mi experiencia, no sólo me parecía plausible que este

Curso hubiera venido de J, sino que no hubiera podido provenir de otro que no fuera Él.

Además pasé muchas horas navegando en Internet en busca de información sobre Un Curso de Milagros. Me sorprendió descubrir que este libro, el cual definitivamente no era fácil de leer, ya había vendido más de un millón de ejemplares de boca en boca.

Estaba claro que existía una gran comunidad del Curso que había ido emergiendo desde la publicación el libro. Sin embargo, para mí, la belleza y genialidad el Curso era, tal cual Pursah había destacado, su método de autoestudio, llevado a cabo totalmente entre el lector y J o el Espíritu Santo. Así aunque la gente esté en desacuerdo en cuanto a su significado o qué hacer con él, mientras el curso permanezca intacto, siempre estará ahí para que la próxima persona que llegue descubra la verdad por sí misma.

Por otra parte, y a pesar de la aparentemente genuina humildad de presentarse a sí mismo como uno entre los tantísimos caminos espirituales válidos, podía también comprender que la verdad del Curso era absoluta y libre de ambigüedades. Según su Fuente, el Curso no necesita ser interpretado, necesita ser comprendido y además aplicado.

Evidentemente era la propia insistencia del estudiante en que el Curso puede ser interpretado en lugar de comprenderlo---vale decir guiar en lugar de seguir---aquello que lo conducía a un montón de problemas. Debido a esto, me sentía más que agradecido por que Arten y Pursah me hubieran dicho que me ayudarían a entrar en el estudio del Curso con el pié derecho.

También estaba contento de que en lugar de ser una colección de libros como la Biblia, libros que se extendían durante cientos de años y habían sido escritos por distintos autores con enseñanzas que a menudo estaban en conflicto entre sí, estos tres libros en uno venían del mismo Maestro. Cualquier incoherencia resultaba del hecho de que el Curso hablaba a dos niveles: uno era el correspondiente a la instrucción puramente metafísica y el otro un nivel más funcional y cotidiano de la práctica del perdón, o como J dice en el Evangelio de Tomás, de saber lo que tienes delante de la cara.

En cualquier caso, estaba empezando a darme cuenta de que si todos los problemas, y cuestiones se decidían dentro el contexto del gran mensaje del perdón del Curso---que difería claramente de la idea del perdón que tiene el mundo---entonces el problema o asunto que necesitaba perdonado dejaría de ser importante en la mente del estudiante. Eso no significaba necesariamente que, en ocasiones, la acción no pudiera ser apropiada. Pero habiendo hecho lugar para el Espíritu Santo, el estudiante alcanzaría un estado mental en el que estaría en una mejor disposición para escuchar una guía confiable respecto de la acción a tomar en cualquier situación dada.

Una mañana desperté con la mente excepcionalmente clara. Fue entonces cuando oí la Voz---desde lo profundo de mí y por todo mi ser---decir algo con una autoridad tan perfectamente clara que su Fuente estaba más allá de todo posible cuestionamiento. Esto es lo que oí:

Renuncia al mundo y a los caminos del mundo. Haz que carezcan de significado para ti.

Aunque visiones de sacrificio danzaban en mi cabeza, seguía sintiéndome completamente anonadado. Dije intuitivamente: <Lo haré. No sé cómo pero lo haré>. La Voz respondió dándome seguridad:

Yo te enseñaré cómo.

El impacto de la Voz en mi vida fue catártico e inmediato. Nunca había oído nada tan sorprendente. La Voz era tan plena y total, tan completa: era como si a todo lo que había oído en mi vida le hubiera faltado algo.

A partir de ese día, supe que J estaba conmigo y era consciente de mí, y que estaba dispuesto a mostrarme cómo hacer cualquier cosa que se me pidiera. No siempre recordaría esto, especialmente cuando el mundo pusiera en mi camino una sorpresa desagradable, pero tarde o temprano el recuerdo siempre regresaría a mi mente. Cuanto antes recordara, menos sufriría.

Tardé mucho tiempo en darme cuenta de que en realidad no se me pedía que sacrificara nada, pero ya me sentía agradecido a Pursah por recordarme que J no estaba pidiendo nada a nadie que renunciara a nada a nivel físico. Ya tenía una idea bastante clara de que las instrucciones de J tenían que aplicarse a nivel mental o causa, más que a nivel del mundo. o efecto. La palabra de su mensaje que regresaba una y otra vez a mi mente era <sin significado>. Ardía en deseos de contar a Arten y Pusah mis experiencias más recientes.

Fieles a su palabra y sin ceremonias, Arten y Pursah hicieron su tercera aparición ante mí, 21 días después de su anterior visita. Sus apariciones siempre eran claras e instantáneas, al igual que sus partidas. Una vez más, Arten comenzó la conversación.

Arten: Has tenido unas semanas llenas de acontecimientos. ¿Lo has leído?

Gary: ¿Te refieres al Curso?

Arten: Sí.

Gary: No. Estoy esperando la película.

Arten: Que Dios nos ayude a todos. Estoy tratando de iniciar una conversación; sé que ya has leído el Texto. Tendrás que leerlo muchas veces. El Libro de ejercicios está diseñado para practicarlo durante un año, pero a la gente le suele llevar más tiempo. A ti te llevará un año y cuatro meses y medio. El Manual para el Maestro es la parte más fácil, excepto que casi todo el mundo olvida que ser un maestro de Dios significa que practicas el perdón. Como dice el Curso:

Enseñar es demostrar.

La mayoría de los estudiantes parecen creer que sus enseñanzas tienen que ajustarse al formato tradicional maestro-estudiante, pero hay muy poco en el Curso que sea tradicional. Estarían mucho mejor tratando de aprender el Curso en lugar de tratar de enseñarlo.

Gary: Todo el mundo quiere interpretar las escrituras, supongo. Es una tendencia natural.

Arten: Si J hubiera querido que su Curso estuviera sujeto a vuestras interpretaciones en lugar de estar sujeto a sus instrucciones, ¿ para qué os lo entregó? ¿Por qué no dejaros que hagáis vuestra propia interpretación de cada cosa, que es exactamente lo que habéis venido haciendo a lo largo de toda vuestra existencia aparentemente separada? La verdad es que si verdaderamente entiendes Un Curso de Milagros, lo cual es raro, entonces sólo hay una interpretación posible.

Si lo cambias, y eso es lo típico, entonces ya no es Un Curso de Milagros. ¿Recuerdas cuál es la primera ley del caos según el Texto?

Gary: Creo que sí, pero mejor lo miro.

Arten: Bien. Lee la parte que empieza con: <Aquí están las leyes...>

Gary: De acuerdo.

Éstas son las leyes que rigen el mundo que tú fabricaste. Sin embargo, no gobiernan nada, ni necesitan violarse: necesitan simplemente contemplarse y trascenderse.

La primera ley caótica es que la verdad es diferente para cada persona. Al igual que todos estos principios, este mantiene que cada cual es un ente separado, con su propia manera de pensar que lo distingue de los demás. Este principio  procede de la creencia en una jerarquía de ilusiones: de que algunas son más importantes que otras, y, por lo tanto, más reales.

Pursah: Todo el mundo está intentando encontrar y expresar su verdad. Lo que llaman verdad está diseñada en realidad para mantenerles atascados donde están. Aquello que J enseña en su Curso es que la verdad no es diferente para cada uno. No es relativa. Él dice que la verdad tanto si la comprendes y estás de acuerdo con ella como si no. La verdad no está sometida a tu interpretación, y tampoco lo está el Curso. Él es el Maestro, tú eres el estudiante, si esto no fuera así, entonces, ¿para qué hacer el curso? Haz lo que quieras. Deja que tu mente desvaríe. Emborráchate.

Gary: De modo que cuando dijiste en tu Evangelio:<Quien descubra la interpretación de estos dichos no probará la muerte>, ¿querías decir que sólo hay una interpretación posible?

Pursah: Eso es, te estás percatando hermano. Recuerda, el Curso es así de avanzado porque J tomó 7 años de la vida de una mujer, pasando ella por lo que tuviera que pasar, para poder decirte exactamente lo que te está diciendo.

Gary: Tendré que pensar en eso. Suena como la vieja traducción literal de la Biblia.

Pursah: El curso no es la Biblia, como ya has notado. Las partes del Curso que expresan no-dualidad deberían ser tomadas literalmente, pero las partes de él que parecen expresar deberían ser tomadas como metáforas. No hay conflicto en ello, pero, si no se entiende, pensarás incorrectamente que el Curso se contradice. Como dije antes, al final todo excepto Dios es una metáfora. Necesitas ayuda en tu propio idioma para llegar hasta el final. El Curso tiene que ver con la curación por parte del Espíritu Santo de tu culpabilidad inconsciente y con tu regreso al Cielo a través de la dinámica del perdón, que pone riendas al tremendo poder de la capacidad de elección de tu mente.

Como dice J:

Éste es un curso de entrenamiento mental.

Y:

Una mente sin entrenar no puede conseguir nada.

Gary: Una vez escuché a un profesor decir que se debe seguir a alguien que diga que está buscando la verdad, pero salir huyendo de cualquiera que diga que la ha encontrado.

Arten: Eso no te haría un gran servicio si alguna vez de encontraras con alguien que verdaderamente conozca la verdad, ¿o si? Pero te mantendría huyendo durante mucho tiempo. Bueno, J sí conoce la verdad, ¿y cómo podrías tú o ese profesor ser entrenados si insistís en ser el entrenador en lugar del estudiante?

Gary: Entiendo. Hasta en las películas reconocen la diferencia entre el maestro y el estudiante.

Arten: Sí, pero generalmente tratan de buscar el poder del universo. Nosotros estamos interesados en el poder de Dios. Creo que ya hemos dejado claro que no son lo mismo.

Gary: ¿Cuánto tiempo es necesario para convertirse en maestro?

Arten: Todo el mundo lo pregunta, y, al principio, a nadie le gusta la respuesta. La respuesta es que ocurre cuando ocurre. Aún así, ese momento llega antes, ¡cuando te sientes tan feliz que la pregunta deja de importar ¡ En cualquier caso, como el Espíritu Santo es tu Maestro Interno, debes de esperar ser estudiante siempre que parezcas estar en un cuerpo. Éste es un camino espiritual que dura toda la vida para aquella gente  que con seriedad quiere liberarse del mundo y regresar a casa. Eso no significa que siempre tengas que tomar las cosas seriamente. Si algo dice el Curso es que el mundo no puede ser tomado en serio.

Gary: De acuerdo. ¿Pero qué pasa si yo ahora mismo no quiero tener un camino espiritual para toda mi vida?  ¿Qué pasa si quiero meterme en otras cosas?

Arten: Puedes quedarte en la cola del restaurante espiritual todo  el tiempo que quieras. Obviamente, tu mente no puede ser entrenada si tú no estás dispuesto a ello. Depende de ti. Pero recuerda, siempre has querido saber cómo era eso de aprender  directamente de J. Ésta es tu oportunidad.

Gary: Quería preguntarte sobre las personas que fueron los escribas el Curso.

Arten: No vamos a entrar mucho en la historia del Curso. Ya has leído un libro al respecto y hay otros dos más. Puedes leerlos cuando tengas tiempo, si te interesa. Algunos creen que el prefacio el Curso contiene todo lo que se necesita saber sobre su historia. ¿Qué impresiones tienes de todo ello hasta el momento?

Gary: Creo que es muy interesante. Sé que la doctora Helen Schucman, la escriba que anotó lo que la <Voz> decía, y el doctor Bill Thetford, que le animó a seguir adelante, eran una pareja de psicólogos que trabajaban en Nueva york  y que no se podían llevar bien entre ellos. Entones, un día, Bill dijo que quería encontrar otra manera de manejar su relación.

Arten: ¿Te resulta familiar?

Gary: Claro. Como en mi caso, la declaración de Bill representó la decisión por parte de la mente de encontrar algo mejor.

Arten: Muy bien. Ésa fue la invitación para que J entregara el Curso, y para que tú lo encontraras. J no compartió el Curso con Helen y Bill exclusivamente, sino que está pensando tanto para ellos como para cualquier otra persona que esté dispuesta a escuchar. Helen pensaba que completar este trabajo le tomaría una eternidad, y aunque ella era la que escribía, nunca hubiera conseguido terminarlo sin la ayuda de Bill. Era él quien lo pasaba a máquina cuando ella se lo dictaba desde las notas taquigráficas que tomaba en un cuaderno.

A propósito, no trates de convertirlos en santos. Para repetir un punto que ya hemos tratado, ellos eran simplemente gente, al igual que tú. Aunque su relación mejoró, y hasta el día que se jubilaron y Bill se mudó a California, seguían teniendo momentos en los cuales no podían llevarse bien. Eran humanos, pero estaban aprendiendo.

Gary: Y los demás miembros originales de la Fundación para la Paz Interior,  los que se unieron a Helen y Bill e hicieron que el Curso llegara al mundo. Estaba Ken Wapnick,  que fue el siguiente entrar en escena y trabajó con Helen y Bill durante un par de años antes de que se publicara el Curso. Él hizo el trabajo, junto a Helen, de organizar el curso en secciones, dando títulos a los capítulos, y poniendo las mayúsculas y la puntuación correcta.

Y Judy Skutch, que tomó el Curso de las manos de Helen, Bill y Ken  y lo transmitió a todos sus amigos y asociados en el campo el nuevo pensamiento. Y después estaba Bob Skutch, de quién no sé gran cosa porque no dice mucho en su libro. Finalmente, fueron guiados por J para comprender que el único modo de publicar el Curso, presentando siempre su versión completa sin modificarlo, era haciéndolo ellos mismos. Supongo que estas personas estaban destinadas a convertirse en una especie de familia espiritual cuyo verdadero propósito era practicar el perdón.

Pursah: Lo has entendido. Como dice el Curso:

En la salvación no hay coincidencias..

Judy y Bob fueron absolutamente indispensables en su papel de llevar el Curso al mundo. J identificó a Ken ante el grupo como el responsable de enseñar a la gente el  significado del curso. Se hizo íntimo de Helen. Actualmente, cuando el Curso se traduce a una lengua extranjera, el trabajo de Ken consiste en asegurarse de que el traductor comprende verdaderamente cada línea de las casi 1300 páginas.

Eso no significa que Ken sea el único maestro del Curso, pero en el futuro será considerado el más grande. Tanto los estudiantes como los estudiosos del Curso seguirán leyendo a Ken durante cientos, incluso miles de años. Y tú, estudiante brillante, tendrás la oportunidad de aprender de él en esta vida si así lo eliges.

Gary: ¿Para qué le necesito si os tengo a vosotros?

Pursah: Sí, nos tienes a nosotros. Pero no siempre te visitaremos regularmente. Tenemos lugares donde ir y mentes que inspirar. Debes seguir aprendiendo tanto si parecemos estar aquí contigo como si no. Te aseguro que siempre estaremos aquí contigo, y lo mismo hará J.

Gary: Tendré que pensar con quién quiero estudiar cuando no estéis aquí. Además, pensaba que Marianne Williamson era la principal maestra del Curso. La vi en el Show de Larry King la semana pasada y si no lo supiera, habría pensado que ella escribió el Curso.

Pursah: No. Nuestra hermana Marianne, a quien llamó la santa artista del rap, sólo es una maestra. Su don para hablar en público y su personalidad la han colocado en una posición desde donde ha podido introducir a más gente en el Curso que cualquier otro maestro. No obstante, después de esta primera presentación del Curso, sigue dependiendo de cada individuo decidir hasta donde quiere llegar con su estudio.

Gary: ¿Dices que el Curso está siendo traducido a otras lenguas ?

Arten: Sí. ¿Hablas otros idiomas?

Gary: Ya tengo bastante con el inglés.

Pursah: En cuanto a las traducciones, el Curso de J se está extendiendo a un paso mucho más rápido que el cristianismo. Dentro de cien años, un significativo porcentaje de la población mundial aceptará que el Curso es realmente la Palabra de Dios comunicada por J. pero ¿de qué serviría todo esto si la gente no lo aplica? Por eso queremos que entiendas lo que dice el Curso, o al menos queremos conseguir que te aproximes bastante.

Eso no es tan fácil como podrías pensar. Desde 1975, año en el  que  el Curso estuvo disponible para la gente, ha habido una explosión de escritos <canalizados>, técnicas de imitadores del Curso y otras enseñanzas, y cuyos seguidores dicen que son lo mismo o casi lo mismo que el Curso. Pero, para el ojo entrenado, estas otras enseñanzas carecen de las partes más importantes del Curso, partes que lo convierten en lo que es. El hecho de no atacar a otros maestros no implica que no haya que expresar un compromiso con la integridad del mensaje del Curso.

Es perfectamente válido estar de acuerdo en estar en desacuerdo con otros maestros. Hay características fundamentales en Un Curso de Milagros que lo hacen original y representan un salto cuántico hacia delante en el pensamiento espiritual.

Algunas de estas características son prácticamente ignoradas por una abrumadora mayoría de estudiantes, maestros e intérpretes del Curso.

Al igual que con las enseñanzas de J hace dos mil años, el mundo esta tratando de hacer su habitual trabajo de suprimir la verdad incorporando partes de ella dentro de sus ilusiones y encubrir el verdadero mensaje el Espíritu Santo. Nosotros no vamos a dejar fuera las ideas que no te gustan. Si te resistes a ellas o no quieres aceptarlas después de oírlas, ésa es tu decisión, pero al menos no será porque no se te hayan dicho.

Gary: Dijiste que la verdad absoluta se podía expresar en sólo en sólo dos palabras. He estado leyendo y creo que sé cuáles son esas dos palabras, pero quiero estar seguro. ¿Cuáles son?

Pursah: Tranquilo, colega. Eso vendrá en unas cinco conversaciones, cuando hablemos de qué es realmente la iluminación. No obstante, según tengo entendido, J te dio una pequeña sorpresa la otra mañana.

Gary: ¡Desde luego! Fue sublime. Según mi experiencia, era realmente Él.

Pursah: Sí, fue la voz de J; la Voz que habla por Dios, la Voz del Espíritu Santo. Y como finalmente experimentarás, también es un símbolo de quién eres tú realmente. Sin embargo, tal como explica el Curso sobre el Espíritu Santo:

Su Voz es la Voz de Dios, y, por lo tanto, ha adquirido forma. Dicha forma no es Su realidad, la cuál sólo Dios conoce junto con Cristo, Su verdadero Hijo, Quien es parte de Él.

Así, la Voz es un símbolo el Espíritu Santo, Quien siempre está contigo. Como podrás deducir de lo indicado anteriormente, el Espíritu Santo no es masculino ni femenino. Ni tampoco lo es Cristo. En el Curso, J emplea un lenguaje bíblico y metafórico para corregir al cristianismo. El Hijo de Dios, o Cristo, no es un hombre ni una mujer, Él es tu realidad. Y tú no eres una persona, sólo experimentas que lo eres. Tu entrenamiento debe tener lugar a nivel de tu experiencia, pero siempre serás llevado más allá de tu experiencia.  Cuando el Curso habla de ti y de tu hermano, está hablando de las partes aparentemente separadas o fragmentadas del Hijo pródigo colectivo, simbolizadas por las falsas imágenes que ves actualmente.

Arten: La Voz puede hablarte de muchas maneras, y generalmente no la escucharás tal como lo hiciste esta mañana. De hecho, no es necesario que la gente escuche la Voz al igual que Helen,  y la mayoría nunca lo hará. Helen tenía un don que había desarrollado en sus vidas anteriores, don que J pudo utilizar con su permiso, pero Él---o si lo prefieres el Espíritu Santo---obra con la gente de muchas maneras diferentes. Puede hablarte dándote sus pensamientos. Estos pensamientos bien pueden llegar hasta tu mente sin más. A veces no te darás cuenta de que te han sido dados, pero algunas otras veces notarás que parecen venir a ti de algún otro lugar, aunque en realidad no existe ningún otro lugar.

Esta Voz es también la Voz de Buda y la de todos los maestros ascendidos que finalmente completaron su parte conjuntamente con J. J y Buda no compiten entre sí. Ese tipo de fantasías son para los miembros de las religiones, no para ellos.

Su Voz también puede comunicarse en los sueños que tienes por la noche, sueños que no son ni más ni menos reales que tus proyecciones diurnas.

Relacionarse contigo en tus sueños nocturnos es uno de los modos favoritos del Espíritu Santo para interactuar con la gente.

No obstante, a veces, Su Voz puede venir a ti simplemente bajo la forma de una idea que te suene verdadera proveniente de otra persona.

En cuanto al mensaje que J tenía para ti la otra mañana, estuviste muy acertado al darte cuenta finalmente de que las palabras más importantes de tu comunicación fueron sin significado.

Cuando la gente empieza a estudiar el Curso, siempre piensa erróneamente que se le está pidiendo que sacrifique algo. Como se señala en el  Manual para el Maestro:

Durante ese periodo parece como si nos estuvieran quitando las cosas, y raramente se comprende en un principio que estamos simplemente reconociendo su falta de valor.

El Curso da muchas instrucciones sobre este punto y sobre la falta de significado del mundo ilusorio. Ves, Gary, todo el mundo quiere que su vida tenga significado, pero lo están buscando en el lugar equivocado, es decir, en el mundo. La gente siente un profundo vacío en alguna parte, y así tratan de llenar este hueco con algún logro o relación en el nivel de la forma. Sin embargo, todas estas cosas son, por definición, transitorias en el mejor de los casos. Por lo tanto, tienes que darte cuenta de que, tal como J aconseja al principio del Texto:

La única carencia que realmente necesitas corregir es tu sensación de estar separado de Dios.

El J del Curso no es el mismo que la versión que el cristianismo ofrece y los dos sistemas de pensamiento no son compatibles. Para el cristianismo la imagen sufriente del cuerpo de J  es superespecial. Él es diferente a ti en el sentido de que sólo él es el unigénito de Dios. Pero el J del Curso manifiesta que como tú y Él sois uno, tú eres igualmente el unigénito de Dios o Cristo---en nada diferente a Él---y que además, puedes finalmente experimentar esto.

No hay nada con respecto a mí que tú no puedas alcanzar.

No tengo nada que no proceda de Dios. La diferencia entre nosotros por ahora estriba en que yo no tengo nada más.

Gary: Si ambos sistemas de pensamiento son inconciliables, ¿cómo pueden los cristianos hacer el curso?

Arten: Muy fácilmente, o al menos con la misma facilidad que cualquier otro. El curso siempre se hace en el nivel de la mente, no afuera en el mundo. Ir a la iglesia, o al templo, o a cualquier lugar de culto debe ser considerado un fenómeno social. Siempre ha habido algún tipo de culto público que ha formado parte importante de la sociedad, y es evidente que muchas de las actuales instituciones religiosas son influencias positivas para sus comunidades. Pero es en la mente donde encontrarás la verdadera salvación. No hay nada inherentemente santo respecto a ningún lugar u objeto físico. Son meros símbolos.

Así es posible pertenecer a cualquier religión u organización, o hacer cualquier otra cosa que normalmente harías en la vida, y seguir practicando el sistema de pensamiento del Curso en el nivel de la mente.

No es necesario hacer proselitismo de Un Curso de Milagros, aunque ciertamente puedes hablar de él a la gente, si te sientes guiado en esa dirección. Pero el punto importante es que no tienes que hacerlo. Tu epifanía podría fácilmente como un asunto privado. Depende de ti. El curso no tiene absolutamente nada que ver con el mundo físico. Una vez más, tiene que ver con cómo eliges mirar el mundo.

Gary: De modo que hasta los católicos ir a misa a Nuestra Señora del Gran Sufrimiento y darse cuenta en su mente de que J en realidad no les está pidiendo que sacrifiquen nada.

Pursah: Sí. Y no sólo los católicos, querido. Como sabes, existen tanto personas felices como bastardos sufrientes en cada religión. Observa el modo en que algunos hindúes eligen sufrir en su adoración de Dios. Incluso los miembros felices de diferentes religiones acaban sufriendo. Es algo incorporado al sistema de pensamiento inconsciente. Por eso los cristianos quieren creer que J sufrió y murió por sus pecados. ¿No recuerdas aquella hermosa mujer bautista sureña que te dijo que nunca irías más allá de las puertas de Cielo a menos que tuvieras la sangre de Jesús sobre ti?

Gary: ¡Oh, sí! Le pregunté donde podía pedir un par de jarras de cerveza.

Pursah: Procura recordar lo que te vamos repitiendo. El Curso es un proceso mental, no físico. Finalmente comprenderás que todas las cosas son un proceso mental y no físico. Hablando de católicos y bautistas,  esto pone sobre el  tapete otro punto importante respecto a las interpretaciones. ¿Sabes cuántos tipos diferentes de iglesias cristianas organizadas existen hoy en el mundo, cada una con su interpretación particular del cristianismo?

Gary: Imagino que debe de haber cientos.

Pursah: Hay más de veinte mil.

Gary: ¡Jesús, Maria y José!

Arten: No fue culpa suya. Permíteme preguntarte otra cosa. Si actualmente tenéis veinte mil iglesias que en realidad no comprenden el mensaje de J---y te aseguro que no lo hacen---y si todas ellas están en desacuerdo respecto al significado del mensaje de J, y entre tanto el mundo no ha cambiado---no realmente---entonces, ¿crees honestamente que será un servicio a la humanidad acabar con veinte mil interpretaciones diferentes de Un Curso de Milagros?

Gary: Considero que esa es una pregunta retórica. Y por eso desatacas que si verdaderamente  aprendo el mensaje de J tal como se presenta en su Curso, sólo hay una interpretación posible. Creo que va a hacer falta que algunos peces gordos que estén dispuestos a renunciar a sus interpretaciones. Pero también entiendo que esto conlleva beneficios inherentes.

Arten: Muy perceptivo, tío listo.

Gary: ¿Estás alabando mi percepción?

Arten: Existe algo que es la verdadera percepción, como oirás en breve. Como te estamos diciendo que tendrás que estar dispuesto a renunciar a tu propia interpretación del curso a cambio de la correcta, también debemos señalar que para que puedas incluir citas del Curso en tus escritos tendrás que estar dispuesto a escribir los pasajes que vamos tratando. Puede que no desees hacerlo, pero confía en nosotros: es parte del proceso de mantener el Curso intacto y de no permitir que se cambie o que se pierda su mensaje.

Hace dos mil años no fue posible preservar la verdad. Incluso al día de hoy, será muy difícil impedir que el mensaje de J se vuelva a perder, pero al menos es posible darle una oportunidad.

Gary: ¿De modo que hace dos mil años la gente empezó a añadir sus propias cosas a las palabras de J y a cambiar su mensaje para ajustarlo a sus propias creencias, y poco después ya no hubo modo de saber con seguridad qué palabras eran realmente suyas y cuáles no?

Arten: Exactamente. ¿Quieres que eso vuelva a pasar?

Gary: En realidad no, pero ¿qué impedirá que al curso le pase como al cristianismo, que cuenta con una autoridad central e iglesias oficiales que establecen la ley?

Arten: La mismísima naturaleza del Curso impedirá que eso ocurra. Un Curso de Milagros no es una religión. Como ya has considerado, mientras el Curso se conserve en una pieza y la integridad de su mensaje se preserve en la medida de lo posible, sus características de autoestudio siempre prevalecerán a largo plazo. En realidad, el Curso está por delante de su tiempo. Ahora lo importante es que tú lo hagas.

Gary: ¿Es cierto que en cuanto se fundó la iglesia, únicamente los clérigos podían leer las escrituras y la gente sólo podía oír lo que los sacerdotes le contaban?

Arten: Eso es cierto. En cualquier caso, la mayoría de la gente no sabía leer. Ahora dais muchas cosas por supuestas y os olvidáis de que la imprenta ni siquiera existió hasta 1450.  La iglesia controlaba estrictamente la información incluyendo las escrituras. Si la gente sólo sabe lo que se le dice, resulta muy difícil que llegue a conclusiones que no sean las que los poderosos quieren que alcance.

Hasta el año 1700 no hubo un suficiente número de gente capaz de leer ni suficiente literatura disponible para que se notara una diferencia en la sociedad. Actualmente, la gente puede leer y pensar por sí misma, y la información disponible está mucho más avanzada. Puedes preguntarte por qué J tardó tanto tiempo en entregarnos el Curso. Hasta ahora no ha habido un número suficiente de gente que esté preparada para él.

Gary: Oye, no es mi intención cambiar de tema, pero esta vez no quiero olvidarme de preguntarte por esas experiencias que tengo con inusuales destellos de luz. Asumo que sabes a qué me refiero, ya que pareces saberlo todo sobre mí. Esas luces...¿son experiencias relacionadas con el Curso?

Arten: Sí. Aunque surgieron hace un año, están conectadas con una decisión de comenzar a estudiar el Curso, decisión  esta que tomaste a nivel de la mente. Una vez más, la mayoría de la gente no tiene este tipo de experiencias, y no son necesarias para que el Curso sea eficaz. Aún no has completado el Libro de Ejercicios, pero si quieres leer el tercer párrafo de la Lección 15, verás que J menciona este tipo de manifestaciones. ¿Quieres leerlo ahora?

Gary: ¡Sí! Vanos a ver, aquí:

A medida que avancemos, tal vez experimentes muchos <episodios de luz>. Éstos pueden manifestarse de muchas maneras distintas, algunas de ellas bastante inesperadas. No tengas miedo de ellos. Son la señal de que por fin estás abriendo los ojos. No seguirán ocurriendo, pues simbolizan meramente la percepción verdadera, y no guardan relación alguna con el conocimiento.

Arten: Hablaremos de la diferencia entre el conocimiento y a lo que éste da lugar, de modo que ten paciencia. También seguiremos hablando de tus experiencias místicas a medida que sigamos adelante, pero puedo ver que aún tienes en mente otra pregunta.

Gary: Sólo para asegurarme de que estoy entendiendo esto, tengo una pregunta sobre el Curso y cómo se relaciona con el budismo y con el cristianismo. Una de las principales enseñanzas del budismo tradicional---y te garantizo que hay otros tipos de budismo que no tienen todos esos apegos ritualistas---es que la gente sufre porque tiene todos esos deseos desatados que nunca puede satisfacer. Los budistas creen que el control del deseo produce felicidad y una vida de compasión hacia los demás. Esto podría verse como otra manera de tratar con las carencias.

Pero ya has citado el Curso cuando dice: <Un sentido de separación de Dios es la única carencia que realmente tienes que corregir>. ¿Estás diciendo que el budismo es modificación del pensamiento, a diferencia de la curación del Espíritu Santo, y que el cristianismo y su planteamiento están un paso más desviados al ser un intento de modificar lo físico más que lo mental?

Arten: Lo vas entendiendo. En cuanto entiendas un par de cosas que ya te hemos dicho,  verás que el budismo es un paso en la dirección correcta porque no se aleja de la mente tal como hace el cristianismo. Por eso el Papa menospreció el budismo en uno de sus libros; al decir que busca trascender el mundo, pero que, en su opinión, se debe de encontrar a Dios haciendo ciertas cosas en el mundo.

No es que lo haya entendido al revés,  tanto si estás buscando a dios como si no, sino que el budismo carece casi completamente de la idea de Dios, dependiendo del maestro o intérprete individual. Como señalamos durante nuestra primera visita, hacer ejercicios mentales por ti mismo no puede sanar tu mente inconsciente. A medida que avancemos te daremos una buena idea el sistema de pensamiento de J que, cuando se practica con Él o con el espíritu Santo, te entrenan para desarrollar la verdadera percepción. Eso ayudará al Espíritu Santo a sanarte y conducirte de regreso a aquello que realmente eres.

Esto pone sobre la mesa uno de los rasgos interesantes de los milagros: un milagro, según el Curso, es un cambio de percepción por el que accedes a la forma de pensar del Espíritu Santo, no siendo así una mera modificación de tus propios pensamientos, formas o circunstancias. El Curso dice que el milagro puede hacer que progreses mucho más rápido y que llegues mucho más lejos en el camino espiritual de lo que sería posible de otro modo. Por ejemplo, el Texto dice:

El milagro es el único dispositivo que tienes a tu inmediata disposición para controlar el tiempo.

Y:

El milagro sustituye a un aprendizaje que podría haber durado miles de años.

Aquí J no está haciendo afirmaciones escandalosas; simplemente está diciéndote la verdad basada en las leyes de la mente y en las leyes de Dios. Nos concentraremos en la visión que el Curso tiene del tiempo durante uno de nuestros encuentros.

CONTINUARÁ….

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