El PLAN DEL EGO
Desperté al día siguiente cerca del amanecer y abrí los ojos. Para mi sorpresa, me di cuenta de que no podía ver ninguna imagen separada. Lo único que podía distinguir era lo que parecía ser una cubierta, era como si tuviera parches sobre los ojos. Estos parches estaban hechos de una perfecta e inmaculada luz blanca. Era una luz aún más pura que la nieve intacta que a veces veo por la mañana, en el campo detrás de mi casa después de que la tormenta del noroeste azotó el duro paisaje de Maine.
Cuando cerré los ojos, vi algo diferente. La hermosa luz blanca que había ocupado mi campo visual seguía allí, pero ahora había grandes manchas de una fea oscuridad cubriendo buena parte de la luz. Aún podía verse algo de luz, pero una buena parte—más de la mitad---había quedado oscurecida por esta negrura amenazadora.
Desconcertado, abrí los ojos, y otra vez volví a ver únicamente la hermosa y atrayente luz blanca. Al volver a cerrarlos, las manchas de horrible negrura retornaron. Sin saber cómo explicármelo---y siendo el tipo de persona que puede seguir durmiendo en medio de un terremoto---volví a mis sueños nocturnos, sin estar seguro de si esta experiencia era parte de ellos o no.
Cuando volví a despertar más tarde, recordé la experiencia y, medio dormido, pregunté a J mentalmente: < De acuerdo, me rindo. ¿Qué ha sido eso? >. Después de intentar no pensar en nada, se me dio esta idea: <Piensa en ello junto conmigo >.
Pronto me di cuenta de que la luz, blanca y pura, representaba el espíritu puro que yo era realmente, y que volvería a ser cuando abriera verdaderamente los ojos y despertara. La oscuridad era la profunda culpabilidad inconsciente enterrada en mi mente. Entonces pensé: <Esta oscuridad es lo que tiene que ser curado internamente por el Espíritu Santo mientras yo perdono---junto con Él---los correspondientes símbolos de mi culpa que parecen estar fuera de mí. Cuando ese trabajo esté concluido, sólo quedará la luz >.
Con esta experiencia, así como con la charla de la noche anterior con Pursah y Arten aún fresca en mi cabeza, dediqué unas cuantas horas de aquella tarde a escuchar las cintas de Ken Wapnick que el moderador de mi grupo de estudio me había prestado.
Al principio me sentí fascinado por el estilo de Ken, que se parecía mucho al de un profesor universitario. Después de todo Ken era un estudioso. A medida que seguía escuchando, me di cuenta de que a la hora de explicar los principios metafísicos avanzados del Curso---así como sus aplicaciones prácticas y cotidianas---Ken era de gran ayuda. Más adelante aquella noche, cuando me senté y leí unas pocas páginas del Texto, me sorprendió descubrir que era mucho más fácil entender por mí mismo el significado exacto de algunas de las líneas que leía.
En las semanas siguientes, también me esforcé al máximo por perdonar, especialmente en los momentos en que Karen y yo teníamos problemas para llevarnos bien. Las lecciones del libro de Ejercicios me ayudaron, y a menudo las apliqué con Karen. Nos resultaba fácil sacarnos de quicio, sobre todo cuando teníamos poco dinero y nos sentíamos bajo presión.
Karen era una buena mujer que me amaba y cuidaba de mí. Habíamos estado felizmente casados once años, pero, si había una falta que atribuirle, era que tenía su buena cuota de quejas y resentimientos. Uno de los motivos se debía al hecho de haber probado varias profesiones, pero nunca había encontrado una con la que se sintiera feliz o que le permitiera ganar dinero. La situación estaba exacerbada por el hecho de que yo mismo no ganaba mucho dinero con mi negocio.
Una noche, cuando Karen se estaba quejando y protestando por su trabajo y nuestra situación económica, noté con interés que no estaba teniendo la típica reacción crítica a su monólogo negativo. Tuve, en cambio, dos experiencias diferenciadas y atípicas: la primera fue darme cuenta de que Karen me estaba pidiendo amor, lo que hizo que sus palabras sonaran diferentes, como una inocente petición de comprensión.
La segunda experiencia fue que aquello que veía no era Karen en realidad, sino que estaba viendo una figura que deseaba tener en mi sueño para poder culparla por crear un ambiente negativo, que a continuación podía usar como una excusa conveniente por mi propia ineficacia.
Estas nuevas experiencias iniciaron el proceso de cambiar mi manera de ver a Karen, haciendo que fuera más divertido hablar con ella ( y más divertido ir a la cama ). Aunque no siempre reconocía mis oportunidades de perdón, seguía aprendiendo rápidamente.
Pasaron cuatro meses hasta que volví a ver a mis visitantes ascendidos, y me parecieron unos meses muy largos. Había momentos en los que me sentía molesto, y otras veces me sentía abiertamente abandonado, aunque me pillaba a mí mismo intentando hacer una relación especial de todo aquello e intentaba perdonarlo. A veces pensaba: <Tal vez todo esto sea una prueba para ver si puedo perdonar >.
Entonces perdonaba, pero no lo que Arten y Pursah hacían o dejaban de hacer, ya que eso sólo haría que el <error> fuera real para mí. Como el mundo sólo es un sueño, el Curso implora a sus estudiantes que perdonen a sus hermanos por lo que no hicieron, evitando así que el error se haga real para ello. Cuando pensaba en las cosas en esos términos, me daba cuenta de que era más capaz de experimentarme como el hacedor de mi sueño, en lugar de ser su víctima.
Una noche, mientras Karen estaba en una clase de informática y yo estaba a punto de beber la primera de lo que esperaba que fueran varias cervezas, Arten y Pursah aparecieron en mi salón por quinta vez. En el momento en que vi sus amables sonrisas, recordé cuánto me gustaba su compañía y tener el honor de escucharles. Dejé mi cerveza, fui hasta la mesita de café y tomé mi cuaderno de notas. También activé la grabadora.
En el pasado, había grabado a mi banda durante nuestras largas actuaciones, de modo que sabía bien cómo usar cintas extralargas para que no se terminaran mientras mis amigos estaban hablando. Ninguno de nosotros volvió a mencionar las cintas hasta nuestro encuentro final.
Me sorprendí a mí mismo siendo el primero en comenzar la charla.
Gary: Hola tíos, ¡estoy encantado de veros! Gracias por venir. Asumo que sabéis de mis experiencias durante los cuatro últimos meses, y lo agradecido que me siento que me estéis ayudando.
Pursah: Por supuesto. Nosotros también te estamos agradecidos. No sirve de nada enseñar o decirle cosas a alguien si no va a aprovecharlas. Tú, hermano mío, estás utilizando lo que te decimos, aunque como ya has descubierto, no siempre es fácil.
A medida que aprendas más, te darás cuenta de que estamos enseñando una interpretación purista y no-dual de la verdad; así es como el Curso ha de ser entendido. Según transcurra el tiempo, cada vez habrá más personas que enseñen el Curso de este modo, aunque nosotros no somos tan corteses como será la mayoría de ellos. Ahora mismo la gente tiende a tomar prestadas partes del Curso para hacer después su propia cosa. En el futuro habrá muchos más puristas.
Gary: Dices que no eres tan cortés como ellos, entonces, ¿por qué no eres más cortes, mi querida sabionda espiritual?
Pursah: Hace falta un sabiondo para detectar a otro, campeón. Además, tú también eres un mensajero, y ya es hora de que alguien ponga el universo en su lugar.
Sin embargo, hay algo más de lo que deberías ser consciente. Cuando tengas más experiencia con el perdón---y comentaremos un aspecto del perdón dentro de un minuto antes de examinar el ego más de cerca---, el perdón te ayudará a darte cuenta de que no necesitas tu humor satírico tanto como crees. Cuando tú ya no lo necesites, nosotros tampoco lo necesitaremos para comunicarnos contigo.
El Espíritu Santo habla con la gente de distintas maneras. A medida que cambian---y te aseguro que si eligen al Espíritu Santo como Maestro sí cambian hacia la realidad al deshacer los falsos cambios del ego---, el Espíritu Santo puede hablarles de la manera apropiada. Piensas que somos demasiado duros contigo, sin embargo y tal como llegarás a darte cuenta, en realidad eres tú quien es muy duro contigo mismo. Lo cierto es que no quieres mirar tu odio, pero durante esta visita vamos a mirar una parte de él.
También has señalado que crees que somos demasiado duros con otra gente. Sin embargo, repetidamente te hemos dicho que no hay nadie más. NO hay otra gente. De modo que sigamos adelante, y llegará el momento en el que te darás cuenta de que nuestras palabras son pronunciadas con el propósito de producir un resultado eventual, y ciertamente no para juzgar un mundo que no existe.
Arten: Antes de desenmascarar al ego, tu falso amigo, repitamos una de las lecciones el Libro de Ejercicios. Queremos abordar el tema del perdón aquí porque vamos a señalar algunas cosas respecto del ego que pueden alterarte un poco, y, para que no te desmoralices, queremos resaltar antes de tiempo que hay formas simples---no necesariamente fáciles, a menos que seas un maestro avanzado---. de deshacer el ego.
Has estado practicando con el Libro de Ejercicios por más de seis meses y vas bien. Sin embargo, cuando las cosas ocurren rápidamente en tu mundo, a veces sigues condenando a los demás. Casi todo el mundo lo hace, incluso los estudiantes avanzados del Curso. De modo que tenemos una pregunta para ti.
¿Qué pasaría si te negara a transigir con lo que has aprendido del Curso? No me estoy refiriendo únicamente a tu manera de hablar de los principios del Curso con los demás.
Estoy hablando de cómo practicas lo que predicas, no de que tengas que predicar nada. ¿Qué pasaría si siguieras una lección del Libro de Ejercicios al pie de la letra y aplicaras sus principios cada día tal como hizo J cuando apareció en un cuerpo?
Gary: ¿Qué lección del Libro de Ejercicios queréis que repita y siga al pié de la letra?
Arten: Una muy importante. Quiero que leas la primera mitad de la lección 68. Lee hasta la tercera oración del cuarto párrafo y después detente. Podrás hacer el resto más tarde. Mientras lees, piensa qué pasaría si hicieras siempre eso que te dice. Piensa en lo que podría hacer para tu paz mental y tu fortaleza psicológica si siempre lo hicieras. No estoy diciendo que la mayoría de la gente lo practique siempre. La mayoría no lo hace. Sólo estoy preguntando, ¿qué pasaría si lo hicieras tú?
Ves, ahora mismo tu mente juzga y condena automáticamente.
Los pensamientos y la conducta de la mayoría de la gente son en realidad muy previsibles, por muy interesantes e individualistas que puedan creer que son. Uno de los objetivos del Curso es entrenar tu mente para que llegue el día en que, en lugar de juzgar automáticamente, perdones automáticamente. Si adoptaras este hábito, los beneficios para tu mente serían inconmensurables.
Gary: Es como uno de los principios de los milagros del principio del Texto, cuando dice: <Los milagros son hábitos....>
Arten: Sí. Te acostumbras tanto a seguir el sistema de pensamiento del Espíritu Santo que su verdadero perdón se convierte en una segunda naturaleza para ti. ¿Por qué no lees esa parte de la lección del Libro de Ejercicios? Ya sé que lo has hecho, pero hazla esta vez con más determinación.
Gary: De acuerdo, Maestro ascendido.
El Amor No Abriga Resentimientos
Tú, que fuiste creado por el Amor a semejanza de Sí Mismo, no puedes abrigar resentimientos y conocer tu Ser. Abrigar resentimientos es olvidarte de quién eres.
Abrigar resentimientos es verte a ti mismo como un cuerpo. Abrigar resentimientos es permitir que el ego gobierne tu mente y condenar el cuerpo a morir.
Quizá aún no hayas comprendido del todo lo que abrigar resentimientos le ocasiona a tu mente. Te hace sentir como si estuvieras enajenado de tu Fuente y fueses diferente de Él.
Te hace creer que Él es como aquello en lo que tú piensas que te has convertido, nadie puede concebir que su creador sea diferente de sí mismo.
Escindido de tu Ser, el Cual sigue consciente de Su semejanza con Su Creador, tu Ser parece dormir, mientras que la parte de tu mente que teje ilusiones mientras duermes, parece estar despierta. ¿Podría ser todo esto el resultado de abrigar resentimientos?
¡Desde luego que sí! Pues aquél que abriga resentimientos niega haber sido creado por el Amor, y en su sueño de odio, su Creador se ha vuelto algo temible. ¿Quién podría tener sueños de odio y no temer a Dios ? Es tan cierto que aquellos que abrigan resentimiento forjarán una nueva definición de Dios de acuerdo a su propia imagen, como que Dios los creó a Semejanza de Sí Mismo y los definió como parte de Él. Es tan cierto que aquellos que abrigan resentimientos sentirán culpabilidad, como que los que perdonan hallarán la paz.
Y es igualmente cierto que aquellos que abrigan resentimientos se olvidarán de quienes son, como que los que perdonan lo recordarán. ¿No estarías dispuesto a abandonar tus resentimientos si creyeras que todo esto es cierto? Tal vez crees que no puedes desprenderte de tus resentimientos. Esto, sin embargo, no es sino una cuestión de motivación.
Pursah: ¿Recuerdas cuando dejaste de fumar?
Gary; Sí. Fue difícil después de haber fumado durante doce años, pero tenía la motivación necesaria. Vi morir a mis padres por los efectos del tabaco; después de 40 años no pudieron dejarlo. De modo que lo hice por ellos y por mí.
Pursah: Tu motivación para abandonar los resentimientos es tan importante para tu vida real como dejar de fumar lo fue para tu vida corporal. Todos los cuerpos acaban muriendo, pero tu vida real está en el Cielo, y puedes también alcanzar la paz y la felicidad durante tu vida temporal aquí. Éstas son tus motivaciones.
Arten: A veces estas motivaciones no parecerán suficientes. Gary, lo que va a ocurrir es que cuando trates de perdonar, a veces podrás hacerlo. Sin embargo, si realmente te esfuerzas por hacer el Curso, te toparás frecuentemente con un montón de cosas que no querrás perdonar o a las que no querrás renunciar. Así es como se muestran tu resistencia y tu odio oculto e inconsciente. Esas son las cosas que no quieres mirar y que vas a tener que mirar. Es posible entender de qué están hechas estas cosas comprendiendo el sistema de pensamientos del ego y su plan de ataque.
Gary: Deduzco que las cosas que no quiera perdonar, o siquiera mirar de cerca, son los pecados secretos y odios ocultos de los que habla el Curso, que son un símbolo de cómo me odio a mí mismo, sólo que los he proyectado para que parezcan estar fuera de mí. El modo de perdonarme y de ayudar al Espíritu Santo a gobernar mi mente inconsciente es revelar y observar estas cosas con Él, y seguir perdonándolas. Cuando digo que el Espíritu Santo gobernará mi mente inconsciente, recuerdo que en realidad Él es yo, sólo que Él es mi Yo superior: o Cristo, o también podría decir la Verdad.
Supongo que las cosas materiales y los deseos mundanos a los que no quiero renunciar son los falsos ídolos que están allí como sustitutivos de la verdad---para que pueda perseguirlos o adorarlos---y también ayudan a convencerme de que todo esto es real.
Arten: Muy bien, Gary. Por eso el Curso quiere ayudar a la gente a darse cuenta de lo que tienen en su inconsciente, para que puedan librarse de ello. La mayoría de la gente, especialmente la gente agradable y espiritual, desconoce el sistema de pensamiento asesino que dirige el universo, o el odio que reside debajo de la superficie de su mente. Muchos tampoco quieren saberlo. La mayoría de la gente sólo quiere que todo vaya a las mil maravillas. No se les puede culpar por querer la paz, pero la verdadera paz se encuentra deshaciendo el ego, no encubriéndolo.
Pursah: Por eso deberías recordar la motivación de paz y júbilo en esta vida. ¿No es eso mejor que sufrir? Es imposible que la gente piense: < no estoy sufriendo >, o < no me siento culpable >. Sin embargo, está allí, en la mente, esperando la oportunidad de salir a escena. ¿Por qué esperar lo inevitable cuando puedes hacer algo al respecto?
Gary: Porque tienen miedo y no quieren.
Pursah: Porque el ego no quiere. Cuando Jesús pregunta si prefieres tener razón o ser feliz, Él sabe que en realidad no quieres renunciar a muchos de tus resentimientos, ídolos y tentaciones.
Gary: Puedo resistirlo todo menos la tentación.
Pursah: Sí, pero, ¿qué es la tentación en realidad? El Curso no es para nada impreciso en la respuesta a esta pregunta:
La lección que la tentación siempre quiere enseñar, en cualquier forma en que se presente e independientemente de donde ocurra, es ésta: quiere persuadir al Hijo de Dios de que él es un cuerpo, nacido dentro de lo que no puede sino morir, incapaz de librarse de su flaqueza y condenado a lo que el cuerpo le ordene sentir.
¿Por qué no miramos el plan del ego y vemos cómo trata de llevar esto a cabo?. Explicaremos mucho más sobre el verdadero perdón en las próximas dos visitas. Durante la última, indicaremos la fabricación de todo un nuevo nivel de la mente para que el sistema de pensamiento del ego pueda representarse a través de ti, sin que tú seas consciente de él. Estás siendo usado, y ni siquiera lo sabes. Has sido un robot. Ya es hora de que vayas recuperando tu vida, tu verdadera vida. Para conseguirlo, no obstante, tienes que saber con qué estás lidiando.
El ego es una obra intrincada. Ya hemos dicho que el pensamiento de separación de Dios parece haber sido proyectado fuera de la mente---y tú con él---y así se fabricó todo un universo que incluye tu cuerpo y todos los demás cuerpos. A propósito, tu cuerpo parece estar vinculado a ti, pero en realidad está fuera de ti, como todo lo demás que percibes. Puesto todo lo que parece estar fuera de ti es igualmente ilusorio, tu cuerpo debería ser considerado ni más real o importante para ti que el de cualquier otra persona.
Las personas son como fantasmas, aunque a un nivel aparentemente diferente. Piensan que sus cuerpos están vivos, pero no lo están. Sólo ven lo que quieren ver. Por eso dijo J: <Dejad que los muertos entierren a sus muertos >. La gente necesita ayuda para encontrar la verdad y ser guiados hasta nuestro hogar. Necesitan la Ayuda del Espíritu Santo, pero el Espíritu Santo también necesita tu ayuda en forma del perdón de las imágenes que ves.
Obviamente, esto no significa que el cuerpo deba ser despreciado. Al mismo tiempo, no deberías dejarte impresionar por él más que J, como comenta en este breve pasaje del Curso:
El cuerpo es el ídolo del ego, la creencia en el pecado hecha carne y luego proyectada afuera.
Esto produce lo que parece ser una muralla de carne alrededor de la mente, que la mantiene prisionera en un diminuto confín de espacio y de tiempo hasta que llegue la muerte, y disponiendo de un solo instante, en el que suspirar, sufrir y morir en honor de su amo. Y este instante no santo es lo que parece ser la vida: un instante de desesperación, un pequeño islote de arena seca, desprovisto de agua y sepultado en el olvido.
Gary: El Texto dice que el segundo de los 4 obstáculos para la paz es la creencia de que lo que el cuerpo ofrece es valioso.
Arten: Muy bien. Eso está directamente relacionado con tu atracción a la culpabilidad y el dolor. Lee <Los obstáculos para la paz> con mucho cuidado. Tienes que comprender que te sientes atraído por todo el sistema del ego. Has confundido placer con dolor. Te sientes atraído inconscientemente hacia el pecado, la culpa, el miedo, el dolor y el sufrimiento. Esto no te hace diferente de los demás, sólo que tú serás una de las personas que es consciente de este hecho, de modo que podrás observarlo, perdonarlo y finalmente librarte de ello. La mayoría de las personas no saben que van secretamente detrás de aquello que de algún modo les castigará, no es todas las áreas de su vida, pero siempre en alguna.
Gary: Como la mariposa alrededor de la luz.
Arten: Exactamente. Puedes sentarte en primera fila de la clase. Gary: Yo soy la clase.
Arten: Entonces no te quedes atrás. Recuerda, la gente cree inconscientemente que merece ser castigada por atacar a Dios y por arrojar lejos de sí el Cielo, y representa esta creencia en muchas maneras evidentes y dramáticas. También la representa en otras formas no tan evidentes y más sutiles, como tú siendo fan de los Red Sox.
Gary: ¡Oye! Cualquier equipo puede tener un mal siglo.
Arten: ¿Tienes alguna otra pregunta antes de proseguir?
Gary: Bueno, no sé. Si te planteo otra pregunta, ¿habrá alguna venganza divina?
Arten: No, y tampoco ha habido ninguna en la historia del universo.
Gary: Entonces sólo una cosa. Estaba empezando a anotar parte de lo que has dicho, y aunque sé que vosotros sois muy geniales, algunas de vuestras afirmaciones parecen un poco arrogantes. Quiero decir que yo veo vuestras caras, oigo vuestras voces y me llega vuestra actitud. Pero, para la gente que no os vea, algunas de las cosas que decís podrían parecer un poco diferentes una vez impresas de lo que son cuando las escuchas en persona. ¿Hay algo que pueda hacer a este respecto?
Arten: Claro. Explícalo tal como acabas de hacerlo. Asimismo la gente debería recordar que he dicho que íbamos a ser muy directos, pero déjame que añada un par de cosas sobre lo que no hemos dicho. Nunca hemos dicho que un Curso de Milagros sea el único camino a Dios, y nunca hemos dicho que nuestras palabras son el único camino hacia Un Curso de Milagros. El nuestro es un acercamiento. Es para algunos, no para todos. Dicho esto déjame recordarte que hemos venido aquí para ayudarte a ahorrar tiempo. Si verdaderamente quieres conocer a Dios, nosotros queremos que encuentres tu camino a la experiencia de la verdad absoluta tan pronto como te sea posible. Como hemos visto antes, el Curso enseña que: <El milagro reduce al mínimo la necesidad del tiempo>. Nuestro objetivo es ayudarte a comprender el milagro.
Más adelante hablaremos del propósito del Espíritu Santo para el universo, proporcionándote nada menos que la respuesta a lo que llamas vida. Como hemos dicho, todo el mundo quiere que su vida tenga significado y propósito. El curso no es misterioso en cuanto a cuál es la respuesta a esa búsqueda. En primer lugar, examinemos más de cerca la luz del ego en el nivel del mundo y veamos por qué la mariposa se siente tan atraída hacia ella.
Pursah: Ya hemos establecido que el universo que ves simboliza el pensamiento de que te has separado de Dios---presentado de muchas formas--- y que en secreto te sientes aterrorizado y tremendamente culpable de la separación. En este nuevo nivel del mundo de los cuerpos, el pensamiento de separación parece haber sido proyectado fuera de ti. Ahora las causas sustitutas del pecado, la responsabilidad proyectada por la culpabilidad y los numerosos motivos imaginarios por todo tipo de miedos, se encuentran en algún lugar fuera de ti y , por supuesto, los demás también ven todo esto fuera de ellos mismos.
Una vez que comprendes esto, no resulta muy difícil ver la escenificación de la separación y la proyección de culpa inconsciente funcionando en el mundo de cada día. El ego ha dispuesto a las personas y grupos unos contra otros en todo su guión de la historia del universo, garantizando la representación de la separación en las relaciones individuales.
Solo cuando todo el mundo haya despertado del sueño acabará el pensamiento de separación.
En ese mundo, incluso en la unión, sigue habiendo separación. Para producir esto, el ego fabricó las relaciones especiales. Como hemos dicho antes, la dualidad viene acompañada por el amor especial y el odio especial. El amor que todo lo abarca ahora es selectivo, por eso en realidad no es amor, aunque bien pasa por el amor. Cuando pareces entrar en encarnación eres inmediatamente parte de algún tipo de familia, lo que significa que no eres parte de otras familias, clases económicas, culturas, grupos étnicos y países. Ya eres, en muchos sentidos, diferente de los demás. Incluso existe la competencia entre familias, partes de familias, e individuos dentro de las familias.
Las relaciones especiales dentro de tu familia, sea biológica, de adopción, o un hogar sustituto, pueden ser buenas o malas, amorosas o llenas de odio, dando como resultado el amor especial o algún tipo de victimización.
Desde el principio, todos los que sueñan que viene a este mundo se ven como un cuerpo, un cuerpo muy especial de hecho. Desde este punto de vista no pueden evitarse los pensamientos de ser víctima o victimario, lo que da como resultado una proyección inconsciente del pecado y de la culpa---que están escondidos detrás de un muro de olvido---sobre alguien o algo.
Ahora todos los pecados secretos y los odios ocultos que tienes hacia ti mismo son vistos en otra parte; el hecho de estar experimentando la proyección de un sueño irreal proviene desde tu propia mente olvidada queda completamente aislado de tu conciencia. Las demás personas y los sucesos externos, o las propias acciones equivocadas---y por tanto aparentemente culpables---de tu propio cuerpo y cerebro son lo que percibes como causas de la interminable serie de miedos y situaciones, grandes y pequeñas, que llamas vida. Como J te enseña en el Curso al comparar los sueños que tienes de noche en la cama con los sueños que tienes durante el día:
Los personajes del sueño y sus acciones parecen dar lugar al sueño. No te das cuenta de que eres tú el que los hace actuar por ti, ya que, si fueses tú el que actuase, la culpa no recaería sobre ellos, y la ilusión de satisfacción desaparecería. Estos hechos no son ambiguos en los sueños. Pareces despertar, y el sueño desaparece. Pero lo que no reconoces es que lo que dio origen al sueño no desapareció con él. Tu deseo de construir otro mundo que no es real sigue vivo en ti. Y pareces despertar a lo que no es sino otra forma de ese mismo mundo que viste en tus sueños. Estás soñando continuamente. Lo único que es diferente entre los sueños que tienes cuando duermes y los que tienes cuando estás despierto es la forma que adoptan, y eso es todo. Su contenido es el mismo.
Gary: De modo que, en la ilusión, la gente proyecta su culpabilidad negada sobre los demás. Y no sólo son inconscientes de que lo están haciendo, sino que, además---como de todos modos no hay nadie allí fuera---lo que están haciendo realmente es reciclar la culpabilidad contenida dentro de su propia mente inconsciente, manteniendo al ego y a la culpa intactos.
Supongo que eso es a lo que J se refería cuando dijo: <No juzguéis y no seréis juzgados; porque con el juicio con que juzguéis se os juzgará, y con la medida con que midáis se os medirá. Esto es cierto porque, en realidad, las personas juzgan y condenan sus propias imágenes. Esto conduce a que el ego aparentemente culpable persista de una vida a la siguiente, porque lo que motivó el sueño fue la culpabilidad, y la necesidad de escapar de ella.
Pursah: Sublime, hermano mío. No lo olvides, el ego añade el astuto engaño de proyectar por igual en las relaciones de amor especial y en las relaciones de odio especial, asegurándose así la continuidad de esta dinámica de reciclaje de la culpa. Si examinas con detenimiento, algo que muy pocos hacen, verás que el amor de este mundo siempre está sujeto a alguna condición, Si esa condición no se cumple, ten cuidado.
Arten: Ahora llegamos a otro de los dispositivos favoritos del ego para mantener su vasta ilusión. Dime, Gary, ya que tienes cierta experiencia en el mundo del espectáculo, ¿qué hace un ilusionista para engañar al público en un espectáculo de magia?
Gary: Una de las cosas que suele hacer es desviar la atención del público hacia otra parte mientras lleva a cabo el truco.
Arten: ¡Sí! El ego es un maestro ilusionista, y uno de los modos en los que desvía tu atención desde el momento que naces es proporcionándote---y esto exige otro redoble de tambores, por favor---problemas. Sueles darte de bruces con los problemas y tienes que hallar las respuestas para ellos ahí afuera, en el mundo. Da lo mismo que el problema sea tu propia supervivencia o algo aparentemente tan elevado como conseguir la paz mundial.
Los problemas y sus respuestas siempre están en algún lugar ahí afuera, en el mundo o en el universo.> La verdad está ahí afuera>, dice tu generación, tanto si hablan de extraterrestres como de cualquier otro misterio o problema sustituto del ego. Pero la verdad real no está ahí afuera porque el problema real no está ahí afuera.
Sin embargo, tú sigues buscando ahí afuera, sin darte cuenta de que, como dice el Curso respecto al ego:
Sus dictados, por lo tanto, pueden resumirse simplemente de esta manera: <Busca pero no halles>.
Al buscar cuánto más cambian las cosas para ti, nada cambia en realidad, y los sepultados fardos de culpa por la aparente separación permanecen en su lugar. Entiendo que una mañana conseguiste ver tu culpa inconsciente simbolizada, cuando el Espíritu Santo hizo ese ajuste en tus ojos cuando estabas en la cama.
Gary: Sí, eso estuvo genial. No fue muy alentador, pero la luz de atrás sí que lo era, y ahora sé que estoy siendo sanado. Eso me da ánimos.
Sólo para asegurarme de que estoy entendiendo las enseñanzas del Curso: el primer nivel o metafísico en que se da el Curso, el que hablaste en tu última visita, implica percepción. El segundo nivel, el nivel del cuerpo, del mundo y del universo, del que estás hablando ahora, también involucra la percepción.
Una de las principales diferencias entre ellos es que este segundo nivel que estoy experimentando ahora, es resultado de la negación colectiva y de la proyección masiva que tuvo lugar en el primer nivel o metafísico. Esto dio como resultado el universo del espacio y del tiempo que ahora veo fuera de mí con el propósito de poseer una defensa contra mi culpabilidad oculta, mi miedo y por supuesto, Dios, de quien erróneamente tengo terror y trato de huir. La cuestión es que no estoy en contacto con estas verdades porque son inconscientes.
Las aparentes causas de mis miedos, como el dolor y la muerte, son vistas ahora como algo externo a mí, aunque el miedo sigue estando en mí. De hecho, se podría decir que los contenidos de mi propia mente son percibidos en forma simbólica como si estuvieran a mi alrededor, en lugar de dentro de mí. Por eso soy inconsciente, porque he perdido la memoria. El plan del ego para mantenerse en marcha pasa a través de la culpa---ya sea sutil como evidente---el ataque, la condenación y la continua proyección y reciclado de mi culpa. Esto a su vez, me induce a pensar equivocadamente que me estoy librando de la culpa, cuando lo que estoy haciendo realmente es aferrarme a ella, manteniéndola en mi propio inconsciente y conservando todo el círculo vicioso en funcionamiento.
Pursah: Has dicho un trabalenguas con gran precisión, hermano. Deberíamos ponerte una estrella de oro en la frente.
Gary: ¿Sería la estrella de cinco o de seis puntas?
Arten: ¡Córtala de una vez! Las bromas religiosas son trabajo nuestro.
Pursah: La buena nueva es que la dinámica del perdón del Espíritu Santo deshace el ego a ambos niveles. El principio de Expiación deshace la negación y la proyección a nivel de tu mente perdonando lo que percibes, y el Espíritu Santo deshace la negación y la proyección simultáneamente al nivel metafísico de tu mente, deshaciendo contigo además la idea de separación. Tú debes practicar el perdón en el nivel donde se encuentra tu experiencia. Sí, tienes que comprender la metafísica del Curso para comprender lo que estás haciendo. Pero tu perdón se hace aquí, lo que significa que debes de ser práctico y respetuoso hacia las demás personas y sus experiencias. En otras palabras, cuando vivas tu vida cotidiana, sé bondadoso. Tu trabajo no es corregir a los demás. Simplemente ayuda el Espíritu Santo a purificar tu mente errada cambiándola por tu mente correcta, y después déjale el resto a Él.
Gary: De modo que, a este nivel, cuando pienso según las directrices del ego, eso es mentalidad errada, y cuando pienso con el Espíritu Santo eso es mentalidad correcta.
Pursah: Sí. El tú que piensa es tú-como-mente, no como cerebro o cuerpo humano. El Curso está dirigido a la parte de tu mente que tiene que elegir entre el ego y el Espíritu Santo. Hablaremos más sobre esto en nuestras dos próximas visitas para que puedas aprender a hacerlo bien, ahorrándote varios miles de años de prueba y error, con todas las correspondientes encarnaciones. Te sorprenderá comprobar lo simple que es cuando todo esto pase a ser parte de tu actitud.
Temporalmente, iremos dividiéndolo en pasos, pero finalmente los pasos se funden en una actitud. El resultado final es la paz de Dios. Ya hemos hecho hincapié en que todo el mundo, y por tanto tú mismo, es inocente, porque lo que veis no es verdad. ¿Cómo podría ser cierto lo que veis si la separación de Dios nunca ocurrió? Y si la separación de Dios nunca ocurrió, ¿cómo podría afectarte lo que ves más de lo que afectó a J?
Arten: Algo que siempre tienes que tratar de recordar es que, impulsándote a mirar fuera de ti, el ego impide que realmente examines su sistema de pensamiento. Como ya hemos dicho, el Curso enseña que no examinar las ilusiones es una manera de protegerlas. Vamos a explorar brevemente la naturaleza del sistema de pensamiento del ego, no para darte miedo, sino para que comprendas que, si bien puede ser feo, no es tú. El modo de conseguirlo es mirándolo con el Espíritu Santo. El ego no quiere que lo mires. El ego teme tu poder de elegir en su contra. Si lo estás mirando, entonces debes estar haciéndolo con el Espíritu Santo.
Si te unes a Él, dejas de estar en tu mente errada y empiezas a mirar las cosas con tu mente correcta. Dejas de ser un efecto en lugar de ser una causa. Ya no estás solo como un individuo culpable, sino reconectado con tu Ser.
Mira el ego sin juicio ni miedo. Si no es real, entonces no hay nada que temer. Pero es algo para perdonar. Así, para perdonarte a ti mismo y a los demás, vas a tener que estar dispuesto a examinar de que maneras manipulas a la gente y las suprimas mentalmente. Eso en realidad no eres tú, sino que es parte del sistema que inconscientemente crees ser tú.
Por cierto, al tratar la ilusión del tiempo, debes entender que el pecado se equipara con el pasado, la culpa con el presente y el miedo con el futuro. Por supuesto, podría ser el futuro inmediato o un futuro distante. En realidad no importa. Como ejemplo, supongamos que te están robando a punta de pistola y piensas que podrías morir. O quizá te preocupe tu jubilación dentro de 20 años. Estos sucesos tienen formas diferentes, pero en realidad son lo mismo. La verdadera razón por la que tienes miedo es que crees que has pecado. Si no creyeras en el sistema del ego, no podrías tener miedo. Es posible que pienses que no tener ningún miedo sería malo para tu eficacia y supervivencia. Sin embargo, ¿cuándo eres más eficaz, cuando tienes miedo o cuando no lo tienes?
También deberías reconocer que el miedo, el pecado, la rabia, la culpa, los celos, la ira, el dolor, la preocupación, el resentimiento, la venganza, la aversión, la envidia y todas las demás emociones negativas son todas versiones de la misma ilusión. Por eso el Curso enseñó muy claramente, desde antes de que aparecieran todos los que toman prestado material del Curso:
El miedo y el amor son las únicas emociones que eres capaz de experimentar.
Las personas que toman prestado material del Curso en lugar de enseñarlo, cometen en líneas generales uno de dos errores. O bien tratan de elaborar una versión secular del Curso, que no funcionará porque cuando excluyes a Dios estás ignorando el único problema verdadero---la aparente separación de Él---o crean una versión que incluye a Dios, pero es un sistema dualista. Esto también falla en solucionar el problema real debido a la mismísima naturaleza de la dualidad. ¿Cómo puedes deshacer la separación de Dios creyendo que Dios creó y reconoce la separación? Así, estas personas desperdician mucho tiempo reforzando la aparente separación en lugar de corregirla.
Pursah: Entonces, ¿cuál es la naturaleza del ego que llevas en tu inconsciente, y que él no quiere que examines?
Gary: Pensaba que nunca ibas a preguntármelo.
Pursah: Eres un sabio. Su naturaleza es odio. Incluso al observar el odio, al cual la mayoría de la gente racionaliza o bien le resta importancia, no se da cuenta de que---como has indicado astutamente---en realidad es odio a sí mismos. De modo que tú y los demás veis a gente en el mundo que odia, ataca, y que incluso se matan unos a otros, o que están dispuestos a herir, y hasta matarte si se presenta la oportunidad. Las variantes de esto son interminables. Puede ser tan simple como sentirte incómodo con aquellas personas con las que estás en desacuerdo, ya sea personal o políticamente. Puede evidenciarse bajo la forma de personas del trabajo que tratan de hacerte la vida imposible o de parientes que no te dan suficiente apoyo. O puede haber entornos que sean físicamente más intimidatorios.
Pero, el caso es que siempre que tomas el odio que sientes hacia ti mismo---por haber botado el Cielo a la basura---y fabricas un mundo donde puedes ver fuera de ti las razones de ese odio, tu culpa y falta de paz, casi siempre conectadas de alguna forma con otros seres. Ahora la culpa no está en ti. No eres tú quien te despojó de la paz de Dios, son ellos. Por supuesto, en realidad nadie puede despojarte de la paz de Dios excepto tu propia decisión; y esto sigue siendo tan cierto hoy como el primer día de la aparente separación. Te has involucrado en la aparente verdad de todo esto y, con el propósito de resolverlo, conectas todo de forma tal que ahora los responsables están ahí fuera, exactamente donde querías que estuvieran.
Gary: Las personas que me causan problemas....... ¿Yo quiero que aparezcan?
Pursah: No te equivoques, quieres que estén allí, sin excepción. Son tus chivos expiatorios. Si pudieras recordar este hecho la próxima vez que un auténtico provocador te irrite, podrías callarte, pensar con el Espíritu Santo y cambiar de mentalidad. Quieres que estén allí , sin duda. Siempre. Lo necesitas. Así es como te engañas a ti mismo pensando que no eres culpable, o al menos no terriblemente culpable, y así puedes ir sobrellevando esto la mayor parte del tiempo, porque la culpa está en otra parte.
Mientras estés atrapado en el laberinto no podrás ver que todo ello es innecesario, porque, para empezar, nunca fuiste culpable. Todo el laberinto es una ilusión para defenderte de una ilusión.
No lo olvides, crees que eres culpable a un nivel mucho más profundo del que te das cuenta. Necesitas de tus defensas porque la alternativa es impensable para tu ego---que pudieras mirar realmente tu culpabilidad---, cuyo horror está ahora encubierto por el mundo.
El ego te tiene convencido de que mirar lo horrendo de esta culpa equivale a la muerte. Para evitar la perversidad que acompaña a este complicado problema, lo proyectas hacia fuera olvidando que todo lo que va, vuelve, porque en realidad nunca se ha ido.
Quien ve a un hermano como un cuerpo lo está viendo como el símbolo del miedo. Y lo atacará, pues lo que contempla es su propio miedo proyectado fuera de sí mismo, listo para atacar, y pidiendo a gritos volver a unirse a él otra vez. No subestimes la intensidad de la furia que puede producir el miedo que ha sido proyectado. Chilla de rabia y da zarpazos en el aire deseando frenéticamente echarle mano a su hacedor y devorarlo.
Esto es lo que contemplan los ojos del cuerpo en uno que el Cielo tiene en gran estima, los ángeles aman y Dios creó perfecto.
Arten: Siguiendo con esta línea de las enseñanzas de Curso, el ego siempre está tratando de encontrar formas que te impidan examinar de cerca su sistema de pensamiento.
El ego te pide imperiosamente que no mires dentro de ti, pues si lo haces tus ojos se posaran sobre el pecado y Dios te cegará.
Como explica J, esto no es lo que realmente le preocupa al ego:
Tras tu temor de mirar en tu interior por razón del pecado, se oculta todavía otro temor, y uno que hace temblar al ego. ¿Qué pasaría si mirases en tu interior y no vieses ningún pecado? Esta <temible > pregunta es una que el ego nunca se plantea. Y tú que la haces ahora estás amenazando demasiado seriamente todo su sistema defensivo como para que él se moleste en seguir pretendiendo que es tu amigo.
Pursah: A propósito, no dejes que esta última oración te atemorice, no es la intención de J. El ego ya te odia. Si se encona, ¿qué más da? En cualquier caso habría terminado llegando a ese punto. Lo extraño es que ahora, cuando piensas en ello, te das cuenta de que, sea lo que sea lo que te odia, en realidad no está fuera de ti, está dentro, justo a tu lado. El sistema de pensamiento asesino del ego ya no puede ser negado ni proyectado. Tu única salida es deshacerlo.
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