20 de julio de 2010

LA VIDA ENTRE VIDAS - Michael Newton – Parte 1

© 1994. Michael Newton.

Introducción

¿Le asusta la muerte? ¿Se pregunta qué le ocurrirá después de la muerte? ¿Es posible que su espíritu haya venido de algún otro lugar al cual regrese cuando el cuerpo muera, o es sólo un sentimiento esperanzador ante el temor a la muerte?

Es una paradoja que los humanos sean las únicas criaturas en la Tierra que deban reprimir el temor a la muerte para llevar una vida normal. No obstante el instinto biológico nunca nos deja olvidarnos de este último peligro para nuestras vidas. A medida que nos hacemos mayores somos cada vez más conscientes de la existencia del espectro de la muerte. Incluso la gente religiosa terne a la muerte como el final de la persona. El miedo a la muerte nos evoca la soledad que ésta conlleva y que acaba con todas las relaciones de familia y amigos. La muerte hace que todos nuestros planes terrenales parezcan inútiles.

Si la muerte fuera el fin para todos, la vida no tendría ningún sentido. Sin embargo, hay algo dentro de nosotros que nos permite concebir un más allá, una especie de conexión con un poder superior e incluso un alma inmortal. Si es verdad que tenemos un alma, ¿dónde va después de la muerte? ¿Existe en realidad una especie de cielo lleno de espíritus inteligentes fuera de nuestro universo físico? ¿Cómo es ese cielo? ¿Qué hacemos cuando llegamos allí? ¿Hay un ser supremo a Cargo de este paraíso? Estas preguntas son tan antiguas como el hombre mismo e incluso hoy siguen siendo un misterio para la mayoría de nosotros.

Las verdaderas respuestas al misterio de la vida después de la muerte permanecen encerradas detrás de una puerta espiritual en la mayoría de los hombres. La razón de esta circunstancia es que poseemos un sistema de amnesia incorporada y automática con respecto a la identidad de nuestra alma, lo cual ayuda a que aparezca el alma y la mente humana en el nivel de consciencia. En los últimos años se ha oído hablar de personas que-han muerto temporalmente para después volver a la vida y contar que han visto un largo túnel, luces brillantes e incluso han tenido un pequeño encuentro con espíritus amigos.

Sin embargo, ninguna de estas experiencias que han recogido los muchos libros escritos sobre la reencarnación nos ha dado algo más que una fugaz visión de lo que puede ser la vida después de la muerte.

Este libro es un diario íntimo del mundo espiritual. Relata una serie de casos reales que revelan con gran detalle lo que nos ocurre después de que nuestra vida en la Tierra termina. A través de estas experiencias viajará más allá del túnel espiritual y entrará en el mundo de los espíritus para descubrir lo que les sucede a las almas antes de encarnarse en otra vida terrenal.

Yo soy escéptico por naturaleza, aunque no lo parezca por el contenido de este libro.

Como asesor psicológico e hipnoterapeuta, mi especialidad es la modificación del comportamiento aplicado al tratamiento de enfermedades psicológicas. Gran parte de mi trabajo supone una reestructuración cognitiva de mis clientes a corto plazo ayudándoles a conectar pensamientos y emociones que les induzcan a un comportamiento saludable.

Además, tanto ellos corno yo eludirnos el significado, la función y las consecuencias de sus creencias porque yo parto de la base de que ningún problema mental es imaginario.

En mis primeras experiencias profesionales me resistía a las peticiones que me hacían algunos clientes de indagar en vidas pasadas debido a mi orientación hacia la terapia tradicional.

Cuando utilizaba las técnicas de hipnosis regresión para determinar los orígenes de recuerdos perturbadores y traumas infantiles creía que cualquier intento de llegar a una vida pasada era poco ortodoxo y nada científico. Mi interés por la reencarnación y la metafísica se limitaba a una curiosidad intelectual hasta que trabajé con una persona joven en un caso de control del dolor.

Mi cliente se quejaba de un dolor crónico en el costado derecho que había sufrido toda su vida. Una de las técnicas utilizadas en hipnoterapia para controlar el dolor es hacer que el sujeto consiga recrear el dolor para así aprender a rebajarlo y por lo tanto adquirir control sobre él. En una de nuestras sesiones de intensificación del dolor, este hombre se imaginó que había sido apuñalado para revivir este tormento. Al buscar los orígenes de esta imagen llegué a descubrir una vida anterior en la que esta persona era un soldado en la Primera Guerra Mundial muerto por una herida de bayoneta en Francia. Así mi cliente fue capaz de eliminar por completo el dolor.

Animado por mis propios clientes, empecé a experimentar con la técnica de conducir a algunos de ellos hacia momentos pasados antes de su último nacimiento en la Tierra. En un principio me preocupaba la idea de que el sujeto integrara necesidades, creencias y miedos actuales y creara fantasías en forma de recuerdos. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que me di cuenta de que nuestros recuerdos pasados ofrecen experiencias demasiado reales e interconectadas para ser ignoradas. Llegué a apreciar el valor terapéutico que tiene la fuerte relación existente entre un cuerpo y la vida de su alma en el pasado y lo que somos en la actualidad.

En ese momento hice un descubrimiento de enormes proporciones. Descubrí que era posible observar el mundo espiritual a través de los ojos de la mente de un individuo en estado de hipnosis que era capaz de informarme de la vida “entre” las vidas en la Tierra.

El caso que me abrió las puertas del mundo de los espíritus fue el de una mujer de mediana edad que era un paciente especialmente receptivo en estado de hipnosis. Me había estado hablando de sus sentimientos de soledad y abandono en ese delicado momento en el que un sujeto ha terminado de recordar su vida pasada más reciente. Esta persona tan poco común llegó al estado más profundo de alteración de la consciencia casi por sí misma. Sin darme cuenta de que estaba provocando este estado con una orden casi imperceptible, le sugerí que llegara hasta la fuente de esta falta de compañía. A la vez y sin advertirlo utilicé una de las palabras clave para desatar el recuerdo espiritual.

También le pregunté si había un «grupo» específico de amigos a quien echara más de menos.

Repentinamente mi cliente se echó a llorar. Cuando le pedí que me explicara que le pasaba, ella dijo repentinamente «Echo de menos a algunos de los amigos de mi grupo y por eso me siento muy sola en la Tierra». Confundido, le pedí que me explicara con más detalle dónde estaba este grupo de amigos. «Aquí, en mi hogar permanente —contestó con simpleza— ¡y ahora estoy viendo a todos ellos!».

Después de terminar la sesión con esta persona y repasar las grabaciones de las sesiones con ella, pude reconocer que para llegar al mundo del espíritu se debe extender la regresión a vidas pasadas. Existen muchos libros sobre vidas pasadas pero no he podido encontrar ninguno que hablara de nuestras vidas como espíritus o de cómo acceder a los recuerdos de esta vida. Decidí investigar yo mismo y con la práctica adquirí mayor capacidad para entrar en el mundo del espíritu a través de mis clientes. También aprendí que para cualquier persona es mucho más significativo encontrar su lugar en el mundo espiritual que recordar sus vidas anteriores en la Tierra.

¿Cómo es posible alcanzar el alma a través de la hipnosis? Imagine la mente como si estuviera formada por tres círculos concéntricos, cada uno menor que el anterior, situado en su interior y separado de los demás por capas de consciencia mental conectadas entre ellas. La primera capa, la más exterior, representa a la mente consciente, nuestra fuente de razonamiento crítico y analítico. La segunda es la del subconsciente, en el que entramos en estado de hipnosis para llamar a la puerta del «almacén» de recuerdos de todo aquello que nos ha sucedido en esta vida o en vidas pasadas. La tercera capa situada en el centro interior es lo que ahora se llama la mente superconsciente. Este nivel contiene el centro más

El superconsciente alberga nuestra identidad verdadera, aumentada por el subconsciente en el que se sitúan el resto de los «otros-yo» que asumimos en cuerpos anteriores. El superconsciente podría no ser una capa más sino el alma misma. La mente superconsciente representa nuestro centro más importante de sabiduría y perspectiva y es de esta fuente de energía inteligente de donde me llega toda la información sobre la vida después de la muerte.

¿Es válido el método de la hipnosis para descubrir la verdad? Las personas en estado de hipnosis no producen alucinaciones ni sueños. Los hombres no sueñan en secuencias cronológicas ni alucinan en un estado de trance directo. Cuando a un sujeto se le induce a un estado de trance las ondas de su cerebro aminoran progresivamente su ritmo de vibración desde el estado beta de consciencia pasando por el estado de meditación alfa hasta los distintos niveles del campo Theta. El campo Theta representa el estado hipnótico, no el sueño. Cuando dormimos llegamos al estado final delta en el que los mensajes del cerebro pasan al campo del subconsciente y se expresan a través de nuestros sueños. Sin embargo, en el estado Theta la mente consciente no está en estado total de subconciencia y por tanto puede recibir y enviar mensajes con todos los canales de la memoria abiertos.

Una vez en estado de hipnosis, la gente refiere las imágenes que ve y los diálogos que oye en su mente inconsciente de manera literal. Al responder a las preguntas, el individuo no puede mentir pero puede malinterpretar algo que ha visto en su mente inconsciente de la misma manera que puede hacerlo en estado consciente. Bajo la hipnosis la gente tiene problemas al encontrarse con algo que no considera verdad.

Algunos críticos de la técnica de hipnosis creen que un sujeto en trance puede inventar recuerdos e influir en las respuestas para ajustarse al marco teórico que le sugiere el hipnotista. Yo creo que esta generalización tiene una base falsa. En mi trabajo, yo trato cada caso como si estuviera oyendo la información que me da mi cliente por primera vez.

Si un individuo fuera de alguna manera capaz de superar el procedimiento de la hipnosis y creara una historia fantástica sobre el mundo del espíritu o hiciera asociaciones libres a partir de ideas preconcebidas sobre la vida eterna, sus respuestas pronto dejarían de ser consistentes con las de otros casos. Yo pronto aprendí lo importante que es cotejar la información y no he encontrado pruebas de alguien que hubiera inventado sus experiencias espirituales para complacerme. Por el contrario, los individuos en estado de hipnosis no dudan en corregirme si malinterpreto sus relatos.

A medida que crecía mi archivo, descubría a base de intentos fallidos la manera de enunciar mis preguntas sobre el mundo espiritual con la secuencia adecuada. Los individuos en estado de superconciencia no están particularmente motivados para informar voluntariamente de toda la organización de la vida de las almas en el mundo espiritual. Se deben tener las llaves adecuadas para abrir las puertas correctas. Con el tiempo pude perfeccionar un método eficaz para acceder a los recuerdos de diferentes partes del mundo de los espíritus sabiendo qué puertas abrir y en qué momento de la sesión.

Poco a poco fui tomando confianza y cada vez más gente notaba que me sentía cómodo con la idea del más allá y por tanto que podía hablarme sobre ello. Mis clientes representan a hombres y mujeres variados: algunos muy religiosos y otros sin creencias espirituales particulares. No obstante, la mayoría se encuentran en un punto intermedio, habiendo creado una mezcla de filosofías muy personales sobre la vida. Lo más sorprendente con lo que me encontré en mis investigaciones es que una vez que los individuos retrocedían a su estado de almas, todos mostraban una extraordinaria consistencia en sus respuestas sobre el mundo espiritual. Algunos de ellos incluso utilizaban coloquialmente las mismas palabras y las mismas imágenes en las descripciones de sus vidas como almas.

Sin embargo, esta homogeneidad de experiencias entre tantos clientes no me disuadió de verificar continuamente la información entre mis clientes y corroborar las actividades específicas que realizaban como almas. Existían algunas diferencias en la manera de relatar la información entre los distintos casos pero se debía más al desarrollo que habían alcanzado las almas que a las variaciones con las que cada caso veía el mundo espiritual.

Las investigaciones avanzaban lentamente pero a medida que iba creciendo el número de casos, obtenía un modelo del mundo eterno donde viven las almas con el que poder trabajar. Descubrí que las ideas sobre el mundo de los espíritus encierran verdades universales de las almas de aquellos en la Tierra. Fueron estas percepciones, transmitidas por muchos tipos distintos de personas, las que me convencieron de que su información era fiable. Yo no soy una persona religiosa pero he descubierto que el lugar al que vamos después de la muerte está presidido por el orden y el gobierno y he llegado a agradecer la existencia de una gran concepción de la vida y el más allá.

Pensando de qué manera presentar mis investigaciones llegué a la conclusión de que el mejor era un método en el que se presentara cada caso por separado. Era la manera más descriptiva y permitiría al lector evaluar los recuerdos de mi cliente sobre el más allá.

Cada caso que he seleccionado representa un diálogo directo entre mi cliente y yo. Los testimonios están tomados de las grabaciones de mis sesiones con ellos. Este libro no pretende tratar las vidas pasadas de mis clientes sino documentar sus experiencias en el mundo de los espíritus en relación a dichas vidas.

Para aquellos lectores que encuentren difícil conceptualizar el alma como un objeto no material, los casos que aparecen en los primeros capítulos explican el aspecto y el funcionamiento de las almas. Todos los casos han sido abreviados de algún modo por razones de espacio y para dar al lector una idea ordenada de las actividades de las almas. El ordenamiento de los capítulos está destinado a mostrar la progresión normal de las almas al entrar y al salir del mundo espiritual, además de dar otro tipo de informaciones sobre los espíritus.

He comprendido los viajes de las almas desde el momento de la muerte hasta su reencarnación siguiente después de diez años de trabajo con mis clientes. Al principio me sorprendió que hubiera gente que recordara partes de su vida como alma más claramente en el caso de vidas distantes que en el de vidas recientes. No obstante, por alguna razón, ningún individuo podía recordar la cronología completa de sus actividades como alma tal y como yo la presento en este libro. Mis clientes recuerdan ciertos aspectos de su vida espiritual muy vívidamente mientras que otras experiencias se les muestran muy confusas. Por eso, incluso con estos 29 casos me resultaba imposible dar al lector toda la información que había recogido del mundo espiritual. Así, incluí en cada capítulo detalles de otros casos además de los 29 iniciales.

El lector puede considerar que mis preguntas son en ciertos casos demasiado exigentes.

En estado de hipnosis es necesario mantener al sujeto centrado en la conversación. Cuando se trabaja en el ámbito de lo espiritual las exigencias del director de la sesión son mayores que cuando se trata de recuerdos de vidas pasadas. En estado de trance normalmente el individuo tiende a dejar vagar su alma-mente mientras se le presentan interesantes escenas. Mis clientes con frecuencia me piden que no hable durante unos momentos para que puedan dejar de informarme de lo que ven y disfrutar las experiencias pasadas de su alma. Yo intento ser amable con ellos y no estructurar demasiado las sesiones pero normalmente cada sesión, de una duración de tres horas, es la única que tengo con ese cliente y hay mucho que cubrir en ese tiempo. Algunos de mis clientes vienen desde lejos y es posible que no puedan volver otra vez.

Es para mí muy reconfortante ver la expresión de sorpresa en la cara de un cliente cuando acaba la sesión. Para aquellos de nosotros que hemos tenido la oportunidad de ver nuestra propia inmortalidad emerge una nueva dimensión en la comprensión y el poder de nuestro yo. Con frecuencia: antes de despertar a mis clientes implanto recuerdos apropiados para el estado de post-sugestión. Tener un conocimiento consciente de la vida de nuestra alma en el mundo espiritual y un historial de existencias físicas en otros planetas infunde a estas personas un sentido más profundo del rumbo y la energía de sus vidas.

Para terminar, debo decir que lo que están a punto de leer puede conmocionar sus ideas preconcebidas sobre la muerte. El material que aquí se presenta puede estar en contradicción con sus creencias religiosas y filosóficas. Habrá lectores que encuentren apoyo para sus opiniones actuales. Habrá otros para los cuales la información que ofrecen estos casos parezca una historia subjetiva semejante a un cuento de ciencia ficción. Sea cual sea su opinión, confío en que reflexionará sobre las implicaciones que habría para la humanidad si lo que mis clientes tienen que decir sobre la vida después de la muerte es cierto.

1. Muerte y partida

Caso 1

S. (Sujeto): ¡Oh, Dios mío! ¡No estoy muerto de verdad! Quiero decir que mi cuerpo está muerto —lo puedo ver debajo de mí— pero yo estoy florando... Miro hacia abajo y veo mi cuerpo tendido en la cama del hospital. Todos a mi alrededor creen que estoy muerto, pero no lo estoy. Quiero gritar: ¡Eh, no estoy muerto de verdad! Esto es increíble... las enfermeras están tapándome la cabeza con una sábana blanca... todos los que me conocen están llorando. Se supone que estoy totalmente muerto pero ¡todavía estoy vivo! Es muy extraño porque mi cuerpo está totalmente muerto y sin embargo yo doy vueltas a su alrededor desde arriba. ¡Estoy vivo!

Éstas son las palabras de un hombre en estado profundo de hipnosis que estaba recordando una de sus experiencias de muerte. Estas palabras nos llegan a golpes cortos y llenos de excitación mientras el individuo experimenta lo que ve y siente un espíritu que acaba de separarse del cuerpo físico. Este hombre es uno de mis clientes y yo acabo de ayudarle a recrear una escena de su muerte en una vida pasada mientras está tumbado en un cómodo sillón reclinable. Momentos antes, siguiendo mis instrucciones para inducirle al estado de trance, este individuo retrocedió en el tiempo hasta sus recuerdos infantiles. Sus percepciones subconscientes fueron surgiendo gradualmente mientras uníamos nuestros esfuerzos para alcanzar el vientre de su madre.

Más tarde le preparé para un salto al pasado a través de las brumas del tiempo utilizando visualmente un escudo protector. Cuando su mente estuvo preparada para este paso, llevé a mi sujeto a través de un túnel del tiempo imaginario hasta llegar a su última vida en la Tierra. Había sido una vida muy corta porque este hombre murió repentinamente en una epidemia de gripe en 1918.

Cuando pasó la primera sorpresa de verse morir y sentir que su alma flotaba alrededor de su cuerpo, mi cliente se preparó para relatar las imágenes visuales que su mente recreaba. Puesto que hay una pequeña parte de su mente consciente y crítica que todavía está funcionando, se da cuenta de que está viendo una experiencia del pasado.

Este cliente necesita un poco más de tiempo de lo normal para ajustarse a esta situación puesto que es un alma joven y todavía no está tan acostumbrada al ciclo de nacimiento, muerte y reencarnación como lo están otros.

No obstante, después de unos minutos se adapta y empieza a responder a mis preguntas con gran seguridad. Rápidamente elevo el nivel hipnótico de mi cliente desde el subconsciente hasta el superconsciente. Ahora está totalmente preparado para hablarme del mundo espiritual. Le pregunto qué le está ocurriendo.

R: Bueno... me estoy elevando… flotando... Me vuelvo para ver mi cuerpo. ¡Es como ver una película, sólo que yo salgo en ella! El médico está consolando a mi mujer y a mi hija. Mi mujer está llorando (El sujeto se mueve incómodo en la silla). Estoy intentando comunicarme con su mente... para decirle que estoy bien. Está tan cegada por la pena que no puedo comunicarme con ella. Quiero que sepa que he dejado de  sufrir... Me he liberado del cuerpo... No lo necesito más... La esperaré. Quiero que sepa que… pero no… me escucha. ¡Ah, ahora me estoy alejando…! Y así, guiado por una serie de órdenes, mi cliente comienza a internarse en el mundo de los espíritus. Este camino ha sido recorrido por muchos otros en la seguridad de mi despacho. Típicamente, al ampliarse los recuerdos en el estado de superconciencia los sujetos bajo la hipnosis conectan mejor con el camino del espíritu. A medida que avanza la sesión, las imágenes mentales del sujeto se traducen en palabras con más facilidad.

Las frases cortas y descriptivas se convierten en explicaciones detalladas de lo que ocurre cuando se entra en el mundo espiritual.

En libros sobre temas de medicina, autores como el doctor Raymond Moody o Isabel Kubler-Ross, han escrito sobre las experiencias del alma fuera del cuerpo en el momento de la muerte en personas que han sufrido un accidente y están en situación muy grave.

Estas personas fueron consideradas clínicamente muertas antes de que los esfuerzos de los médicos consiguieran traerles otra vez a la Tierra. Las almas son capaces de salir y regresar a los cuerpos que las acogen, particularmente en situaciones críticas para la vida cuando el cuerpo está muriendo. La gente cuenta que sus almas flotan por encima del cuerpo, especialmente en los hospitales, mientras los médicos intentan salvarles la vida.

Estos recuerdos se olvidan con el tiempo una vez que las almas vuelven a la vida.

En las primeras fases de la regresión a vidas pasadas en estado de hipnosis, las descripciones de los individuos que experimentan muertes pasadas no se contradicen con la información que tenemos de gente que experimentó la muerte real durante unos minutos. La diferencia que existe entre estos dos grupos es que las personas en estado de hipnosis no recuerdan experiencias de una muerte temporal, sino que son capaces de describir cómo es la vida después de la muerte física permanente.

¿Cuáles son las similitudes entre los recuerdos de la vida después de la muerte que tienen las personas que informan de este tipo de experiencias como resultado de una lesión física temporal y los recuerdos de la vida del más allá de un sujeto en estado de hipnosis? Ambos se ven flotando por encima de su cuerpo de manera extraña, intentando tocar objetos sólidos que se desintegran frente a ellos. Todos ellos se sienten frustrados al intentar hablar con los vivos, que no responden. Ambos dicen que sienten algo que tira de ellos y les aleja del lugar donde han muerto y experimentan una sensación de relajación y curiosidad más que de miedo.

Todas estas personas dicen notar un sentimiento eufórico de libertad y ven una luz brillante a su alrededor. Algunos ven esta blancura brillante a su alrededor cuando mueren mientras que otros observan que esta luz se encuentra más allá de una zona de oscuridad a través de la cual se sienten atraídos. Este efecto se conoce como el túnel y es bien conocido por el público.

El segundo caso que voy a exponer nos llevará más allá de la experiencia de la muerte del caso 1. Aquí, el sujeto es un hombre de unos 60 años que me describe los sucesos de su muerte en el cuerpo de una mujer joven llamada Sally, asesinada por los Indios Kiowa en un ataque al tren en el que viajaba en 1866. Aunque tanto este caso como el anterior describen experiencias de la muerte en cuerpos de un pasado reciente, la fecha de la muerte no tiene especial relevancia. Yo no he encontrado diferencias significativas entre tiempos antiguos o modernos en lo referente a las imágenes del mundo espiritual o al tipo de lecciones que nos dan.

También debo decir que una persona en trance tiene una curiosa capacidad para eliminar las fechas y los lugares geográficos de sus vidas pasadas. Esto ocurre incluso en los períodos más alejados de la civilización humana, cuando las fronteras de las naciones y los toponímicos son diferentes a los de hoy. No se recuerdan fácilmente los nombres, las fechas y los lugares de cada vida pasada, y sin embargo, las descripciones de la vuelta al mundo espiritual y la vida en el más allá se recuerdan con gran vividez en todos los casos.

La escena del caso 2 se abre en las llanuras del sur de los Estados Unidos inmediatamente después de que una flecha lanzada desde muy cerca se clavara en el cuello de Sally. Suelo tener siempre mucho cuidado al recordar escenas violentas de vidas pasadas puesto que el subconsciente frecuentemente retiene estas experiencias. El sujeto de este caso vino a mi consulta quejándose de sufrir molestias en la garganta durante toda su vida. En estos casos normalmente se utiliza la terapia del alivio y la desprogramación. Cuando el sujeto recuerda vidas pasadas utilizo el momento de la muerte para la reflexión y sitúo al sujeto de observador para reducir el dolor y la emotividad.

Caso 2

P: ¿Sientes un fuerte dolor debido a la flecha?

R: Sí.... la punta me ha desgarrado la garganta... Estoy muriendo (el sujeto comienza a susurrar mientras se sujeta la garganta con las manos). Me estoy ahogando… sale sangre... Will (su marido) me abraza... El dolor… es terrible... Estoy saliendo... Ya ha acabado todo.

Nota: Cuando el cuerpo siente un gran dolor, las almas frecuentemente abandonan el cuerpo momentos antes de que se produzca la muerte verdadera. ¿Quién puede culparlas? No obstante, permanecen cerca del cuerpo que está muriendo. Después de aplicar técnicas para calmar al sujeto, le hago pasar del subconsciente al superconsciente para iniciar la transición a los recuerdos espirituales.

P: Bien. Sally, has aceptado el hecho de que te han matado estos indios. ¿Podrías describirme la sensación exacta que sientes en el momento de la muerte?

R: Es como… una fuerza… de algún tipo... que me empuja a Salir de mi cuerpo.

P: ¿Te empuja? ¿Hacia dónde?

R: Me hace salir por encima de la cabeza.

P: ¿Qué es lo que ha salido?

R: ¡Bueno pues... yo!

P: Describe lo que quieres decir con «yo». ¿Cómo es eso que llamas «yo» cuando está saliendo de tu cuerpo?

R: (Pausa) Es como... un punto... que irradia luz...

P: ¿Cómo irradias luz?

R: Con… mi energía. Soy algo así como blanco transparente... mi alma...

P: ¿Y cambia algo este punto de energía luminosa cuando sale de tu cuerpo?

R: (Pausa) Parece que crece algo... mientras me muevo.

P: Si tu luz se está expandiendo, ¿cómo eres ahora?

R: Como un hilo... delgado… que cuelga...

P: ¿Y qué sientes durante e] proceso de salir del cuerpo?

R: Bueno, es como si me pelaran la piel... como pelar un plátano. Pierdo el cuerpo de un golpe.

P: ¿Es una sensación desagradable?

R: ¡Oh no! Es maravilloso sentirse libre de dolor, pero... estoy... desorientada... No esperaba morir... (La tristeza se está apoderando de la voz de mi cliente pero yo quiero que se centre en su alma un minuto más, en vez de prestar atención a lo que está ocurriendo en la Tierra con su cuerpo).

P: Comprendo, Sally. Te sientes algo desplazada como alma en este momento. Esto es normal en una situación como la que acabas de vivir. Escucha y responde a mis preguntas. Dijiste que estabas flotando. ¿Puedes moverte libremente después de morir?

R: Es extraño... es como si estuviera suspendida en el aire, pero no es aire... no existen límites... no hay gravedad... soy ingrávida.

P: ¿Quieres decir que es algo parecido a estar en el vacío?

R: Sí... no hay nada sólido a mi alrededor. No existen obstáculos con los que pueda chocar... Estoy flotando…

P: ¿Puedes controlar tus movimientos? ¿Hacia dónde vas?

R: Sí... puedo hacerlo...pero noto como me empujan hacia una zona blanca y luminosa... ¡Es muy brillante!

P: ¿Es igual de intensa por todos lados esta blancura?

R: Es más luminosa… en la zona más alejada de mí... y de un blanco más grisáceo... gris… hacia donde está mi cuerpo... (Empieza a llorar). ¡Oh mi pobre cuerpo!... Todavía no estoy preparada para dejarlo. (El sujeto se echa hacia atrás en el sillón como si estuviera resistiéndose a algo).

P: No te preocupes, Sally. Estoy contigo. Quiero que te relajes y me digas si la fuerza que te sacó de tu cuerpo en el momento de tu muerte todavía está tirando de ti y si puedes resistirte.

R: (Pausa) Cuando me liberé de mi cuerpo, el tirón disminuyó. Ahora siento como si alguien me alejara suavemente de mi cuerpo... No quiero irme todavía… pero hay algo que quiere que me vaya ya...

P: Comprendo Sally, pero me parece que estás descubriendo que tienes algún tipo de control. ¿Podrías describir esto que está tirando de ti?

R: Es... una especie de... fuerza magnética... pero... quiero quedarme un poco más...

P: ¿Puede tu alma resistirse a este tirón tanto como quiera?

R: (Hay una larga pausa mientras que el sujeto parece tener una lucha interna en la persona de Sally) Sí, puedo quedarme si quiero. (Empieza a llorar) Es horrible lo que esos salvajes le han hecho a mi cuerpo. Todo mi bonito vestido azul está lleno de sangre... Mi marido Will intenta abrazarme y todavía está luchando con nuestros amigos contra los Kiowa.

Nota: Refuerzo la imagen de un escudo protector alrededor de mi cliente, tan importante como base para el tratamiento de tranquilización. El alma de Sally todavía flota por encima de su cuerpo cuando yo hago que la escena avance en el tiempo hasta el momento en el que los indios huyen de los rifles del tren.

P: Sally, ¿qué hace tu marido después del ataque?

R: Oh, menos mal... mi marido no está herido… pero... (con tristeza) me está abrazando… está llorando por mí... no puede hacer nada por mí pero no parece darse cuenta todavía. Yo estoy fría pero me acaricia la cara... y me besa.

P: ¿Y tú qué estás haciendo ahora?

R: Yo estoy sobre la cabeza de Will. Intento consolarle. Quiero que sienta que en realidad mi amor no se ha ido... Quiero que sepa que no me ha perdido para siempre y que le volveré a ver.

P: ¿Le llegan tus mensajes?

R: Hay tanta pena, pero...él siente mi esencia... lo sé. Nuestros amigos le rodean... finalmente nos separan... quieren reparar los vagones y continuar el viaje.

P: ¿Y qué le está ocurriendo a tu alma ahora?

R: Todavía me resisto a la sensación de tirón... Quiero quedarme.

P: ¿Por qué?

R: Bueno, sé que estoy muerta... pero no estoy preparada para dejar a Will todavía y... quiero ver cómo me entierran.

P: ¿Ves o sientes alguna otra identidad espiritual cerca de ti en este momento?

R: (Pausa) Están cerca... pronto les veré… siento su amor de la misma manera que quiero que Will sienta el mío... están esperando a que yo esté preparada.

P: A medida que pasa el tiempo, ¿puedes consolar a Will?

R: Estoy intentando llegar a su mente.

P: ¿Y puedes conseguirlo?

R: (Pausa) Creo que... un poco... Siente... amor...

P: Bien Sally, ahora vamos a avanzar otra vez en el tiempo. ¿Ves a tus amigos del tren enterrando tu cuerpo?

R: (Con más confianza en la voz) Sí, me han enterrado. Ahora me puedo ir... Vienen a por mí... Me muevo… hacia una zona más luminosa... Al contrario de lo que algunas personas creen, las almas suelen tener poco interés en lo que les ocurre a sus cuerpos una vez que están físicamente muertos. Esto no significa insensibilidad hacia las situaciones personales y la gente que dejan atrás en la Tierra, sino una aceptación de la finalidad de la muerte. Tienen prisa por llegar hacia la belleza del mundo espiritual.

Sin embargo, muchas otras almas flotan sobre el lugar de su muerte durante algunos días de la Tierra, normalmente hasta el funeral de sus cuerpos. Aparentemente el tiempo se acelera para las almas y lo que en la Tierra son unos días para ellas pueden suponer unos minutos. Hay muchos motivos para que un alma permanezca cerca de su cuerpo. Por ejemplo, alguien que ha sido asesinado o ha muerto repentinamente en un accidente no quiere abandonar la Tierra de inmediato. Frecuentemente estas almas se encuentran enfadadas o confundidas. El síndrome del alma flotante ocurre particularmente en los casos de muerte de personas jóvenes.

Separarse abruptamente del cuerpo humano, incluso después de una larga enfermedad, supone una sacudida para el alma normal y puede contribuir a que se resista a partir en el momento de la muerte. Hay también algo simbólico en el período de tres a cinco días que separan la muerte de la organización de los funerales. Las almas no tienen una curiosidad morbosa de verse enterradas, puesto que los sentimientos en el mundo espiritual no son los mismos que los del mundo terrenal. No obstante, aprecian el respeto que sus familiares y amigos presentan en su memoria.

Como hemos visto en el último caso hay una razón principal para que los espíritus no quieran dejar el lugar de su muerte física. Desean llegar mentalmente a los seres queridos para consolarlos antes de ir más allá en su camino al mundo espiritual. Los que acaban de morir no sienten pena por su muerte puesto que saben que se encontrarán otra vez en el mundo espiritual con aquellos que les han sobrevivido, y probablemente también se verán en otras vidas. Por el contrario, los asistentes a un funeral en general sienten que han perdido a un ser querido para siempre.

Durante la hipnosis, mis clientes recuerdan sentimientos de frustración porque no pueden utilizar su energía de manera eficaz para comunicarse mentalmente con un ser humano a quien la pena y el dolor no le hace receptivo. El trauma emocional de los vivos puede abrumar de tal manera la mente que la incapacite para comunicarse con las almas.

Cuando un alma que acaba de salir de su cuerpo encuentra una vía para consolar a los vivos, aunque sea breve, normalmente se siente satisfecha y está preparada para alejarse rápidamente del plano astral de la Tierra.

Yo viví un ejemplo típico de consuelo espiritual. Mi madre murió repentinamente de un ataque de corazón. En su entierro, mi hermana y yo estábamos tan apenados que nuestras mentes eran totalmente insensibles. Horas después volvimos a la casa vacía de mi madre con nuestras parejas y decidimos descansar un rato. Mi hermana y yo debimos llegar al estado receptivo alfa casi al mismo tiempo. En dos habitaciones distintas mi madre apareció a través de nuestro subconsciente en forma de luz blanca por encima de nuestras cabezas. Nos sonrió mostrándonos su aceptación de la muerte y su bienestar actual. Después se fue flotando. Duró sólo unos segundos pero fue un suceso muy significativo como cierre e hizo que ambos cayésemos en el profundo sueño del estado delta.

Los hombres somos capaces de sentir la consoladora presencia de las almas de los seres queridos que han muerto en especial durante los funerales o inmediatamente después.

Para que la comunicación espiritual pueda atravesar la barrera de la pena y la conmoción es necesario intentar relajarse y aclarar la mente, al menos durante períodos cortos de tiempo. En estos momentos somos más receptivos a una experiencia paranormal y podremos recibir sentimientos de amor, perdón, ánimo o seguridad de que el ser querido está bien.

Cuando una mujer viuda con hijos pequeños me dice: «Una parte de mi marido me ayuda en los momentos difíciles», yo la creo. Mis clientes me dicen que en su estado de almas pueden ayudar a aquellos que están en la Tierra a que su mente conecte con el mundo espiritual. Como se ha recordado sabiamente, nadie se ha ido del todo mientras permanezca en el recuerdo de alguien en la Tierra. En los capítulos siguientes veremos que un recuerdo específico puede ser un reflejo de nuestra propia alma mientras que los recuerdos colectivos son átomos de energía pura para todas las almas. La muerte no rompe la relación con el alma inmortal de aquellos que queremos simplemente sólo porque han perdido la presencia física de un cuerpo mortal. A pesar de gran actividad, las almas pueden llegar hasta nosotros si las llamamos.

Ocasionalmente, un alma perturbada puede no querer abandonar la Tierra después de su muerte física. Esto se debe a problemas sin resolver que han tenido un gran impacto sobre su consciencia. En estos casos anormales se necesita ayuda de las entidades superiores que cuidan .de nosotros desde la otra vida y pueden asistimos en el proceso de adaptación. Nosotros también podemos ayudar a estos espíritus dejar la Tierra.

Profundizaremos en el tema de las almas perturbadas en el capítulo 4, donde también podremos comprobar la poca realidad que hay detrás del misterio de los fantasmas tal y como aparecen descritos en libros y películas.

¿Cuál es la mejor manera de prepararnos para la muerte? Podemos vivir mucho o poco, estar sanos o enfermos, pero para todos hay un momento en el que hemos de enfrentarnos con la muerte. Si hemos sufrido una larga enfermedad que nos ha llevado a la muerte, hemos tenido tiempo suficiente para preparar nuestra mente una vez superados el choque, la negación y la depresión inicial. La mente suele acortar el proceso cuando nos enfrentamos a la muerte de repente. Cuando se acerca el final de la vida física, cada uno de nosotros desarrolla la capacidad de fundirse con su propia consciencia superior. El momento de la muerte es el período de una vida en el que somos más fácilmente conscientes de nuestro propio espíritu, puesto que podemos sentir que nuestra alma está conectada con la eternidad de los tiempos.

Aunque hay personas a las que la aceptación de la muerte les parece más difícil que la resignación, el personal médico que asiste a los moribundos dice que la mayoría acepta la partida pacíficamente cuando llega el momento. En mi opinión, a los moribundos se les permite el acceso al conocimiento supremo de la consciencia eterna y esto se refleja en la cara. Muchas de estas personas se dan cuenta de que hay algo universal que les está esperando ahí fuera y que será bueno para ellos.

Las personas que están acercándose a la muerte se enfrentan a una metamorfosis en la que su alma se separa de un cuerpo adoptado. La gente asocia la muerte con la pérdida de la fuerza vital, cuando en realidad es lo contrario. Al morir, perdemos nuestro cuerpo pero nuestra energía vital eterna se une con la fuerza de un alma divina superior. La muerte no es oscuridad sino luz.

Mis clientes dicen que, después de recordar experiencias de muertes anteriores, están tan llenos de una nueva sensación de libertad que acaban de redescubrir al salir de sus cuerpos que están deseando empezar el viaje espiritual que les conducirá a un lugar de paz y familiaridad. En los casos siguientes veremos cómo es la vida para ellos en la otra vida.

Continuará….

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es muy interezante...estoy encantada leyendo el libro ..y siempre eh creido en la reencarnación..la vida es un mosterio.