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16 de octubre, 2009
Gracias Christian Maruri por el trabajo de transcripción. Alexiis
VIII. ACAEL EL GUIA
Y por fin llegó el día. Era el 6 de Agosto de 1977. Sentados en la terraza esperábamos la llegada de nuestros amigos, disfrutando de una agradable noche de verano. Se oían cantar los grillos en el jardín, el cielo estaba cuajado de estrellas, podía verse la Vía Láctea con toda nitidez. Permanecíamos mudos hundiendo las pupilas en el firmamento, ni Teresa ni yo queríamos romper el silencio, sólo limitarnos a disfrutar de aquellos momentos de soledad y quietud.
Yo reflexionaba sobre las vivencias de los últimos meses, y hacía balance. Ni siquiera había pasado un año desde que fuimos a Burón y el abuelo nos hizo depositarios de su tesoro ¡cuántas cosas habíamos vivido desde entonces! ¡Cuántas habían cambiado! No pude por menos de sonreír ante un pensamiento que cruzó por mi mente: hace un año ni siquiera sabíamos que estas cosas existían y ahora cualquiera que nos viera hablando con un vaso pensaría que estamos locos.
Recordé el sentimiento de ridículo que teníamos al principio, y que aún nos embargaba de vez en cuando, cuando nos dábamos cuenta de que estábamos, de alguna forma, dirigiendo preguntas al vaso.
Ya nos habíamos acostumbrado a esa sensación y empezábamos a admitirlo como normal, como que se trataba de un simple medio de comunicación como otro cualquiera. ¿Qué nos depararía el futuro? ¿En qué terminaría esa aventura en la que sin saber cómo nos habíamos visto envueltos?
Me encogí de hombros. El afán de profundizar y de llegar al final se imponía sobre los demás sentimientos. Al fin y al cabo únicamente debíamos preocuparnos por no «colgarnos» del tema, sino darle la importancia justa, y en ese propósito estábamos los cuatro firmemente asentados. Entretanto nos limitaríamos a vivir la experiencia. Después de todo, desde el punto de vista meramente personal era enriquecedor y eso era lo más importante por el momento.
Con mi acostumbrada forma de enfocar los acontecimientos me encontré ya mentalmente pensando en futuro, intentando intuir cuales serían los siguientes pasos. ¿Quién sería Acael? ¿Respondería a la llamada? ¿Qué iba a significar para nosotros esa nueva comunicación que habíamos buscado de forma intuitiva? ¿Representaría algún compromiso? Me sentía inquieto, por un lado había deseado y esperado que llegase esa noche, por otro un cierto desasosiego me invadía.
Cuando comencé esta aventura nunca pensé que el tema me atraería tanto, fue con el paso del tiempo cuando me di cuenta de que con cada paso adelante mis fibras latían y en alguna parte de mi cerebro las teorías resonaban familiares.
Había encontrado en Teresa, Fernando y Pilar partes complementarias de mí mismo. Eso se manifestaba en que de forma natural cada uno adoptaba una función en el grupo dependiendo de sus potencialidades o de sus tendencias. Así, aprovechábamos el empuje de Fernando y su personalidad inquisitiva, la capacidad reflexiva de Teresa que nos obligaba a desmenuzar todos los temas hasta estar seguros de que nada se escapaba y todos los entendían y el escepticismo de Pilar, que no entorpecía la marcha del resto sino más bien al contrario, pues tenía una orientación positiva haciéndoles permanecer con los pies bien firmes en la tierra. Yo aportaba la ilusión y el no rendirnos ante las dificultades, era como si estuviese sustentado por una mano invisible que aún en los momentos de desánimo general me hacía subir por encima de las circunstancias y contagiar a los demás la confianza de que tarde o temprano alcanzaríamos nuestro objetivo.
Cuando llegaron Fernando y Pilar me di cuenta de que en todos había una excitación mayor de lo habitual, aunque intentábamos simular que se trataba de una noche como tantas otras. Había un cierto aire de trascendencia que se respiraba en el ambiente, bromeábamos especulando sobre la posibilidad de que Acael no apareciera y la clave simplemente hubiera sido una interferencia inconsciente provocada por nuestros propios deseos.
Sólo había una manera de salir de dudas: intentarlo.
Nos sentamos alrededor de la mesa y practicamos el ejercicio acostumbrado. Durante la relajación me pregunté por qué estábamos allí. Yo sabía mis razones, intuía las de Teresa e intentaba
adivinar qué era lo que había enganchado tanto a Fernando y Pilar. De cualquier modo, aunque los motivos fueran distintos en todos, había un denominador común: teníamos interés por descubrir la verdad y ese era el caldo de cultivo que nos permitía aunar esfuerzos para generar pensamientos altruistas y emitir una llamada uniforme y clara, que rebotó entre las cuatro paredes del salón pero no se quedó ahí, sino que se fue transmitiendo por el espacio en busca de un interlocutor lejano que respondiera a su demanda.
—Somos un grupo de personas de la Tierra que queremos comunicarnos con un Hermano Mayor. 3 a 5 Acael, 3 a 5 Acael, 3 a 5 Acael...
Muy lejos de la Tierra, fuera de nuestro sistema solar existe un planeta llamado Apu, es un astro radiante. Su atmósfera se encuentra permanentemente inundada de luz, como si cada partícula del aire fuese una pequeña antorcha diminuta. Todos los espacios interatómicos tienen esa particularidad, hasta los más recónditos rincones están impregnados de una luminosidad permanente.
El amanecer de un nuevo día es un momento especialmente bello. El cielo entero se cubre con innumerables ráfagas luminosas de distintos colores semejando inmensas auroras boreales.
La mayoría de los habitantes del planeta contemplan cada mañana ese maravilloso espectáculo que la Naturaleza les ofrece.
Mersan es una de las muchas localizaciones o enclaves de convivencia que se encuentran en las zonas más fértiles del planeta. Tiene alrededor de 10.000 habitantes y cuenta con todos los servicios necesarios.
Acael, Alna y sus dos hijos Oprun y Tork observan desde una pequeña terraza circular situada sobre su casa cómo paulatinamente los juegos de luces van extinguiéndose para dar paso a los rayos dorados y cálidos de la estrella Alfa B de la Constelación del Centauro, que cada mañana hace que la ciudad comience a activarse.
Cada miembro de la familia tiene unas tareas específicas para la jornada que comienza:
Tork, el menor de los hijos, tiene 3 años y se prepara para ir al centro de formación. Es, sin duda, lo más importante del planeta. Las escuelas fueron construidas antes que la casa del Gobierno. Allí se determinan los grados de capacidad intelectual de los alumnos, sin tener en cuenta las diferencias de edad o sexo; se analizan las potencialidades y las inclinaciones naturales, y se forman grupos de desarrollo teórico-práctico de cada una de las ramas del saber. Se imparten clases de sociología, filosofía, biología, matemáticas, física, química, astronomía y la más importante: La Ciencia del Yo.
Oprun cuenta ya 9 años y está siendo preparado desde hace algún tiempo en régimen intensivo por los Consejeros de educación, con los que convive largos periodos de tiempo, aunque sin abandonar su vida familiar. Esta civilización altamente evolucionada. Superó hace milenios la investigación meramente física y se encuentra inmersa en la investigación de los comportamientos humanos, para lo cual han desarrollado otro tipo de tecnología, de carácter moral, basada en el adecuado uso de la mente para que la manifestación del yo interno a nivel físico sea lo más nítida posible dentro de sus lógicas limitaciones.
Alna es psicóloga y desde hace años da clases a alumnos 4.4 en Ganímedes. Durante mucho tiempo ha estado investigando y profundizando sobre los procesos mentales y el acceso al mundo del subconsciente. Sus conocimientos y experiencias le han permitido enseñar a otros hombres a recorrer el camino que ella emprendió un día.
Acael es sociólogo. Su trabajo consiste en la formación de grupos de trabajo que desarrollen las potencialidades y capacidades individuales que son aportadas después al resto. Actualmente trabaja con hombres 4.4 y con jóvenes 4.5 de Apu que están siendo preparados en esa especialidad.
A pesar de tener una continua actividad, la vida familiar se desarrolla de forma normal. Gracias a su capacidad cerebral tienen un contacto mental continuo, lo que les permite compartir sus vivencias y sus pensamientos aunque estén físicamente separados.
No obstante esa tarde van a asistir todos juntos a la Asamblea que tendrá lugar como cada semana en el Ágora. Es un enorme recinto en el que se desarrollan nuevas ideas. Se habla de filosofía, se plantean hipótesis y se exponen teorías. Es uno de los acontecimientos que más aceptación tiene. Cuenta con una gran asistencia y un buen nivel de participación.
Acael, como sociólogo, ha intervenido muchas veces en las Asambleas de Mersan. Esta tarde presentará una hipótesis en la que ha estado trabajando últimamente: «¿Cómo se conexiona el espíritu con los diferentes cuerpos del hombre?»
Los asistentes escuchan con atención la exposición y después comienza un coloquio interactivo y constructivo en el que las opiniones de todos son respetadas y valoradas. Es un ejercicio de flexibilidad mental continuo en el que buscan encontrar nuevos caminos en el conocimiento del Cosmos y aportan sus ideas con miras a construir una teoría más completa que pueda ser compartida y en definitiva redunde en su propio enriquecimiento.
Mientras en el interior se desarrolla la reunión, Tork se ha quedado fuera con otros niños de su edad, en los enormes jardines que rodean el Ágora. El lugar está flanqueado por altísimos árboles de copas estilizadas. Hay una gran variedad de flores a cual más exótica y pintoresca. Los niños juegan entre las plantas hasta que provocan la aparición de los pequeños seres de la Naturaleza. Son sus compañeros de juegos preferidos: las pequeñas campanillas voladoras que se divierten haciendo extrañas cabriolas y describiendo en el aire complicados vericuetos; las diminutas lucecitas que se encienden y se apagan a voluntad mientras los niños van en su búsqueda en una persecución incesante. Son seres que siempre han existido en la fantasía de las mentes infantiles, pero que son tan reales como ellos mismos: las pequeñas hadas de la Naturaleza.
Cuando termina la reunión regresan a casa. Es un edificio totalmente esférico en el que todo está absolutamente mecanizado. La tecnología ha alcanzado su mayor desarrollo. Hace miles de años que dominaron las máquinas de las que se sirven para disponer de más tiempo que dedicar a la investigación de la moral y los comportamientos humanos, sus principales centros de interés durante la etapa 4.5.
Oprun propone aprovechar el tiempo de ocio que tiene la familia haciendo un poco de deporte. Hay un juego que practican a menudo los cuatro y que les sirve de distracción a pesar de ser muy sofisticado y laborioso psíquicamente. Consiste en atrapar mentalmente una pelota invisible que se hace visible a voluntad del que la lanza. Los demás tienen que adivinar donde aparecerá, para ello han de distraer la mente del lanzador antes de que mentalmente ordene la concentración molecular de la pelota; en ese momento cede en su influencia durante un segundo al quedar materializada, y es entonces cuando puede cambiar de propietario.
Otro juego que les gusta practicar es uno similar al ajedrez, pero con más casillas y dificultades intermedias que se van generando a lo largo de la partida. Por ejemplo: los expedicionarios de Tork se acercan a la primera línea de defensa de su oponente, en ese momento Oprun pone fosos que dificultan la maniobra, pero su hermano no se da por vencido y construye puentes para salvar el obstáculo, entonces es sorprendido por el flanco derecho que ha quedado descubierto para construirlos ... Y así van poniéndose mutuamente dificultades que el contrincante debe salvar hasta un número prefijado antes de comenzar la partida. En este juego está prohibido el uso de la telepatía.
Son grandes amantes de la música y la armonía en todas sus facetas y procuran rodearse de ellas pues saben de sus beneficios. Toda su vida está regida por la lógica. Practican habitualmente la paciencia y lo hacen cuando más cansados están que es cuando más difícil resulta ejercitarla. Su vida familiar y social es muy activa, tienen amigos, se unen en parejas en un acto totalmente consciente y asumiendo libre y voluntariamente el papel que desempeñará cada uno. Los niños son importantísimos pues representan la evolución física. Si no hubiera nacimientos no habría evolución. Es por eso que regulan el nacimiento de seres humanos en base a una evolución correcta de la colectividad.
Practican la meditación en familia con el propósito de aunar experiencias para saber más claramente qué deben hacer en conjunto y cómo pueden ayudarse mutuamente. Al meditar pasan a un estado de consciencia superior en el que no tienen edad física. Al volver a la realidad objetiva ese estado se pierde parcialmente pero les ayuda a aumentar su grado de confianza mutua.
Apu es una gran comunidad formada por una humanidad totalmente interrelacionada que constituye una sola raza, todos cumplen una función. Todos tienen lo necesario y pagan con su trabajo. No existe el dinero ni los bancos. Las costumbres de vida son similares en todo el planeta. La comida es prácticamente igual aunque según la latitud, los alimentos varían en su composición de proteínas, vitaminas o grasas, las cuales son sintéticas. Sólo a los que están en proceso de cambio biológico se les suministran grasas vegetales. Tienen una estatura de 2 a 2,5 metros. Su cabello es rubio y sus ojos azules. Son físicamente muy parecidos unos a otros pues no hacen distinción entre cuerpo físico y espíritu. Para ellos todo el conjunto forma su cuerpo: el físico, la energía, el pensamiento y el propio espíritu son lo mismo variando únicamente el nivel vibratorio.
Viven el equivalente a 1.200 años terrestres. La vida física dura más para que no haya interrupciones continuas del programa del que son plenamente conscientes. Por tanto tienen pocas probabilidades de involucionar. Tienen acceso al subconsciente, cuyos mensajes les llegan sin trabas. Utilizan su cerebro al 65 por ciento de su capacidad. Son clarividentes y clari-audientes totales. Su comunicación es telepática. Emplean los sonidos bucales únicamente para hacer trabajos con la materia, modificándola.
Todos trabajan. No hay nadie que estando sano deje de trabajar. Los porcentajes de utilización de su tiempo son: tres horas de trabajo, tres horas de estudio, dos horas para comer y el resto para descansar o hacer lo que deseen. En las factorías se construye de todo: materiales de construcción, naves intergalácticas, electromagnos, etc.
Los avances tecnológicos son increíbles. Cuentan desde hace muchos años con el electromagnon, que es un aparato capaz de actuar por vibración sobre la cohesión molecular de la materia, aumentando sus espacios interatómicos hasta hacerla desaparecer. Después vuelven a concentrarla en el lugar deseado mediante un electromagnon receptor, lo que les permite viajar a grandes distancias en tiempos extraordinariamente breves. Últimamente han desarrollado aparatos individuales que se incorporan a los trajes.
Hace milenios que descubrieron el sistema de captación holográfico, y hoy siguen utilizándolo aunque mucho más sofisticado. Esto les permite sin moverse de casa averiguar la composición de los planetas, si tienen vida o posibilidades de ella, sus condiciones telúricas, sus riesgos de desastres geológicos, etc., y en ocasiones les está permitido por la Confederación actuar para demorar esos desastres o evitarlos, en virtud de unos objetivos superiores.
Para desplazarse por las diferentes ciudades utilizan vehículos aéreos, terrestres y subterráneos por raíles.
Los subterráneos son tan grandes como ciudades y están intercomunica-dos. Son almacenes y fábricas de energía que extraen del subsuelo. Para desplazarse por estos subterráneos se utilizan trenes de un material similar al plástico. Circulan sobre raíles pero no tienen ruedas, utilizan aire que desplaza a los vagones. El vehículo tiene unos tubos a lo largo de todo él que se adaptan a los raíles, una vez que se cierra el circuito se produce una corriente de aire a alta presión que desplaza el vehículo hacia adelante. Al final de esos tubos hay muchos orificios de salida que regulan la presión, velocidad y a veces la dirección.
La velocidad que alcanzan es lenta, alrededor de 500 km/h., la capacidad es de mil personas pero no suelen ir más de 300 ó 400 ya que la misión de estos trenes es transportar materiales.
Utilizan una gran variedad de energías, derivadas todas ellas de la fusión nuclear, como la energía vóntica, que es una radiación que emiten los iones de la partícula vont, un mineral radioactivo parecido al uranio pero mil veces más potente.
Las naves tripuladas por hombres 4.5 viajan a una velocidad 5 veces superior a la luz, lo que hace que desaparezcan del plano físico y se integren en un plano o dimensión aespacial y atemporal, razón por la cual pueden trasladarse sólo con la ayuda del pensamiento.
Es un plano de alta vibración energética muy parecido al astral. Las moléculas vibran a tal velocidad que se consigue la fusión atómica.
Descubrieron hace milenios que todos los objetos materiales están formados por moléculas afines pero existiendo entre ellas distancias impresionantes, de acuerdo a su tamaño, a pesar de ello están perfectamente cohesionadas. Ellos consiguieron aumentar esa distancia intermolecular manteniendo la fuerza de cohesión.
El planeta está regido por un Consejo de ancianos que delega en muchas personas para asegurar así que todas las necesidades estén cubiertas. Básicamente es una comunidad unida por el amor y el respeto a los demás y todos sus empeños van dirigidos al bien común.
Acael planteó hace algún tiempo su deseo de trabajar con hombres 4.3 de la Tierra. Dadas las especiales circunstancias que atravesaba ese planeta tuvo que seguir una preparación específica que ya había concluido. Se encontraba por tanto listo para comenzar una nueva etapa de su vida.
La estancia estaba suavemente iluminada por unas tenues luces de tonalidad azul. Acael bajó aún más la intensidad y durante unos segundos contempló el resultado. Satisfecho fue a sentarse en una especie de sillón situado en el centro de la sala. Al hacerlo, una compuerta en el techo se descorrió dejando ver una cúpula circular por la que se asomaba el firmamento estrellado.
El sillón cambió de forma cuando el material se amoldó perfectamente a su cuerpo. Era plenamente consciente de que se acercaba un momento muy importante para él y quería vivirlo en toda su plenitud. Una música muy suave sonaba de fondo. Ya estaba listo para zambullirse en el mundo del subconsciente. Comenzó su preparación recordando someramente los acontecimientos que le habían llevado desde hacía muchos años hasta el momento presente en que se encontraba ante un nuevo hito.
Como si la ocasión se prestase a ello quiso tener presente todo el proceso, recordó que desde muy joven sintió una gran inquietud por el desarrollo de vida humana en planetas 4.3 y 4.4 que estuvieran ante un cambio de generación. Esto le llevó a pedir permiso a la Confederación para viajar a mundos que estuvieran a punto de sufrir ese trance. Recordó su primer viaje a la Tierra, hacía ya 400 años terrestres...
Desde el principio ese planeta le atrajo especialmente, sobre todo por sus sonidos en superficie. Siempre había sido un enamorado de la música y la que se oía allí le cautivó. Centró sus esfuerzos en la Tierra y sus pobladores, focalizando sus estudios en profundizar en ellos, y cuando por fin se gestó una misión para ese planeta ofreció su colaboración para salvar cuanto pudiera de tan bello lugar. Así, durante mucho tiempo estuvo transportando plantas, animales y personas, a las diferentes colonias que se habían establecido para este fin en Ganímedes, lo y otros puntos del Sistema Solar.
El siguiente paso fue su preparación integral para guiar un grupo de terrestres. El reto era de una tremenda importancia pues se trataba de despertar la consciencia y formar a unos hombres que desconocían totalmente las leyes Universales.
Hacía sesenta días terrestres que había terminado su formación y estaba a la espera de grupo. Cuando Xaloc le dio la noticia la recibió con júbilo. Esperaba poder hacer un buen trabajo avalado por su experiencia de sociólogo, su conocimiento de la Tierra, de la historia de su humanidad y por último el conocimiento, que desde hacía unos trescientos años, tenía de los componentes del grupo. Sí, los Maestros le habían permitido seguir de cerca la evolución de un número determinado de espíritus del planeta. Algunos de ellos se conformarían en grupos de trabajo, otros en cambio comenzarían solos su andadura.
Aquella noche, por fin se iban a ver satisfechas sus expectativas. No obstante sabía que no iba a resultar tarea fácil. Era consciente de los duros momentos que tendría que atravesar. Sin embargo, el miedo había sido desterrado de su mente hacía muchos años y su deseo de establecer una cooperación con aquellos hombres imperaba sobre las demás cosas: Se ayudarían mutuamente a evolucionar.
Interrumpió sus pensamientos. El momento se acercaba pero antes quería comunicar con sus Maestros para recibir los últimos consejos. Fue reparador oírles y sentirse, una vez más, una de las piezas del engranaje. Permaneció en absoluta quietud física y mental concentrando su pensamiento en el planeta azul y poco a poco, una clave de llamada fue abriéndose paso entre la bruma. Acael percibió la luminosidad de los astrales que emitían la llamada. Básicamente reinaba el color plateado que indicaba felicidad. Sintió amor y entrega por aquellas cuatro personas que le parecían niños luchando por un lado por creer lo que estaban viviendo y por otro por no dejarse arrastrar por los acontecimientos. La clave se iba imponiendo:
—Somos un grupo de personas de la Tierra que queremos comunicarnos con un Hermano Mayor, 3 a 5 Acael, 3 a 5 Acael, 3 a 5 Acael...
Con una honda emoción se dispuso a responder a la llamada.
Al notar que el vaso comenzaba a deslizarse por el tablero abrimos los ojos. Fuimos leyendo las letras mentalmente y una respuesta clara apareció ante nosotros con una gran fuerza.
—WWW, 5 a 3 Acael os saluda, amor, hermanos.
Por primera vez desde que comenzamos con los contactos nos quedamos mudos. Olvidamos el cuestionario y no acertamos a pronunciar palabra. Durante unos minutos nos miramos unos a otros sin saber que decir. La comunicación se produjo de una forma muy rápida. Apenas habíamos tardado tres minutos en establecer contacto y muy en el fondo temíamos que no apareciera el interlocutor.
El vaso fue deslizándose con seguridad por el tablero seguido por nuestros dedos. En aquel momento éramos Teresa, Pilar y yo quienes manejábamos el vaso, mientras Fernando recomponía las cuartillas y se preparaba para anotar:
—Buenas noches hermanos. He sido informado por Xaloc que me esperabais. Pertenezco a un grupo de hombres 4.5 que tienen la misión de ayudar a los habitantes de la Tierra para que alcancen un grado de evolución superior, dados los acontecimientos que el planeta va a atravesar.
Aproveché el momentáneo respiro para lanzar una pregunta.
—Entonces, ¿va a haber una autodestrucción en la Tierra?
—Todo dependerá de la marcha de los acontecimientos. En este momento los parámetros actuales indican un gran riesgo de cambios traumáticos que culminarán en el año 2.014. El planeta volverá a ser habitado unos cuarenta años después por los nuevos hombres de una nueva generación que estén dispuestos a afrontar el reto de crear una sociedad armónica. Antes de continuar he de formularos una pregunta.
Un silencio casi sólido se extendió por el salón. Roto únicamente por el deslizarse del vaso sobre el tablero.
—¿Estáis dispuestos a modificar los esquemas mentales prefijados, siempre que se os demuestre que estabais equivocados?
íbamos de sorpresa en sorpresa. Estábamos acostumbrados a hacer nosotros las preguntas pero Acael claramente dirigía la comunicación por unos derroteros desconocidos.
Recordé entonces que al abuelo también le habían hecho una pregunta similar cuando estuvo en Corona.
—Antes de que contestéis quiero explicaros algo. El trabajo del grupo tendrá un objetivo muy concreto: acceder a las zonas internas del ser a partir del consciente. No será algo fácil y en ocasiones será necesario la catarsis personal para llegar al resquebrajamiento de esos esquemas mentales.
—Segunda pregunta: ¿Sabéis o intuís los riesgos que conlleva el trabajo de grupo en cuanto a lo que vosotros llamáis rotura de esquemas mentales mediante «catarsis»?
Durante unos minutos meditamos la respuesta. Uno a uno fuimos respondiendo con una cierta dosis de inseguridad.
—Sí. Sí. Sí. Sí.
—Bien, entonces hemos de sentar algunas premisas de funcionamiento:
Nada de hegemonías Nada de desconfianzas Nada de mentiras Nada de cetros y mitras Nada de prejuicios
Y mucho de amor, humildad, justicia y caridad, que serán los cuatro puntos cardinales del grupo ¿de acuerdo?
—Sí.
—Otra cosa, todo lo que se manifieste públicamente en el grupo debe ser cumplido, y nada a partir de ahora, que sea explícitamente confidencial, podrá ser dicho fuera del grupo.
—De acuerdo —verbalicé mientras los demás asentían con un movimiento de cabeza.
—Durante el primer año la preparación será fundamentalmente psicológica, debéis destruir barreras estructurales que os separan. Cada uno de vosotros tiene una personalidad conformada por sus experiencias, que son distintas en cada caso. Debemos trabajar en unificar criterios y desmitificar aquellas cosas de vosotros mismos que corresponden a cuestiones de imagen y de funcionamientos puramente mecánicos.
Fernando apuntó: ¿Podemos divulgar nuestras experiencias?
—Cuando podáis hablar yo os lo diré, ahora no os creerían.
—¿Puede venir más gente?
—No de momento. Es mejor esperar un poco a que nos conozcamos mejor. Después, cuando la base esté firme y sólidamente asentada, será el momento de pensar en ampliaciones.
—Detecto a través de la luminosidad de vuestro astral que estáis ligeramente conturbados. Por esta noche dejaremos aquí el contacto, pero antes de irme he de deciros que no os preocupéis, no se os pedirá nada que no seáis capaces de llevar a cabo, no habrá ninguna interferencia en vuestras vidas ni en vuestras mentes. Vuestro libre albedrío tomará siempre las decisiones que le parezcan oportunas. La evolución debe ser natural y consciente, YO OS AYUDARÉ A ANDAR PERO NO ANDARÉ POR VOSOTROS.
—Nosotros no somos dioses, sólo seres humanos que intentamos evolucionar igual que vosotros y también necesitamos ayuda de dimensiones superiores y a veces inferiores. Vosotros me ayudáis al permitirme que os ayude.
En aquellos instantes por mi cabeza cruzaban ideas controvertidas que no terminaban de conformarse. Suponía que a los demás les ocurría lo mismo. Acael continuó imparable.
—Tened fe en vosotros mismos y seguid alimentando vuestro deseo de descubrir la luz de la verdad allí donde se encuentre. —El próximo viernes seguiremos. Amor 5 a 3 adiós.
—Adiós Acael
El silencio que se había mantenido durante la comunicación se rompió por cuatro sitios diferentes al irrumpir todos en exclamaciones de sorpresa. Hablábamos todos a la vez y apenas terminábamos las frases, cada uno comentaba lo que consideraba más chocante pero ni siquiera esperaba la respuesta del otro.
Después de un buen rato de desahogo y cuando se hubieron tranquilizado un poco los ánimos comenzamos a releer las notas. Éramos incapaces de hacer un análisis pormenorizado de lo que habíamos recibido, pero sí nos pusimos de acuerdo en unos cuantos puntos.
Aquella comunicación era claramente distinta a cuantas habíamos recibido hasta entonces. Acael había mostrado una «personalidad» definida y claramente detectable a través de sus palabras. Nos parecía difícil pensar que aquellas frases pudieran haber arrancado de nuestro propio subconsciente. Nosotros habíamos sido los primeros sorprendidos por la coherencia, rapidez y falta de interferencias desde el primer momento. Además la propuesta de Acael de trabajar en el grupo era algo que ni siquiera sabíamos cómo iba a funcionar. Lo buscábamos inconscientemente siguiendo los consejos del abuelo, pero nunca habríamos podido concretar las expectativas en unos puntos tan claros como los que ahí se reflejaban.
Por otra parte, nos dimos cuenta de la clara dirección de la comunicación. Era una invitación a participar en un trabajo que parecía estar perfectamente definido, como si estuviésemos apuntándonos a recibir clases en un curso organizado con un programa desarrollado y pormenorizado.
La imaginación de unos y otros volaba especulando sobre las posibilidades que eso tendría. Un ser a ese nivel de evolución sería un auténtico maestro. Ante nosotros se extendía un camino que se perdía en el horizonte, un camino que en ocasiones sería llano y fácil y otras tortuoso y pedregoso ¿dónde conduciría? Apenas se vislumbraba el comienzo, el resto habría que ir descubriéndolo avanzando paso a paso y estábamos dispuestos a afrontar el reto.
La sombra de la duda se interponía constantemente y volvían a aparecer los viejos fantasmas que nunca terminaban de irse, ¿Y si todo fuera un engaño? ¿Y si estuviéramos siguiéndole el juego a alguien que no tuviese buenas intenciones? ¿Y si...? Apartamos esas inquietudes que de momento no conducían a nada y decidimos esperar a tener más contactos para hacer una evaluación completa.
No obstante, aquella era nuestra noche para vivir la ilusión, más adelante ya vendrían las dudas y las inquietudes. Ahora queríamos dejarnos inundar por el sentimiento de felicidad que nos embargaba. A altas horas de la madrugada brindamos por el futuro, nos sentíamos afortunados por tener esa oportunidad. Habíamos alcanzado el primer objetivo: comunicar con un hombre 4.5. Era todo un hito en nuestras vidas pero no podíamos pararnos ahí. Eso era sólo el comienzo, la puerta de entrada.
Un firme propósito y voluntad de continuar arraigó en el ánimo de todos y pactamos conscientemente que mientras encontrásemos congruencia en la comunicación seguiríamos adelante.
A millones de kilómetros de distancia, y según supimos más adelante, Acael se unía a nuestro pacto aportando su deseo de guiarnos mientras encontrase en nosotros deseos de evolucionar.
Continuará Libro Nº 2
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