29 de diciembre de 2009

LOS MANUSCRITOS DE GEENOM (II) - EL HOMBRE – Célula Cósmica – Capítulo 1

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Gracias a la constante colaboración de

Christian Maruri puedo enviar ahora

Este segundo libro. Alexiis

A todos aquellos

Que sabiendo que son “gotas”

Sienten y ven el horizonte

En el mar de la Nueva Era….

PRÓLOGO

De entre todas las facetas que se vislumbran tras e fenómeno de los contactos, probablemente no haya una tan preocupante como la que se refiere a la mistificación de los mensajes. Me explico. Los individuos o grupos de personas que comienzan a recibir a través de los más variados métodos, comunicaciones de entidades presuntamente extraterrestres, no tardan mucho en mitificar el material recibido y en sentar las bases de grupos pseudo-religiosos y de doctrinas alternativas a las imperantes en sus respectivos países.

Sucedió por citar uno de los ejemplos más claros, en los años cincuenta con el taxista británico George King. En Mayo de 1954 King se ve sobresaltado en su propia casa por una voz que nunca supo de donde venía, y que le invitó a ser el portavoz en la Tierra de un desconocido Parlamentario Interplanetario. Aquel peculiar “SOC” convirtió a King en un maleable médium que entraba fácilmente en trance frente a cualquier auditorio, y que con toda facilidad trasladaba a su público mensajes de las más variadas índoles, y de procedencia, según él, claramente extraterrestre. El inusitado crecimiento de la expectación popular en torno a King le obligó a abandonar su trabajo e instalarse cómodamente al sur de California y coordinar desde allí la Aetherius Society o Sociedad Etérica. De taxista pasó pronto a ser considerado como “Su Eminencia Sir George King”, abandonando definitivamente el volante de su taxi y sustituyéndolo por togas, tiaras y báculos como si de un “Sumo Pontífice” de los extraterrestres se tratara.

Estamos, casi sobra decirlo, frente a un caso extremo, pero que en cualquier caso muestra una de las tendencias más presentes tras los modernos contactos: el irrefrenable impulso que les conduce a la pseudo-espiritualidad. Además, casi como una prolongación natural de ese nuevo “cuerpo doctrinal” surgen los primeros anuncios catastrofistas que proclaman la llegada del final de los tiempos, muchos de los cuales, por cierto, podrían ser considerados dignas continuaciones del Apocalipsis bíblico atribuido a San Juan, o los “Planes de Evacuación Mundial” que esconden toda una irresponsable filosofía escapista. Y es que tras todo este absurdo comportamiento por parte de muchos contactados, se esconde un no menos grotesco sincretismo de ideas donde Cristo se mezcla con los OVNIS, estos con la Virgen de Fátima, y ésta con la reencarnación de Rasputín o la llegada inminente de un asteroide asesino (véase, sin ir más lejos, el caso del contactado italiano Giorgio Bongiovanni, que predica una suerte de “vendetta cósmica” donde todos los elementos referidos se amontonan tras una misma ideología apocalíptica).

Pero hay que ser justos. Frente a todo este panorama, el grupo que ha escrito este volumen presenta otra alternativa a esa clase de contactos. Durante años huyeron de cualquier mensaje con carga espiritual, temiendo que si no lo hacían así, se verían pronto contaminados por esa especie de virus evangélico al que me refería anteriormente… Aún así, cuando finalmente llegaron los primeros mensajes hablando de la supervivencia después de la muerte, del papel de Jesús y otros Avatares espirituales en nuestra sociedad o de la existencia del “alma”, el grupo Aztlán trató estos argumentos con suma cautela. Nunca, al menos hasta el momento de redactar estas líneas, los tomaron como argumento de fe, sino como datos dignos de comprobación, no emprendiendo nunca una labor apostólica fundamentada en esos principios. Y aunque ese peligro estará presente mientras los contactos continúen y mientras Aztlán siga comprometiéndose a divulgar su contenido a la sociedad, hasta ahora siempre se ha evitado.

En esta obra, el grupo Aztlán entra en detalle dentro de ese resbaladizo terreno a medio camino entre lo espiritual y lo material, fundamentado en mensajes dictados por varias entidades “instructoras” que se autoproclaman extraterrestres.

No es este el lugar ni el momento para pronunciarse sobre la naturaleza de sus “contactadores”, pero sí que merece la pena resaltar uno de los aspectos de fenómeno contacto que encuentra en el grupo Aztlán una nueva confirmación: la “la Ley de Afinidad”. Y me explico de nuevo. Quienes nos hemos preocupado por analizar este revelador fenómeno, hemos descubierto que la idiosincrasia que late tras los mensajes recibidos gracias a la ouija, la escritura automática, los trances mediúmnicos o cualquier otro sistema de contacto, corresponde a la idiosincrasia particular de los propios contactados. Así, un “contactée” como el siciliano Eugenio Siracusa, “padre espiritual” del aludido Giorgio Bongiovanni, muestran mensajes de venganza y resentimiento, de advertencia apocalíptica al más puro estilo, como he dicho, de “vendetta” siciliana. Por el contrario, los integrantes del grupo Aztlán, de talante más abierto, nada dogmáticos, por su propia naturaleza, en cuestiones religiosas tradicionales, muestran un “corpus” de comunicaciones acorde con su ideología.

Podría, desde luego, argumentarse que son los contactados los que transforman su modo de pensar al hilo de las comunicaciones recibidas, pero detalles de carácter étnico más que individual, me hacen pensar que los contactos se establecen por “afinidad”. Será el lector, en cualquier caso, el que podrá comprobarlo por sí mismo en las páginas que siguen gracias a su propio sentido crítico, y que abren las puertas al fascinante enigma de los contactos con entidades suprarreales…

El libro que el lector tiene ahora entre sus manos, le enfrentará a unos conceptos extraordinariamente razonados, ajenos a disquisiciones metafísicas que contribuyan a confundirle, y plagado de ideas que vengan o no de los extraterrestres, accionarán en las mentes más ágiles resortes intelectuales hasta ahora desconocidos. Tras sus páginas se encuentra un colectivo de personas integrado gracias al propio proceso de contacto y que ha asumido su experiencia como si estuvieran asistiendo a un curso escolar, es decir, asumiendo el potencial educativo del contacto. Al aceptar como colectivo los planteamientos de sus “contactadores” la transformación interior ha sido común y la plasmación en sus vidas cotidianas se ha hecho evidente.

La práctica totalidad de sus contactos se han recibido a través del polémico tablero “ouija”, cuyos orígenes se remontan a los años dorados de la época espiritista (finales del siglo XIX). Se trata de un método – dicho sea de paso – que los propios integrantes de Aztlán desaconsejan practicar a los neófitos, y que ha granjeado numerosas confusiones a sus usuarios, al mezclan contenidos subjetivos con otros presuntamente recibidos de un emisor externo. El grupo Aztlán, ha empleado los últimos tres lustros en superar el “ruido”, que produce semejante método de comunicación, obteniendo – para regocijo de propios y extraños – mensajes claros, diáfanos y… sorprendentes.

Dejo al lector que se sumerja en el trasfondo de los mensajes de este libro, que se empape de su significado, pues en este caso, creo que sería un grave error juzgar el mensaje sólo teniendo en cuenta condicionamientos externos, como la presunta entidad de sus emisores o el método por el que fueron recibidos. Se trata, sin duda, de dos debates bien distintos y que os conducirían a conclusiones diametralmente opuestas entre sí.

JAVIER SIERRA

(Periodista e investigador OVNI)

NOTA EXPLICATIVA SOBRE LAS DISTINTAS TIPOLOGIAS DE LETRAS QUE APARECEN EN EL LIBRO

TEXTO TODO EN MAYÚSCULAS: Relatos de Acael y otros Maestros

Texto en cursiva y recuadrado: Manuscritos de Geenom

*Los nombres de los seres que aparecen en los relatos, han sido cambiados por respeto a su identidad.

INTRODUCCIÓN

El deseo de todo hombre es hallar la razón profunda de su existencia. La vida, la trascendencia, el amor o la búsqueda del fin de las cosas es el motor que le impulsa a seguir por el camino de la investigación, bordeando, a veces, los precipicios de la locura y el rechazo social.

Mirando hacia atrás en el tiempo, contemplo con un cierto deje de nostalgia las manifestaciones de cuanto he sido, y no dejo de asombrarme de la sabiduría con la que se manifiesta la madre Naturaleza en cada etapa de la escala evolutiva.

Vosotros, hombres de la Tierra, os miráis, os comparáis con lo que os rodea y os complacéis de vuestra imagen. Habéis llegado al culmen de la perfección. Sin embargo, ese mismo pensamiento cruzó por la mente de los primeros hombres, aquellos que en comparación con vosotros podrían ser considerados como imperfectos. Su estatura, sus facciones, su piel y su inteligencia no pueden ser comparados con los cánones de perfección que os aplicáis a vosotros mismos y, sin embargo, eran perfectos.

La vida busca constantemente nuevos caminos de expresión y cuando uno le falla, siempre encuentra la alternativa en forma de mutación genética que hace florecer una nueva especie, similar a la anterior pero con un camino nuevo que recorrer.

El ser humano tiene incorporada en su propia naturaleza la capacidad de mutación pero sólo ante caminos sin salida hace uso de esa capacidad. Vosotros estáis llegando, poco a poco, al callejón sin salida del mundo físico. Vuestra capacidad intelectual está casi intacta, pero ya adolece de defectos que, tarde o temprano os llevarán a plantearos cambios sustanciales incluso en vuestra propia configuración física. A ello ayudará, sin duda, la propia transformación del medio ambiente, de vuestro propio planeta.

Vuestra estructura genética se verá alterada de forma natural por el simple hecho de incorporar posibilidades hoy sólo contempladas como locuras. El mundo de las energías vitalizadoras como causa del funcionamiento orgánico, el mundo de la mente profunda, las capacidades que llamáis paranormales y, por fin, el mundo del espíritu, serán los caminos no hollados por los que transcurrirá vuestra humanidad en las próximas generaciones.

Como consecuencia de ello, vuestro cuerpo físico se tornará más sutil. Vuestro cerebro necesitará un receptáculo mayor porque el córtex aumentará su tamaño, sobre todo en la zona frontal. Vuestros sistemas funcionales como el circulatorio, nervioso, respiratorio, digestivo y sexual tendrán un funcionamiento más armónico, como corresponde a un cuerpo energético más potente y equilibrado.

Viviréis, por consiguiente, más años, lo que significa mayor tiempo de aprendizaje en cada encarnación y la comunicación telepática entre vosotros y aquellos que ya han fallecido será fluida y no traumática.

Os iréis pareciendo más físicamente y no existirán diferencias en función del color de la piel o del lugar del nacimiento. Tampoco os separarán las religiones, porque éstas dejarán paso a un concepto más universal de la trascendencia.

Finalmente, el objetivo humano de vivir en armonía será una realidad, pero antes se hace necesario que los hombres de la Tierra rompan de una vez las cadenas que les atan a un pasado oscuro, donde el misterio y la falsedad han condicionado su escala de valores y su razón de vivir.

Hoy, por fin, se empieza a abrir la puerta del cambio. Un cambio no sólo de creencias sino también de la propia estructura física, astral y mental. La puerta que comunica al hombre con la Creación de la que forma parte. Un Plan Cósmico del cual el ser humano es la célula a partir de la cual se formará el organismo consciente sobre el que gira la creación manifestada.

Geenom

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