14 de agosto de 2010

BASTA DE SECRETOS, BASTA DE MENTIRAS - Parte 8

BASTA DE SECRETOS, BASTA DE MENTIRAS
¡Manual para el despertar de la semilla estelar!
Las Revelaciones Sirianas – Patricia Cori – Parte 8

DROGAS Y ARMAS: LAS MENTIRAS QUE OS HAN VENDIDO

Las dos industrias más lucrativas de la Tierra son el tráfico e drogas (tanto ilícitas como legales) y el comercio de armas. Su proliferación es fruto de la insaciable sed que la Autoridad tiene de riqueza, poder y control sobre las vidas individuales y sobre la sociedad global... y ya es hora de que os deis cuenta de cómo y por qué esas plagas han caído sobre la raza humana y qué podéis hacer para frenar su proliferación en la sociedad global.

La verdad respecto a su difusión en vuestro mundo es muy diferente de la historia y las mentiras con que os está alimentando. Procede de complejos mecanismos que se pusieron en movimiento hace muchos miles de años, evolucionando a lo largo de los siglos hacia una campaña total contra la humanidad entera -como se está manifestando a través del Orden Mundial para la dominación total.

Estimulando los aspectos inferiores de la conducta humana mediante la excitación del yo 'animal', aquellos que han gobernado sobre la raza humana os han manipulado llevándoos a estructuras sociales que proporcionan consumidores tanto como financieros de todas sus sucias actividades -un mundo en el que los que 'tienen' y los que 'no tienen' luchan entre sí reclamando su pequeña parte del siempre esquivo pastel en el cielo.

Justo momentos después de vuestra infancia como raza, fuisteis arrancados del abrazo de la madre tierra y acorralados en campos de trabajo en las primeras sociedades terrestres, en los que habéis permanecido desde entonces.

Desde los primeros momentos de vuestra historia, habéis sido utilizados para servir al Poder. Habéis pasado vuestras vidas compitiendo unos contra otros, mientras creabais una extraordinaria riqueza para la élite.

Habéis luchado en guerras para ellos, convencidos de la necesidad, el poder y el derecho de los amos. Habéis abrazado sus drogas y os habéis vuelto adictos a ellas... habéis aceptado la incesante explotación que los medios de comunicación han hecho de vuestros yoes 'animales'. Habéis envenenado la tierra, el mar y el cielo con vuestro derroche innecesario y con su visión a corto plazo.

Ha sido algo que da que pensar -especialmente sabiendo lo que sabemos de vuestro derecho a nacer y la herencia del Homo sapiens. Durante siglos, se os ha enseñado que la esclavitud de vuestra especie lleva la huella grasienta de manos humanas -lanzadas sobre el inconsciente colectivo de Gaia.

Pero, cuando se contempla la historia bajo otro prisma, aparece con claridad la huella de los guerreros oscuros, grabada a fuego en la piel de la historia humana. Creemos que ya es hora de que reconozcáis el sello de aquellos que secretamente reclaman la propiedad de la gente de la Tierra, pues cuanto antes expongáis esa mancha a la luz radiante, antes se esfumará... del mismo modo que el dolor entra en el silencio cuando se le permite sanar.

¿Queréis uniros a nosotros para elevar las crónicas de la tierra hacia la luz de Ra? EL COMERCIO DE DROGAS Hemos compartido brevemente nuestras ideas respecto a la verdadera naturaleza del tráfico internacional de drogas, pero es importante que ampliemos nuestro campo de visión para incluir el problema de la droga más amplio que asoló vuestras sociedades opulentas.

El consumo de drogas adictivas supone, en todos los sentidos, un atentado a vuestro bienestar y al viaje del alma y no cabe duda de que las personas armoniosas, equilibradas, no se inyectan conscientemente venenos mortales y adicciones en sus cuerpos... ¿no es así?

Es una locura -una forma de aversión hacia sí mismo y autodestrucción-, y a la mayoría de vosotros os resulta difícil imaginar una conducta tan aberrante. Sin embargo, a medida que observáis el estado de los asuntos sociales a través del zumbido de vuestros principales medios de comunicación y vuestras propias observaciones de la vida en la calle de las ciudades en que vivís, no podéis negar que un número cada vez mayor de individuos están haciendo eso -permitiendo que les atrapen y les arrastren, atrapados en la hélice de la oscuridad.

Hay algunos que conscientemente se inclinan ante los amos oscuros -los cuales son entonces rechazados como la escoria de la sociedad, considerados los desviados de vuestras comunidades, aparte de eso 'sanas'.

Parece que tales percepciones alienantes resultan reconfortantes para aquellos que no sufren esas destructivas adicciones, como si de algún modo les dejara fuera del problema de la droga y sus implicaciones para la sociedad en su conjunto.

Como si nunca pudiera pasarles a ellos o a sus seres queridos. Como si simplemente no fuese parte de su mundo, pero lo es ¿no es cierto? El tráfico de drogas y la adicción a ciertas sustancias y las dependencias que genera no se limita al mundo de los traficantes, callejuelas y callejones –de degenerados e inadaptados.

Junto al comercio de droga ilícita y su profunda penetración en todos los niveles de vuestra sociedad global, existe un comercio de drogas paralelo, que consiste en una amplia variedad de drogas farmacéuticas de elevado precio (vendidas por respetables empresas farmacéuticas) y un enorme público multinacional que constituye una clientela inagotable.

Directamente implicados en el comercio se hallan prestigiosos doctores oficiales, cuya formación médica ha sido diseñada para enseñarles a sobre medicar a la población con poderosas (e innecesarias) sustancias químicas... y pacientes, que aceptan ciegamente sus diagnósticos y prescripciones.

Demasiados seres humanos ingieren sustancias químicas de manera constante sin pensar, y la industria prospera -se hacen fortunas- gracias al convencimiento de estar enfermos y a tanta automedicación para anestesiar y suprimir cualquier dolor, las emociones negativas y los síntomas superficiales.

Nos preguntamos cuándo permitirán que, con la proliferación de todo tipo imaginable de remedios rápidos, se perpetúa el malestar humano. Si examináis la situación, no podréis dejar de daros cuenta de que, a pesar de vuestros avances tecnológicos y adelantos médicos, los habitantes de las naciones industrializadas parecen vivir más, ciertamente... pero en estados de salud mental, física y espiritual decadentes.

Aquellos que son capaces de señalar con el dedo y condenar a los consumidores de drogas, mientras llenan sus armarios con toda una serie de remedios farmacéuticos sin receta médica -lo que define vuestros remedios 'socialmente aprobados'-, harían bien en reconsiderar el significado de la 'toxicomanía'.

Sólo porque no formen parte de los opiáceos ilegales del traficante de la esquina no implica que sean de la generación desenganchada. Vosotros, los que estáis despertando, podéis propagar la palabra - revitalizando el conocimiento humano de la mente sobre la materia y una comprensión de la fuente de energía que brota de cada entidad viviente.

¡Como polos del sistema, os cuesta hacer el trabajo! Para ser creíbles y persuasivos -para influir realmente en el cambio- será necesario que sirváis como modelos de integridad, felicidad y buena salud.

Tendréis que 'hacer el trabajo' en vosotros mismos antes de poder servir eficazmente a los otros en este asunto. Sabed que la omnipresente industria farmacéutica, con su lobby multibillonario de políticos de todo el mundo, depende de tres paradigmas comerciales básicos para su éxito continuo en el campo de las drogas legales.

El primero es que los individuos de vuestras sociedades 'occidentalizadas' contemporáneas (las naciones capitalistas arquetípicas) tiendan a entregar su poder a soluciones fáciles y remedios rápidos, más que a explorar la totalidad (las causas y los efectos de sus acciones) y así sanar sus vidas, creando un permanente bienestar mental, corporal y anímico.

Dentro de este contexto social fundamental, os pueden llevar a creer que, con el primer estornudo o el más mínimo dolor, tenéis que correr hacia la farmacia más próxima y atiborraros de Remedios increíblemente rápidos' para todo lo que os aflige.

El segundo es que el entorno crecientemente tóxico, el envenenado suministro de comida y la influencia negativa de vuestros medios de comunicación ofrezcan los parámetros fundamentales de enfermedad en vosotros, promoviendo malestar en un número cada vez mayor de la población, con el fin de que haya un mercado ilimitado y en aumento, disponible para ellos.
Tened en cuenta que si comenzáis a creer que estáis bien y luego creáis y manifestáis esa armonía en vuestros cuerpos, no necesitaréis ya sus remedios portadores de grandes beneficios para vuestros constantes dolores.

Os estamos diciendo que las empresas farmacéuticas, 'reguladas' por la Dirección de Alimentos y Drogas y sus homólogos globales, están interesadas no en haceros el bien, sino en encerraros en estados de perpetua desarmonía y enfermedad crónica.

De hecho, estos cuerpos reguladores están creados a nivel gubernamental para proteger y alimentar la inmensamente rentable industria farmacéutica, mientras pensáis que están trabajando para vosotros... ¿no es así? Tenéis que entender que sin vuestra enfermedad, sin una hipocondría colectiva y con vuestra fe en la capacidad del cuerpo para eliminar las fluctuaciones sintomáticas de su lucha contra la enfermedad, los 'farmacéuticos' se quedan sin mercado.

Vuestra buena salud, queridos hijos, simplemente no es buen negocio. ¿Veis hasta qué punto vuestro malestar y vuestro sufrimiento colectivo es alimentado y estimulado a nivel social, para asegurar que compraréis sus fórmulas de 'remedio inmediato' y, al hacerlo, permaneceréis dependientes de la necesidad de sus drogas?

Nosotros creemos que eso es adicción. ¿Y vosotros? No debería sorprenderos que métodos de salud alternativos, como el uso de esencias de plantas y la imposición de manos, sean ridiculizados por la ideología dominante y se desconfíe de ellos.

Ciertamente, observamos cómo la industria está intentando acallaros, erradicar todo movimiento de base que ofrezca alternativas y elección -prohibiros el que superviséis vuestro propio bienestar mente/cuerpo.

Pensad en esto: si vosotros, como conjunto, os dais cuenta de que podéis crear y mantener una excelente salud vosotros mismos -sin sus drogas- ¿qué implicaría eso para sus beneficios?

El tercer paradigma comercial de la industria farmacéutica, por tanto, es que una sociedad enferma es una sociedad rentable... así que ¿a dónde os lleva eso? Si todavía creéis que una industria que mueve muchos miles de millones de dólares y que prospera sobre vuestra enfermedad tiene como objetivo curar la enfermedad y el malestar, entonces sois más crédulos de lo que pensáis.

Os otros creemos que la venta legal de drogas farmacéuticas supone un peligro mucho mayor para los seres humanos que el comercio de drogas ilegales, pues la comercialización y la aprobación gubernamental de tales drogas legítimas hace creer a la mayoría de la raza que son 'buenas' para vosotros y que las necesitáis para conservar vuestra salud y no sufrir ni siquiera un minuto de malestar.

Abrid vuestros armarios de medicinas. Examinad vuestros arsenales domésticos de productos farmacéuticos. ¿Realmente necesitáis esos brebajes químicos, de los que tan poco sabéis? ¿Qué estáis introduciendo verdaderamente en vuestros sistemas cuando os inyectáis sus vacunas mortales y os tragáis las píldoras y jarabes que prometen aliviaros de vuestras dolencias temporales?

Aunque los entornos crecientemente tóxicos de la Tierra plantean retos mucho mayores que nunca antes, el cuerpo humano (alimentado mediante un enfoque dietético equilibrado, un entorno saludable y una actitud mental positiva) no necesita sustancias químicas para mantener un equilibrio saludable.

Bastantes de vosotros sois muy conscientes de la importancia de establecer una dieta equilibrada, de hacer ejercicio y de descansar suficientemente, por lo que no es necesario que desarrollemos estos temas aquí. Lo que es importante para nuestro diálogo es el uso que hacéis de la medicación como un modo de interrumpir los síntomas de desarmonía en el cuerpo -síntomas que han de considerarse indicadores de la condición física y tratarse debidamente, teniendo en cuenta todo el organismo.

Si tenéis dolor de cabeza, es una solución miope acudir inmediatamente a las sustancias químicas para eliminar el dolor -sustancias químicas que a largo plazo producen efectos secundarios en el cuerpo. La aspirina, por ejemplo, causa una pequeña pérdida de sangre en el estómago –efecto conocido del uso de la aspirina.

Y, sin embargo, seguís consumiendo incalculables cantidades, como si el malestar provocado por un dolor de cabeza fuera un mal mucho mayor que la hemorragia interna. Sabed que los efectos secundarios se hallan en la mayoría de los medicamentos, para que vayáis pasando, en cierto sentido, de los remedios de alivio inmediato a otras sustancias químicas para suprimir los síntomas secundarios.

Constituye, desde luego, una conspiración contra vosotros. Hay todo tipo de píldoras: para dolor de cabeza, para malestar muscular, resfriados y gripe, indigestión, ansiedad, falta de energía, etc. Ahora bien, todos estos son síntomas de algún tipo de desequilibrio en vosotros que debe tratarse en el nivel de las causas -más que enmascarando los síntomas.

Hay medicamentos para anestesiaros, para energizaros, para calmaros, para animaros. Hay pastillas para lavar vuestros cerebros y confundirlos... éstas proliferan a medida que la depresión emocional de vuestros jóvenes y vuestros adultos alcanza proporciones pandémicas.

Sobre los peligros de los medicamentos antidepresivos, ¡hay tanto que no sabéis! -y sin embargo se prescriben abundantemente como remedio para el sufrimiento emocional y muchos de vosotros, demasiados, los aceptáis.

Constituyen la declaración definitiva de vuestra incapacidad, como sociedad y como individuos, para tratar el malestar emocional de vuestras generaciones. La mayoría no sois químicos ni farmacéuticos.

No obstante, los que lo son saben los efectos secundarios que tales poderosos brebajes tienen en los sistemas nervioso y endocrino del ser humano. Nos atrevemos a afirmar que algunos de ellos se han incluido deliberadamente en los fármacos, por razones que tienen que ver con el control mental de determinados sectores de la sociedad.

Después de todo, ¿qué mejor manera de romper vuestra resistencia a la autoridad que arrastrándoos a estados irreales de conciencia alterada... insensibilizando vuestras percepciones de la realidad y vuestras propias identidades?

La lista de medicamentos antidepresivos crece a medida que vuestra salud mental colectiva declina, pero aun así seguís sin reconocer el enorme beneficio que se deriva de vuestra desorientación mental y vuestra enfermedad física (o los simples síntomas de malestar).

Si estáis enfermos, infelices u os sentís emocionalmente inestables, es un reflejo de factores negativos en vuestras vidas que hay que tratar o eliminar, lo que permite restablecer la buena salud del cuerpo y la mente, así como el brillo del Espíritu, Por desgracia, más que buscar la fuente de esos oscuros sentimientos que nublan la capacidad humana de afrontar la vida, demasiados médicos medican para anestesiar el dolor emocional (desactivando también las sensaciones de placer).

Con el tiempo, uno aprende a no sentir nada -ni dolor ni alegría- y eso constituye un panorama muy interesante para aquellos que desean dominaros y controlar vuestros pensamientos y vuestros hábitos.

¡Hay tantos robots caminando por vuestros barrios, con las mentes alteradas por antidepresivos y medicamentos modificadores del estado de ánimo! Son personas respetables, pilares de la sociedad -adictos a escondidas.

¿Y qué sucede con los niños? Observamos cómo vuestra turbulenta juventud, deprimida ante el estado de vuestro mundo y las perspectivas de su propia supervivencia, está siendo llevada sistemáticamente a ingerir medicamentos altamente peligrosos - adormecidos y haciéndoseles creer que, de algún modo, están 'controlando' su depresión.

Un número creciente de estos individuos han sido despojados de la capacidad de sentir; tenéis que preguntaros si ésta es una alternativa viable al dolor de las emociones oscuras -por muy llenas que estén de desesperación-. Debéis preguntaros cómo estos adultos del mañana van a enfrentarse con las dificultades que vosotros tenéis ahora, y con otras que surgirán más adelante.

Es como si la sociedad, como conjunto, rechazase hacer frente a su reciente, pues entonces la raza humana desesperación tendría que hacer frente a las verdaderas cuestiones que vosotros, los que estáis despertando, estáis afrontando cara a cara.

La mayoría están demasiado anestesiados o distraídos y, sin una comprensión verdaderamente espiritual de la evolución y del proceso de la muerte, resulta demasiado aterrador.

La insensibilización de vuestros cuerpos, mentes y almas es no sólo un enfoque ineficaz de la curación, sino también y ante todo un acto de renuncia a vuestra libertad para convertiros en seres humanos plenamente conscientes.

Os pedimos a vosotros, los que estáis despertando, que rechacéis estas drogas y encabecéis una campaña contra ellas. Os recordamos que sois los dueños de vuestros propios destinos, y con vuestra creciente comprensión de las fuerzas en liza en vuestro mundo tenéis una clara responsabilidad hacia vosotros y hacia la sociedad en conjunto para rechazar la imposición de sus opiáceos y caminar en el resplandor de la buena salud y la paz mental.

Recordad... nacisteis para la grandeza -seres con libre voluntad del Universo infinito. Chispas de la luz divina, sois ilimitados y brillantes, una súper-raza de seres. Sólo el temor y la ignorancia pueden arrastraros hacia los pozos sin fondo de vuestra imaginación... y aun así, recordad que podéis hacer que brille la luz en los abismos más profundos.

Veréis que incluso desde la fría oscuridad pueden emerger paisajes nuevos y atractivos. También de esas visiones se aprenden muchas lecciones. Sed valientes y rebeldes, pues sois soberanos -directores de vuestro propio bienestar y guardianes de Gaia.

Os animamos a liberaros de toda forma(mental o física) de drogadicción, recuperando lo que podáis haber entregado al Poder y devolviendo a la Diosa lo que hayáis tomado de la Tierra. Cuando vuestra claridad y vuestra decisión sean totales, podéis ayudar a otros en el proceso.
Esta es la expresión más pura de vuestra intención de llevar a la plenitud vuestro cuerpo, vuestra mente y vuestra alma. ¿QUÉ PUEDE HACERSE? Comprometeros, como primera medida, a reducir drásticamente la cantidad de datos televisivos y otras formas de publicidad que destrozan la paz de vuestra mente y siembran las sugestiones hipnóticas para que os mediquéis.

Los padres y cuidadores pueden ayudar a los niños restringiendo el acceso a programas violentos y a videojuegos interactivos, donde se les entrena en conductas psicóticas y se les inculcan instintos asesinos.

Examinad todos los productos farmacéuticos (especialmente los remedios sin receta) en vuestros botiquines: leed cada etiqueta, estudiad el contenido y preguntaros si podéis pasar sin ellos, eliminando todos los que podáis.

Leed los prospectos. Estas sustancias químicas invasivas son dañinas y generalmente innecesarias. Enmascaran lo que produce el desequilibrio en vuestro ser. Aunque no se puede esperar que conozcáis la terminología química de los ingredientes, estudiad los 'posibles efectos secundarios' que se indican en la información ofrecida con la droga - ¿qué está introduciéndose en vuestros cuerpos?

Sed conscientes de que podéis fácilmente ser 'contagiados' por las dolencias de los otros y comprometeros a estar bien -pedídselo a vuestros cuerpos-. Hablad de lo bien que os encontráis, vivid la irradiación de la buena salud y haced que brille para los otros. Vuestro luminoso reflejo ayudará a sanar el mundo. - Eliminad, hasta donde sea posible, todos los alimentos y vitaminas sintéticos, pues crean desarmonía en vuestros cuerpos. Si tenéis que tomar un suplemento vitamínico, que sea un compuesto orgánico. Mejor todavía, seguid un régimen alimenticio en el que las vitaminas, los nutrientes y las enzimas los obtengáis directamente de una fuente natural de alimentación. - Tened en cuenta los métodos de salud alternativos y el enfoque holístico del bienestar. Con frecuencia, os lanzáis al remedio antes de permitir al cuerpo que elimine el malestar.

Es importante entender el origen de cualquier dolor o desazón; a menudo, su manifestación es el modo que tiene el cuerpo de expresar la causa y tenéis que escuchar... tenéis que experimentar el síntoma temporalmente para poder llegar a la raíz. - Investigad terapias de masaje, yoga, sanación pránica y frecuentad las verdes praderas, escuchad el canto de los pájaros, respirad aire del campo... plantad flores por todas partes a vuestro alrededor.

- Cuando estéis cansados, descansad. Si estáis resfriados o tenéis el virus de la gripe, tendrá que seguir su curso y todavía no existe en la Tierra ningún medicamento que pueda evitarlo -ni lo habrá nunca, pues vuestro obsesivo enmascaramiento del resfriado y de los síntomas de la gripe constituye una de las líneas básicas más rentables del imperio farmacéutico.

En muchos casos, el trastorno temporal es el modo que tiene vuestro cuerpo de conseguir que os acostéis y apaguéis la máquina mental que os lleva a estados de extrema fatiga y a la enfermedad. Por tanto, más que atiborraros de todo tipo de jarabes, descongestionantes y antibióticos, abrigaos, dormid y descansad a gusto.

Veréis cómo pasa y estaréis, de modos sutiles, mejor que antes. - Si estáis nerviosos e irritables, es un signo de que vuestra vida ha perdido el equilibrio y más que atontaros con sedantes o antidepresivos, viajad a vuestro interior para hallar la verdadera causa de la irritación. Encontraréis que necesitáis más juego en vuestras vidas... más diversión... más movimiento.

Salid al aire libre... a los árboles y los océanos y respirad en la Madre Naturaleza. Esto es tanto más válido para los niños, que están siendo medicados innecesariamente y con funestas implicaciones para su bienestar mental, físico y espiritual.

- Eliminad, en la medida de lo posible, venenos en vuestro sistema: cantidades excesivas de café, té, alcohol, azúcar, nicotina, aditivos alimenticios y todos los compuestos químicos que perturban el equilibrio natural.

Experimentad con vuestros niveles de dolor. Encontraréis que podéis tolerar pequeños dolores de cabeza y pequeños malestares y que a menudo desaparecen por sí solos. Preguntad a vuestros médicos: deberíais saber exactamente qué os están prescribiendo antes de aceptar tomarlo.

Y recordad que la mayoría de ellos han sido formados para tratar los síntomas más que las causas, igual que han sido introducidos en los mecanismos del mercado para medicar más que para curar.

LA CARRERA ARMAMENTÍSTICA Del mismo modo que se os hace creer que estáis enfermos para que os mediquéis de manera obsesiva y compulsiva, se os convence para que creáis en un enemigo que os amenaza permanentemente, para que financiéis el tráfico de armas de destrucción masiva, la maquinaria de guerra y armas de cualquier forma y dimensión imaginable
Si os tomarais el tiempo de hacer un poco de recuento global e investigaseis realmente los presupuestos militares de tan sólo las naciones industrializadas, os quedaríais boquiabiertos. Imaginad, pues, todo el comercio que hay en juego -las agendas militares secretas y el tráfico de armas ilegal mundial, así como las enormes carreras armamentísticas particulares.

Podéis estar seguros de que la inmensa riqueza derivada de las armas y la guerra es tan astronómica que vosotros, individuos del planeta, simplemente no podéis ni imaginar tales cifras... ni tampoco podéis comenzar a imaginar lo grandes que son los arsenales de destrucción que actualmente existen en el planeta Tierra. Actualmente existen en el planeta Tierra.

Sin embargo, paradójicamente, vosotros financiáis la guerra y al financiarla, de forma indirecta estimuláis la solución violenta -aunque no estamos sugiriendo que necesariamente seáis individuos violentos.

Más bien, es vuestra cultivada apatía y vuestra alienación del gobierno lo que permite a vuestros líderes hacer aceptar sus presupuestos militares y venderos, a vosotros, gente de la Tierra, la distorsionada idea de que el poder militar es el camino hacia la paz.

Para vender este concepto a la sociedad 'civilizada', tiene que haber enemigos a los que combatir y fronteras que proteger. Ha de haber un modo correcto (el Vuestro') y todo lo demás (lo 'suyo'). Con el tiempo, este estereotipo de justicia se filtra hasta el nivel individual, y comenzáis a creer que la violencia es la única solución.

Justificados por los modelos de papeles establecidos por vuestros gobiernos, compráis pistolas para tomar lo que no es vuestro o proteger lo que lo es. Añadid a este cóctel tóxico la glorificación de la violencia en vuestros medios de comunicación, vuestros 'juguetes' y entretenimientos y el uso de drogas para insensibilizar el dolor, sedar y enmascarar los síntomas del desequilibrio mental y emocional... ¡y quién lo iba a decir! De repente descubrís que estáis viviendo en una sociedad violenta, disfuncional.

Observando el estado de vuestro mundo, no podéis más que suponer que tal enfoque constituye un terrible fracaso. Enfrentaos a ello. La guerra y las armas son un gran negocio y paradójicamente vosotros -buscadores de la paz y la felicidad- sois los que los financiáis.

Este es sólo un ejemplo entre muchos de cómo las fuerzas oscuras os manipulan para servir a sus intereses y necesitáis tener en cuenta este aspecto, a pesar de vuestra convicción consciente de que estáis trabajando para la luz y sólo para la luz.

Además de gravaros con un impuesto para financiar la guerra, vuestras sociedades proporcionan ejércitos formados por su juventud para hacer el trabajo sucio de luchar, matar y morir en esas guerras.

Desfilando por campos de entrenamiento estrictamente militar, son tratados con crueldad hasta convertirse en mecanismos de guerra capaces de matar –adoctrinados con el fervor de la lealtad patriótica, insensibilizados por la brutalidad de su entrenamiento, y condicionados mediante una obediencia militar.

Allí, dicen los oficiales, aprenden 'disciplina y responsabilidad', pero lo que realmente sucede en tales campos es que vuestros jóvenes, hombres y mujeres, son preparados para matar o morir en los campos de muerte y destrucción absurdas.

Ellos son vuestros hermanos, vuestros maridos, hermanas e hijos, y están siendo entrenados para matar, bajo órdenes, a los hermanos, maridos, hijas e hijos de hombres, mujeres y niños 'enemigos'.

De algún modo, el hecho de que sean entrenados como los asesinos legales de vuestra nación parece convertir el asesinato descarado del 'enemigo' en extrañamente heroico -sin embargo, en vuestros círculos os parece espeluznante la idea del asesinato y la violencia.

¿Cómo puede conciliar la sociedad 'civilizada' tal dicotomía? No es nuestra intención entrar en detalles ahora sobre la naturaleza de la violencia, pues es un tema que exigiría un detalle y una concentración mucho mayor de lo que podemos ofrecer en este texto.

Lo que nos preocupa es que entendáis que estáis vendidos a la necesidad de una solución violenta en varios niveles... y cómo sois adoctrinados para hacer las guerras de otras personas, financiándolas y perpetuándolas.

Os pedimos que tengáis en cuenta que este mal no está enraizado en la ideología -el mérito de una estructura de creencias sobre otras. No tiene que ver con la oposición entre religiones -la intolerancia hacia otros en el nombre del Dios Uno y Único.

Tampoco se trata de un acto de justicia ni de humanidad ni de resolución forzada para un conflicto político irreconciliable. La guerra es una necesidad económica para los fabricantes de armas y destrucción masiva y de maquinaria militar -regulada por las naciones industrializadas.
En las veneradas salas de los comités y los líderes mundiales, están comerciando rápida y furiosamente... un verdadero frenesí estafador. Del mismo modo que diseñan drogas para manteneros enfermos, crean guerras para vender armas.

Las historias y amenazas que os venden como justificación son ilusiones -sombras oscuras que velan la capacidad humana de reconocer sus demonios. Aunque en el marco de las Naciones Unidas se encuentran trabajadores verdaderamente dedicados a la paz, en gran medida no es más que una fachada.

Por la naturaleza de los beneficios financieros de la proliferación de armas, el papel de ese Consejo es servir (en apariencia) como árbitro de la tensión global y el malestar político.

Los gobiernos que financian las Naciones Unidas y sus líderes militares tienen intereses creados en los conflictos armados y observamos que las fuerzas de agresión militar están dedicadas a la guerra -pues sin ella no tienen razón de ser.

No puede haber jerarquía, ni generales de cinco estrellas, ni presupuestos de trillones de dólares ni juegos de guerra, sin guerra o amenaza de ella. Recordad la crisis de Yugoslavia hace algunos años. Mientras vuestros líderes mundiales se sentaban a hablar por hablar, vosotros -ciudadanos del mundo- observabais cómo la masacre de inocentes se convertía en la historia cumbre de todas las redes de noticias... en todos los países.

En muy poco tiempo, os anestesiasteis ante esa violencia, pues era tan explosiva emocionalmente y tan incesante que vosotros, los contempladores de la cruda brutalidad, teníais que insensibilizaros ante tan salvaje crueldad para poder resistirla.

Con el tiempo, vimos que vuestro horror se convertía en 'aburrimiento' y las emisoras, conscientes de que estaban perdiendo audiencia, dejaron ese caldero hirviente -la sangre de Yugoslavia- para más adelante.

Detrás de los escenarios, las naciones 'democráticas' (autoproclamadas’ guardianes de la paz') así como las naciones espejo vendían a ambas partes sus armas viejas, municiones y suministros militares. Intereses privados, así como gobernantes, han amasado verdaderas fortunas... y sólo después de que el mercado se saturase, la conflagración comenzaba a llegar a su fin y se lograba una resolución.

Si no fuera por las muchas grandes personalidades humanitarias (sobre todo aquellas que trabajan entre bastidores) dedicadas al logro de la paz y el mejoramiento de la condición humana, podíais haber saltado en pedazos hace siglos... tan decididos están a enterrar vuestro mundo bajo bombas.

¿Y qué me decís de la guerra en las calles de vuestras ciudades -donde se supone que es 'ilegal' matar al otro? Habéis presenciado cómo un estado totalitario que aspira a controlar a toda la población no permite que ningún ciudadano (aparte de la milicia bien adoctrinada) tenga armas.
Al no sentir necesidad de disimular u ocultarse, el gobierno dictatorial impone la ley marcial sobre el pueblo con el propósito evidente de crear una sensación de miedo al orden vigente, exigiendo obediencia y suprimiendo todo pensamiento de rebelión.

Vosotros, la nación 'democrática' arquetípica, los Estados Unidos, habéis disfrutado (hasta ahora) del derecho a llevar armas, tal como estaba escrito en la Constitución de vuestra nación por hombres que reconocían el potencial para la tiranía en el Nuevo Mundo -ellos mismos rebeldes contra el poder absoluto de la monarquía regente-.

Pero ahora, cuando la violencia de las pistolas y otras armas ofensivas se ha vuelto endémica en vuestra sociedad, se os está empujando hacia una renovada prohibición, según la cual a ningún ciudadano se le permitirá comprar o tener armas de fuego.

Esto supondría una pérdida sustancial de ingresos para el gobierno, pero vuestros líderes han sopesado eso frente al valor de vuestra obediencia política y no han tenido dudas al respecto. La campaña comenzó hace tiempo y ahora estáis siendo conducidos a esa situación, arrastrados por el tiempo y ahora estáis siendo conducidos a esa situación, arrastrados por el sensacionalismo de los medios de comunicación y la retórica política para que depongáis las armas.

Para quienes cumplen la ley esto tiene sentido y acogeréis con agrado esta idea -pues parece la única solución a la crisis en vuestros barrios y vuestras grandes ciudades. Pero tened esto en cuenta: "Cuando se prohíban las pistolas, sólo.»»

La Agencia de Seguridad Nacional, El Servicio Secreto, Los militares, el FBI, La CÍA, La INTERPOL, La policía estatal, La policía local, Las Patrullas de Autopistas, La Guardia Nacional, Los guardias de los bancos, Los investigadores privados, las fuerzas 'presentadoras de la paz' y los forajidos tendrán pistolas."

Creemos que las armas y las mentes beligerantes están arruinando todas vuestras civilizaciones y nuestro deseo para los pueblos de la Tierra es que podáis disfrutar un mundo sin guerras ni violencia y vivir en paz.

Desgraciadamente, esta no es la realidad actual en la mayor parte del planeta, pues estáis atados a unas oposiciones polares tan intensas que la desarmonía se filtra en todos los niveles.
La pregunta que debéis plantearos ahora es esta: ¿qué sucedería si el Gobierno Secreto decidiera que ha llegado el momento de imponer la ley marcial... primero en América, luego en el resto del mundo?

Aquellos que hacen de líderes están preparando el camino, llenándoos de nuevos miedos hacia enemigos desconocidos -tanto nacionales como extranjeros- llamándoos a sus iglesias, inventando vuestro celo patriótico y exaltando vuestro sentido de la justicia sobre lo otro'.

Mientras torturan y asesinan al 'enemigo', están capitalizando la proliferación de la violencia en vuestras ciudades para manipularos y que aceptéis la prohibición de pistolas -es inminente- y os invitamos a ejercer vuestras más agudas capacidades de observación al examinar las profundas implicaciones de ese proceso.

No os estamos incitando a tomar las armas contra vuestro gobierno (como él sí que hizo con la gente de Yugoslavia, incitándola a derrocar al dictador). Pensamos que el pensamiento correcto, la palabra correcta y la acción correcta deben 1 constituir la estructura de vuestra rebelión consciente, y que tenéis que levantar la voz de vuestra protesta a través de la unidad y del aumento de vuestro número -no con armas y violencia-.

Pero sí que queremos recordaros que la Gran Democracia de América fue diseñada por los antepasados fundadores con muchos controles y equilibrios, para que la tiranía nunca pudiera llegar a darse.

Vuestro derecho a llevar armas se escribió en vuestra constitución para que el gobierno cumpliera su palabra. Así que pensad en ello cuidadosamente antes de eliminarlas, pues Poder interpretará esa afirmación colectiva como vuestra absoluta resignación.

Sobre esas decisiones puede pesar mucho más que la sabiduría de aquellos a quienes reverenciáis como los sabios fundadores de vuestra nación.

Continuará….

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