3 de agosto de 2010

EN CASA CON DIOS – Parte 4 b

Nealde Donal Walsh

OCTAVO RECUERDO - Continuación

¡Eso tiene aún menos sentido! Las cosas suceden secuencialmente o simultáneamente. No puede ser de ambas formas.

¿No puede? Te estoy diciendo que toda la vida es de ambas formas.

¿Toda la vida es “secuencial” y “simultánea”?

Correcto.

Bueno, de acuerdo, entonces esto me desconcierta completamente. Soy incapaz de sostener esto en mi realidad.

¿Puedes concebir la posibilidad? ¿Puedes expandir tu mente para poder concebir la posibilidad? No hay una palabra para esta experiencia en tu lenguaje, así que tendremos que inventar una. Digamos que toda la vida es “secuentánea”. Es “secuencial” y “simultánea” al mismo tiempo.

No sé qué decir. Supongo que todo y cualquier cosa es posible, y estoy dispuesto a admitir que no sé todo lo que hay que saber sobre la Realidad Última, pero sólo puedo ir hasta aquí. Aunque pudiera ir ahí conceptualmente, no puedo imaginarme estar ahí experimentalmente. No puedo imaginar experimentarlo.

Déjame ver si podemos encontrar otras palabras –algunas palabras“reales”- con las que poder explicártelos o, por lo menos, ponerlo un poco más claro.

Está bien, porque necesito ayuda aquí, y la necesito inmediatamente. O, mejor dicho, la necesito secuentáneamente…

Perfecto. ¡Eso es Perfecto! Ahora, imagina conmigo una realidad donde el tiempo no existe. No de la forma que tú te imaginas. Hay un solo momento, el Dorado Momento del Ahora. Todo lo que ha sucedido está sucediendo ahora, y siempre sucederá: está sucediendo Ahora Mismo.

Todo es verdad con respecto a todas tus vidas, no sólo a la parte de tu experiencia que llamas esta vida en particular o al Más Allá. La diferencia es que en el Más Allá lo sabes. Lo experimentas.

De acuerdo, pero espera un segundo. Acabas de decir que todas mis vidas están ocurriendo simultáneamente. Quieres decir, todas mis encarnaciones, ¿verdad?

Si. Pero también me refiero a todas tus almas “pasadas” a través de esta encarnación.

¿Estás diciendo que paso a través de esta vida más de una vez?

Correcto. Y muchas posibilidades, muchas experiencias, pasan al mismo tiempo.

Pero si todo está pasando simultáneamente… eso significaría que tendría que haber “realidades alternativas”. ¿Estás diciéndome que hay algo así como “universos paralelos” que transcurren al lado del nuestro, en los que el “yo” que soy “yo” está teniendo otras experiencias?

Sí.

Bueno, me dijiste al principio que algunas partes de esta conversación podrían parecerle demasiado “descabelladas” a la gente, y ciertamente estás cumpliendo tu promesa. Mucha gente diría que el último escenario es simplemente pura ciencia ficción.

Y no lo es. Como dijiste antes, esto es ciencia.

¿Esto también es ciencia? ¿Hablar de realidades alternativas es ciencia?

¿Piensas que vivimos en un mundo de sólo tres dimensiones? Pregúntale a un físico cuántico sobre eso.

¿No vivimos en un mundo de tres dimensiones?

Experimentas un mundo de tres dimensiones, pero no vives en un mundo de tres dimensiones.

¿Qué significa esto?

Significa que la Realidad Última es mucha más compleja de lo que nunca te hayas imaginado. Significa que hay mucho más de lo que se ve. Te digo que todas las posibilidades existen en todos los tiempos. Estás eligiendo la posibilidad que deseas experimentar ahora de entre un campo multidimensional de posibilidades infinitas. Y hay otro “tú”, eligiendo cosas diferentes, aquí mismo, ahora mismo.

¿Otro Yo?

Correcto.

¿Estás diciendo que “yo” existo multidimensionalmente?

Sí. El Universo no tiene nada de misterioso Cuando lo miras directamente. Una vez más hemos lanzado a un área enteramente diferente de la que yo pensaba que íbamos a explorar. Aun siendo fascinante, ¿es relevante para mi tema, que la vida como la estoy experimentando, y mi muerte? Aquí todo se entrecruza. No hay un solo hecho sobre la vida y lo que tú llamas muerte que se dé aislado. Todos son relevantes.

De acuerdo. Entonces, responde a esto. Si todo está pasando al mismo tiempo, ¿Cómo es posible para el “nosotros” que somos “nosotros” experimentar sucesos como si estuvieran pasando aislados, en secuencia?

Es cuestión de qué eliges mirar. Y eso es un dato enorme práctico con respecto a tu “pasada” actual por esta vida. Tu experiencia es creada por lo que miras. O, más correctamente, por la forma en que te mueves en el Espacio-Tiempo.

¿Perdón?

Déjame darte un ejemplo simple, a ves si así te resulta más fácil comprender.

Dios mío, por favor. Estoy esforzándome todo lo que puedo para seguirte, pero necesito algo bien claro donde apoyarme.

De acuerdo. Digamos que has entrado en una habitación. Es una habitación enorme y está adornada. Quizás es una biblioteca en una mansión lujosa.

Está bien, puedo imaginarme eso.

Entras en la habitación y notas algunas cosas primero. Quizás es un rincón hay un par de estatuas impresionantes de figuras humanas desnudas. Naturalmente, te llama la atención. Te acercas a ellas para verlas. O quizás hay una cosa igualmente atractiva por ahí. Un enorme oso desecado. O una amplia pantalla de TV en una pared lateral, que te atruena los oídos. Tu atención se va ahí inmediatamente. Tu mente se va ahí inmediatamente.

De acuerdo, puedo imaginarme eso.

Ahora empiezas a mirar a tu alrededor y empiezas a ver otras cosas, cosas más pequeñas, cosas menos dramáticas. Finalmente te acercas hasta una estantería en el medio de la habitación. Tus ojos descubren un título en particular en el lomo de un libro en el centro del estante del medio, directamente frente a ti. A por eso es a por lo que venías a esta habitación.

Las estatuas te llamaron la atención y te acercaste a ellas, pro esto es aquello a por lo que venías. Si le describieras a alguien esta escena más tarde podrías oírte a ti mismo diciendo: “¡Por fin, ahí estaba! ¡Justo lo que estaba buscando!

Por supuesto, no hay un “por fin” al respecto. Podrías haber dicho, con igual facilidad, “¡Al principio, ahí estaba!”.

El codiciado libro estaba ahí todo el tiempo esperando a que lo vieras. No apareció “más tarde”. En realidad, no “apareció” en absoluto. No llegó a una “hora” determinada. Estaba allí todo el tiempo. Sin embargo, tú no lo veías porque no lo estabas mirando. No te acercaste a él. Sin embargo, todo en esa habitación estaba ahí. Todo existía simultáneamente. Tú viste lo que estaba ahí, lo “descubriste”, y por lo tanto lo experimentaste, secuencialmente. Entonces, el momento fue verdaderamente “secuentáneo”.

Capto esto. Entiendo cómo podría verse de esa forma.

Una cosa no “aparece de repente” cuando la ves. El que la veas hace que de repente “se aparezca” ante ti. Aquellos que tiene alguna noción elemental de física cuántica te dirán que no hay nada hasta que lo ves. Al verlo lo pones ahí. Sin embargo, la ciencia más avanzada ahora sabe que ni siquiera esto es la declaración definitiva de cómo son las cosas.

En la Realidad Última, las cosas están ahí antes de que las veas. Es decir, existen múltiples posibilidades todo el tiempo. Cada resultado concebible de cada situación concebible existe aquí mismo, ahora mismo, y está ocurriendo aquí mismo, ahora mismo. El hecho de que tú sólo veas una de ellas no “la pone ahí”, en sentido literal; la pone “aquí”, en tu mente.

Pero ¿qué realidad de entre las realidades que existen es la que pongo en mi mente?

La que eliges ver.

¿Y qué me hace elegir ver una realidad en vez de otra?

Bien, ahora, ésa es la cuestión, ¿verdad? ¿Qué te hace elegir ver una realidad en vez de otra? Cuando pasas al lado de una persona despatarrada en la acera, despeinada, sin afeitar, empinando el codo con una botella de vino.

¿Qué te hace elegir ver a un “vagabundo callejero” o a un “santo de la acera”? Cuando recibes una notificación de tu empresa diciéndote que te echan porque están “reduciendo personal”, ¿Qué te hace elegir ver un “desastre horrible” o una “oportunidad maravillosa”? Cuando ves un reportaje en televisión sobre un terremoto o un tsunami, con miles de muertos, ¿Qué te hace elegir ver “una calamidad” o el desarrollo de la “perfección”?

¿Qué te hace elegir una cosa sobre otro?

¿Mi idea de lo que hay ahí?

Ciertamente. También, tú idea sobre ti mismo. Esto me recuerda la historia de don Quijote de la Mancha, en la que un hombre ve el mundo con unos ojos diferentes, ojos que “arden con el fuego de una visión interior”, como dice la letra de Joe Darion en una canción de la versión musical. Don Quijote “concibe el proyecto más extraño que nadie imaginara… convertirse en un caballero andante y lanzarse al mundo a enderezar entuertos”

Encuentra una bacinilla de afeitar y, dándole la vuelta, la ve como un yelmo, y se la pone orgulloso en la cabeza. Se encuentra con una rústica tabernera, Aldonza, y la ve como Dulcinea, una hermosa dama, pura y sincera. Le pide una prenda que pueda llevarse a la batalla y, cuando ella, ridiculizándolo, le tira un trapo de la taberna, él lo ve como su pañuelo y lo lleva junto a su corazón. Se marcha a caballo declarando: “Yo soy yo, Don Quijote de La Mancha. Mi destino me llama y ¡allá voy!

Y se lo invento todo.

¿Cuál es entonces tu destino? ¿Cómo vivirás tu vida? ¿Cómo verás a la gente, los lugares y los acontecimientos en ella? ¿Y en qué terminará todo?

Tú eres Dios. Dímelo.

Dependerá de cómo lo mires.

¿Sabes lo que es increíble? A pesar de lo disparatado que es esto, creo que en realidad lo estoy entendiendo.

Por supuesto que sí, porque todo esto es muy natural. Tu alma entiende todo esto –incluyendo la “secuentaneidad”- perfectamente. Tu alma sabe que todas las realidades existen. El hombre de la acera es tanto el vagabundo callejero como santo de la acera. Aldonza es tanto la tabernera como la hermosa dama.

Tú eres tanto la víctima como el villano, y has sido los dos a lo largo de tu vida. Y ninguno de los dos es real. Ninguno de los dos. Te lo estás inventando todo. Creas tu experiencia al decidir qué parte de Todo Lo Que Es eliges mirar. Y puedes perfectamente estar mirando algo que estás tratando de encontrar y no verlo.

Hombre, eso sí lo entiendo. Algunos me cuentan que están buscando a su compañero ideal, pero cuando el cielo se lo envía, ni siquiera lo pueden ver, porque están totalmente distraídos con cosas como las apariencias o lo que ellos describen como defectos. Don Quijote vio a la tabernera como a una hermosa dama, y ella se convirtió en eso.

Este mirar sin ver se aplica incluso a los objetos físicos. No podría decirte la de veces que me he pasado buscando algo que estaba delante de mis narices, pero por una distracción u otra no lo veía. ¡Lo miraba pero no lo veía! Y entonces dejo esa “habitación” (ese momento de mi vida) anunciando a los que están interesados: “No está aquí” ¡Les digo que no está aquí”.

Después, para mi desconsuelo, alguien entra a paso firme en esa habitación y sale triunfante, exactamente con lo que yo juraba que no se podía encontrar. Eso es lo que hace un maestro. Un maestro espiritual es el que entra con paso firme en la habitación de tu vida y ve lo que tú juras que no está ahí. Tan a menudo he oído a la gente –caramba, me he oído a mí mismo- decir: “Ahora ¿cómo diablos llegó eso aquí?

Los magos entienden este principio perfectamente. Dicen que “la mano es más rápida que el ojo”. Hacen sus trucos delante de ti. No hay ilusión en absoluto. Pero el mago sabes que te parecerá una ilusión a causa de a dónde estás mirando. El secreto de la profesión del mago es mantenerte con la atención lejos de donde se está haciendo el truco.

No es accidental que los magos y los maestros espirituales hayan sido considerados a menudo de la misma forma y se les haya llamado místicos. Las palabras místico y mágico a veces se yuxtaponen para describir a una persona o a una experiencia en particular.

Los místicos son personas que ven cosas que tú no ves. No están retirando su mirada del lugar donde se está realizando la magia, sino que, por el contrario, miran justo ahí. El universo no tiene nada de misterioso cuando lo miras directamente, cuando lo ves multidimensionalmente. Sin embargo, para la mayoría de la gente, dada su perspectiva limitada, esto no es fácil de hacer.

Te has ubicado con un cuerpo, dentro del Espacio y del Tiempo, viendo, percibiendo y moviéndote en las direcciones limitadas de las que el cuerpo es capaz. Sin embargo, tu cuerpo no es Quien Eres, sino algo que tienes. El Tiempo no es algo que pasa, sino algo a través de lo que pasas tú, como pasarías a través de una habitación.

Y el Espacio no es realmente “espacio” en absoluto, como “lugar donde no hay nada”, porque no existe tal lugar. El Tiempo es. Se dice que “el tiempo corre”, pero el tiempo, de hecho, no corre a ningún lado. Eres tú el que corre, tú el que “se mueve a través del tiempo”, tú el que crea la ilusión de que el “tiempo pasa” mientras pasas por el Único Momento Que Hay.

Y el “Único Momento Que Hay” es interminable y, por eso, cuando te mueves a través de él, tienes la sensación de que estás literalmente “sólo pasando el tiempo”, porque lo estás. El tiempo es algo que tú notas secuencialmente mientras existes simultáneamente en todos los espacios. El Espacio y el Tiempo son secuentáneos.

Según te vas moviendo por los Pasillos del Tiempo, llegas a experimentar que el Espacio-Tiempo es vasto. El “Único Momento que Hay” se llama “continuo Espacio-Tiempo” precisamente porque esta realidad del espacio-tiempo continúa siempre.

Tú, como Espíritu Puro, puedes moverte a través de esta Realidad Singular (llamada a veces Singularidad) en ciclos interminables mientras continúas experimentando tu Ser. Tú eres esta Singularidad. Tú eres el material del que está hecha. La Pura Esencia. La Energía. Tú eres una individuación de esta energía y esta Esencia. Tú eres una Individuación de la Singularidad.

La Singularidad es lo que algunos de ustedes llaman Dios. La Individuación es lo que algunos de ustedes llaman Tú. Puedes dividir tu Ser y moverte a través de la Singularidad en muchas direcciones diferentes. A estos movimientos variados a través del Continuo Espacio-Tiempo los llamas vidas. Estos son los Ciclos del Ser que revelan el Ser al Ser a través de los Ciclos del Ser a través del Ser.

Estoy anonadado. Nadie me había dado una explicación así de completa en mi vida. Bueno, ya era Tiempo de hacerlo. Oh, ¡Qué chistoso! Eres muy chistoso.

Gracias. Entonces déjame ver si puedo relacionar todo esto con mi Ser individual y tener algo de perspectiva. Nosotros los seres humanos somos la individuación de la singularidad que experimenta la vida en secuencia simultáneamente”.

Eso es. Lo captaste perfectamente.

¿Estás bromeando?¿Oíste lo que dije ahora mismo? Simplemente dije: Somos la individuación de la singularidad que experimenta la vida en secuencia simultáneamente.

Sí, y yo justamente dije que lo captaste a la perfección.

Fabuloso. Estoy en El País de las Maravillas. Acabo de caer en la madriguera del conejo.

Tu intención es conocerte a ti mismo completamente a través de tu experiencia, no conocerte a ti mismo parcialmente.

Déjame hacerte una pregunta directa. Tiene que ver más específicamente con la vida después de la muerte.

De acuerdo.

Si somos la Esencia Pura, que se mueve a través de la Singularidad que llamamos Espacio y Tiempo, en un Ciclo continuo y sin fin del Ser a través del Ser, entonces, ¿cómo experimentamos alguna vez la vida eterna contigo –Con Dios- como se nos ha prometido?

Buena Pregunta.

¿Y tu respuesta?

Este Ciclo continuo del Ser que describes es la vida eterna conmigo de la cual te han hablado. Estás experimentando “la vida eterna con Dios” ahora mismo.

¿Cuál es, entonces, el papel de la muerte en todo esto? ¿Estás diciendo que esto es el cielo? ¿Es este Cielo en curso, sin final, lo mejor que te puede pasar? ¿No experimentamos nunca la “unicidad” contigo de la cual se ha escrito? ¿Cuál es el momento de Puro Éxtasis al que los místicos han cantado sus alabanzas, cuando el alma individual se reúne con el Todo?

Antes de que terminemos esta conversación, ese momento te será descrito. Tu sed será saciada. En cuanto a tus otras preguntas, el movimiento de la Individualidad a través de la Singularidad nunca se termina, sino que continúa en ciclos, como ha sido descrito. Ciclos que ocurren en secuencia, porque un ciclo es secuencia por definición, ¿no? Y sin embargo estos ciclos también ocurren simultáneamente.

Correcto. Todo está sucediendo al mismo tiempo, “pareciendo” suceder en secuencia.

Tú usas lo que llamas muerte como un medio de marcar el principio, y el final de esas secuencias y de llevar a tu Ser, entre ellas, a la Completud. La “muerte” es un cambio de energía que produce enormes fluctuaciones en el ritmo y la frecuencia de la vibración de tu ser, lanzándote una y otra entre lo que tú llamarías vida física y vida espiritual. La muerte no es un requisito, sin embargo, para moverte a través del Continuo Espacio-Tiempo y experimentar tu Ser en los diferentes niveles. ¿No se requiere la “muerte”?

No, si defines muerte como el abandonar el cuerpo físico. Puedes tener la experiencia más completa de tu ser espiritual mientras permaneces con tu cuerpo físico. No es necesario abandonar la físico para experimentar eso. Y puedes tener la experiencia más completa de tu ser físico mientras viajas por el reino espiritual.

¿Puedo llevar conmigo mi cuerpo al reino espiritual?

Puedes, en verdad.

Entonces, ¿Por qué no podría hacer esto siempre? ¿Por qué no “morir” nunca?

El permanecer con un cuerpo físico toda la eternidad no ayudaría al propósito de la Eternidad Misma.

Ah, ¿No?

No.

¿Por qué no?

Porque el propósito de la Eternidad es proporcionarte un Campo Contextual de Ausencia de Tiempo dentro del cual ofrecerte la oportunidad de una Experiencia Infinita y una Variedad Ilimitada en la Expresión de Quien Eres. No plantarías una única flor en tu jardín. Por muy hermosa que fuera esa flor, por muy gloriosa que fuera su fragancia, es a través de la variedad de la expresión como la creación que llamas flores puede plenamente florecer.

Tu intención es conocerte completamente a ti mismo a través de tu experiencia, no conocerte a ti mismo parcialmente. Continuar existiendo con una forma física a través de toda la Eternidad no ayudaría a ese propósito.

No te preocupes, sin embargo. El cambiar de forma no produce necesariamente una experiencia de pérdida, porque puedes volver a cualquier forma física específica cuando quieras.

¿Puedo volver como el que era antes?

Sí, y lo haces frecuentemente, para experimentar esa expresión específica de ti en una nueva forma superior. Esto se describe en algunas tradiciones religiosas como la segunda venida de Cristo, aunque algunos de ustedes han imaginado que eso sólo puede pasarle a una persona.

El hecho es que cada uno de ustedes puede experimentar su Ser como el Cristo y, de hecho, todos tienen el potencial de hacer eso en cualquier momento. Puedes abrazar tu Condición de Hijo de Dios en cualquier momento, y lo haces en el momento en que te das cuenta de Quién Eres Realmente.

Entonces habrás florecido plenamente en el Jardín de la Vida. Este es el Jardín del Paraíso, del que ustedes han escrito en sus mitologías. Así te mueves a través de los ciclos de la vida. Estos ciclos están ocurriendo simultáneamente para las muchas Individuaciones en que consiste la Singularidad, que es el Alma Única.

Puedes desplazarte a través del Espacio-Tiempo en varias ubicaciones y, como dije antes, puedes también moverte a través de la misma ubicación –por el mismo “túnel del tiempo”- más de una vez. Sí, y la cabeza me dio vuelta la última vez que dijiste esto. Ahora me está dando vuelta otra vez.

De acuerdo. Creo que las palabras pronto nos van a fallar completamente. Veamos entonces si una imagen mental podría ayudarte a conceptualizar aquello de lo que estamos hablando. Estoy a punto de crear una metáfora. Es una metáfora que puedes usar el resto de tu vida.

Es importante, por lo tanto, entender que no es la verdad literal, es una metáfora. No es cómo son las cosas, es una metáfora. No obstante las metáforas pueden ser extremadamente útiles cuando “cómo son las cosas” no puede explicarse fácilmente con palabras que entiendas…o cuando, en verdad, no hay palabras para ello.

Las metáforas, como las parábolas, pueden ayudarte a comprender la incomprensible. Es por eso por lo que todos los grandes maestros las han usado. Entonces a ésta llamémosla Metáfora Maravillosa.

Bueno. De acuerdo.

Ahora… Has imaginado que necesitas muchas cosas para ser feliz, e incluso para sobrevivir. Te has inventado todo esto. Crea una imagen en tu mente de una bonita, redonda jugosa manzana roja. Llama a esta manzana Tiempo, y llama al interior de esta manzana Espacio.

Me resulta difícil pensar en el interior de una manzana como “espacio”, porque hay mucha materia ahí.

Si vieras cuánta materia hay en lo que llamas espacio exterior, no tendrías el menor problema. Proporcionalmente, las moléculas de esa manzana imaginaria están por lo menos tan lejos una de otras como la materia sólida del cosmos.

De acuerdo.

Ahora imagínate que eres un microbio infinitesimal, pequeño pero con mucha vida, que se mueve a través de un túnel en esta manzana. En esta metáfora las paredes del “túnel” son los Pasillos del Tiempo. A lo largo del pasillo hay marcas que hacen que cada milímetro de la pared sea diferente de cualquier otro. ¿Puedes imaginarte este “túnel del tiempo” con todas sus marcas?

Sí, me lo imagino.

Bueno. Ahora nota que cuando te mueves a través de este túnel, el tiempo no está pasando. Tú estás pasando a través del Tiempo.

Oh, vaya, lo creo. Dijiste eso antes, pero ¡ahora lo veo! Hombre, una imagen vale más que mil palabras. ¡Qué inversión tan interesante presenta esta imagen! El concepto totalmente al revés.

Sigue con ello. Continúa viendo que el Tiempo no está yendo a ninguna parte. El Tiempo está “en su sitio” ahora mismo. Está estático, estable, inmóvil. Está siempre ahí, justo donde está. Donde quiera que tú estés en el tiempo, es siempre, Ahora. Eres tú el que está de viaje. Tú te estás moviendo a través del Tiempo.

De acuerdo, lo tengo. Estoy manteniendo la imagen. Me estoy moviendo a través del Tiempo.

Ahora, imagina que el microbio al que estamos llamando tú es una parte de la manzana.

¿Perdón?

Imagina que eres una parte minúscula, un átomo, si quieres, de la manzana misma. Y, así, te estarías moviendo a través de ti mismo, ¿no?

Uh, sí, me imagino que sí. Supongo que sí.

Tú eres un átomo de esta manzana, una parte de ti mismo que se mueve a través de ti mismo. Podrías decir entonces que esto es la manzana del átomo.

Inteligente. Eres infinitamente inteligente.

Bueno, estoy tratando de usar imágenes y palabras que te ayuden a formar una idea imborrable en tu mente.

Lo has conseguido.

Bien. Ahora, estás viajando desde el exterior al interior de la manzana, de la parte más externa a la parte más interna del Ser. ¿Puedes imaginarte eso?

Sí.

Este es tu viaje por la Vida. Las marcas en el túnel te dicen dónde estás. Estas marcas son en realidad imágenes, y cada una marca un momento. Cada momento es como un copo de nieve. No hay dos iguales en toda la Eternidad. Miras las imágenes al pasar. Te enfocas en ellas y te mueves por el túnel de esta forma, enfocándote en las imágenes, una después de otra. Finalmente, llegas al Centro de la manzana. Este ha sido tu destino todo el tiempo. Esta parte de tu viaje ahora está completa.

Intuyo que esto es cuando “muero”. ¿Es cuando “muero”?

Es cuando “mueres”. Te has desplazado a través del mundo físico y has alcanzado el centro de esta esfera que contiene todo tiempo y espacio. Estás en el blanco.

Otra vez, ingenioso. Y me quedo ahí para siempre, acurrucado en la calidez del centro…

No. Tienes algunas experiencias ahí (algunas de ellas ya las he descrito y otras más las describiré más tarde), después emerges de ahí y te diriges hacia la parte más externa opuesta del Continuo Espacio-Tiempo: el otro lado de la esfera. Has llegado “al otro lado”.

“El otro lado”. Por supuesto. Interesante metáfora. De acuerdo, ¿y qué hay del “otro lado”?

Una realidad diferente.

¿Cuán diferente?

Enteramente diferente. Tan diferente que sería como si la manzana se hubiera convertido en una naranja. Esto es lo que llamaremos reino espiritual, y comparar esto con el mundo físico. Sería…

…no me digas, ya lo sé. Sería como comparar manzanas con naranjas, ¿ves? Estoy empezando a tomarles la mano a tus juegos de palabras e imágenes.

Bien. Está bien. Juega con las ideas. Juega con ellas. Nunca las dejes convertirse en trabajo. Juega con ellas. Y juega con la vida. Y jueguen unos con otros, mientras están en ello. Los he enviado al Jardín de los Dioses y les he ofrecido el mundo entero para jugar. He proporcionado suficiente abundancia para asegurar que haya bastante para todos.

Nadie debería pasar hambre, y mucho menos morirse de hambre. Nadie debe estar sin ropa que lo mantenga abrigado, ni nadie debería estar sin cobijo en la tormenta. Hay suficiente para todos.

Más allá de eso, no se necesita nada más para jugar bien. No se requiere nada más para tener una experiencia gloriosa de Quien Eres. Te has imaginado que necesitas muchas cosas para ser feliz, e incluso para sobrevivir. Te has inventado todo esto.

Según te acerques a la muerte, te darás cuenta de lo poco que importa todo esto. Todo esto. En el momento de dejar tu vida física sabrás que te has esforzado para nada. Y entonces tu larga lucha se terminará.

Puedes llegar a darte cuenta de esto en cualquier momento y terminar tu lucha en cualquier momento. Esta oportunidad y esta experiencia no se reservan únicamente para el momento de tu muerte.

Si te fijas con atención verás que cada día de tu vida está plagado de “pequeñas muertes”. Puedes usar cualquiera de ellas como plataforma para darte cuenta de esto. La muerte es un proceso por el cual restableces tu identidad.

De acuerdo, así que estamos hablando de manzanas y naranjas, metáforas que ilustra cómo he pasado del reino físico al reino espiritual, viajando a través del Centro de mi Ser para llegar ahí. Cuando entro en esta realidad diferente, cuando llego al “otro lado” del Centro, ¿qué pasa entonces?

Cómo experimentarás lo que vienes a conocer dependerá de cómo dejes el Centro. Si te desprendes de tus cuestiones y las dejas en el Centro, entonces te sentirás “centrado”, porque no te has llevado tus “cuestiones centrales” contigo.

Si no las sueltas, si simplemente no las quieres dejar, te llevarás cualquier cuestión central que no hayas soltado del todo al “otro lado”, donde la confrontarás otra vez y tendrás oportunidad de encargarte de ella allí.

Si has terminado tu vida conscientemente con la intención de escaparte de estas cuestiones centrales, no te escaparás de ellas, sino que elegirás invertir el curso y volver al mundo físico, tomando el mismo Túnel del Tiempo y desplazándote a través de las mismas experiencias de nuevo otra vez, desde el principio mismo.

Cuando te refieres a “cuestiones centrales”, ¿qué quieres decir?

Las cuestiones centrales involucran el miedo a ser abandonado o a no ser la suficientemente bueno o valioso, o un pensamiento de insuficiencia o una idea de estar separado o cualquiera de una serie de falsas nociones que puedes tener sobre ti mismo.

En definitiva, todas las cuestiones centrales tiene que ver con una única cuestión: tu identidad. Las cuestiones centrales pueden tener muchas formas diferentes, pero todas terminan en la Única Pregunta que Existe: ¿Quién Soy?

Estás viajando a través del Continuo Espacio-Tiempo para conocer a tu Ser y para experimentar esto plenamente; y después re-crear tu Ser de nuevo en la siguiente versión más magnífica de la visión más fabulosa que hayas tenido alguna vez sobre Quién Eres Realmente. Dependiendo de la naturaleza de la experiencia que te estás dando a ti mismo en el mundo físico, llegas al Centro de tu Ser y te aventuras al “otro lado” en un estado de ser u otro.

¿Mi experiencia en el Centro no garantiza que me conozca a mí mismo plenamente, al desprenderme de cualquier cuestión que tengas?

Tu experiencia en el Centro será la de conocerte a ti mismo plenamente. En verdad, nunca te conocerás a ti mismo más plenamente. Sin embargo, puede que sí o puede que no elijas desprenderte de cualquier cuestión que tengas. Dependerás de adónde quieras ir desde ahí. Qué desees Conocer. Qué desees Experimentar.

No entiendo.

Describiré esto mucho más detalladamente cuando hablemos de la Experiencia del Centro en sí misma: la Inmersión Total del Ser dentro del Ser. Por ahora sabe esto: emergerás desde la Inmersión Total, y después llegará el Momento de Libre Elección más grande que jamás te hayas podido imaginar.

¿Emergeré? ¿No me quedaré ahí? ¿No me quedaré en la Inmersión Total con el Uno?

No.

¿Me quedo en el “otro lado”, entonces, para toda la eternidad? ¿Es ahí donde me quedaré?

No. Cuando llegues al “otro lado” –cuando descubras que la“manzana” se ha convertido en una “naranja” (o, en otras palabras, que has entrado en una realidad completamente nueva)- te darás cuenta de que has llegado ahí por una razón, por un propósito, y que tu trabajo en “el otro lado” es un trabajo maravilloso, un trabajo emocionante, un trabajo alegre, pero que, cuando esté hecho, será hora de regresar.

Es el Ser Verdadero, el Ser Completo, aquello a lo que fuiste presentado y de lo que se te hizo acordar en el Centro. Las condiciones en “el otro lado” son perfectas para el trabajo de conocer al Ser completamente fuera del Centro y, al hacer esto, te abres camino por el continuo Pasillo del Tiempo hasta el extremo exterior del “otro lado”.

Dime otra vez, por favor. ¿Qué es este “trabajo” que mi alma estará haciendo en “el otro lado”?

No es trabajo en el sentido de algo difícil o arduo. Es, de hecho, una gran alegría. Es la alegría de llegar a Conocer lo que experimentaste durante tu Inmersión Total con la Esencia como algo real, como Quien Eres. Esto es el “cielo”. Más tarde describiré exactamente cómo se hace este trabajo.

Inmediatamente después de que dejaras la forma física, cuando entraste en la tercera etapa de la muerte, la esperanza se hizo realidad. Cada ilusión de la vida física se reveló que era justo eso: una ilusión.

Tus ojos estaban abiertos, tu perspectiva se amplió y mejoró y, habiendo soltado los pensamientos y creencias que estaban en tu mente a través de los procesos con los que te encontraste en la segunda etapa de la muerte, empezaste a formar nuevas creencias.

Ahora recuerda la Fórmula par Todo en la Vida, porque es verdadera no sólo para la vida en el cuerpo físico, sino también para el Más Allá: La esperanza es el umbral para creer, creer es el umbral para saber, saber es el umbral para crear, y crear es el umbral para la experiencia.

La experiencia es el umbral para la expresión, la expresión es el umbral para llegar a ser, y el llegar a ser es la actividad de toda la Vida y la única función de Dios. No sé por qué, pero me sorprende oír que haya un lugar para semejantes cosas como la “esperanza” y la “creencia” en el Más allá.

La “esperanza” es una energía. Ni más ni menos. Todos los pensamientos son energía, y lo que comúnmente se llama Más Allá no es sino un campo de energía. Es un Campo Cósmico de Posibilidades Infinitas.

Es enorme, es vasto, pero es bastante básico y fundamental es su química, en sus elementos energéticos, en su construcción y función. De hecho, su elegancia descansa en la absoluta simplicidad de su base.

El Más Allá es un proceso por el cual restableces esa identidad. Lo que has llamado cielo es el lugar donde haces esto. El cielo no es un lugar concreto, sino un Estado del Ser. “El otro lado” no es una ubicación en el Cosmos, es una expresión del Cosmos. Es una forma de ser. Es “estar en el cielo” a través del proceso de autoexpresión, que es la expresión de la Divinidad Misma, en y a través del Ser.

¿Entiendes Ahora? En “el otro lado” te alejas del Centro de tu Ser y te adentras en el reino espiritual para poder llegar a Conocer mejor aquello que experimentaste como real en el Centro de tu Ser, a través de la perspectiva de la distancia, y después crearlo en ti, como tú.

Caray, ¿Qué es lo que encuentro en el Centro de mi Ser que es tan fantástico?

El Ser Verdadero, el Ser Completo. La Gloria y la Maravilla de Quien Eres y Lo Que Es la Vida. Abreviando: Dios.

Bueno, ¿Cómo es? ¿Cómo es?

Te describiré esto más tarde, en la medida en que sea posible describirlo dentro de las limitaciones de nuestra comunicación actual. Por ahora, será más beneficioso seguir con nuestra metáfora.

Está bien.

Cuando estás en el límite exterior del “otro lado” (es decir, cuando has tomado lo que has venido a Conocer y has ido lo más lejos que puedes ir en el reino del Conocer), tú –metafóricamente- te das la vuelta y regresas, atravesando el reino espiritual una vez más, esta vez dirigiéndote de nuevo al Centro de tu Ser con todo lo que Conoces.

Estás llevando tu Conocimiento otra vez al Centro de tu Ser, para involucrarte ahora en el proceso más sagrado: la re-creación del Ser nuevamente, en tu siguiente visión más magnífica, al Nivel del Centro.

En tu momento de Elección Libre, tú decides, dado todo lo que sabes, qué es lo siguiente que deseas experimentar de Quien Eres, a través de la expresión física de ello. Al haberte desplazado una vez más a través de la experiencia de la Inmersión Total –de ser “uno con Dios”- estás preparado para nacer otra vez.

¿Voy a dejar la “naranja” y volver a la “manzana”? ¿Voy a dejar lo espiritual y volver a lo físico?

Sí.

¿Por qué? ¿Por qué querría hacer eso?

Para poder Experimentar lo que llegaste a Conocer. Conocer algo y Experimentarlo son dos cosas diferentes. El proceso que estoy describiendo aquí es circular. Entras en el Centro de tu Ser después de lo que tú llamas muerte para restablecer tu identidad.

Te mueves a través del reino espiritual y a través de ese proceso llegas a Conocer Otra Vez quién y qué eres, completamente. Regresas al Centro de tu Ser antes de lo que tú llamas nacimiento para re-crear tu identidad nuevamente, en la siguiente versión más magnífica de la visión más fabulosa que jamás hayas tenido sobre Quién Eres.

Es decir, elevas tu experiencia y expresión del Ser, al pasar al siguiente nivel. A esto se lo llama evolución. Vives tu vida en el mundo físico, para que puedas Conocer tu Ser en tu propia Experiencia.

El reingreso en la vida física –una existencia extremadamente “pesada” y densa comparada con lo que acabas de abrazar- produce una pérdida completa de la identidad que has establecido.

Esto está diseñado así. Si fuera a conocer la totalidad de ello, no podrías experimentar ninguna de sus partes; y eso es precisamente lo que has venido a hacer al mundo físico. Cuando este “trabajo” está hecho (el plan es que sea una experiencia totalmente gozosa, como es tu experiencia en el Más Allá), “mueres” otra vez, entrando una vez más en el Centro de tu Ser para restablecer tu identidad completa. Re-emerges y te mueves a través del reino espiritual para expresar quién y qué eres, completamente, a través del Conocimiento.

Vuelves al Centro de tu Ser antes de lo que llamas nacimiento para re-crear tu identidad nuevamente, en la siguiente versión más magnífica de ella. Te das a luz y vives tu vida en el mundo físico, para que puedas Conocer tu Ser a través de tu propia Experiencia.

Cuando este “trabajo” está hecho, “mueres” otra vez, entrando una vez más en el Centro de tu Ser para restablecer tu identidad completa. Pasas por el reino espiritual y a través de ese proceso llegas a Conocer Otra Vez quién y qué eres, completamente.

Regresas al Centro de tu Ser antes de lo que tú llamas nacimiento para re-crear tu identidad nuevamente, en su siguiente versión magnífica. Te das a luz y vives tu vida en el mundo físico, para que puedas Conocer tu Ser a través de tu propia Experiencia.

Cuando este “trabajo” está hecho, “mueres” otra vez, entrando una vez más en el Centro de tu Ser para restablecer tu identidad completa. Pasas por el reino espiritual y a través de ese proceso llegas a Conocer Otra Vez quién y qué eres.

Vuelves al Centro de tu Ser antes de lo que llamas nacimiento para re-crear tu identidad nuevamente, en su siguiente versión más magnífica. El proceso continúa. Eternamente. La Total Inmersión con la Esencia en el Centro de tu Ser produce la atenuación de energía (lo que podría llamarse ajuste vibracional o aceleración del espíritu), haciendo posible la subsecuente reemergencia del reino espiritual o del mundo físico.

El Ciclo de la Vida continúa eternamente porque es el deseo de Todo Lo Que Es el Conocerse en Su Propia Experiencia. Esto es, de hecho el…

CONTINUARA……

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