24 de agosto de 2009

Cuadernillo N° 14 – Parte 1

24 de agosto, 2009

· Liberación ataduras emocionales

· El núcleo del trabajo

· Instrucciones para visualizar la figura del ocho

· Lazos familiares = Los Padres

· Destruyendo la programación negativa

· El rito de la pubertad

· Abordando arquetipos maternales o paternales negativos

· Atributos positivos y negativos de los progenitores

· La culpa

· Ejercicio para eliminar sentimientos de culpa

· Símbolos para la Conciencia Superior

· Cortando lazos con otras relaciones

· Conexión con los padres cósmicos internos

· El niño interior

· Aspectos masculino y femenino en hombres y mujeres

· Poderes negativos grupales

· El enemigo interior

· Los símbolos:

§ El globo o la burbuja El tabique de vidrio

§ El cilindro de luz

§ La pirámide

§ El paraguas o sombrilla

§ La estrella de 5 puntas

§ La colmena para energía

§ La ola de la relajación

§ La balanza

§ El cruce de caminos

· Símbolos para eliminar defectos

§ La figura de autoridad

§ La antorcha

§ La llama en la bandeja

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LIBERACIÓN DE ATADURAS EMOCIONALES

Ante todo, para tratar de entender este tipo de programa, tienes que mantener en mente que vamos a trabajar con símbolos. Un símbolo representa un recurso mediante el cual puede llevarse eficazmente un mensaje hasta la zona subconsciente de la mente. Los símbolos resultan efectivos por el hecho que el lenguaje de la mente subconsciente se compone de símbolos e imágenes, tal como ha sido constatado por Siegmund Freud, el padre del psicoanálisis (1856 — 1939).

Se podría decir que la mente subconsciente es primitiva o infantil y los símbolos que se utilicen para comunicarse con ella habrán de ser elegidos en concordancia. De la misma manera en que los niños aprenden con mayor facilidad y rapidez en una atmósfera relajada y a través de juegos y pasatiempos, así la parte infantil de la mente se desarrolla cuando se hace uso de métodos apropiados para imprimir en ella todo lo que la mente consciente desea que entienda y ejecute.

Los rituales, con sus mensajes subyacentes, impresionan a la mente subconsciente, en especial cuando están cargados de emoción y se llevan a cabo de manera seria. Las técnicas, rituales y símbolos que utilizaremos son todos capaces de imprimir mensajes positivos en la mente subconsciente, con el objeto de eliminar algunos de los condicionamientos negativos que hayan sido recibidos con anterioridad, durante el curso de la vida.

Por mucho que, conscientemente, se desee cambiar y evolucionar, no se podrá lograr cambio alguno en la vida de una persona, a menos que se impresione la mente subconsciente.

Por medio de este trabajo conjunto podrás alcanzar, mediante la invocación de nuestro Yo Superior, la liberación de todas las diferentes fuentes de falsa seguridad. Tal método le permite a una persona llegar a convertirse en un ser humano íntegro e independiente, apoyado solamente en la fuente de seguridad y sabiduría interior que está al alcance de todo el que busque su ayuda.

Una de las primeras cosas que vamos a hacer es emplear un triángulo como punta de partida para trabajar; triángulo que nos conectará con el Yo Superior, con miras a buscar una guía de seta sabiduría dentro de cada una de nosotras. Esta fuente está siempre a nuestro alcance, pero ella no interferirá en nuestras vidas ni irá en contra de nuestro libre albedrío, a menos que acudamos en busca de su ayuda.

Para establecer el escenario para ello, ambas visualizamos una línea de luz que nos conecta en el nivel del suelo, con una de nosotras como punto A y la otra, sentada al frente, como punto B. Entonces, imaginamos una línea de luz que asciende por nuestra columna vertebral y emerge por nuestras cabezas, para unirse en un punto C, el vértice de nuestro triángulo. Este punto C representa para nosotras el punto de reunión con nuestro Yo Superior, donde seremos una. Comenzaremos a llamar a este punto C la CS por Conciencia Superior, y, de ahora en adelante, le entregaremos la dirección de cada trabajo, pidiéndole que nos indique todo lo que necesitamos y pedimos en ese momento.

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MÉTODO DE TRABAJO

Este método nos permitirá trabajar juntas, conectándonos con un conocimiento y una enseñanza que se ubican más allá de la mente consciente de cada una de nosotras. El estado de la mente durante este trabajo se ha comparado a un soñar despierto o imaginación activa, aunque ninguno de estos términos nos proporciona una descripción precisa.

Aquellos que lo han experimentado, describen invariablemente el estado en que se encuentran como el de una percepción consciente acrecentada y comentan el hecho de que las emociones experimentadas son, por lo general, mucho más intensas que las que se producen en un estrado de consciencia normal, como asimismo, que las imágenes mentales son mucho más vívidas.

Desde el comienzo quiero aclarar que estarás plenamente despierta y consciente de cuanto experimentes, nunca entrarás en trance y recordarás en detalle todo lo que acontece.

Lo que se requiere del participante es un deseo sincero de buscar la verdad, honestidad, dedicación, obediencia a los dictados internos y la disposición de dejar de lado al ego, los deseos y la voluntad personales y las creencias favoritas o inclinaciones, como para que la enseñanza del Yo Superior pueda fluir tan pura como sea posible, a través de los vehículos humanos.

Puesto que en este trabajo establecemos contacto con la luz que se encuentra dentro de cada uno de nosotros, para disipar las tinieblas de la ignorancia, esta luz puede ser vista e irradiada hacia otros, aún si uno de nosotros tiene daños en su núcleo interno. Es por ello, que no me preocupo de que pudiera no ser adecuada para trabajar de esta forma o ser un canal limpio.

En primer lugar, el requerimiento para este trabajo en conjunto es que haya armonía entre ambos, pues ella constituirá la base del triángulo que utilizaremos para contactarnos con la CS.

EL NÚCLEO DEL TRABAJO

Mucha gente se resiste a todo tipo de cambio, prefiriendo la seguridad de una situación o condición habitual, por muy desdichado o difícil que sea, a la inseguridad de algo desconocido y diferente de lo que ellas están acostumbradas a manejar. También hay quienes protestan que quieren ser libres, pero cuando se les ofrece la oportunidad de escapar de sus prisiones, encuentran que no ansían la libertad con la voluntad suficiente como para renunciar a sus apegos a la gente, a sus posiciones, a sus deseos, a su seguridad o a cualquier cosa, que, según ellos, es imprescindible para vivir.

La gente se muestra dispuesta a llegar a cualquier límite, con tal de proteger sus sueños y deseos requeridos y se opondrá a toda tentativa de mostrarles que, a menudo, constituyen la raíz de su infelicidad.

Uno deberá permitir que el proceso lo conduzca de vuelto a la causa, más allá de la protesta que, como una cortina de humo, levanta la mente consciente. Así encontrará la llave capaz de abrir las puertas de la prisión propia; porque sólo descubriendo la causa oculta de los síntomas es posible lograr una curación duradera. El ego, con sus "quiero" y "no quiero", representa un núcleo profundamente enraizado y defendido con ferocidad, como una ciudadela. Lucha con ira, miedo y desesperación para no capitular ante el Yo Superior.

Esta entrega a la sabiduría interior representa la llave para la salud y la integridad y constituye el verdadero significado del "hágase Tu voluntad y no la mía". "Tu voluntad" se refiere a la voluntad de nuestro propio Yo Superior, el único que sabe por qué cada persona se encuentra en esta vida, en tanto "mi voluntad" representa la compulsiva voluntad personal del ego, con sus apegos a una miríada de deseos.

Se nos otorga el libre albedrío, pero generalmente nos lleva a enjaularnos. Hasta tanto no nos demos cuenta de que seremos libres sólo cuando aprendamos a confiar en nuestro YO SOY, no podemos realmente saber lo que significa la libertad. Confiemos en que esa Sabiduría Superior asalte la defendida ciudadela del pequeño yo. Todos los problemas psicológicos y la infelicidad no son sino signos que indican el camino hacia el conflicto interior y que, si se los entiende correctamente, pueden conducir de regreso a su causa raíz.

Mirando a nuestro alrededor entendemos que todo ser viviente sufre de alguno de los aspectos de esta "enfermedad de separación del Yo Superior'. Algunos se ven más seriamente afectados que otros y hay quienes logran camuflarlo con mayor éxito o esconderlo echando mano a diferentes recursos, tales como la actividad constante, las drogas, el alcohol, el sexo, la televisión, los libros o el comer.

Las filosofías orientales insisten en la renuncia a los deseos y a los apegos. En este trabajo, se nos indica la forma de cortar los lazos que nos atan a las cosas, a la gente, a los lugares, a los modos de vida, a todo lo que impide que seamos libres.

Nuestras vidas se entrelazan unas con otras para nuestro aprendizaje mutuo y atraemos hacia nosotros a aquellas personas y experiencias que necesitamos, para que nos enseñen todo lo que nos hace falta aprender. Como no podemos ver más allá de nuestra limitada visión, el diseño del tapiz nos parece feo y desordenado y, por ende, equivocado. Pero, visto desde arriba, el diseño es claro; todo es como corresponde que sea y como todos lo hemos tejido. Hasta los aspectos negativos son parte inevitable de esa totalidad.

Uno se da cuenta de que "incluso los nudos están bien puestos", una frase usada muchas veces para ilustrar que las experiencias aparentemente negativas, a menudo son exactamente lo que necesitamos para sacarnos de nuestras trilladas sendas y obligarnos a crecer. Hay una fuerte tendencia en la gente, a relajarse y tomar la vida cómodamente, cuando las cosas se les dan demasiado fáciles. Esto lleva al estancamiento e impide el desarrollo, y esto es sólo porque no podemos ver el hermoso diseño tejido, de nuestro tapiz de la vida, que todos estamos esperando realizar, sino sólo el aspecto negativo visible desde abajo y al que juzgamos equivocadamente.

La experiencia ha probado que esto permite en realidad que se manifiesten mayor compasión y mayor entendimiento, así como que se reduzca la crítica a los otros, que son las únicas actitudes con las cuales ofrecer ayuda.

Una y otra vez se nos ha indicado que sólo viviendo en un cuerpo humano en este mundo, nos es posible trabajar en nosotros mismos, para alcanzar la meta de la libertad que atibamos en el nivel del tapiz. Debemos trabajar para ganarnos el derecho de quedarnos allí permanentemente. Si, por cualquier medio, nos apartamos de la vida sólo retrasamos nuestro progreso.

La llave que abre las puertas de las jaulas en las cuales estamos atrapados se encuentra únicamente en la jaula misma en que está aprisionada en el mundo donde vivimos. La forma de encontrar la llave es la de cavar profundamente dentro de nosotros mismos para descubrir dónde nos estamos aferrando a las barras y, por ende, a qué cosas, gente o creencias estamos apegados.

Para llegar a ser completamente libres, necesitamos separarnos de cualquier persona o cosa que nos ate o domine o en las que busquemos encontrar seguridad, en preferencia a la que nos brindaría el Yo Superior que se encuentra dentro de cada uno de nosotros.

Recuerda que Jesús le había dicho al hombre rico que abandonara a sus padres, a su mujer y su hogar, para seguirle. Hay que entender que esto no significa el abandonarlos literal o físicamente, desertando y olvidándose de las responsabilidades asumidas. Pudiera ser que se refiriera también a desapegarse de la dependencia de la familia, que muchas veces impide poner la confianza absoluta en el Yo Superior, y seguir libremente su voluntad y directivas, en lugar de atenerse a la voluntad del ego o de otra persona.

Gran parte de nuestro trabajo se refiere a la liberación de las ataduras emocionales o amarras que nos conectan a cualquier cosa o persona en la que depositamos nuestra confianza y que, por ende, se transforman para nosotros en dioses. Porque estos dioses menores son transitorios y nos pueden ser arrebatados, no se puede confiar en ellos como fuente de seguridad. No tiene importancia alguna que estos lazos hayan sido forjados por necesidad, amor, compasión, temor odio o cualquier otra emoción. Lo que sí es importante es que poseen el poder de hacernos depender de las cosas a las que nos atan, en lugar del Yo Superior.

Cuando un ser humano está dispuesto a elevarse en su estado de conciencia, para tomar contacto con la fuente interna de sabiduría y sanación, su trabajo, cualquiera sea su naturaleza, se verá necesariamente perfeccionado y fortalecido, al elevarse por encima del dominio del ego. Resulta necesario pedir la guía del Yo Superior, porque la ayuda será encontrada con más rapidez si se muestra sinceramente dispuesto a recabar la asistencia del Yo Superior que le es común.

Los primeros lazos o ataduras son las que se forjan durante la niñez con los padres o tutores, parientes cercanos, hermanos o hermanas, profesores, amigos o cualquier otra persona que ayude a influir en el niño o a programarlo. Lazos posteriores se establecen con amigos, enamorados, cónyuges, otros miembros de la familia, hijos o cualquier otra persona, viva o muerta, en la cual nos apoyemos para buscar seguridad.

Existen apegos más sutiles, como hacer las cosas al modo de uno o la afición a las opiniones propias, como también a las emociones fuertes: la ira, los celos, el temor y el orgullo. También se pueden formar apegos respecto de las cosas: apetitos por la comida, el alcohol, las drogas, el dinero, las joyas, las ropas, casas, automóviles, el poder, la posición social, la educación, el éxito, para no mencionar sino algunas. Y, por último, el apego a la vida misma hace que tanta gente tenga terror a la muerte.

A menudo, se observará que cuando una persona ha alcanzado realmente el desapego, aun viviendo en este mundo, la muerte constituye para ella un hecho muy simple, que no produce temor. Cuando la persona moribundo se libera del cuerpo físico, queda libre para entrar en otra dimensión de conciencia sin la tentación de permanecer en la proximidad de los apegos a la escena mundana ni la atracción emocional ejercida por aquellos que van a quedar privados de su presencia física.

INSTRUCCIONES PARA VISUALIZAR LA FIGURA DEL OCHO

Antes de cortar los lazos existentes entre tú y tus padres u otros familiares, deberás practicar este ejercicio diariamente, al menos por dos semanas para cada persona.

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Nota: En medio del ocho parte luz azulada

Cierra los ojos, después de haberte sentado con comodidad en una silla o en el suelo, e imagina que estás trazando a tu alrededor un círculo, EN EL PISO, con un radio correspondiente al largo de tu brazo, con los dedos extendidos. Visualiza este círculo como un tubo de luz dorada como la luz del sol. No te apresures ni te esfuerces por verlo; debe aparecer, paulatinamente, ante el ojo de tu mente.

Cuando estés convencida de estar sentada en el centro de un círculo de luz dorada, comienza a visualizar un círculo similar frente al tuyo, que lo toque apenas, pero no se superponga con él. Entonces, observa cuál de tus padres o familiares aparece en el mismo frente a ti, al requerirlos.

Asegúrate de que cada uno de ustedes quede situado en el centro mismo de su propio círculo y, si te parece que uno de los dos se desplaza del centro o procura entrar en el espacio del otro, imagina que son como marionetas o muñecas que pueden volver a colocarse en el sitio al que pertenecen. Tal vez debas hacerlo varias veces, hasta que ambos permanezcan centrados, en especial, cuando se da la situación de que uno es más dominante que el otro.

Si te sientes más vulnerable de lo usual, podrás imaginar que el círculo se levanta como para formar un cilindro en torno tuyo, tan alto como cómodo y protector te parezca.

Cuando puedas visualizar ambos círculos claramente y a ustedes dos ubicados en el centro de su propio espacio, visualiza una luz azul pálida de neón, fluyendo dentro del tubo dorado, comenzando por el punto donde ambos círculos se unen y moviéndose en el sentido de las agujas del reloj, primero alrededor del círculo en el que está tu progenitor justo frente a ti, y volviendo adonde los círculos se tocan. Ahora, observa la luz azul que continúa por el lado izquierdo de tu propio círculo, hasta aparecer por tu derecha y volver al punto inicial, describiendo la figura de un ocho.

Sigue observando este flujo de luz azulada, con tu visión mental, por todo el tiempo que puedas mantener la imagen, sin esforzarte. La duración de este ejercicio varía de una persona a otra, pero rara vez se puede mantener por más de dos minutos.

Esta azulada luz de neón atraerá magnéticamente todo tu ser hacia tu propio círculo y todo el ser de tu padre, madre u otro familiar al de ellos, de modo que cada cual ocupará plenamente su propio territorio separado.

Este ejercicio debe ser repetido con regularidad cada día, hasta que fluya fácilmente, asegurando así que el mensaje de que deseas convertirte en un individuo independiente penetre en la mente subconsciente, tanto de tu progenitor como de la tuya propia.

La mente subconsciente entiende con mayor facilidad imágenes y símbolos que palabras, pero tendrán que repetirse de manera regular, como para que el mensaje que se busca sea recibido y llevado a la acción. Los mejores momentos para emitir estos mensajes son aquellos en los que unc acaba de despertarse o cuando está próximo a dormirse, ya que se está más cerca de la mente subconsciente.

Una vez que hayas establecido claramente la imagen, bastará con un corto período de práctica de unos dos minutos a la mañana y a la noche. Durante el resto del día , puedes ayudar un poco a mantener en movimiento la Figura del Ocho, visualizándola de vez en cuando, dándole un empujoncito para mantenerla en movimiento, tal como hace un niño que juega con un aro de madera, impulsándolo con un leve toque de la vara.

No vaciles en hacerme preguntas si tuvieras algún problema con este ejercicio, para asegurarte que lo estás haciendo bien desde un comienzo.

 

LAZOS FAMILIARES — LOS PADRES

Para la preparación de nuestra primera sesión de trabajo, en primer lugar deberás revisar tus propias actitudes, pues se te puede ayudar a controlarlas, lo cual basta, en ocasiones, para mejorar la situación.

La mayoría de los problemas provienen de reacciones, a veces inconscientes, frente a tu temprana formación e, invariablemente, te pido que trabajes en ti misma, ayudándote a desligarte de tus padres u otros familiares, usando lo que llamamos los "ritos de la pubertad" o el "cortar las ataduras de conexión". Esto no sólo te libera de una dependencia malsana, sino también de la programación, a menudo negativa, hecha por los padres, la que puede haber seguido activa en un profundo nivel inconsciente, impidiéndote conocerte a ti misma.

La primera sesión te ofrece una oportunidad para experimentar ese diferente estado de conciencia, al que me refiero como soñar despierto o ensueño.

Es natural que los primeros lazos se establezcan con los padres, puesto que ellos representan los canales a través de los cuales logramos el nacimiento. Un fuerte lazo inicial es de gran importancia durante los primeros años de vida, cuando el niño requiere de esta seguridad como una base firme desde la cual desarrollarse.

Está siendo revivida ahora una costumbre denominado vinculación, mediante la cual se refuerzan estos lazos, inmediatamente después del nacimiento. Se ha descubierto que el bebé esta plenamente consciente y que abre los ojos y es capaz de enfocar la mirada, aproximadamente a los veinte minutos de nacido. Gracias a los distintos métodos naturales de alumbramiento que se están empleando ahora — en que ambos padres están presentes y la madre no requiere ser anestesiada —el niño se vincula con sus progenitores por contacto visual directo, a los pocos minutos de nacido.

Sin embargo, en la pubertad, cuando la persona joven está a punto de entrar en el mundo como adulto, se requiere que estos tempranos vínculos con los padres se corten, para que el joven pueda desarrollarse con libertad como un individuo independiente. En nuestra sociedad, lamentablemente, muchas de las antiguas costumbres y rituales han caído en desuso. Esto vale en especial para los ritos relacionados con la pubertad y la muerte. En donde aún se llevan a cabo, han llegado a diluirse tanto y a ser tan superficiales, que resultan inútiles para propósitos prácticos. Su observancia no representa más que un cascarón vació, carente del significado simbólico original y, por ende, ha quedado reducido tan sólo al status de función social.

Te describiré la forma en que se conducirá este ritual y te explico que puede llevarse a cabo en cualquier momento después de la pubertad, sin importar la edad, puesto que rara vez se ha realizado en profundidad, en el momento correspondiente.

Hago especial énfasis en la importancia que reviste para una persona joven que esté por alcanzar la madurez, el hecho de que sea apartada de los padres y el mundo de la niñez e introducida en la vida de la sociedad como adulto joven.

Cuando estos lazos siguen vigentes más allá de la pubertad, a menudo se desarrolla una situación malsana, en la cual el niño, cualquiera sea su edad, se vuelve demasiado dependiente de uno de sus progenitores o de ambos y, por este motivo, es incapaz de expresar su verdadera personalidad propia o se rebela violentamente y se aparta de sus padres, quedando resentimientos por ambos lados. Esta última situación puede dar por resultado lazos especialmente negativos, que amarran mucho más que los anteriores, más positivos.

Cuando se les hace ver esta situación, las personas reaccionan de manera muy variada, de acuerdo con la experiencia y antecedentes que tengan. Se ha descubierto que rara vez son libres; la separación o el distanciamiento de los padres e incluso la muerte de éstos, no los ha liberado necesariamente. De hecho, este tipo de personas se encuentra, con frecuencia, mucho más fuertemente ligado, pese a creer lo contrario. Hay otros que, puestos ante la necesidad de cortar estos lazos, reaccionan de manera diversa y expresan su alivio de saber que nunca es demasiado tarde para liberarse, sin importar la edad que se tenga.

Hay otros que se sobrecogen ante la sola idea de una separación, creyendo que los lazos familiares son sagrados, pese al asfixiante y malsano efecto que tales lazos pueden ejercer, a veces, sobre diversos individuos del grupo familiar. Luego, existen unos pocos, que odian el sólo pensar en ser empujados fuera del nido, prefiriendo la seguridad que les ofrece, a la independencia de salir al mundo por cuenta propia.

Hay veces en que una persona ha sido criada por parientes, amigos de la familia, por padres adoptivos o por instituciones. En tales casos, a menudo existe un resentimiento inconsciente, profundamente asentado, hacia los progenitores reales y que un sentimiento de rechazo tiñe sus vidas. En este caso hay que efectuar un proceso de separación de sus padres verdaderos, pero también de los padres adoptivos que los criaron.

Resulta imposible, para cualquier padre, ser perfecto para con todos sus hijos. Incluso, los mejores de ellos, también necesitan ser liberados, si sus vástagos han de llegar a convertirse en adultos independientes. De modo que, aunque aquí se produce un mínimo de fricción, conviene provocar el corte de lazos, pues ello, de manera invariable, mejora la relación, haciéndola más libre y fluida.

Al igual que en los antiguos rituales, hay una serie de preparativos que necesitan llevarse a cabo antes de poder llegar al corte real de los lazos. Para este propósito hay un ejercicio preliminar, que habrá de ser practicado regularmente, cada día, por un período no inferior a dos semanas, para cada progenitor o tutor, o familiar del que se desee efectuar el corte de lazos.

Este ejercicio se denomina "La Figura del Ocho", porque se parece al número 8. Se lo usa para llevar a la persona a una relación íntima con su propio espacio o territorio, y es uno de los símbolos más útiles.

Dos personas que mantienen una estrecha relación, invariablemente, proyectan parte de sí mismas en la otra, de modo que ninguna de ellas es un individuo claramente delineado y separado, Si llegaran a cortar los lazos que las unen antes de que se haya logrado un retiro de cada una dentro de su propio espacio, el resultado sería confuso, pues cada una seguiría cargando con las proyecciones de la otra, como una superposición que cubriría el yo real. Para remediar esta situación está el ejercicio de la "Figura del Ocho".

Las instrucciones para realizar este ejercicio te serán dadas en hoja aparte. No vaciles en hacerme preguntas si tuvieras algún problema con el mismo, para asegurarte que lo estás haciendo bien desde un comienzo.

Hay muchas ocasiones en que uno de los progenitores, especialmente dominante, parece tratar de moverse hacia el círculo del "niño", y otras, en que el "niño" se sorprende al comprobar que es él quien está tratando de pasarse al territorio del padre. Con frecuencia, hay personas que informan que sus padres han fallecidos, pero la conexión con ellos ha permanecido intacta, incluso con posterioridad a su muerte y hasta después de haberla cortado.

Otros informan que uno de los progenitores, generalmente la madre, falleció en el momento en que ellos nacieron o cuando eran aún muy jóvenes, de modo que casi no se acuerdan de él. En estos casos, es usual que hayan sido criados por los abuelos, otros parientes, amigos o en un asilo o por padres adoptivos. En estas circunstancias, ha de procederse primero a la separación de los verdaderos progenitores, aunque hayan tenido una influencia casi nula sobre el niño. Y deberán proceder, además, a separarse de quien los haya criado o haya tenido una influencia directa sobre ellos durante la niñez.

Ocasionalmente, hay personas que guardan aún un resentimiento amargo hacia alguno de sus progenitores, por lo que les resulta demasiado difícil o perturbador visualizarlos cada día. Hay varias formas de enfrentar este problema: en vez de visualizar a la persona en cuestión, se puede echar mano de una foto, las iniciales o un símbolo que la represente.

En el caso de una persona que está aún muy aterrorizada por su padre y que no puede entregarse en absoluto al ejercicio, pedimos la ayuda a nuestro Yo Superior para que se nos indique qué decirle. En este caso se sugirió que imaginara una cortina muy gruesa entre ella y su padre y pensará en él, en el centro del círculo correspondiente, detrás de esta cortina protectora, separado de ella.

La mayoría de la gente es habitualmente capaz de visualizar o imaginar y, con la práctica, esta habilidad mejora rápidamente, aunque siempre hay unos pocos que lo encuentran difícil y hasta imposible. Para ellos, hay una serie de fórmulas alternativas, con el propósito de emitir el símbolo hacia su subconsciente; a veces ellos mismos descubren un método para salvar esta dificultad. Una joven mujer dibujó un gran diagrama de la Figura del Ocho con la ayuda de un compás, sobre un papel, y procedía a repasar la figura varias veces, cada mañana y cada noche, con un lápiz color azul pálido.

Se sugiere a las personas que esperan una entrevista, tengan a mano un pequeño block y un lápiz, y que, cada vez que les sea posible, dibujen allí la figura del ocho mientras esperan, poniendo sus propios iniciales y las de la otra persona en el centro de cada círculo. Es un ejercicio para activar el trabajo mental.

Se puede también recortar dos círculos grandes de papel y colocarlos en medio de la habitación. Sentarse sobre uno y poner el retrato de la otra persona en el otro, luego trazar con el dedo la Figura del Ocho, imaginando el brillo de la luz azul. También se puede caminar en torno a los círculos formando un ocho.

Habiendo explicado cuidadosamente la Figura del Ocho, quisiera que me describas lo que vas a hacer, para estar segura de que has entendido y que estés visualizando correctamente. La mejor forma de evitar confusiones es pidiéndote que repitas en voz alta, para comprobar que has entendido y poderte corregir o responder a las dudas que hayan quedado.

Además de la Figura del Ocho, hay dos actividades que deberían iniciarse al mismo tiempo. Te pido que lleves un registro de tus sueños y mantén un cuaderno a mano, para anotarlos, ya sea en la mañana o tan pronto despiertes después de haber soñado y recuerdes el contenido, hasta hacer de ello un hábito.

Muchas personas han tenido la experiencia de despertar mientras el sueño está aún vívido en sus mentes, e incluso han podido analizarlo de inmediato y, pensando que ha sido demasiado claro como para olvidarlo, vuelven a dormirse, pero luego despiertan y no recuerdan nada más que el hecho de haber soñado. Para evitar que se pierdan los sueños de esta manera, ya que pueden contener mensajes del subconsciente de importancia, sugiero tener a mano un block y un lápiz o un grabador, para consignar el sueño tan pronto se lo recuerde.

También sugiero que, cuando te prepares para dormir, instruyas a tu subconsciente para que te entregue un sueño que te instruya sobre cualquier forma en que pueda ayudarte en ese período en particular. Frecuentemente, un sueño indica el problema principal en la vida de una persona-, de seta forma, acorta el tiempo que suele llevar el descubrimiento de un indicio revelador de las dificultades.

También te sugiero que procedas a compilar listas de los atributos positivos y negativos de tus progenitores y familiares, para ayudarte a ver con más claridad la forma en que fueras programada durante tu niñez y de qué manera reaccionabas ante ellos: conformándote o rebelándote. Te recomiendo que utilices una hoja para cada progenitor y la dividas en dos columnas. A las izquierda podrás anotar aquellas características o hábitos antes los cuales reaccionabas negativamente y a la derecha todos los rasgos que te hacían reaccionar positivamente o con admiración.

Estas listas toman tiempo y exigen paciencia, de modo que es importante no apurarse ni tampoco tratar de darla fin de una sola vez. Los puntos más obvios habitualmente vienen a la mente de inmediato, pero son los pequeños y sutiles los que a menudo fijan impresiones indelebles en los niños; es frecuente que se olviden o que hayan sido suprimidos, por lo cual surgen más lentamente del subconsciente, una vez que los aspectos más llamativos han aflorado.

Conviene tener siempre a mano block y lápiz, como para ir anotando, en cualquier momento, las reacciones negativas y positivas a medida que vienen a la mente, pues una vez iniciado el proceso y cuando el subconsciente se vuelve consciente de lo que se necesita, comienza a expulsar las reacciones suprimidas y olvidadas de la infancia.

Pudiera parecer que se pide a una persona que haga demasiado, pero se observó que quienes están dispuestos a trabajar duro y son los más disciplinados, son aquellos que han estado más desesperados, desilusionados e insatisfechos, antes de reclamar ayuda. Esta parece ser la regla general.

Todos somos algo perezosos y rara vez realizamos un real esfuerzo, a no ser que algo nos fuerce a ello a que nos esté doliendo lo bastante como para estar dispuestos a hacer casi cualquier cosa para aminorar el dolor, ya sea que se trate de una causa física, mental, emocional, financiera o de algo suficientemente terrible, en cualquier aspecto, como para impulsarnos a la acción. Por supuesto, están también aquellos que se sienten tan inspirados por la aventura de este trabajo que esto mismo es lo que los motiva; porque es la energía emocional la que abre la posibilidad para que una persona pueda trasponer las barreras que levanta la mente consciente y hacer contacto con el subconsciente.

DESTRUYENDO LA PROGRAMACIÓN NEGATIVA

Hay personas que consideran que la programación negativa a la que han sido sometidas por sus padres durante la niñez se ha convertido en algo tan automático y la grabación de los hábitos tiene trazos tan profundos en el sistema nervioso, que les resulta extremadamente difícil borrarlos o reemplazarlos por otros más positivos.

Comentaré distintas técnicas empleadas para la destrucción de la programación negativa, pero hay que tener en cuenta que finalmente se empleará la técnica que nuestro Yo Superior nos indique como más adecuada para este proceso. Menciono algunos ejemplos para dar una idea general.

Vi una ladera cubierta de nieve, sobre la que se destacaban claramente unas huellas de esquís. Mientras contemplaba la escena, me di cuenta de lo fácil que resultaría seguir esas mismas huellas para descender la ladera. Esto me hizo ver por qué resulta tan fácil repetir un viejo patrón de conducta. También comprendí que el miedo de volver a caer en él me paralizaba y me impedía emprender alguna acción para cambiarlo y dejar un par de huellas nuevas.

Pedí que se mostrara lo que podía hacer, con el fin de remediar esta situación y la respuesta llegó a mi mente como un relámpago de claridad: "Ponte los esquís y baja describiendo curvas que vayan cruzando las huellas marcadas". Lo llevé a cabo en mi imaginación y sentí un gran regocijo, por estar haciendo algo definitivo para romper los viejos moldes. Esto también me ayudó a disipar el miedo y la parálisis anteriores.

De ahí en adelante, cada vez que me sorprendía a mí misma a punto de repetir un viejo hábito, procedía de inmediato a visualizar las huellas de mis esquís cortando en zigzag las marcas anteriores y dejando un trazo absolutamente nuevo. Este ejercicio de visualización me ayudó a tomar una decisión consciente de actuar de la nueva manera preferida, en vez de recaer en el viejo patrón nuevamente.

Un hombre joven completó dos listas que había compilado con los atributos negativos de sus padres y agregó a ellas uno de los malos hábitos que había reconocido en sí mismo. Luego, en su pantalla mental fue cortando las listas, de manera que cada hábito o tendencia quedara en una tirita de papel separada. A continuación, sosteniendo estas tiritas individualmente, una tras otra, procedió a proclamar en voz alta y autoritaria, que deseaba desechar este rasgo particular; luego echó los papeles al fuego hasta quemarlos todos.

Puso una gran carga de emoción en esta actividad, llegando incluso a describir que iba removiendo los papeles en el fuego para asegurarse de que no quedaba sino ceniza, sin traza de ellos. Llevó a cabo todo este ritual con cierta rapidez y con evidente alegría, y una vez que lo hubo dado fin, lanzó un grito de guerra indio para expresar su satisfacción.

Habitualmente para una persona, es suficiente pasar por este ritual sólo una vez, mientras se encuentra en el estado de sueño en vigilia. No obstante, se presentan oportunidades en que una persona pregunta si puede repetirlo en su casa, quemando papeles reales sobre los que habrán anotado sus viejos hábitos negativos. Esta es, en verdad, una excelente idea, pues es de capital importancia que una persona haga todo cuanto le asegure que el mensaje de descartar sus actividades negativas llegará hasta su mente subconsciente donde los hábitos se encuentran enraizados.

Un involucramiento físico de este tipo proporciona una forma rápida y eficaz para lograr dicho resultado y es de especial ayuda cuando se han pasado por alto algunos hábitos negativos durante la primera sesión o si la persona ha recaído en sus viejos moldes.

Otra excelente técnica requiere que la persona vaya leyendo en voz alta la lista de los hábitos negativos y la vaya grabando en un casete. Hay mucha gente que la considera particularmente apropiada, puesto que el viejo condicionamiento o programación es frecuentemente mencionado como "viejos grabaciones". Un señor descubrió que todo lo que necesitaba hacer era grabar la lista de sus rasgos negativos, producto de su condicionamiento infantil, y proceder enseguida a borrar la cinta. Luego grababa una nueva lista de actitudes positivas para reemplazar a las anteriores. De tiempo en tiempo, escuchaba esta grabación y así reafirmaba su deseo de cambiar.

Sin embargo, no a todos les resulta tan fácil revertir las anteriores actitudes, de modo que para algunas personas se requiere un ritual interior para imprimir el nuevo mensaje en el subconsciente. En esos casos es aconsejable preguntar al Yo Superior sobre lo que se puede hacer para ayudar, empleando para ello el sistema del Triángulo.

Este método resulta aplicable a cualquier hábito y puede variarse de acuerdo con los problemas particulares de cada uno. Los breves ejemplos señalados pueden servir como sugerencias, para contribuir a que la persona descubra por sí misma la manera de tratar las "viejas grabaciones". Sin embargo, cualquiera sea el método elegido, deberá ser lo suficientemente conmovedor y actuarse con suficiente emoción como para que llegue hasta el subconsciente, de manera tal que la sugestión surta efecto.

EL RITO DE LA PUBERTAD

CORTANDO LOS LAZOS CON UNO DE LOS PADRES

Con el objeto de entrar en un estado de conciencia interna despierta, se requiere, ante todo, que el cuerpo físico se encuentre tan relajado como sea posible, para reducir a un mínimo las posibilidades de incomodidad o de distracción por tensión de los músculos o los nervios.

Te sugiero que pases al baño antes de comenzar la sesión. De todos modos, quiero enfatizar, que puedes levantarte, si es necesario, en lugar de distraerte por la incomodidad de una vejiga llena, ya que es normal que las emociones fuertes afecten la vejiga. Con esta práctica es posible levantarse, ir al baño, volver y retornar al mismo estado, sin quebrar la experiencia interna. Las corbatas, cinturones, sostenes y otro tipo de ropa ajustada deberían aflojarse o quitarse; habrá que descalzarse y guardar en un lugar apropiado todo tipo de alhajas que puedan representar una distracción.

Ahora vas a entrar en un estado de sueño en vigilia, y quisiera que me indiques cuál es la posición en que te puedes relajar en mejores condiciones: si acostada o sentada.

Quiero explicarte que el objetivo es llegar al relajamiento del cuerpo de la manera más completa posible, para que no constituya, en ningún momento, una distracción del estado de sueño en vigilia. Si prefieres acostarte, te ofrezco un almohadón y una frazada liviana, para que no sientas frío.

Tan pronto estés cómodamente sentada o acostada, se te envuelve libremente la cabeza con una bufanda o un chal liviano, para cubrirte los ojos, de modo que puedas percibir con mayor claridad cualquier tipo de imágenes que aparezcan y para darte una sensación de privacidad parcial, por si se producen emociones fuertes.

Sé que algunas personas prefieren dirigirse mentalmente a un lugar imaginario o favorito, en tanto que otras se contentan con permanecer aquí, donde te encuentras físicamente. Por este motivo, para ayudarte a decidir, te sugiero varias posibilidades; como una arboleda sombreada, la cima de una montaña, las protectoras ramas de un árbol añoso, tenderse en una hamaca, estar dentro de una caverna o en tu propio dormitorio.

Ahora te sugiero que te retires a él imaginariamente y te pongas cómoda allí, soltándote, moviendo los pies, la cola y los hombros, y dejando caer los brazos a lo largo del tronco.

Podemos hacer uso tanto de la luz del sol como de la luna, para relajarnos y llenar con ella el cuerpo, con el fin de protegerlo mientras trabajamos y darle un tratamiento sanador. Una vez que hayas decidido el tipo de luz que prefieres, te menciono que voy a dar instrucciones verbales a las diferentes partes de tu cuerpo, para que se abran y reciban la luz. No obstante, como no deseo asumir el control sobre la mente o el cuerpo de nadie, te pido que vos misma, en silencio, repitas las instrucciones a tu propio cuerpo.

Quiero explicarte que, para este trabajo, la luz tiene cuatro propiedades: es relajante, sanadora, purificadora y regeneradora o reenergizante. También te explico que estas cuatro cualidades van a ser reiteradas verbalmente con cierta frecuencia durante la relajación, con el objeto de que estas sugerencias se graben en la mente subconsciente y surtan efecto, por cuanto el subconsciente funciona sobre la base de la repetición.

Ahora procederemos con el ejercicio de la relajación.

EL RITO

Después de que te hayas relajado, te sugiero que ambas imaginemos un triángulo que se forma entre nosotros, cuya función ya te he explicado anteriormente.

Te pido ahora que tomes tu lugar en el punto B de la base, conmigo en el otro extremo, como punto A, unidos ambos por una línea que representa la confianza mutua que nos tenemos, como colaboradores en este trabajo. Luego, cada una de nosotras visualiza una antena que se eleva como continuación de la columna vertebral, emergiendo de la cabeza, y que se llega a tocar con la otra en un punto del espacio, formando el vértice del triángulo, al que llamamos la CS, Consciencia Superior o Yo Divino. La CS representa la sabiduría innata dentro de cada uno de nosotros, donde todos somos uno.

Nos tomamos ahora un tiempo para pedir cada una ser guiada desde esa CS mutua, de manera que las preguntas y directivas correctas lleguen a quien dirige el trabajo, y que la persona en estado de relajación recibirá y estará pronta para manejar todo lo que necesite ver, sentir, saber o experimentar en ese preciso momento.

Este método ha probado ser infalible a lo largo de los años y nunca se ha presentado el caso de alguien que se haya visto perturbado en la profundidad de su internalización o se haya visto enfrentado con algún recuerdo, culpa o viejo trauma que haya sobrepasado su capacidad para enfrentarlo.

Seguidamente te pido que visualices los dos círculos de la Figura del Ocho con los que ya te habrás familiarizado, después del período de práctica diaria durante dos semanas, y que invites al círculo opuesto a la persona con la que quieres cortar los lazos. Debes decirle a esa persona que el ritual que está por llevarse a cabo los liberará a ambos, para que cada cual pueda seguir con su propia vida como un individuo separado, y que ya no serán arrastrados para ningún lado por los lazos que aún los atan.

Luego, te pido que veas si puedes visualizar los lazos que te unen, y me digas a qué partes del cuerpo de cada uno están unidas estas cuerdas. Muchas de las personas parecen ser capaces de ver las cuerdas con bastante facilidad y algunos, incluso, se muestran bastante asombradas ante lo que ven. Te recomiendo que no te dejes perturbar por lo que ves, puesto que todo lo que veas nos revelará la mejor manera de ayudarte en la relación.

Algunas personas no encuentran sino un lazo, en tanto otras descubren varios, dependiendo de la cercanía – negativa o positiva – de la relación. Hay casos en los que el vínculo era tan fuerte, que ambos aparecían como hermanos siameses. En estas situaciones, resultaba imposible que la persona que deseaba quedar libre viera con claridad, y menos aún que pudiera llevar a cabo la "cirugía" por sí misma. En tales casos, la persona que dirige la sesión deberá estar dispuesta a llevar a cabo la operación en su lugar, urgiéndole a participar lo más que pueda.

Una vez que los lazos han sido localizados, te pido una descripción de su grosor y textura. Una vez que ha sido determinada la naturaleza de las ataduras, te recomiendo que pidas a tu Yo Superior que te indique cuál es el instrumento apropiado para cortarlas o separarlas, lo que también pone de manifiesto una inmensa y sorprendente variedad. Tijeras, todo tipo de cuchillos – que van desde los de cocina hasta los de caza - , espadas y puñales, rayos de luz, rayos láser, fuego, ácido, sierras, por no mencionar sino algunos.

Ahora sugiero que el primer corte lo hagas en la mitad de la ligadura y que, a continuación, procedas a eliminar cada extremo de la parte del cuerpo de la persona en la que están adherido. Si son lugares que te resultan difíciles de alcanzar, o cuando son zonas demasiado sensibles, que no te atreves o no confías en manipular con éxito, yo colaboro para quitar el extremo unido al cuerpo de la persona.

Una vez que se han extirpado ambos extremos, sugiero colocar la mano derecha (si la persona es diestra y, en caso contrario, la izquierda) sobre el sitio al que estaba unido en ambos cuerpos, poniendo la otra mano encima, para crear un campo de fuerza. Entonces pedimos que descienda una fuerza sanadora desde la CS hacia esas manos y hacia la herida dejada por el corte.

Luego, los lazos se amontonan a los pies de la persona que está trabajando, y una vez que todos ellos han sido desprendidos, solicito a su Yo Superior que se le indique el mejor método para destruirlos, evitando así que vuelvan para continuar con el patrón anterior.

Puedes elegir quemar o enterrar, disolver con ácido o lanzar los lazos al mar o a un río correntoso, puedes enterrar los restos del fuego en el que has quemado y si quieres saltar sobre el sitio, para borrar toda evidencia, hazlo . Dale rienda suelta a tu imaginación, si quieres bailar, hacer una danza guerrera india, todo es válido, porque esto se entiende como una expresión de alivio tuya, al haberte liberado. Te sugiero que te sueltes y expreses tu sensación de libertad, de la manera que quieras.

Una vez que has quedado satisfecha de que has hecho todo para borrar cualquier traza de antiguas ligaduras, te sugiero que agradezcas al progenitor o familiar del que acabas de separarte, por haberte entregado los medios para venir al mundo en un cuerpo humano y poder aprender todo aquello que te era necesario en esta vida.

A continuación te pido que lleves a cabo un ritual en el cual pides perdón a la persona y perdonas a ésta por cualquier dolor que te haya infligido, ya sea consciente o inconscientemente. Esto puede resultarte muy duro, pero es esencial que este acto de perdón se lleve a cabo como parte del proceso para quedar separado e íntegro. La falta de perdón puede fabricar de nuevo los lazos de manera negativa.

Conviene que comiences a pedir perdón a tu progenitor, ya que se dan muchos casos en que la gente sufre una carga de culpa y esto le brinda una oportunidad para liberarse de tal peso. Sugiero que permitas que acudan a tu mente las cosas específicas por las que deseas ser perdonada y que las verbalices o las menciones para ti misma, una por vez. Si prefieres hacerlo en silencio, te pido que me indiques cuando, a ti juicio, hayas terminado. También te advierto que si te acuerdas de algo más posteriormente, lo puedes tratar en otro momento.

Se ha encontrado que esta oportunidad de pedir perdón es muy bien recibida-, libera a la persona del sentido de culpa que la acosa y del arrepentimiento que le queda a mucha gente, en especial si el progenitor ha fallecido.

El próximo paso consiste en perdonar al progenitor por cualquier dolor o injusticia que haya infligido, ya sea consciente o inconscientemente. Esta es, sin duda, la tarea más difícil para la mayoría de las personas y hay casos en que consideran que les resulta un intento vano.

En tales ocasiones, sugiero que, aunque la persona no pueda perdonar de corazón a este progenitor, puede pedir a la CS o a la Fuerza Divina dentro de sí, que envíe el perdón desde el vértice del triángulo que se eleva entre nosotros, y pase a través suyo hasta el progenitor. Esto resulta casi siempre aceptable, incluso para los que están conscientes de que deben perdonar pero que no se pueden forzar a hacerlo por sí mismos. También aquí insinúo que dejen fluir los recuerdos sobre aquellos episodios específicos por los cuales necesitan perdonar al progenitor, para liberarse ambos de las emociones negativas que ligan a las personas de manera tan firme como las positivas.

Finalmente, se le solicita al progenitor, o a quien esté en el otro círculo, el abandono de la escena y que siga adelante y viva su propia vida, liberado ahora de la permanente tracción emocional del hijo. Esta petición no significa necesariamente que no habrá contacto posterior entre ellos-, de hecho, la mayoría encuentra que, por el contrario, la relación pierde a su carga emocional y se vuelve más satisfactoria.

Siempre sugiero una despedida apropiada, de preferencia con una bendición. Algunas veces, resulta indicado que se visualice un triángulo entre el progenitor y el hijo, que los conecte a ambos con el Yo Superior, en vez de hacerlo entre ellos.

Se ha constatado que seta visualización es lo más útil que cualquier persona puede hacer por otra persona y lo llamamos "manejando el Triángulo".

Ahora vamos a dar un último paso para completar la liberación, es como un paso de limpieza, diseñado para eliminar todo condicionamiento anterior y todo patrón de hábitos.

Te sugiero que busques alguna masa de agua dentro de tu escenario interno, algo como un río, una laguna, un océano o una cascada. Luego te aconsejo que te desvistas por completo y dejes tu vestimenta, ordenada en una pila, en el suelo; después debes recoger una piedra lisa o una hoja verde de alguna planta, entrar en el agua y lavarte cuidadosamente por entero. Esto eliminará los patrones de hábitos o actitudes negativas no deseadas, que se hayan adoptado de los padres, que habrán sido traídos a la memoria a partir de las listas de los rasgos negativos de los progenitores previamente confeccionadas.

Una vez que sientas que te has limpiado de todo ello, salí del agua y corre de un lado para otro para secarte, salta, distiéndete para expresar tu libertad. Cuando estás seca, te alcanzo una túnica o bata limpia y holgada, de un color neutral, para que la uses hasta que hayas establecido un nuevo conjunto de atributos propios o, si te sientes movida internamente, te guío para que encuentres tus propias nuevas vestiduras. Ahora que estás vestida, quisiera saber en qué forma piensas destruir tus ropas viejas, que te atan a tus reacciones de la infancia.

IMPORTANTE: La parte más importante del trabajo es que participes activamente, ya que es lo único que puede llegar a la mente subconsciente. Mientras más vívida sea la imagen y mayor la emoción involucrada, más profundamente se graba el nuevo mensaje en el subconsciente y, por ende, con mayor celeridad se hará efectivo. La mayoría de las personas se sienten encantadas por la oportunidad de sacarse de encima sus viejos hábitos no deseados y no encuentran problemas para involucrarse emocionalmente en el proceso.

Ahora quiero advertirte que, durante los tres días posteriores a la sesión, puedes experimentar emociones mezclados, como dolor y tristeza mezclados con alivio, pero no debes inquietarte, porque esto representa una reacción muy común y pasará pronto.

También te advierto que no hables con nadie sobre esta experiencia, durante por lo menos tres días, ya que la energía emocional necesita ser contenida, para darle la oportunidad de estabilizarse, solidificarse y hacerse realidad. Hablar muy pronto sobre la experiencia puede provocar que la energía se desvanezca, en especial, si el interlocutor a quien se describe el proceso se muestra escéptico o expresa dudas al respecto. Esta reacción puede resultar infecciosa y vendría a ser como una toxina que infecta el tejido, aún delicado, que se está formando dentro de la persona que ha participado del trabajo.

A continuación, ambas agradecemos al Yo Superior por haber dirigido la sesión, y ahora voy a contar de cinco a uno, y a la cuenta de uno estarás de regreso a la plena conciencia de tu cuerpo físico, el cual, te recuerdo, acaba de recibir un tratamiento de sanación durante el tiempo que trabajamos en el nivel interno. Te sugiero, entonces, que muevas los dedos de los pies, dobles las rodillas, muevas las caderas, arquees la espalda y estires los brazos, tal como se desperezaría un perro o un gato, al despertar de su descanso.

Quiero que tomes nota que hoy es el de de 200, que te encuentras en la Ciudad de Buenos Aires, República Argentina, y PUEDES EMPEZAR A SENTARTE LENTAMENTE, a retirar la bufanda de tus ojos, para retornar a una plena conciencia despierta y comenzar a funcionar libremente, después de tu reciente liberación.

Después de cortar los lazos resulta aconsejable que le escribas una carta, sin enviarla, expresando tu liberación. Esta carta pasa inadvertida a la mente consciente de la persona a quien va dirigida, pero llega a su subconsciente. Es mejor escribirla cuanto antes, después de la ceremonia del corte, cuando la poderosa emoción despertada por el ritual aún está presente.

Mientras mayor sea la emoción que viertes en la carta, más profundo será el efecto que provoque, tanto en vos como en aquel a quien va dirigida, puesto que la energía que se requiere para llevar el mensaje hasta el nivel subconsciente de la mente, es la emoción. Esta carta debería constituir una repetición de lo que hayas declarado durante el ritual, respecto de que cada persona queda libre para vivir como individuo separado. No debería contener nada negativo, como críticas o reproches, y habrá que concentrarse tan sólo en la libertad que ambas comenzará a experimentar ahora.

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ABORDANDO ARQUETIPOS

MATERNALES O PATERNALES NEGATIVOS

Para que una persona que ha pasado la edad de la pubertad pueda quedar libre para desarrollarse como individuo independiente, se hace necesario que se desvincule tanto de la madre como del padre, ya sea que hayan tenido una influencia positiva o negativa sobre ella cuando pequeña, sin que importe su edad actual.

Sin embargo, en el caso de progenitores negativos se requiere otro paso pues, de manera invariable, un padre o una madre así habrán asumido proporciones arquetípicas c sobredimensionadas a los ojos del niño. También habrá que tratar con el arquetipo. En tales casos, hay dos rituales diferentes: uno para liberar al niño de la madre negativa y otro para liberarlo del padre negativo.

Con el propósito de facilitar este proceso, se utilizan personificaciones simbólicas, tales como dragones, brujas, gigantes y ogros de los cuentos infantiles o, también, arañas, pulpos y un surtido de monstruos.

Después de haber completado la relajación y haber erigido el Triángulo, sugiero que pidas a tu Yo Superior que te muestre una figura que representa al arquetipo del progenitor negativo, a cuya sombra te encuentras.

Como ejemplo describiré el caso en que se trata de una madre abrumadoramente negativa.

"Cuando estaba usando la técnica del ensueño, por un período relativamente corto, experimentó una confrontación típica con el dragón que, para ella, representaba al arquetipo maternal negativo. En ese momento comprendió sólo vagamente la importancia de lo que estaba sucediendo. Recién más tarde se dio cuenta de que por medio de este método se podía liberar de estas poderosas fuerzas.

"Tan pronto se había relajado para llegar al estado del sueño en vigilia, fue consciente de que montaba un caballo, vestida con una armadura, a la usanza de los caballeros de antaño. Pronto se le hizo claro que estaba enfrascada en una aventura interior y que iba a darle muerte a un dragón que estaba devorando a la gente en proporciones alarmantes.

"Supo, instintivamente, que debía atacarlo sin que lo advirtiera, de modo que desmontó, ató su cabalgadura a un árbol cercano y siguió a pie hasta la caverna donde presentía que se ocultaba el dragón. Con el escudo cubriéndole el cuerpo, sostenido por su brazo izquierdo, en tanto llevaba la lanza en su mano derecha, se acercó decidida a la caverna, donde pudo ver al monstruo dormido.

"Sabía que tenía que ubicar un lugar vulnerable en la zona del corazón, para atravesarlo con su lanza. Tenía la ventaja de haberlo atacado por sorpresa, de modo que no le fue difícil hundir su lanza en la parte blanda de su cuerpo, infligiéndole una herida de la cual salió sangre a borbotones, en tanto que la bestia resoplaba y sacudía su cola en los estertores de la muerte.

"Se quedó observando, hasta que toda su sangre hubo salido y fue absorbida por la tierra sobre la que yacía, a tiempo que se daba cuenta de que esta sangre fertilizaría esa tierra, asegurando una vegetación nueva, fuerte y abundante. Tan pronto se convenció de que había ocurrido esto y que no venían movimientos ni sonidos del dragón, tomó su lanza y, subiéndose en su lomo, la agitó en el aire en señal de triunfo.

"Estaba sola, no había nadie que la viera y supo que todo esto significaba una victoria interior. Percibió entonces que la lanza le quemaba la mano, ya que aún estaba bañada en sangre. Se sacó el yelmo y levantó la lanza en alto como una ofrenda a Dios, experimentando una maravillosa sensación de alborozo por el éxito del triunfo sobre el dragón

"Ahí permaneció por algunos minutos, con sus pies asentados en el lomo del dragón, sintiendo bajo ellos las escamas, en una pose altiva pero sin trazas de egoísmo, sino profundamente agradecida por el hecho de tener al dragón muerto bajo sus pies y su sangre fertilizando la tierra. Se sentía sobrecogida. Se arrodilló junto al cadáver, atravesó con su lanza el cuerpo que ahora era sólo una cáscara, se quitó el casco y lo colgó en la lanza. Se quitó la armadura y colocó sus piezas en torno de ella, usando este arreglo como un altar. Después, se arrodilló humildemente para agradecer el hecho de que ya no había nada más que temer.

"Cuando comenzaba a levantarse, vio salir del fondo de la caverna una mujer viejísima y encorvada la cual, tan pronto la vio a ella y al dragón muerto, se enderezó de inmediato y, al hacerlo, toda su piel vieja y arrugada comenzó a desprenderse, hasta que quedó al descubierto una bella joven.

"Cerca de allí corría un río con una pequeña cascada. Ambas se tomaron de la mano y se fueron a bañar en las claras aguas. Ella se limpió de los restos d la vieja piel que aún le quedaban adheridos y la vencedora del dragón se lavó el cuerpo de la sangre del dragón. Así, ambas quedaron renovadas. Ahora que se habían encontrado mutuamente, podían subir juntas por el sendero que conducía hacia la sima de la montaña, para unirse a la Consciencia Superior."

Muchas personas han pasado por rituales similares. Algunas echaron mano de la imagen de un dragón, en tanto que a otras les fueron mostrados símbolos diferentes para representar a la madre dominante, tales como los de vieja bruja, un pulpo, una araña "viuda negra" u otros monstruos míticos femeninos.

La importante tarea que han de cumplir tanto hombres como mujeres, es la de liberar la parte femenina de cada uno que haya sido aprisionada por el arquetipo de una madre predominantemente negativa. Por lo general, el patrón para la naturaleza femenina lo establece la madre, en tanto el padre establece el patrón masculino. Si cualquiera de estas partes hubiera sido asfixiado o potenciado por el progenitor más fuerte, la persona estará fuera de equilibrio, con un aspecto fuerte y notro débil.

Después de una de estas sesiones, el alivio llega a ser tan grande que resulta increíble para la persona que lo está experimentando. A menudo, brotará un flujo incontenible de lágrimas, liberando el caudal de energía negativa que ha estado sepultado por tan largo tiempo. Un resultado interesante de esta liberación es que, habitualmente, la madre natural y su influencia se reducen a sus dimensiones normales y se logra un trato fácil con ella.

Al igual que en otro tipo de separaciones, advierto a la persona que los tres días siguientes al de la sesión pueden conllevar una mayor carga emocional, pero que seto no ha de preocuparla, ya que dicho estado de ánimo s desvanecerá rápidamente. Luego, llegará a experimentar una sensación de nueva libertad y un acopio de energía que, después de haber permanecido estancada en la figura negativa, quedará ahora por entero a su disposición.

Cuando un hombre es llevado al proceso de liberación de una madre negativa devoradora o asfixiante, su propia ánima o aspecto femenino de sentir, se ve liberada de sus ataduras y es capaz de funcionar en su vida diaria de manera más plena y efectiva. Cuando es una mujer la que es conducida a la batalla con la madre negativa, su propio ánimus o aspecto masculino es el llamado a enfrentar al monstruo en la lucha.

Hago uso de los términos ánima y ánimus que acuñara Carl Gustav Jung, para designar a la parte femenina del hombre y a la parte masculina de la mujer. Ambos vocablos serán tratados con mayor detalle más adelante. Con la ayuda del ánimus, el sujeto femenino es capaz de liberar su propia naturaleza femenina, enterrada en las sombras, desde la infancia.

El padre negativo dominante se ve simbolizado, usualmente, por un gigante o un ogro y, con frecuencia, por un cíclope de un solo ojo. Resulta imperativo que la persona que busca liberarse de esta fuerza se prepare con mucho cuidado para la confrontación. Deberá revestirse de una armadura protectora, montar un caballo fuerte y llevar una espada, una daga o cualquier otra arma apropiada, para consumar el ritual de dar muerte a su enemigo.

El arquetipo del padre negativo debe ser abordado con mucha cautela y protegido por las sombras de la noche, mientras duerme, salvo que ataca primero. Hay un punto vulnerable hacia el cual hay que dirigir el arma, al igual que en el caso del dragón. Por tratarse de un cíclope, lo primero es cegar su ojo único. Después de ello se lo podrá matar fácilmente, hundiendo el puñal o la espada en su corazón. Tan pronto esté muerto, habrá que liberar a la figura masculina que haya tenido encerrada, ya sea dentro de sí o en su castillo o torre, liberarla de su prisión para reunirla con quien la rescate.

El resultado de esta reunión es de igual ayuda para un hombre como para una mujer. Como en el caso de la liberación de una madre negativa, conduce hacia la posibilidad de un equilibrio entre los aspectos masculino y femenino de la persona. Las variaciones respecto de los temas señalados son ilimitadas, aunque el esbozo principal es invariablemente muy similar entre una persona y otra.

Los beneficios que resultan de la liberación de estos dos arquetipos negativos son de igual valor, tanto para hombres como para mujeres. Una vez que una persona, cualquiera sea su sexo, queda libre de esta influencia, sus funciones de sentir y pensar, asociadas con el ánima y el ánimus logran mejor equilibrio. Esto le posibilita integrarse mejor como persona, al usar ambos aspectos, en vez de apoyarse en otro para suplir aquello que le falta.

ATRIBUTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS DE LOS PROGENITORES

Tan pronto se haya logrado una liberación de los progenitores, resulta esencial verlos como personas y de la manera más impersonal posible, con el objeto de determinar hasta qué punto el hijo ha sido programado por ellos consciente o inconscientemente.

La programación temprana es de dos tipos: la enseñanza directa y la influencia a través del ejemplo. Sin embargo, ellas no coinciden, pues resulta fácil decirle a un tercero qué hacer y qué es correcto o errado, en tanto es muy difícil llevar estas mismas teorías a la práctica diaria. En mayor o menor grado, todos somos hipócritas y fallamos en la práctica de lo que predicamos, por mucho que nos esforcemos y afirmemos lo contrario.

Sin embargo, no son las acciones de nuestros padres o sus enseñanzas las que nos afectan, ya sea benigna o adversamente, sino las diferentes formas en que hemos reaccionado ante su conducta o el trato que nos daban. Puede ser que los hayamos imitado o que nos hayamos rebelado en contra de ellos y, como ninguna de estas alternativas permite al verdadero yo expresarse, es muy importante poder ver claramente estas reacciones y tratar de entenderlas, con el objeto de descubrir quiénes somos realmente, por debajo de la falsa fachada de actitudes que hemos tomado en préstamo. Sólo entonces podremos decidir, conscientemente, cuáles atributos son valiosos y deberían conservarse y cuáles deberían abandonarse.

Las reacciones conducen directamente a juicios de valor: nos gusta o nos disgusta lo que vemos o experimentamos. Si somos estrictamente honestos con nosotros mismos, debemos coincidir en que cuando criticamos a alguien con fuerte intensidad emocional, está obrando una de las dos alternativas. Nuestra crítica de otros puede representar la proyección de nuestras propias faltas, de las cuales no somos conscientes. Es mucho más fácil criticar a otro imputándole ser egocéntrico, deshonesto, maleducado o egoísta, que admitir estas mismas faltas en nosotros mismos.

Mientras más emocionales seamos en nuestras críticas, se más probable que seamos culpables de esas mismas faltas o defectos. La razón para ello es que estamos demasiado cerca de nuestras propias debilidades o somos demasiado cortos de vista o muy perezosos, como para admitirlas y corregirlas.

Hay, empero, otro motivo oculto y más bien sutil para criticar los demás y que a menudo se pasa por alto. Aquellas acciones o rasgos que objetamos en otros, bien pueden ser ejemplos exagerados de las cualidades que carecemos y que necesitamos desarrollar en nosotros para llegar a un real equilibrio, pero que somos demasiado temerosos o demasiado inhibidos para expresar. Nos sentimos culpables e inadecuados y, por ende, criticamos a aquellos que son libres de expresarse de manera particular, aunque a menudo de forma demasiado evidente, en lugar de esforzarnos por desarrollar esas cualidades en nosotros y equilibrarnos mejor.

Una persona muy tímida, por ejemplo, frecuentemente tenderá a ridiculizar a alguien muy extravertido y agresivo, en vez de utilizar a esa persona como un ejemplo que la ayude a revelar la carencia de la que necesita darse cuenta, para poder trabajar conscientemente en ella. En tales casos, la crítica está enmascarando celos ocultos y un sentimiento de inadecuación.

Mientras sigamos actuando de cualquiera de estas maneras, nunca podremos llegar a saber quiénes somos realmente, por debajo de estas reacciones. Sólo cuando nos mostremos dispuestos a utilizara todos los que conocemos como espejos en los cuales podamos lograr atisbos de nosotros mismos, podremos comenzar a bajar nuestras defensas, mirar dentro de nosotros para descubrir cómo somos realmente.

Puesto que nuestros padres fueron nuestros primeros espejos, debemos mirarlos objetivamente, para poder reconocer hasta dónde hemos imitado aquellas cualidades que admirábamos en ellos y frente a cuáles nos rebelamos con disgusto y prometimos no caer en ellas. Estas dos reacciones nos pueden forzar a extremos, con nuestros verdaderos yo’es yaciendo en algún punto intermedio. A medida que nos volvamos más conscientes de nuestras reacciones frente a nuestros padres y de las razones que hubo, podemos a empezar a tomar decisiones conscientes, para cambiar en nosotros aquellos rasgos de nuestros padres que nos disgustan, en vez de intentar que ellos cambien. Por eso se pide que se confeccionen las listas de los atributos, con los cuales podrá ayudarse para un mejor conocimiento de si mismo.

El primer paso consiste en marcar aquellos rasgos que evocan una fuerte reacción emocional, porque éstos serán los que puedan usarse para volver la mirada crítica hacia nuestro fuero interno, en busca de sus contrapartes interiores. ¿En qué copiamos a nuestros progenitores y contra qué nos rebelamos? ¿Cuál es nuestra real actitud u opinión ahora que ya no somos niños y que, finalmente, nos hemos separado de ellos y de su temprano condicionamiento hacia nosotros? Si preguntas como éstas se plantean sinceramente y con un genuino deseo de llegar a ser íntegro, vendrán a la conciencia para su inspección, atisbos de aspectos no reconocidos u ocultos lo que podrá despejar el camino para su corrección o modificación.

Lo mejor es tomar un atributo negativo por vez y darnos cuenta de él en nuestra conducta durante el día, en qué instancias o situaciones se muestra como un rasgo indeseable que limita nuestro desarrollo. Tan pronto sea reconocido, se puede trabajar con él y se lo puede abandonar. Si, por otra parte, advertimos la carencia de una cualidad particular que criticamos en otros, sin duda, puede mostrarnos el camino para desempeñarnos en desarrollar esta área débil.

Una excelente manera de facilitar el proceso de trabajo con las tendencias que desearíamos erradicar de nosotros, es adquirir un paquete de tarjetas de diferentes colores. Cada vez que uno se da cuenta de una falta y se está dispuesto a liberarse de ella, se elige una tarjeta de un color específico y se anota diariamente, por una semana, todos aquellos episodios que durante cada día le hicieron recordar esta falta que ha descubierto en si misma, como también las circunstancias que la han traído a su atención.

De este modo, la ira o los enojos podían ir consignándose en una tarjeta roja, los celos en una amarilla, la pereza en una verde, la falta de honradez en una azul, la codicia en una beige y así por el estilo.

Se descubrirá que este método ayuda a tomar conciencia de áreas que requieren de atención y que esto se produce de una manera similar a un desafío, puesto que uno puede ver por sí mismo la forma en que se progresa, al revisar lo que se anotó cada día en las tarjetas.

Resulta de gran ayuda discutir regularmente el contenido de las tarjetas con un consejero. Esto contribuye a clarificar las causas subyacentes de algún hábito particular, lo cual, a su vez, llevará a que se encuentre una fórmula para tratarlo. Tal método ayuda a hacer más rápido el proceso de desechar aspectos de nosotros mismos que obstaculizan nuestro progreso. Es frecuente que durante este mismo período, se produzca un sueño que agregue mayor percepción. Puede que en el sueño aparezca una persona que muestre alguno de los defectos del que sueña, pero de manera exagerada, haciendo que se lo reconozca fácilmente.

El personaje del sueño puede actuar, al igual que los seres vivientes, como un espejo que refleje el defecto, para que quien sueña lo pueda reconocer como un obstáculo para el desarrollo ulterior, se pueden encontrar muchas formas de erradicar estos rasgos indeseados enviando un mensaje, en este sentido, al subconsciente.

Hay ejercicios especiales de visualización para echar luz a la parte subconsciente de la mente, y hasta que no decidamos trabajar sobre ellas, tales partes ocultas dentro nuestro nos mantendrán en un estado de constante conflicto y nos impedirán llegar a ser plenamente conscientes e íntegros, es decir, sin zonas desconocidas que nos desvíen de nuestra búsqueda de libertad.

Toda esta "operación de aseo de la casa" resulta mucho más fácil después de un claro corte separador de nuestros padres, ya que entonces es posible tener una mejor perspectiva de nuestra situación. Es también muy importante tener presente que los padres ya no ocupan una posición de autoridad dentro de nosotros y que, de ahora en adelante, todas las decisiones pueden y deben ser tomadas por nosotros con la ayuda y la guía de nuestro Yo Superior, el único que sabe muy bien qué necesitamos en cualquier momento.

Este proceso constituye una ayuda inapreciable para el descubrimiento de la verdadera identidad nuestra y, también, para posibilitar que el buscador se libere de antiguos condicionamientos que ocultan su verdadero ser.

"CONOCETE A TI MISMO Y LA VERDAD TE HARÁ LIBRE."

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