6 de agosto de 2009

NUESTROS ORÍGENES – 2: LEMURIA

Aztón, 5 de agosto de 2009

wendeunk@yahoo. com.ar

A raíz de tantos mensajes que vienen de diferentes sectores del cosmos, así como del interior terrestre –sin olvidar a Lemuria y la Atlántida- me pareció necesario ahondar en los orígenes de todo esto, incluyéndonos a nosotros, claro. Tal vez esta síntesis que sigue les ayude, como a mí, a ubicarse mejor en relación con los aspectos que nos trajeron a ser quienes somos.

Alexiis les ha compartido una información muy rica sobre las relaciones entre Reptilianos, Dinosaurios y Cetáceos; sus acuerdos y posterior guerra galáctica, apoyada por el Consejo de Ancara; Orión.

Esa, es una parte de la historia terrestre, pero siento que hace falta conocer con más profundidad cómo llegamos nosotros -los humanos- a la Tierra, hecho que sucedió luego de que el cataclismo de los tres rayos cósmicos devastara las bioregiones de la Tierra, cambiando su curso y acontecimientos.

2-LEMURIA

Parte final del anterior: Los nuevos colonos decidieron centrar su colonia de la Federación Galáctica en Lemuria, una gran isla-continente, ubicada en el actual Océano Pacífico.

Durante los siguientes 850.000 años,  el Imperio Lemuriano se esparció por la Tierra. Como parte de su expansión, el Imperio desarrolló una serie de sub-imperios. El más importante de estos fue una isla muy grande en el Océano Atlántico, llamado Atlántida. Le seguía en importancia el Imperio Yü, ubicado en la actual China central, norte de India y oeste del Tíbet.

clip_image002Para el final del período de colonización, los atlantes habían desarrollado un sentido de singularidad que los separó del resto de la civilización lemuriana. Los atlantes, que originalmente vinieron de Pléyades, Andrómeda y Centauro, sintieron que eran más que tan solo un sub-imperio. En el siguiente milenio, estos sueños expansionistas crecieron, y los atlantes comenzaron a tramar la destrucción de la Madre Patria.

Los lemurianos desarrollaron una civilización de muchas maneras similar a la de Sirio y varias otras civilizaciones humanas galácticas basadas en la de Lira. Además, elaboraron conceptos únicos de propio desarrollo. El más importante fue que, como primer grupo humano guardián, se les debía cierta deferencia. Esta idea se fue diluyendo 50.000 años atrás, cuando el Imperio Lemuriano decidió darles a sus sub-imperios más autonomía.

Esto les permitió a los atlantes buscar aliados en su plan para destruir a la Madre Patria de Lemuria. Por los siguientes 25.000 años, los atlantes se dedicaron a una masiva búsqueda diplomática de otra nación estelar culturalmente similar, particularmente de aquellas que habían sido avanzadas de la Federación Galáctica de Luz. El objetivo final era darle a la Atlántida la supremacía sobre la Tierra.

Los atlantes y sus “amigos” esperaron pacientemente el momento apropiado, el que llegó unos 25.000 años atrás. En aquél entonces, flotas renegadas atlantes, pleyadianos y naciones estelares de la constelación del Centauro idearon un ingenioso plan para destruir a Lemuria.

Aún entonces, dos lunas orbitaban la Tierra; eran tres cuartos del tamaño de la luna actual. Estaban en una órbita equidistante a 150.000 kilómetros del planeta. Los renegados propusieron mover una de ellas en una trayectoria especial. Esto era para realizarse por medio de poderosos campos de fuerza de tres naves espaciales especialmente diseñadas, cada una un cuarto del tamaña de la luna elegida.

Justo antes de que esta luna alcanzara su punto de Lagrange, el punto donde la gravedad terrestre puede hacerla explotar), fue obliterada, cayendo sobre Lemuria en un estallido tremendo de grandes meteoros. Debido a estos enormes trozos de esa luna, la devastación geológica fue enorme. Su consecuencia inmediata fue una tormenta volcánica masiva en el continente, debido a la explosión de gigantescas cámaras de gas de debajo de su superficie.

La enorme destrucción de las cámaras de gas lemurianas causó el hundimiento de todo el continente en tan sólo una noche. Esa noche infame fue llenada con gran resplandor y la pérdida total de vida. Con la ciudad capital de Mirana totalmente arruinada, el feudalismo lemuriano devino en un abrupto final.

Además de Lemuria y Atlántida, también existían dos sub-imperios más: el Imperio Yü y el Imperio Libio-Egipcio, situado al norte de África. Con la destrucción de Lemuria, ambos sub-imperios quedaron aprehensivos sobre lo que sucedería después.

Buscando cierto grado de autonomía, previamente el Imperio Libio-Egipcio llegó aún cierto entendimiento con Atlántida, expresado con una serie de alianzas secretas. Con la idea de convertirse de la nueva elite regente, los libio-egipcios fueron obligados a cumplir con la mayoría de los deseos atlantes.

De todos modos, los atlantes se vieron forzados a destruir el Imperio Yü. A la caída de Lemuria, las familias reales de Yü, como también sus propias colonias, se negaron a quedar bajo las órdenes de Atlántida. Demandaron que los atlantes y sus aliados cesaran inmediatamente sus actividades ilegales.

Junto a su imperio aliado, el Libio-Egipcio, los atlantes conminaron la rendición de Yü, o de lo contrario serían destruidos. Se negaron. Seis meses después del hundimiento de Lemuria, el Imperio Yü fue diezmado. Sus sobrevivientes se refugiaron debajo de la Tierra y fundaron lo que hoy se conoce como el Reino de Agartha o Shamballa. Por su actuar, el Imperio Yü conservó intacto el legado glorioso de Lemuria. En un tiempo futuro, este gran legado sería devuelto y compartido con sus primos de la superficie.

NdE: Este material está basado en los relatos del historiador sirio Mikala, director del Instituto de Exo-Paleontología Humana de la Federación Galáctica de Luz, y uno de los once autores principales de los 209 volúmenes que componen la historia inter estelar de la humanidad.

Nidle, S. 2000. Your First Contact. Blue Loge Press, Hawaii, EE. UU.

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