2 de agosto de 2009

NUESTROS ORÍGENES

Azton, 2 de agosto de 2009
wendeunk@yahoo.com.ar

A raíz de tantos mensajes que vienen de diferentes sectores del cosmos, así como del interior terrestre –sin olvidar a Lemuria y la Atlántida- me pareció necesario ahondar en los orígenes de todo esto, incluyéndonos a nosotros, claro. Tal vez esta síntesis que sigue les ayude, como a mí, a ubicarse mejor en relación con los aspectos que nos trajeron a ser quienes somos.

Alexiis les ha compartido una información muy rica sobre las relaciones entre Reptilianos, Dinosaurios y Cetáceos; sus acuerdos y posterior guerra galáctica, apoyada por el Consejo de Ancara; Orión.

Esa, es una parte de la historia terrestre, pero siento que hace falta conocer con más profundidad cómo llegamos nosotros -los humanos- a la Tierra, hecho que sucedió luego de que el cataclismo de los tres rayos cósmicos devastara las bioregiones de la Tierra, cambiando su curso y acontecimientos.

1-NUESTRA LLEGADA A LA TIERRA

Unos ocho millones de años atrás, los orionianos –de Orión- se escaparon. Con la salida de los orionianos (de Orión) hace unos ocho millones de años, y la consecuente desaparición de las civilizaciones de Reptiles y Dinosaurios, una especie, los Cetáceos, quedó como guardiana planetaria de Madre Tierra. Con la asistencia de la Jerarquía Espiritual de la Tierra, los Cetáceos comenzaron a buscar candidatos que los reemplazaran como guardianes terrestres.

Después de buscar por la galaxia por algunos pocos millones de años, descubrieron un elemento esperanzador en la Constelación de Lira. En el cuarto planeta de la estrella Vega, comenzaba a emerger de las aguas un simio acuático (poseedor de escasos rudimentos de civilización).

Los buscadores vieron que tenía futuro y se decidieron a ver si era divinamente posible la transformación de estos seres simios.

Tanto los Cetáceos como la Jerarquía espiritual de la Tierra pidieron permiso ante la Jerarquía Espiritual de la Galaxia, así como del sistema de Vega, para alterar a este grupo de primates acuáticos en plena conciencia. Esto los preparó para ser los guardianes de un vasto número de sistemas estelares. De este modo fueron elegidos por los Cetáceos para reemplazarlos como guardianes de la Tierra. Inicialmente, los mundos-hogar que colonizaron abarcaron ampliamente la constelación de Lira.

Por los siguientes cuatro millones de años, estos primates concientes continuaron con su migración estelar hasta alcanzar nuestro sistema solar. Para el final de este período, los humanos galácticos se pusieron de acuerdo con la Jerarquía Espiritual de la Tierra para colonizar el planeta, así como a otros planetas del mismo sistema solar.

La primera colonia terrícola se llamó Hybornea. Floreció por un millón de años y fue divinamente supervisada por la propia Jerarquía Espiritual. Cuando los orionianos volvieron a nuestro sistema solar, hace un millón de años, se encontraron con que los humanos controlaban buena parte de él. Lo único que quedaba de ellos era una pequeña colonia de Reptilianos en el planeta Maldek, ubicado más allá de la órbita marciana.

Para entonces, las fuerzas de la Alianza de Orión, ayudados por esa colonia en Maldek, iniciaron una serie de ataques al sistema solar y a otras naciones estelares. Sus fuerzas fueron capaces de destruir las colonias de Federación Galáctica de Luz en Marte, Venus y la Tierra. Esos ataques eliminaron la atmósfera y agua de Marte, y dejaron a Venus en condiciones de invernadero. Una serie de rápidos y salvajes ataques a la colonia humana de Hybornea diezmaron a sus habitantes. Una vez más, la oscura Alianza de Ancara volvió a controlar completamente nuestro sistema solar.

Por los próximos 100.000 años, el grupo de la Alianza basada en Orión sostuvo su influencia. Unos 900.000 años atrás, en un masivo ataque frontal, que incluyó a varias naciones estelares vecinas, la oscura Alianza fue sacada. Los humanos de la Federación Galáctica de Luz fueron entonces capaces de regresar a nuestro sistema solar.

Para ayudar a su regreso, esta Federación trajo un gran planeta de batalla. Es un vehículo estelar al que nuestras leyendas se refieren como Nibiru. Su propósito era destruir Maldek, el cuartel general de la Alianza de orión. La batalla se ganó, la Tierra fue asegurada, y los humanos volvimos a colonizarla.

Los nuevos colonos decidieron centrar su colonia de la Federación Galáctica en Lemuria, una gran isla-continente, ubicada en el actual Océano Pacífico.


NdE: Este material está basado en los relatos del historiador sirio Mikala, director del Instituto de Exo-Paleontología Humana de la Federación Galáctica de Luz, y uno de los once autores principales de los 209 volúmenes que componen la historia inter estelar de la humanidad.

Nidle, S. 2000. Your First Contact. Blue Loge Press, Hawaii, EE. UU.


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1 comentario:

Anónimo dijo...

hace falta mas informacion del presente. que tan cierto es de lo que dice david ijk y zeitgeist the movie?